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EXTERIOR
I
Jueves 9 de julio de 2009
CONMOCION REGIONAL Y LA CRISIS EN HONDURAS
Y COLOMBIA
Comienza la mediación de Arias en Costa Rica
Más presión de Uribe a las FARC Les exige que liberen a 24 rehenes
Zelaya y Micheletti se reúnen tras el golpe SAN JOSE.– Por primera vez desde el golpe de Estado en Honduras del 28 de junio pasado, el presidente derrocado, Manuel Zelaya, y su sucesor de facto, Roberto Micheletti, se verán las caras, hoy, en San José de Costa Rica, para iniciar una negociación que permita encontrar una salida al conflicto que ha conmocionado a la región. El encuentro contará con la mediación del presidente costarricense, Oscar Arias, que ayer anticipó que las negociaciones durarán por lo menos dos días y que la agenda abordará “todos los temas que dividen a las dos partes en Honduras”. “Voy a hacer un esfuerzo muy grande para ver si podemos salir con un acuerdo satisfactorio para ambas partes”, sentenció Arias, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1987. Pero el diálogo en Costa Rica, que fue impulsado por la Casa Blanca, no se anuncia nada fácil, ya que tanto Zelaya como Micheletti se mantienen inflexibles en sus posiciones. Zelaya dijo desde Washington que no hay nada que negociar, salvo planificar “el restablecimiento del orden democrático y del presidente depuesto”. Micheletti “es un gorila” que ha cometido “asesinatos, violaciones de los derechos humanos y especialmente la traición”, denunció ayer el mandatario depuesto. Por su parte, Micheletti subrayó que negociar no significa que las nuevas autoridades hondureñas vayan a permitir el regreso de Zelaya al poder. “De ninguna manera, él cometió delitos, tiene que pagar”, sentenció el presidente de facto. La crisis hondureña se ha convertido en un termómetro para medir la anunciada intención del presidente norteamericano, Barack Obama, de establecer una relación distinta con sus vecinos del Sur. La mediación de Arias se acordó anteayer, tras un encuentro entre Zelaya y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton. Ayer, el nuevo responsable de la política estadounidense para el continente, Arturo Valenzuela, defendió en Washington el papel del gobierno de Obama en la crisis, durante una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. “Esto ha sido un clásico golpe de Estado”, dijo Valenzuela respondiendo a las dudas expresadas por un congresista. Y, aunque admitió la gravedad de los problemas que existían en Honduras, señaló que “la solución no era que los militares expulsaran [al presidente] y lo enviaran fuera del país”.
Agencias AFP y EFE
REUTERS
Una vigilia en protesta por el golpe, en San Pedro Sula
CESAR GONZALEZ-CALERO
Junior Torres, antes de salir de patrulla
Tegucigalpa se convierte por las noches en una ciudad fantasma LA NACION recorrió junto con una patrulla policial las calles durante el toque de queda CESAR GONZALEZ-CALERO ENVIADO ESPECIAL TEGUCIGALPA.– Los travestis han dejado de cimbrear sus grotescas caderas por el bulevar Morazán de Tegucigalpa. Las noches de la capital hondureña nunca fueron glamorosas. Pero en los 11 días que ya dura el toque de queda impuesto por el gobierno de Roberto Micheletti Tegucigalpa se ha transformado en una ciudad fantasmal, habitada tan sólo por algunos mendigos y tomada por retenes policiales y militares que apresan a todo aquel que no tiene una buena excusa para andar fuera de casa entre las diez de la noche y las cinco de la mañana. Como a Elías Israel Jiménez, un hombre maduro de barba descuidada que se lamenta desde la pequeña ventana de un calabozo de la delegación policial del barrio del Manchén: “Yo iba caminando para agarrar el bus, pero se me echó la hora encima y me detuvo la patrulla. No he hecho nada malo, lo juro”. Al lado de él hay una decena de detenidos en un cuartucho inmundo de unos diez metros cuadrados, iluminado tan sólo por el tenue reflejo de la bombilla de un patio donde hay una pila con agua y una letrina. “Estamos acá sin haber cometido ningún delito”, grita una voz desde la penumbra. Y una cabeza se asoma a la ventana para hacer otro reclamo: “Oiga, ¿usted me podría regalar un cigarrillo?”. A los calabozos de esta delegación llegan unos 30 o 40 detenidos por noche por violar el toque de queda decretado por el gobierno de facto
que el pasado 28 de junio derrocó al presidente Manuel Zelaya. En diez días, más de 700 personas fueron detenidas sólo en Tegucigalpa, según fuentes policiales. En el estado de sitio encubierto decretado por Micheletti están quebrantados no sólo la libertad de circulación y de asociación, sino también el derecho de hábeas corpus, entre otras garantías individuales. El crimen, obviamente, ha bajado a la mitad. El subinspector Javier Rivera López se muestra encantado con la estadística: “Eso es lo positivo del toque de queda: han bajado mucho la conflictividad y la prostitución […] La mayoría de los que ingresan
acá lo hacen por vagancia, ebriedad, escándalo público, pero si no han hecho nada, quedan libres sin cargos a las cinco de la mañana, cuando termina el toque de queda”.
Austeridad La delegación policial guarda la austeridad propia de uno de los países más pobres de América latina. Una austeridad muy disciplinada. El oficial Junior Torres tiene cara de niño y un CTAR-21 entre las manos, el sofisticado rifle de asalto israelí utilizado por los cuerpos policiales de medio mundo. Junior acaricia el arma como si fuera su bien más preciado. “Sí, claro que lo he usado, es parte de mi trabajo”,
El diálogo con Tabaré Fuentes del gobierno argentino salieron ayer al cruce de la información que indicó que el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, se había distanciado de la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en lo relativo a la crisis institucional de Honduras, durante un diálogo telefónico entre ambos en el que quedaron expuestas diferencias políticas y diplomáticas. Las fuentes del Gobierno señalaron que durante el transcurso de esas conversaciones “en momento alguno Vázquez expresó diferencias con la posición argentina”. Según las mismas fuentes, el presidente de Uruguay explicó que no participaría de la misión diplomática “en virtud de cuestiones de naturaleza
interna que lo retenían en su país, tales como la huelga de hambre de los cooperativistas de vivienda, la fuerte tormenta que había padecido Punta del Este y la situación de su partido en el marco de la consagración de la fórmula presidencial”. Seguidamente, las fuentes dijeron lamentar “la difusión de trascendidos que nada tienen que ver con las conversaciones mantenidas, y que al tratarse de versiones surgidas de fuentes del gobierno uruguayo generan malestar y desazón en la Argentina, por revelar una actitud poco cooperativa con los esfuerzos desplegados por nuestro país y algunas naciones latinoamericanas para el retorno de la democracia en Honduras”.
comenta a LA NACION. Y luego se encarama a la parte trasera de la camioneta policial y da unos golpes en el portón: “¡Nos vamos!”. El vehículo arranca a toda velocidad en un recorrido frenético por las calles desiertas. La patrulla va en busca de más infractores del toque de queda o delincuentes comunes, pero pasada la medianoche ya son pocos los que se aventuran a salir a la calle. El monopolio de la delincuencia en el país lo ostentan las maras, esas pandillas callejeras formadas en los focos de la emigración marginal centroamericana en Estados Unidos, con franquicias abiertas en Guatemala, El Salvador y Honduras. “Ricardo Maduro [el presidente que precedió a Zelaya en el poder] acabó con ellos, ahora están los de las barras de fútbol, son peligrosos pero no matan tanto como los «mareros»”, cuenta Junior. “Mire –dice Junior, intentando guardar el equilibrio en la pick-up descubierta–, aquí iban a venir Hugo Chávez y Daniel Ortega a gobernar con Mel y eso habría sido lo peor para nosotros. Todo tiene su límite.” En una oscura calle del centro de la ciudad, por fin se alcanza a ver vida humana. Hay un par de vagabundos medio desbaratados en la vereda, y a mitad de la calle, un local con luz. “No, no estamos abiertos, por el toque de queda.” Jairo, un joven sin camisa, habla desde el otro lado de una malla metálica. “Nosotros vendemos comida típica, pero ahora ya no nos alcanza para vivir por el problema éste”, comenta, y luego reclama: “A ver si vuelve ya Mel”.
BOGOTA.– En un giro en su estrategia con la guerrilla, el presidente colombiano, Alvaro Uribe, anunció ayer que la senadora opositora Piedad Córdoba podrá participar en gestiones para la liberación de los rehenes de las FARC, como lo reclaman los rebeldes. Sin embargo, el mandatario condicionó la participación de la legisladora, que había sido descartada por el gobierno a principios de año, a que logre la libertad “simultánea” de 24 militares y policías en poder de los rebeldes. “El gobierno nacional autoriza [...] a la senadora Piedad Córdoba a fin de que participe en el acto de liberación de esos secuestrados”, declaró Uribe. Córdoba ya había intervenido en la liberación de otros cautivos, como Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, y Un comunicado divulgado por la presidencia aclaró que en las gestiones “deben ser liberados en forma simultánea los 24 secuestrados de la fuerza pública que están en poder de las FARC”.
Agencias AP y ANSA
Síntesis BRASIL
Lula iría por un tercer mandato en 2014 BRASILIA (ANSA).– Un día después de que el Congreso brasileño archivara definitivamente el proyecto para una reforma de la Constitución que contemplaba la posibilidad de que Lula da Silva se postule para un tercer mandato en 2010, Folha de S. Paulo publicó que el actual presidente brasileño podría volver a presentarse para un nuevo mandato en 2014. “Dentro de algún tiempo, si fuera necesario disputar, disputaremos, si no fuera necesario, permaneceremos como electores”, declaró Lula. PERU
Huelga y protestas: 156 detenidos LIMA (AP).– Las fuerzas de seguridad peruanas detuvieron ayer a 156 personas en todo el país, acusadas de alterar el orden público e incurrir en actos de violencia en el segundo día consecutivo de una huelga y protestas antigubernamentales, convocadas por la Confederación General de Trabajadores. En algunos puntos de la capital, grupos de huelguistas intentaron impedir la circulación de autobuses, arrojando piedras, y hubo bloqueos de carreteras.