El largo viaje a La Habana del pequeño Iñigo

En octubre del año 2008 Gar- cía, de 37 .... cha por traer de vuelta a casa al pequeño. García denuncia que la justicia española les ha puesto tra- bas y que ...
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EL MUNDO. MIÉRCOLES 2 DE ENERO DE 2013

EUSKADI

El largo viaje a La Habana del pequeño Iñigo La madre de un menor secuestra a su hijo en Bilbao y huye a Cuba sin la custodia no me sacó, y acudir a un psicólogo», relata apesadumbrado. La gravedad de los hechos se excedió cuando, según la familia, Cabrera interpuso al pequeño Iñigo entre los dos cónyuges. Iñigo asegura que su mujer no cogía el teléfono y «jugaba» con su derecho a ver al niño. «El fin de semana que le apetecía no me dejaba ver al crío», señala. La situación se perpetuó durante unos meses en los que el padre del pequeño le veía intermitentemente mientras trabajaba como operaBATALLA LEGAL dor de maquinaria pesada en una empresa de limpieza de pozos sépticos. Un lunes de febrero de 2009 llamó a la madre, que no cogió el Los tiras y aflojas teléfono. A través de judiciales de la familia una de sus amigas del pequeño Iñigo descubrió que llevaba García comenzaron desaparecida unos dícuando su ex mujer, as y cuando llamó a Saily Cabrera Guanche, su puerta encontró interpuso una demanda por divorcio contencioso un piso deshabitado. «Allí no había nada. contra el padre, Iñigo Las luces y la calefacGarcía San Martín. ción estaban dadas. Cabrera y el niño ya se A través de amigos encontraban en La Habana, desde donde ella en Cuba me enteré solicitaba, a través de su abogada, una pensión de que había llegado alimenticia de 650 euros y otra compensatoria allí», relata. de 350 euros para la madre, además de la Que Cabrera hudisolución del matrimonio en su favor. Los biese cruzado las juzgados de Durango dieron la razón al padre, fronteras españolas al que se le otorgó la guardia y custodia del sin el libro de familia niño el 16 de septiembre de 2011. La sentencia era lo más inexplicaprohibía, además, «la salida del menor del ble. «Al niño le haterritorio nacional sin expresa autorización brán hecho pasaporjudicial». Como la madre no regresaba, la te o DNI, pero no sé familia abrió un procedimiento contra ella, a la cómo ha llegado que se le daba un plazo de un mes para que allí», apunta su pahiciese el reintegro del menor; una petición dre, a lo que su maque todavía no se ha hecho efectiva. dre y abuela del pejer y de su hijo, cuando fue a bus- queño añade que Iñigo «no tenía carlos a su casa en Bilbao. papeles, y si los tiene se han obteFue el comienzo de una odisea nido sin ningún tipo de autorizaque esta familia extremeña, afin- ción del padre del menor». cada en parte en el País Vasco, toLa primera demanda emitida davía no ha concluido con final fe- por la familia se archivó porque liz. En octubre del año 2008 Gar- los padres del niño seguían casacía, de 37 años, y su por entonces dos. Sin embargo, el divorcio a esposa, Saily Cabrera Guanche, distancia de ambos y los posteriode 29, decidieron mudarse al País res pleitos dieron la razón a GarVasco después de que ésta, inmi- cía, que obtuvo la custodia del pegrante cubana, no consiguiera ha- queño el 16 de septiembre de 2011 bituarse a la vida en Extremadura. a través de los juzgados de DuranCabrera tenía amistades en go, una custodia que lleva más de Euskadi y García cedió a su pro- un año sin ejecutarse. Ya se han cumplido tres años puesta. «Nos trasladamos pero la relación fue a peor. Ella no quería desde que el niño Iñigo García crutrabajar y me maltrataba psicoló- zase el Atlántico junto a su madre. gicamente. Tuve que acabar sa- Tres años en los que, sin embargo, liendo del piso, del que mi herma- la familia apenas habría tenido noMARTA G. COLOMA /Bilbao

«Estamos luchando como el Quijote contra molinos de viento. Lo único que quiero es que mi nieto vuelva con su padre». Esperanza San Martín solloza al otro lado de la línea. Hace tres años que Iñigo dejó de ver a su abuela porque su madre se embarcó con él secretamente hacia Cuba, su país de origen, ilegalmente y sin siquiera dejar una nota. Su padre, Iñigo García San Martín, se había topado con un piso vacío, sin rastro de su mu-

Sentencia a favor del padre del niño

El padre del niño, Iñigo García San Martín, con un retrato de su hijo en su antiguo dormitorio. / EL MUNDO

ticias del pequeño si no hubiese sido por la Interpol (Organización Policial Internacional). La organización averiguó que el niño estaba en la ciudad de Bauta, de donde procede Cabrera. Actualmente madre e hijo residen en La Habana e Iñigo «goza de buena salud, aunque no sé si va o no al colegio», explica su padre, que ahora ha regresado al Valle del Jerte en Cáceres porque su contrato en el País Vasco expiró y se quedó en paro. Desde allí, la familia sigue la lucha por traer de vuelta a casa al pequeño. García denuncia que la justicia española les ha puesto trabas y que sienten «mucha impotencia” por la situación. «No estoy mal, sino peor. Me han quitado todos los derechos, pero aún más a

mi hijo. Tengo derecho a verlo y él a verme a mí», señala el padre, que apenas recuerda nada del Iñigo de un año de edad; tan sólo que era «alegre y muy cariñoso». Esperanza San Martín sentencia que la Interpol es «la única que nos ha apoyado», a diferencia de la judicatura española, que «ha faltado a la verdad». «La jueza de lo penal con la que me comuniqué me aseguró que había hablado con la Interpol para buscar una solución y que le había dicho que no se podía hacer nada, cosa que no es verdad. La abogada de mi hijo llamó a la organización y le dijeron que no recordaban haber hablado con ninguna jueza, pero que aunque lo hubiesen hecho, sí que se podía hacer algo: abrir una comisión rogato-

ria», explica con indignación. Una comisión rogatoria que según la ley sería viable, y que consistiría en solicitar oficialmente, a través de un juez, que las autoridades cubanas ejecutasen el acto de retorno del pequeño a su país de origen. «En algunos países puedes solicitar esa comisión. Cuba daría por válida la sentencia española y la asumiría. Eso también nos lo ha confirmado el departamento consular. Sólo haría falta sellar la custodia en el Ministerio de Justicia y remitirlo al Consulado de Cuba en España y al Departamento de Asuntos Exteriores. Llevamos quince meses luchando por traer a mi nieto, pero el gobierno niega los derechos de un niño español», asegura la abuela.