Sergio Bendixen,el consultor político estrella que se sienta a la ...

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enfoques

| Domingo 25 De agosto De 2013

mi mundo digital

Mariano Blejman

Knight Fellow del International Center for Journalists, editor y emprendedor de medios, Mariano Blejman (o @blejman, en Twitter) es uno de los fundadores de Hacks/Hackers Buenos Aires, el capítulo local de la red que reúne a periodistas y a programadores para intercambiar experiencias y generar desarrollos conjuntos. Embarcado en diferentes proyectos que cruzan la tecnología con lo mediático, a continuación nos ofrece un pantallazo sobre su uso de la Web.

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revistas digitales

http://source.mozillaopennews.org/ “Es la intersección entre tecnología, software libre y periodismo a escala global .“

www.wired.com La publicación mensual norteamericana que supo convertirse en un clásico. www.theverge.com Las últimas noticias sobre tecnología, ciencia, arte y cultura presentadas en un formato vanguardista.

http://datadrivenjournalism.net/ “Una fuente inagotable de recursos para el trabajo cotidiano del periodismo de datos.”

www.businessinsider.com La prestigiosa revista norteamericana de economía y negocios.

http://civic.mit.edu/blog “Una maquinaria de innovación y experimentación en la forma de contar historias.”

ranking de twitteros 1 @dansinker Periodista y director del programa Knight-Mozilla Open News. 2 @aronpilhofer Director del departamento de Interactive News Technologies de The New York Times. 3 @miguelpaz Periodista, fundador del sitio Poderopedia y co-creador de Hacks/Hackers Chile.

el perfil

Sergio Bendixen, el consultor político estrella que se sienta a la mesa chica de Sergio Massa era que Tigre no se parecía a Miami, sino a Disneyworld. Mal comienzo. Como única respuesta, el ex jefe de Gabinete eligió a 10 de sus hombres para que tuvieran una charla a solas y por separado con él. “Te va a llamar “El peruano”. Le hace falta un baño de peronismo”, avisó a cada uno. Ya corría marzo. Fueron tres días intensos con reuniones de dos horas. “Nos preguntaba por qué creíamos que Sergio tenía que jugar”, recuerda el massista José Eseverri. “Le explicamos que el Gobierno iba a ir en busca de la reforma y la reelección si no recibía un freno”, agrega. Uno de ellos le dejó una frase del manual del PJ: “El diablo escupe a los tibios”. Después de eso, Bendixen cambió de postura, se sumó a la campaña y, en poco tiempo, se enamoró de Massa. “Sergio es un brillante estratega. Casi nunca se equivoca. Tiene aceptación en todos los sectores sociales y en distintos espacios políticos. Eso es nirvana para un candidato”, dice. En el massismo, le atribuyen el eslogan de campaña: “Corazón peronista, cerebro modernista”. Los apóstoles de Massa, mientras tanto, lo ubican en “la mesa de los técnicos” –que depende de la mesa política–, donde también está Hugo Haime, responsable de las encuestas que lee Massa, y prefieren que no aparezca demasiado. Pero lo escuchan. “Había otras propuestas y Sergio lo eligió a él. Se ganó su confianza”, dice un intendente del Frente. “Interpreta los contenidos, opina y supervisa. No es una estrella. Hasta acompañó en caminatas como la de Malvinas Argentinas. Nos empujó a laburar en las redes”, agrega Claudio Ambrosini, secretario de Relaciones Institucionales de Tigre. Sin embargo, afuera Bendixen divide aguas. Mientras algunos lo elevan al rol de estratega, otros lo señalan como un encuestador con experiencia, que conoce su negocio, pero suele contratar el trabajo de campo. Incluso están los que llegan a afirmar que es un “cocinador” de números, sobre la base de las malas pasadas que le jugó la profesión en América latina. Él mismo suele recordar que se inició en los 80 como analista político en la cadena Univisión. Se enorgullece de haber sido uno de los pocos que anticipó el “No” a Pinochet en el plebiscito de 1988 en Chile. Pero admite sus tropezones. “Mi gran desastre fue Nicaragua. Me

El peruano radicado en EE.UU., que diseñó la campaña de Obama por el voto latino, cosecha apoyo y recelos en el entorno del intendente de Tigre Diego Genoud PARA LA NACION

S

u nombre trascendió en la Argentina porque estuvo entre los que, mientras Sergio Massa decidía si enfrentar o no al Gobierno en las elecciones de este año, le recomendaban al candidato que se quedara en Tigre. Pero Sergio Bendixen tenía ya muchos pergaminos en su mochila. Superó ese primer desacuerdo, y su debut en las ligas nacionales no pudo ser mejor: se convirtió en el asesor estrella de la campaña en la que Massa derrotó al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires. Y, a pesar de que genera algunos recelos en el entorno del candidato, es parte central de las voces que se escuchan para definir la estrategia del Frente Renovador. Bendixen suele ser comparado con Jaime Durán Barba, el asesor de Mauricio Macri y Pro, pese a que jamás cruzó una palabra con el ecuatoriano. Nació en Perú hace 64 años, pero está radicado y trabaja en Estados Unidos desde la década del 70. De madre limeña y padre chileno, aprendió inglés a los 12 años en Miami, la ciudad que fascina al líder del Frente Renovador. Después, la profesión de su padre –que era piloto de avión– lo llevó a vivir en Teherán durante tres años. Bendixen acredita una larga trayectoria en la consultoría política en América latina y es miembro del Partido Demócrata norteamericano. Cosechó su mayor prestigio cuando, en 2008, trabajó en la campaña de Barack Obama para captar el voto latino. El socio de Bendixen & Amandi Internacional había acompañado a Hillary Clinton en las primarias y fue uno de los que saltaron de bunker. Massa y Bendixen tienen poderosos vasos comunicantes. Uno es el español Juan Verde, ex funcionario de la Casa Blanca y codirector de la campaña para la reelección de Obama. De 42 años, Verde participó de cuatro campañas presidenciales y, como Bendixen, pasó de Hillary a Obama.

El otro es José Luis Manzano, el ex ministro de Carlos Menem que hoy es uno de los empresarios de mayor confianza de Massa y es famoso en Miami. Ya Manzano le había acercado al venezolano J. J. Rendón a Francisco de Narváez durante la campaña de 2011. Por eso, aquella opinión inicial del asesor despertó sospechas en algunas mentes conspirativas que rodean a Massa. Llevó a pensar que el socio del Grupo Uno –de buena relación histórica con el kirchnerismo– apostaba a disuadir de su aventura al intendente de Tigre, desde su propio riñón. “El Peruano”, como lo llaman todos en el massismo, está online con el candidato que empieza a perfilar sus aspiraciones presidenciales para 2015. Tiene oficinas en Barrio Norte, va seguido por el comando del Frente Renovador de Cerrito y Juncal, y entra también a su casa del country Isla del Sol. Bendixen acostumbra a presentarse como el primer hispano que llegó a dirigir una campaña presidencial en Estados Unidos. “Sergio, soy el mejor porque soy el único”, le dijo a su tocayo la primera vez que se vieron en Miami. En los círculos de la comunicación de esa ciudad, mientras tanto, afirman que no fue el único consultor que trabajó para la campaña de Obama entre los hispanos, pero sí el que más se destacó. En 2012, el respaldo del 72% de los 12 millones de latinos que votaron fue clave para el triunfo de los demócratas. Un baño de peronismo El primer contacto en plan de trabajo conjunto con Massa fue en febrero pasado, en Tigre. El candidato estaba acompañado por su círculo más estrecho: su esposa, Malena Galmarini; su secretario privado, Ezequiel Melaraña; el intendente de San Miguel, Joaquín De La Torre, y el ex senador provincial Juan Amondarain. En el segundo encuentro, Bendixen arriesgó dos opiniones. La primera era que Massa debía postergar la ruptura con el Gobierno. La otra

quién es b Nombre y apellido Sergio Bendixen b Edad 64 años b Dos caras Nació en Perú, pero vive en EE.UU. desde los 70. Consultor y encuestador. trabajó en la campaña de Obama para el voto latino. Sus críticos señalan sus fracasos al predecir intención de voto en varios países de la región. b De Miami a Tigre Conoció a Massa en febrero. Integra su mesa de técnicos e hizo encuestas de boca de urna en las primarias.

infiltraron los sandinistas”, se excusó en un reportaje. Los sondeos del peruano daban a Daniel Ortega 15 puntos arriba pero Violeta Chamorro se impuso por 14. Fue en 1990. Más cerca en el tiempo, figura el traspié con Alejandro Toledo en 2011, el compatriota que conoció en Estados Unidos. El ex presidente salió cuarto, pese a que los números de su asesor lo ubicaban bastante más arriba. Sin embargo, el papelón más grande y reciente de Bendixen fue en mayo de 2012 en República Dominicana, contratado por el empresario Luis Abinader, candidato a vicepresidente del opositor Hipólito Mejía. Sus encuestas le otorgaban a Mejía 8 puntos sobre el candidato oficialista Danilo Medina, que finalmente lo superó por 4 puntos. El peruano tuvo que cumplir la estruendosa promesa que había hecho en televisión tres días antes, si perdía, y donó 25.000 dólares a la Liga de Lucha contra el Cáncer. Bendixen considera que, en casos como los de Massa, la ideología casi no tiene importancia. “Es un candidato de unidad nacional. Despierta esperanza”. Asegura que no está con el intendente por dinero, sino porque lo considera un desafío de relieve en el final de su carrera. Pero habrá que ver qué pasa si el Frente Renovador vuelve a ganar en octubre y su líder empieza a mirar hacia la Casa Rosada. ß

realismo trágico (en dos minutos)

Una religión con un apóstol y once Judas Diego Sehinkman PARA LA NACION

U

na pena. Con dos caballetes más y un tablón, la mesa de diálogo con “los titulares” se hubiera estirado hasta el sindicalismo no alineado, el campo y un par de referentes de la oposición. El gran acuerdo nacional. ¿Por qué en la mesa no sentaron a todos? Porque son vistos como traidores. Curiosa religión el kirchnerismo: Cristo tenía un Judas y once apóstoles. Cristina sospecha de la proporción inversa. ¿Para qué echar a Judas de la mesa? ¿No es mejor invitarlo a comer para que explique cómo resolvería él los problemas? El Gobierno se perdió la irrepetible oportunidad de pintar otro cuadro famoso: la Maja opositora desnuda. ¿Que no está en paños menores? El

peronismo disidente, el macrismo y parte del radicalismo insinuaron la idea de reclamar el control de la Cámara baja, pero desde el socialismo y UNEN ya expresaron que no sería “responsable” quitarle al Gobierno la presidencia de Diputados, luego de que el oficialismo dijera que “quieren desestabilizar” y que hay “riesgo institucional”. Estamos en problemas: que en 2013 el Gobierno exhiba en la vidriera la misma psicopateada de la temporada 2008 no asombra. Lo que asombra es que algunos la sigan comprando. ¿O en realidad no la compran y lo que tienen es miedo escénico?¿No es hora de que cierta oposición venza el temor, suba a las tablas y abandone el sillón del crítico? (Borges ironiza en El Aleph: “Los críticos, esas personas que no disponen de metales precio-

sos ni tampoco de prensas de vapor, laminadores y ácidos sulfúricos para la acuñación de tesoros, pero que pueden indicar a los otros el sitio de un tesoro”.) Demos una vuelta más antes de volver al diálogo santacruceño. Nada menos que en el Consejo de las Américas, delante de los empresarios más importantes del país, Daniel Scioli –el que no traiciona– fue traicionado por su ansiedad: “En este momento pongo todo mi empeño en acompañar a la Presidenta, porque este gobierno tiene que terminar lo mejor posible para que luego la dinámica de la democracia pueda proyectar a la Argentina hacia un mejor futuro”. La “isabelizó”, verbo prohibido. El evangelio según Ciccone dirá que en esa mesa santacruceña se produjo el milagro: Cristina reconoció que la inflación era “de menos del 20”

(no del 9 del Indec) y que es necesario corregir el impuesto a las ganancias. Eso sí: cuando aclaró que el mínimo no imponible se va a elevar cuando el Estado encuentre una forma de compensar lo que dejaría de percibir, los empresarios agarraron bien fuerte su parte de la frazada corta. Se viene el tirón. Pregunta: ¿por qué si estamos en la “década ganada” la frazada es tan corta”? Respuesta: o sobra polilla o falta naftalina. Pero alguien se la está comiendo. Escena bíblica: en la larga mesa, en el medio, ella. Y a sus costados, “los titulares”. “Uno de ustedes me va a traicionar”, dijo. Le falló el ojo: fueron 4 millones de votos menos. Mientras Cristo del agua hizo vino, Cristina del agua hizo represa. Y fue así como a Gerardo Luis Ferreyra,

de Electroingeniería, por fin le llegó el alargue que le tiró Zannini desde su despacho. Para darle luz. La licitación fue tan transparente que ahí Cabandié también vio peces. Fin de la mesa de diálogo patagónico. Aeropuerto de Río Gallegos. Ha-

ciendo tiempo hasta que embarquen los últimos empresarios, parece que un piloto le dijo al otro, zorros los dos: “¿Sabés por qué paró en Seychelles? Porque ahí también pidieron hablar con los «titulares»”. ß Twitter @diegosehinkman