El crack argentino Invasor volvió a demostrar que es un fuera de serie

4 feb. 2007 - El crack argentino Invasor volvió a demostrar que es un fuera de serie. Por Carlos Delfino. Enviado especial grandes premios ganó Invasor a.
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Domingo 4 de febrero de 2007

CARRERAS

El mejor caballo del mundo

El crack argentino Invasor volvió a demostrar que es un fuera de serie Tropezó al ingresar en la recta final, estuvo a punto de caer, pero se rehizo y ganó con amplitud el Donn Handicap (G1-1800 m), en Miami

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grandes premios ganó Invasor a su paso por las pistas. En total, su campaña está compuesta por once carreras de las cuales diez terminaron en victorias.

Por Carlos Delfino Enviado especial

H

ALLANDALE BEACH, Florida.– De pronto, el taco de billar de uno de los encargados del cuarto de jockeys se escuchó caer y todas las miradas apuntaron hacia uno de los cubanos que trabaja en esa sala de Gulfstream Park. “No lo puedo creer. Ahora llámenlo King Kong. A Invasor hay que subirlo a una torre y tirarle con una escopeta para poder con él”, gritó Manuel, y todos alrededor lanzaron carcajadas. La expresión, espontánea y graciosa, ayer sintetizaba, en mayor o menor medida, el pensamiento de aquellos que estuvieron en el hipódromo ubicado al norte de Miami, donde el caballo argentino volvió a dar espectáculo. Ahora sucedió en el Donn Handicap (G 1-1800 m), la prueba con medio millón de dólares en premios y en la que venció con claridad pese a tropezar en el último codo. “Se hizo complicado porque en la curva estaban todos juntos y no podía buscarle un lugar por afuera, como deseaba. Nos quedamos sin espacio, el caballo tropezó y casi caemos. Ahí pensé que iba a ser difícil ganar, pero salió con una fuerza impresionante junto a los palos y pasó de largo. ¡Es más, cuando lo sostuve antes de cruzar el disco paró las orejas!”, relató el jockey Fernando Jara a LA NACION, único medio argentino presente en el predio que fue reinaugurado el 3 de enero pasado, luego de estar cerrado casi dos años. Hasta allí llegó Invasor cerca de las 15, luego de una hora de viaje por autopista desde el centro de entrenamientos de Palm Meadows. Ya no había rastros del temporal que en la madrugada causó 19 muertes cerca de Orlando. Tampoco de la lluvia y la

espesa niebla que durante la mañana permitieron ver una imagen poco frecuente en esta ciudad. El traslado en camión, sin compañías más que la de su ocasional peón, fue tranquilo. Sólo una hora antes de la carrera pudo verse al mejor caballo del planeta por primera vez en Gulfstream Park. Pasó la revisión veterinaria de rutina y fue alojado en el primer box en una redonda alejada de las tribunas. Su físico mediano, con lunares en el lomo y vendas blancas en las patas, comenzó a recibir casi todas las fotos, imágenes y miradas. Estaba atento a eso, pero no le importaba. Siquiera cuando salió a caminar rumbo al sector del hipódromo donde iba a ser montado dejó de jugar con su peón. “Le gusta morder. Siempre lo hace, antes y después de cada competencia”, apuntaba su entrenador, Kiaran McLoughlin. Esta vez, el equipo que acompañó el preparador fue diferente. Como siempre, a su lado estuvo su hermano, Trish, y la esposa de éste, pero su galopador habitual, el irlandés Barry Downes, se quedó en Nueva York y lo reemplazó Danny Wright, y su peón, el mexicano Santos Fragoso, volvió a su país porque estaba por vencerse el plazo para estar en los Estados Unidos. A no alarmarse, porque éste pronto volverá a juntarse con Invasor. “Nadie lo conoce como él”, asegura Kiaran. Fragoso, cuyo hermano Pablo es jockey, está junto con el caballo la mayor parte del día, “Lo limpia, lo baña, lo camina y le da la comida”, dice el entrenador, y precisa: “A la mañana y a la tarde come avena, alfalfa y zanahoria. ¡Y mucho!” Otra cosa sorprende a McLoughlin: “Es muy inteligente. Entiende todo lo que pasa alrededor y permanece recostado en el box más tiempo que el resto”. Ayer, el día que estrenó su título de Caballo del Año, el público lo recibió y lo despidió con aplausos. Aquí es el

Invasor ya no tiene rivales que puedan hacerle sombra

número 1, aunque la hípica norteamericana vive de historias y por eso el más famoso por estos días sigue siendo Barbaro, el potrillo que ganó el Derby y fue sacrificado hace un par de semanas, luego de luchar contra una enfermedad durante meses. Invasor también pasó por una etapa dura en su campaña, que incluyó una operación del hueso sesamoideo, una lesión que muy pocos superan. Y él lo logró, fue ídolo en Uruguay y ahora se luce en los Estados Unidos. A su manera, en especial para nuestra hípica, el hijo de Candy Stripes también se convierte en una leyenda.

// A P

Gulfstream Park (EE.UU) DONN HANDICAP (G 1) 1800 m (Handicap para todo caballo de 4 años y más edad) N° Dist. Pag. 1 INVASOR 4a., z., 56 kg. Candy Stripes y Quendom (Intérprete) cab. Shadwell Stable; jockey Fernando Jara.......(1) 2 Hesanoldsalt 5 1/2, R. Bejarano....(6) 2 cps. 13,35 3 A. P. Arrow 51 1/2, K. Desormeaux (3) cbz. 49,85 4 Chatain 51 1/2, C. Velásquez.........(4) 1/2 cp. 5,15 5 Halos Sailing Sain 51, J. Bravo.....(2) 8 1/2 cps. 56,90 6 Tap Dancing Mauk 51 1/2, E. Núñez(5) 2 cps. 52,00 7 Barcola 50, J. Castellano ...............(8) 2 1/4 cp. 23,40 U Magna Graduate 53 1/2, J. Velázquez(7) 7 1/2 cps. 8,15 No corrió Strong Contender (9). Dividendos: Invasor, $ 1,25, 1,10 y 1,10; Hesanoldsalt, 2,05 y 1,10; A. P. Arrow, 1,10; doble, 14,80; imperfecta, 9,50; exacta, 9,70; trifecta, 101,40; triplo, 627,25; cuaterna, 1616,75; a placé, 15.-. 1m48s43/100. Cuidador: Kiaran P. McLaughlin. Criador: haras Clausán.