Buenos Aires, Domingo 15 de abril de 2007
SECCION
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Enfoques DEL PAÍS
Francia: el voto de los suburbios, en disputa En el tramo final de la campaña, todos quieren captar a los jóvenes que protagonizaron las revueltas de 2005 Página 3
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DEL MUNDO
Las víctimas de la Triple A esperan justicia
Michael Traugott: “Neuquén mostró qué es lo que preocupa a la gente” El reconocido experto en opinión pública dice que, más allá de las enc la protesta por el asesinato de Fuentealba es un indicador de importan
Marcelo Larraquy denuncia el pacto político que tapó las causas por desapariciones previas al golpe
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[ ECOLOGIA Y SOCIEDAD ]
ECOMILLONARIOS EN ACCION Con sus 350.000 hectáreas en el sur de Chile y otras tantas en la Argentina, Douglas Tompkins es uno de los mejores exponentes de una tendencia de ecologismo radical –la compra de extensos paraísos naturales con fines conservacionistas– que no para de crecer desde los años 90 y que cosecha tanto elogios como sospechas. Por qué estas grandes fortunas tienen en la mira a América latina, especialmente la Argentina, Brasil, Chile y Perú Por Juana Libedinsky NUEVA YORK Para algunos, es el Rolex de oro. Sigue el Porsche, el yate de lujo, la casa de esquí en St. Moritz o Aspen, el jet privado. Pero para un puñado de multimillonarios del Primer Mundo, la ambición es la cátedra universitaria que lleva su nombre, el ala del museo que los honra, la biblioteca pública con su busto en la entrada. Y, en estos tiempos, los paraísos naturales, en particular, la Patagonia. Por supuesto que no se trata de comprar un simpático chalet símil suizo en la Cordillera, ni siquiera un
FOTOILUSTRACION: MARIANA TRIGO VIERA
fastuoso casco de estancia, sino enormes extensiones de tierras para ser donadas como parques nacionales o para ser preservadas en estado virgen con el objetivo de contribuir con la conservación del medio ambiente. Además de la Patagonia –argentina y chilena–, pueden ser, claro, los esteros del Iberá, la selva amazónica o a veces incluso el corazón de Africa. Lo que importa es que, para el puñado de personas con cuentas bancarias estratosféricas, este tipo de ecofilantropía es el lujo del momento.Y Chile, Argenti-
na, Perú, Belice, México, Costa Rica y Brasil –por su belleza, biodiversidad y su oferta de lugares vírgenes– son los países preferidos para este tipo de acción directa que necesita –además de paraísos naturales para proteger– seguridad jurídica y estabilidad política, dos cosas que Africa, por ejemplo, difícilmente pueda garantizar todavía. Douglas Tompkins –el norteamericano a quien Luis D’Elía le cortó alambrados a la fuerza– es hoy el ejemplo más radical de esta tendencia: con un declarado objetivo conservacionista com-
pró 250.000 hectáreas en los esteros del Iberá, aproximadamente 62.000 en Chubut (que ya donó y hoy forman el Parque Nacional Monte León), 14.000 en una zona lindera con el Parque Nacional Perito Moreno y 350.000 en el sur de Chile. Otros millonarios notables, hoy propietarios de grandes extensiones en nuestra Patagonia –Joseph Lewis, Ward Lay y Ted Turner– también han dado señales de que están interesados en preservar esas tierras, pero, en rigor, no se los puede incluir Continúa en la Pág. 4, Col. 1
