Sabotaje y transgresión. El espíritu de las vanguardias en la poesía ...

abandonadas ratas desespero o scuridad ..... Ulises, esta vez uniendo en un mismo plano temporal dos llegadas distintas a dos islas distintas: su llegada a ...
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Anuario Brasileño de Estudos Hispánicos XIX

Sabotaje y transgresión. El espíritu de las vanguardias en la poesía de Leopoldo María Panero Joaquín Ruano York University Resumen La obra de Leopoldo María Panero (Madrid, 1948) se basa en una constante subversión de los valores establecidos, lo cual le ha valido el ostracismo por gran parte de las instituciones académicas. Este ostracismo, poco a poco, no obstante, va cediendo en pos de una creciente valorización de su obra tanto nacional como internacionalmente. En las siguientes líneas, exploraremos una de las muchas facetas en las que Panero representa en su obra poética ese constante deseo de subvertir. Se trata de la subversión al nivel más inherentemente literario, puesto que es la transgresión de la propia escritura. Una escritura que ya no está subordinada a su esfera performativa sino que, por el contrario, se erige como principio y inal de sí misma. Palabras clave: Leopoldo María Panero, Poesía española contemporánea, Vanguardias literarias, Transgresión, Contracultura. Abstract Leopoldo Maria Panero’s (Madrid, 1948) work is based in a constant subversion of stablished moral values. This has brought him as a consecuence the ostracism from a big part of the academic institutions. Nevertheless, this ostracism is slowly dissapearing, and his writings are having a crescent appreciation, both national and internationally. In the next lines, we will explore one of the numerous aspects in which Panero represents this constant will of subversion, that is, at the most literary level, the trangression of the writing itself. Writing process that is no more dependent of a performative use but that, on the contrary, is based as starting ponit and aim of the itself. Key words: Leopoldo María Panero, Spanish Contemporary Poetry, Literary Avant-garde, Transgression, Counterculture.

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La obra de Panero presenta como uno de sus ejes principales la dinámica de la transgresión. La transgresión es dinámica porque no se detiene jamás, porque nunca deja de querer transgredir y porque, en última instancia, si se estableciera, desaparecería. Este movimiento no tiene otro in que negar la ley, subvertir los principios dominantes. Para evitar ser neutralizada y absorbida por las estructuras dominantes, la dinámica de la trasgresión es expansiva, esto es, no deja de rebasar los límites impuestos, pero sólo para volver una y otra vez sobre los propios límites. Como dice Michel Foucault: En ce langage la prétention de tout dire n’est pas seulement celle de franchir les interdits, mais d’aller jusqu’au bout du possible ; la mise en place soigneuse de toutes les conigurations éventuelles, le dessin, en un réseau systématiquement transformé, de tous les branchements, insertions et emboîtements que permet le cristal humain pour la naissance de grandes formations étincelantes, mobiles et indéiniment prolongeables […] désignent le projet de ramener tout langage possible, tout langage à venir, à la souveraineté actuelle de ce Discours unique que personne peut-être ne pourra entendre (Foucault, 284)

Lo cual puede leerse, en el caso de la obra de Panero, como la aceptación de que la trasgresión en dicha obra es un fenómeno que se produce a todos los niveles de la escritura, a nivel semántico pero también a nivel formal. Si transgredir es el movimiento constante de supresión de la ley, en escritura esto signiica que no sólo se intenta abolir la ley en el otro mediante el decirlo todo, sino que las propias reglas del discurso, las propias leyes del lenguaje que portan el mensaje de la trasgresión explotan, rompiéndose así incluso la ley más esencial, la que pone la palabra al servicio de la semántica, la que encadena el signiicante y el signiicado. Para ello, como espero poder demostrar en las siguientes líneas, Panero se servirá de toda una tradición que le surtirá de recursos de sabotaje contra el discurso establecido. Esta tradición no es otra que la de las vanguardias que dominan gran parte de la historia cultural del siglo XX. Investigaré, por tanto qué lecturas de vanguardia son las que más peso tienen en la obra de Panero; qué lee Panero en esas vanguardias, qué toma, cómo lo transforma. Una primera pista de esas lecturas podemos encontrarla en estas líneas del prefacio que nuestro autor escribe para su libro de 1983 titulado El último hombre: Otro de mis métodos para la consecución de este libro es lo que el formalista ruso Sklowsky [sic] llamaba el extrañamiento: esto es, deslizar componentes anómalos en un panorama familiar. Ceniza entre unas guindas, dos sapos en un jardín, tres niños adorados por los sapos: la fealdad rodeada de belleza, o viceversa, lo que no se come de lo que se devora y es que el referente poético por excelencia es la imaginación del lector: jugar con ella como el cazador con las ieras, aturdirla, chocarla, perseguirla, cautivarla. (287) 1 En 1919 Viktor Shklovsky publica “El arte como procedimiento”. En dicho artículo, el teórico ruso intenta desligar la noción de arte de la noción de imagen tal y como se había planteado 1. Todas las citas de Panero, salvo indicación contraria, pertenecen a la edición de su Poesía Completa citada en la bibliografía.

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anteriormente: “L’art, c’est la pensée par images”.(76) Muy por el contrario, nos dice Shklovsky, el arte no se rige sino por sus propios parámetros, y especialmente el arte literario, la poesía o la prosa, donde el lenguaje poético mantiene una independencia absoluta con respecto al lenguaje “prosaico”, esto es, el lenguaje que utilizamos a diario en su dimensión instrumental: “C’est pourquoi nous devons traiter les lois de dépense et d’économie dans la langue poétique dans leur propre cadre, et non par analogie avec la langue prosaïque”.(81) Estudiando la obra de Tolstoy, Shklovsky llegará a la conclusión de que dicha independencia del lenguaje poético se fundamenta en el hecho de que, en su uso cotidiano, el lenguaje prosaico se automatiza, perdiendo su ser en pos de su performatividad; es decir, al hablar en la vida diaria el hombre olvida el instrumento que esta utilizando (el lenguaje) para quedarse simplemente con el mensaje que se quiere comunicar. Ahora bien, en el lenguaje poético, esta automatización se invierte, de manera que el lenguaje poético tiene la doble función de comunicar, como el lenguaje prosaico, pero también la función de resaltar su propio ser en tanto que lenguaje desautomatizado. Y con esta desautomatización no es sólo el propio lenguaje quien toma cuerpo sino las cosas también hacen notar su presencia, se singularizan. Ainsi la vie disparaît, se transformant en un rien. L’automatisation avale les objets, les habits, les meubles, la femme et la peur de la guerre. […] Et voilà que pour rendre la sensation de la vie, pour sentir les objets, pour éprouver que la pierre est de pierre, il existe ce qu’on appelle l’art. Le but de l’art, c’est de donner une sensation de l’objet comme vision et non comme reconnaissance; le procédé de l’art est le procédé qui consiste à obscurcir la forme, à augmenter la dificulté et la durée de la perception. L’acte de perception en art est une in en soi et doit être prolongé; l’art est un moyen d’éprouver le devenir de l’objet, ce qui est déjà « devenu » n’importe pas pour l’art. (83)

Se produce, por tanto, una nueva percepción, en la que el lenguaje sufre un cambio semántico signiicativo que aparta la palabra poética de su acepción habitual en el lenguaje automatizado. Es entonces cuando el lenguaje poético realiza el precepto aristotélico de tener un carácter extraño, sorprendente; cuando la poesía se hace un discurso difícil y tortuoso. Es entonces cuando el lenguaje poético, entendido como procedimiento, produce un extrañamiento (ostranenie) que lo hace monstruoso: Cette manière de voir les objets hors de leur contexte […] ; il en est résulté quelque chose d’étrange, de monstrueux, qui a été sincèrement considéré par bien des gens comme un blasphème et les a péniblement blessés. Cependant, c’était toujours le même procédé à l’aide duquel Tolstoï percevait et relatait ce qui l’entourait. (89-90)

Sin abandonar el libro antes mencionado encontramos que Panero parece combinar perfectamente esas visiones fuera de contexto que producen esa sensación de extraño, de siniestro2. Y qué mejor 2. La asociación del extrañamiento de Shklovski y lo siniestro (Umheimliche) de Freud es patente, con tan sólo leer las líneas que preceden al prologo que hemos citado arriba: “[…] este libro, pese a lo macabro de sus temas, no romperá por ello el rigor poético que me he propuesto a lo largo de toda mi obra literaria. La imaginería exótica, retorcida, sigue una técnica: la de contrastar la belleza y el horror, lo familiar y lo unheimlich (lo no familiar, o inquietante, en la jerga freudiana.. […]” (287). Por otra parte, creo que el doctor Blesa, de la Universidad de Zaragoza, estaba investigando este aspecto, pero no he podido obtener ninguna veriicación bibliográica al respecto.

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forma de plasmarlo que el haiku que, por su propia morfología –el lenguaje queda subordinado a la imagen-, es ya de por sí un extrañamiento del lenguaje: Un lago ha nacido: en mi cráneo lotan los peces. (311)

El siguiente ejemplo es más narrativo, si bien no por ello deja, en el último verso, la última imagen, de volvernos a sorprender: En el viejo castillo de Koomoro dos mujeres en la cocina, derrumban sus ojos. (Idem)

Peces que lotan en el cráneo del hablante, derrumbamiento de ojos, son ejemplos de cómo el lenguaje poético adquiere una autonomía con respecto al lenguaje performativo, al no estar ya sujetos al pacto de comprensión que habitualmente utilizamos para comunicarnos lingüísticamente. Se produce por tanto un acto de subversión en el lenguaje que nos fuerza a mirar las cosas desde otro punto de vista no automatizado. La misma desautomatización que podemos encontrar en los siguientes versos de “Sueño de una noche de verano”: Luego vinieron las Grandes Lluvias buscando La vagina hambrienta de la selva, y todo lo borraron. (294)

Por la misma época en que Shklovsky escribía su “El arte como procedimiento”, otra manifestación de la vanguardia iba a aparecer en la Suiza que se había convertido en refugio de artistas en la Primera Guerra Mundial. Se trata del Dadá: La palabra dadá simboliza la relación más primitiva con la que la realidad nos rodea, con el dadaísmo adquiere sus derechos una nueva realidad. La vida aparece como una confusión simultanea de ruidos, colores y ritmos espirituales que es integrada resueltamente en el arte dadaísta con todos los gritos y iebres sensacionales de su psique cotidiana y audaz con toda su realidad brutal. (Almanaque Dadá, 31)

Dadá se presenta como una imagen de una realidad caótica, la de la crisis de las democracias liberales en la Europa del inal de la Primera Guerra Mundial y principio del posterior periodo de entreguerras. Dadá, si hacemos caso al testimonio de uno de sus miembros fundadores, Richard Huelsenbeck fue creado en Zurich, En la primavera de 1916, por una serie de refugiados de la guerra que frecuentaban el Cabaret Voltaire (404)3. El Dadá, prosigue lo que desde principio del siglo, venía siendo ya una tradición de vanguardia, esto es, se asienta 3. “En avant Dadá: una historia del dadaísmo”, incl. en Herschel B. Chipp Teorías del arte contemporáneo. Sin embargo, en el Almanaque citado anteriormente se puede leer: “Dadá es un CLUB, [sic] que fue fundado fundado en Berlin, en el que se puede ingresar sin contraer obligaciones” (32)

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en elementos anteriores con los que se forma una tradición, como veremos, “anticanónica”. Y para ello, tomará como punto de partida tres grandes pilares: el Expresionismo alemán, el Cubismo francés y el Futurismo italiano. De este último además, “Tomamos asimismo […] el “ruidismo” música ruidosa, le concert bruitiste, de feliz memoria […]. Hablé del signiicado del ruidismo en varias de las reuniones públicas de Dadá” (405- 406). De nuevo encontramos una negación del lenguaje institucionalizado, del cual el lenguaje poético se declara independiente. Tristan Tzara escribe en el “Maniiesto Dadá” de 1918: ideal, ideal, ideal conocimiento, conocimiento, conocimiento bum – bum, bum – bum, bum – bum he enumerado con bastante exactitud el progreso, la ley, la moral y todas las demás cosas bonitas que diversas personas muy inteligentes han analizado en gruesos libros para declarar finalmente que, a pesar de todo, cada cual baila según su bum bum personal y que tiene razón con su bum bum […] (Almanaque Dadá, 94)

Dadá signiica, por tanto, y a toda costa, provocación, desarticulación total y completa del lenguaje estructurado, de una mentalidad burguesa que necesita un pacto de entendimiento, que las palabras signiiquen. Es, en cierta manera, llevar al extremo los presupuestos del extrañamiento, puesto que el lenguaje no sólo se desautomatiza, sino que se destruye. Son signiicativas las actualizaciones de Dadá que Panero producirá en su obra. Y decimos actualizaciones porque, del mismo modo que en la tendencia de vanguardia el sinsentido tenía un sentido completo, esto es, no dejaba lugar a sentido alguno que no fuera sí mismo, en el texto de Panero “El canto del Llanero solitario”, Dadá se plantea dentro de un sistema global de discurso, esto es, no es el sinsentido por sí mismo sino desviaciones que proporcionan, como veremos, un tercer sentido. Así, estos versos de la sexta composición del poema: Ana: tú no estarás (que para llegar al Oro la espada rompa la Copa: tú no estarás (CUP = SUMMER enterrad la primavera PENTACLES, WINTER en el invierno (97)

Donde el lenguaje se desdibuja, las normas pierden vigor (pensemos por ejemplo en el paréntesis del segundo verso de la cita que nunca se cierra). Y unos versos más abajo leemos: 31

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(mehr licht dijo, tumba, Goethe. LUZ NÚMERO PALABRA (muerto el leopardo. LUZ (cásate contigo mismo. SAPHER SIPHER SEPHORA (tú no estarás) (98)

Pero, como hemos dicho la transgresión es dinámica, la transgresión no puede pararse, y así necesita mutar porque siempre hay nuevas reglas que romper, nuevas leyes que negar. Llegado un momento, el Dadá deja de ser funcional, la sarcástica agresividad ha sido asimilada por la burguesía como parte del espectáculo, y ya no cumple con su cometido transgredir. El Dadá ya no escandaliza, así que debe mutar. Es 1924 el año en el que comienza una nueva era, la cual, tratándose de las vanguardias, no podía comenzarse sino con un manifiesto. En ese año Bretón publica su primer Manifeste du Surréalisme. Dicho maniiesto se plantea desde su principio como una reacción contra la noción estética de realismo, ampliamente dominante aún en el público burgués. Realismo y positivismo, nos dice Breton, perjudican los espíritus más elevados, imposibilitando los esfuerzos por un arte elevado. Ante ello, tomarán partido por una libertad absoluta de la imaginación. (312-313) 4 Y la más grande libertad de la imaginación que queda al hombre no es otra que la que se esconde en esa mitad de nuestra percepción que pertenece al campo de lo onírico. Es en este campo, en el del sueño, donde el hombre se puede liberar completamente de las ataduras que lo constriñen durante su vida cotidiana y que, precisamente por ello, es relegado por la moral burguesa y positivista a un paréntesis. Il est inadmissible, en effet, que cette part considérable de l’activité psychique […] ait encore si peu retenu l’attention. L’extrême différence d’importance, de gravité, que présentent pour l’observateur ordinaire les événements de la veille et ceux du sommeil, a toujours été pour m’étonner. C’est que l’homme quand il cesse de dormir, est avant tout le jouet de sa mémoire, et qu’à l’état normal celle-ci se plaît à lui retracer faiblement les circonstances du rêve, à priver ce dernier de toute conséquence actuelle, et à faire partir le seul déterminant du point de vue où il croit, quelques heures plus tôt, l’avoir laissé : cet espoir ferme, ce souci. Il a l’illusion de continuer quelque chose qui en vaut la peine. Le rêve se trouve ainsi ramené à une parenthèse, comme la nuit. (317) 4. Todas las citaciones de André Breton corresponden al primer tomo de sus Œuvres complètes.

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En este sentido, la nueva propuesta de vanguardia propone, como vía de libertad absoluta, un estado en el que lo maravilloso (merveilleux) produzca un efecto de belleza absoluta; y esto mediante un estado de espíritu que junte, confundiéndolos, la vigilia y el sueño. Este estado de espíritu es lo que se define como surrealidad: Je crois à la résolution future de ces deux états, en apparence si contradictoires, que sont le rêve et la réalité, en une sorte de réalité absolue, de surréalité, si l’on peut ainsi dire. C’est à sa conquête que je vais, certain de n’y pas parvenir mais trop insoucieux de ma mort pour ne pas supputer un peu les joies d’une telle possession. (319)

Esta intersección que se produce entre el lenguaje onírico y el lenguaje de lo real, la reivindicación de un lenguaje superior en el que la realidad se confunda con el deseo, impregna, desde sus primeros escritos, la obra de Panero. Así, en uno de sus primeros poemas, “Canto a los anarquistas caídos sobre la primavera de 1939”, encontramos estos versos: […] Pero los huesos brillan y dividen la noche Estantigua que danza alrededor del fuego La hora es del regreso y no hay luz en sus ojos Salpicaduras al borde del camino cabellos aplastados La hora es del regreso tened cuidado aguardan. […] Canta el viento en los huesos como en álamos secos entra en el pecho silba y ríe en las mandíbulas entre las ramas lota de un ruiseñor el canto y como un río el viento acaricia sus cuencas. (25-26)

Donde el lenguaje poético se desapega del lenguaje referencial (el viento que canta y ríe entre los huesos de los anarquistas, la síncopa sintáctica en el verso “La hora es del regreso tened cuidado aguardan”). Vemos las imágenes que Panero nos presenta con una extraña lejanía, con la soledad inaudita de los cuadros de Chirico. Esta tendencia irá acentuándose conforme su obra vaya avanzando, pero, al ritmo que marca el látigo para el lector, Panero no hace ninguna concesión al gusto del lector y, de este modo, la orientación que Panero da al surrealismo está dirigida hacia una parte muy específica del sueño: la pesadilla. Es el caso de “Linterna China”, del poemario Narciso en el acorde último de las flautas:

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El agujero que ha muerto se despliega como una sábana para no poder dormir –yo, al fondo de él, habiéndome olvidadomi cadáver Será un signo –En la pared sombras de sapos van, una a una, pasando pensando –no poder dejar de pensar -en la pared desilan lentas las sombras de los sapos de mi pensamientono estoy sino aquí. Atravesar el bosque para saber que está vacío, y por siempre. Un coro de gigantescos monos danzará sobre mi cadáver y uno de ellos, el que lleva la insignia del jefe, cogerá en su mano mi pequeño cráneo y reirá, reirá. Mas mi destino sigue erguido en pie en un mundo desierto. Esposa de un esqueleto, iel a un muerto, así eres tú, Helaí. Y mi madre muere en mi pensamiento. (159-160)

Aquí el ambiente de pesadilla (por tanto, onírico), impide la ijación de un “tema”, racionalmente hablando, sobre el que el poema pudiera tratar. Por el contrario, el texto parece más bien compuesto bajo lo alucinatorio, donde los pensamientos sólo tienen un valor lógico dentro del propio poema, pero nunca fuera. Uno de los métodos que André Breton sugiere en su Maniiesto de 1924 para conseguir el lenguaje surreal es el de la escritura automática; método éste que consiste en lo siguiente: Écrivez vite sans sujet préconçu, assez vite pour ne pas retenir et ne pas être tenté de vous relire. La première phrase viendra toute seule, étrangère à notre pensée consciente, qui ne demande qu’à s’extérioriser. Il est assez dificile de se prononcer sur le cas de la phrase suivante ; elle participe sans doute à la fois de notre activité consciente et de l’autre, si l’on admet que le fait d’avoir écrit la première entraîne un minimum de perception. Peu doit vous importer d’ailleurs ; c’est en cela que réside, pour la plus grande part, l’intérêt du jeu surréaliste. (332)

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En pocos versos de Panero se encuentran más claras de las directrices, marcadas por Breton medio siglo antes, ambas la de la surrealidad y la de la escritura automática, que este oscuro texto de Teoría: Oscuridad nieve buitres desespero oscuridad nueve buitres nieve buitres castillos (murciélagos) os curidad nueve buitres deses pero nieve lobos casas abandonadas ratas desespero o scuridad nueve buitres des “buitres”, “caballos”, “el monstruo es verde”, “desespero” bien planeada oscuridad decapitaciones. (115)

O aún en este otro: Licantropi, hiboux, calaveras bestias de zonas oscuras Hombres-Lobo, pozos, pasado grilletes los alileres la muñeca de carne rosada que no solloza golem mo mias mummie viventi trozos de oro en el pelo que no sollozan princes quemada brujas que dan luz y la carne humana que muere los peces Licantropi, hiboux, calaveras. (Ídem)

sobre

Ahora bien, decir que el Dadá desaparece con el advenimiento del Surrealismo sería expresar las cosas de una manera maniquea. La trasgresión se expande, es inclusiva, no desaprovecha nada. Dadá permanece; primero, en el surrealismo, y después en la gran parte de las vanguardias que se han desarrollado en la segunda mitad del siglo XX como un espíritu, como una actitud estética y vital ante la ley y el orden. Panero, ya en 1974, lo veía claro: Anyway, Acción, gesto e intensidad son las tres armas de que Dadá se sirvió para luchar contra la escritura: su objetivo fundamental. Esto es, contra la palabra separada, objetivada: mediante estos tres instrumentos se quería dar lugar, en sustitución de la escritura, a una palabra subjetiva, que luego la I.S. llamaría “situación”. (122) 5

5. En Jaime Chavarri, El desencanto.

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El 22 de junio de 1954, aparece el primer número de la revista de la Internacional Letrista, germen de su sucesora Situacionista, se trata de la publicación Potlatch. En dicha publicación, se expuso el programa para la subversión de la vida social, para ello, en la revista se podían leer proclamas como la siguiente: Dadaïsme en positif, cette époque du mouvement opéra la critique de l’évolution formelle des disciplines esthétiques, dans un souci exclusif de nouveauté qui n’était pas –comme on nous l’a trop facilement objecté- de l’originalité à tout prix, mais volonté de se soumettre les mécanismes de l’invention (Debord, 43)

Años después el motor de la corriente situacionista, Guy Debord, recordaría de este modo la publicación de Potlach: L’intention stratégique de Potlatch était de créer certaines liaisons pour constituer un mouvement nouveau, qui devrait être d’emblée une réuniication de la création culturelle d’avant-garde et de la critique révolutionnaire de la société. En 1957, l’Internationale situationniste se forma effectivement sur une telle base (8)

El nombre de la revista no era casual. No sólo las proclamas incendiarias que poblaban sus páginas. El propio nombre es En el “Essai sur le don, forme archaïque de l’échange”, Mauss estudia la noción de potlatch en las tribus indias de América del Norte. El potlatch era un sacriicio ritual que consistía en lo siguiente: Un jefe de una tribu conocía a otro y le ofrecía regalos. El segundo jefe tenía que corresponder a su vez, pero con regalos de más valor. Esto era el Potlatch. El juego podía comenzar con el ofrecimiento de un collar y acabar con la quema de una ciudad […] el Potlatch era parte de un festival, acompañado de narraciones cantadas, bailes y la concesión de nuevos nombres a grandes ríos […]; podía consistir en un intercambio simbólico de cortesías y devociones, motivado por una boda o un funeral, y podía ser una guerra simbólica, un intercambio de retos y humillaciones. (Marcus, 418-419)

A partir de aquí, George Bataille opone el potlatch al instinto de conservación: “El delirio propio de la iesta se asocia indistintamente con las hecatombes de propiedad y con los dones acumulados con la intención de asombrar y anonadar” (Bataille, 46). Lo que, según él, conferiría al rito su valor signiicativo es que considera la pérdida como un atributo positivo, esto es, la pérdida aparece asociada a la nobleza, el honor y la jerarquía. No se acentúa la pérdida propia, sino la potencial pérdida del adversario. Ahora bien, este concepto de pérdida atávica se pierde con el advenimiento de la burguesía al poder. En efecto, si bien se continúa con la pérdida ostentatoria, ésta va unida a la riqueza como función inal. Al contrario que la aristocracia, la burguesía moderna sólo tolera el gasto “[…] para sí, en el interior de sí misma, es decir, disimulando sus gastos, en la medida de lo posible, a los ojos de las demás clases”. Aún más allá, la razón de ser de la burguesía se constituye como un odio al gasto. “El resultado, […] era la desaparición de ‘todo lo que era generoso, orgiástico y excesivo’ y su sustitución por una ‘mezquindad universal’”. (Marcus, 421) 36

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Contra esta mezquindad generalizada reacciona el situacionismo con un potlatch en el que ellos mismos se inmolaban en el lúcido análisis de esa sociedad burguesa. La primera consecuencia de este análisis era que la sociedad burguesa se rige, y estamos hablando de una sociedad donde la posguerra mundial ya es cosa de la generación anterior, la sociedad de la primera generación de la guerra fría, por un intenso aburrimiento al que el proletariado es sometido por la clase dominante burguesa. El situacionismo se propone como alternativa a dicho aburrimiento, se trata de hacer una política que, contra lo establecido, comprenda la vida como aventura, como juego, esto es, actividad no lucrada y, por tanto, no sometidas a la política de utilidad. Así queda claro en el número del 13 de julio de 1954, donde se especiica: On ne dira jamais assez aux travailleurs exploités qu’il s’agit de leurs vies irremplaçables où tout pourrait être fait ; qu’il s’agit de leurs plus belles années qui passent, sans aucune joie valable, sans même avoir pris des armes.

Il ne faut pas demander que l’on assure ou que l’on élève le « minimum vital », mais que l’on renonce à maintenir les foules au minimum de la vie. Il ne faut pas demander seulement du pain, mais des jeux (Debord, 29)

Se trata, pues, de la premisa de estetizar la vida, de romper con la monotonía de un orden impuesto en pos de la explotación comercial. Se trata de unir la vida y la poesía, de hacer poesía viviendo, pero también de una poesía que invierta la mecánica de aburrimiento del capitalismo avanzado. Y esto mediante la creación de situaciones, de aventuras al más puro estilo de los surrealistas: La poésie a épuisé ses derniers prestiges formels. Au-delà de l’esthétique, elle est toute dans le pouvoir des hommes sur leurs aventures. La poésie se lit sur les visages. Il est donc urgent de créer des visages nouveaux. La poésie est dans la forme des villes. Nous allons donc en construire de bouleversantes. La beauté nouvelle sera DE SITUATION, c’est-à-dire provisoire et vécue (41-42)

En “El canto del Llanero solitario”, encontramos igualmente toda esta iconología de la situación, la vida que entra en la literatura mezclándose con ella, todo ello desde una iconografía urbana, que mezcla desesperación y diversión: (y una absurda pregunta que frágilmente enciende las desiertas avenidas: Elena, José Sainz, y Eduardo y Ana Y Heli de los labios inmóviles, V.O. inalmente tardía aurora parecida a un estertor (they all go) cuchillada inal sobre abril moribundo (they all go into the darkness. (95)

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O, en Narciso en el acorde último de las lautas, la dedicatoria que encabeza el poema [Aun cuando tejí mi armadura de acero…]: “A Claudio Rodríguez, recordando el día en que, con un cigarrillo temblándole en los labios, me dijo, en el Drugstore de Fuencarral, ‘A esta gente hay que ganarla’” (153) Se trata, pues, de jugar a la vida, de hacer que toda la vida sea una obra de arte divertida, mordaz: LE JEU PSYCHOGÉOGRAPHIQUE DE LA SEMAINE

En fonction de ce que vous cherchez, choisissez une contrée, une ville de peuplement plus ou moins dense, une rue plus ou moins animée. Construisez une maison. Meublez-la. Tirez le meilleur parti de sa décoration et de ses alentours. Choisissez la saison et l’heure. Réunissez les personnes et les alcools qui conviennent. L’éclairage et la conversation devront être évidemment de circonstance, comme le climat extérieur ou vos souvenirs. (Debord, 15)

Si bien, en el poema de Leopoldo María Panero “Matarratos”, se nos propone otro juego, si bien algo más macabro: Pruebe Vd a bailar en una habitación a oscuras. O a llegar a través de la cornisa, a la habitación de al lado. Pruebe a desconectar el teléfono. O a tirarse a la piscina, para sentir el agua helada sobre la piel, y temblar, temblar, hasta no ver nada. (47)

El otro medio de transgredir la lógica impuesta por la ciudad y el aburrimiento es el détournement. En este caso consiste en arrancar objetos estéticos de su contexto propio y desviarlo hacia contextos de creación propia. El détournement era la política de la cita subversiva, es el espacio donde cualquier signo, desde un cuadro o un texto a un anuncio de la calle, puede ser revertido y redirigido a otro sentido. Hacer arte sería traicionar los deseos corrientes y ocultos que el arte alguna vez representó, pero practicar el détournement, escribir nuevas viñetas de cómic para las tiras de periódico, o, por lo que se reiere a los clásicos de la pintura, insistir simultáneamente en una “devaluación” del arte y en su “reinversión” en un nuevo tipo de discurso social, “una comunicación que contuviese su propia crítica”, un técnica sin mistiicación posible debido a que su propia forma era una desmitiicación… (Marcus, 184)

Podríamos establecer, en vista del procedimiento, una conexión entre el détournement Situacionista y los ready – made realizados por Marcel Duchamp. En el capítulo dedicado a la vanguardia de Los hijos del limo, Octavio Paz dice que Duchamp, con sus construcciones artísticas, logra la metaironía, que surge del contraste entre la airmación erótica (la diversión, en el caso Situacionista. y la negación irónica. Con sus construcciones Duchamp consigue que el espectador sea un voyeur. Ahora bien, ser un voyeur implica que el espectador ya no participa en la experiencia erótica, artística, sino que se distancia de ella, causando así un colapso en el juicio artístico (social): 38

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La ironía consiste en desvalorizar al objeto; la metaironía no se interesa en el valor de los objetos, sino en su funcionamiento. […] La metaironía nos revela la interdependencia entre lo que llamamos “superior” y lo que llamamos “inferior” y nos obliga a suspender el juicio. No es una inversión de valores, sino una liberación moral y estética que pone en comunicación los opuestos. (Paz, 521)

Este procedimiento se encuentra en la obra de LMP bastante desarrollado y, desarrollado además, en diferentes niveles. En el poema, de Piedra negra o del temblar, “La fábula de la hormiga y la cigarra”. Se desvía el discurso popular, la fábula que ensalza los valores del trabajo, aparece aquí provista de otro cariz, en este caso se pone el acento significativamente en lo que encierra de cruel esta historia. La cigarra, como personificación del poeta, se presenta como el artista, desnudo, a punto de morir en el infierno; la hormiga, por el contrario, es representada como el burgués implacable, porque ha cumplido con unas obligaciones que son falsas, puesto que son obligaciones creadas, impuestas, por él mismo y a su medida: De mi la historia nunca sabrá nada pero me siento seguro, pues ahí fuera ladrando desnudo, sus manos agarrando fuertemente los testículos, tembloroso y lleno de frío veo el recuerdo de un hombre que tuvo vanidad y quiso conocer el misterio del mundo. (441-442)

No sólo el discurso popular, político, sino el propio discurso literario será desviado, poseído por una voz que no es suya, sino que es de una voz que se oculta tras el discurso para camuflado denunciar la mentira. El caso del personaje literario de Peter Pan es más extenso. En el apartado dedicado al camp, hemos visto el uso que se hace de Peter Pan dentro del grupo de mitos de la infancia que se presentan en su decadencia. Sin embargo, el motivo de Peter Pan continuará en su obra hasta el punto en que Panero llega a traducir la obra de James M. Barrie. En el prólogo Panero explica que Peter Pan ejemplifica la literatura infantil, cuyo lenguaje se desvía de nuevo contra los valores burgueses: Nadie, que yo sepa, ha connotado hasta ahora la inefable rareza de la literatura infantil. Del mismo modo, nadie, que yo sepa, ha admitido hasta hoy lo que del niño se escapa de la concepción normal del niño, la inefable rareza de la subjetividad infantil. […] La moda actual de la literatura infantil pone efectivamente de relieve el carácter esquizofrénico de toda ella, hecho evidenciado por su inclusión en la literatura moderna de vanguardia, toda ella esquizofrénica al decir de Roger Gentis. Y es que existen, creo, dos antecedentes claros de la literatura moderna o de vanguardia: estos son la literatura de terror y la literatura infantil. (Barrie, 11)

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Y añade: […] el sueño de Peter Pan no es dulce […] Y es que, dejando aparte su literatura, existe una percepción de la realidad en que el niño que no ha de interpretarse como una manque, como una falta de lo real, sino como una divergencia que tiene todo el derecho lógico a existir […] (12)

Otro détournement se produce en el terreno de la traducción, donde el margen para el desvío se incrementa hasta casi la totalidad. Ya en el prólogo a Ómnibus sin sentido, Panero airmará su idea de la traducción indicando que: […] a la traducción cumple desarrollar […] el original, y no ‘trasladarlo’, como mueble cualquiera, de esta habitación a otra […] no hay que trasladar, repito, de una lengua a otra, el poema como si fuera un bolso, sino ‘fundir’ las dos lenguas, hacer que se establezca entre ellas un contacto fructífero, y no superluo como un apretón de manos (Ómnibus sin sentido, 7-8)

Más lejos llegará en prólogo de su traducción Matemática Demente, de Lewis Carroll, donde dota de nombre a su desvío, con lo cual dota de un mayor estatus de realidad a algo que juega precisamente con lo falso: se trata de, en lugar de la traducción, la Perversión: Ello (ça. habremos de hacer si queremos salvar a un tiempo la letra y el sentido del original (lo que se llamó “espíritu” y “letra”.: sólo lo lograremos a costa de ambos, cuando el sentido per-vierta a la letra, y la letra al sentido. […] La Perversión, pues, trabaja en esa Grieta del texto: pero no para agrietarlo, sino precisamente para rellenarlo, perfeccionar, terminar el texto original (una vez más, no para siempre, ya que una nueva traducción, o una simple lectura, encontrará otras Grietas, que llenarán a su vez con nuevas palabras, con nuevos sentidos, viejos por cuanto nacidos –a veces abortados- en el texto original. (Matemática demente, 18-19)

Y, si seguimos con Lewis Carroll, podremos ver la puesta en práctica que LMP hace de su concepto de Perversión en La caza del snack. Dice el original: “Just the place for a Snack” the Bellman Cried, As he landed his crew with care; Supporting each man on the top of the tide By a inger entwined in his hair (La caza del snark, 12)

Lo que Panero traduce como: Aquí el agua llora, aquí mi rostro encuentra su velo, y el can no puede lamerme: “Éste es el mejor sitio para un Snark” es dijo el Hombre

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de la Campana, amenazando al lector con su puño antes de mostrar la sangre: y puso en tierra a toda su tripulación con ternura pasándolos por encima de la ola con el dedo perdido en sus cabellos. (13)

De un lado, por lo tanto esa tradición francesa de vanguardia que va desde Dadá al situacionismo. Pero, si importantes son dichos textos en la obra paneriana, no menos crucial ha de ser la obra poética de otro autor que también ejecuta su escritura como acto de transgresión vanguardista, el norteamericano Ezra Pound. Quizá muestra de dicha importancia sea la frase en la que Panero concede a Pound el honor, nada menos de ser el inal de la poesía: “Lo del Anticristo me vino porque creía que la novela terminaba en Joyce y la poesía en Pound […]”. (Mendez Rubio, 213). Otra muestra de dicha admiraciones la confección del colosal homenaje “De cómo Ezra Pound pasó a formar parte de los muertos, partiendo de mi vida” –de su libro de 1983 El último hombre-, ciclo de poemas del que se hablará en las próximas líneas. Dada esa importancia, las siguientes páginas nos llevarán a un contraste entre ambas obras, de manera que determinaremos la enorme presencia, e inluencia, de la escritura de Ezra Pound en la de Leopoldo María Panero. Para comenzar, la impronta de Pound en la poesía de Panero se refleja de una manera clara en la presencia que en ambas obras tiene lo clásico, esto es, la mitología y literatura grecolatinas. Así por ejemplo, comenzando por los mitos, el de Acteón, cazador que, imprudente, osa ver a la casta diosa Diana, pagando por ello con el precio de convertirse en ciervo y ser devorado por su propia jauría. Mito que encontramos en el poema de Pound “The coming of war: Actaeon”: An image of Lethe, and the ields Full of faint light but golden Gray cliffs, and beneath them A sea Harsher than granite, unstill, never ceasing; High forms with the mouvement of gods, Perilous aspect; And one said: “This is Acteon”. [...] (Personae, 107)

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Un mito que es retomado en el IV Canto, donde se cuenta el trágico final del nieto de Cadmo: […] Then Acteaon: Vidal, Vidal. It is old Vidal speaking, stumbling along in the wood, Not a patch, not a shimmer of sunlight, the pale hair of the goddess The dogs leap on Actaeon, “Hither, hither, Actaeon” Spotted stag on the wood; Gold, gold, a sheaf of hair, Thick like a wheat swath, Blaze, blaze in the sun, The dogs leap on Actaeon. [...] (The Cantos, 14)

También lo encontramos en estos versos, pertenecientes a 7 poemas de Panero: Hay un sol en la tarde que nos mira y nos llora hay un bosque de nieve y una piedra de sangre hecha para los sueños lentos más que la piedra lentos como pisadas de lentos policías que buscaban la muerte seguidos por los perros feroces de Diana. (337)

Y aún se repite en el texto antes mencionado “De cómo Ezra Pound pasó a formar parte de los muertos, partiendo de mi vida”, concretamente en su VI Canto: […] Y las suaves sombras de los animales tirando de los carros y el culo del Fou mordido por un perro, y él no grita, y sus ojos vendados, ciego como el perro que ladrará hasta que caiga. “Caen los perros sobre Acteón” y me convierto

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en una sombra, arrojo lentamente mi semen al abismo. Y las suaves sombras de animales tirando de los carros hasta el abismo o la luz. La huella en el libro de los dientes del perro. (331)

Pero, más allá del mito, está la recreación de ambos poetas del mundo de la antigüedad. Por supuesto, esta directriz recorre todos los Cantos, pero también su “Homage of Sextus Propertius” Shades of Callimachus, Coan ghosts of Philetas It is in your grove I would walk I who come irst from the clear font Bringing the Grecian orgies into Italy, and the dance into Italy [...] (Personae, 207)

Y, si en su homenaje a Propercio, Pound hace referencia a las orgías de griegos y romanos. Panero, siempre trasgrediendo más que su antecesor, éste dirigido a Catulo: El culo de Sabenio está cantando está cantando y ya no es el vibrar de las serpientes (allí. sino recogimiento y muerte y muerte: […] (118)

Y, una vez más, la poesía de Catulo vuelve a hacer aparición en la de Panero y, esta vez, es Juvencio quien, siglos después, vuelve a cobrar vida en estos versos del libro Dioscuros: Cuando cansado desde el lecho, me levanto a mirarte Juvencio, y otra vez el cansancio reencuentro de nuevo pienso en Cieno que los ojos de semen sin cansarse cegaba; y cuando una vez solo miro vacía la cama como siempre lo estuvo recuerdo el látigo aún, con la última fuerza. (273’274)

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No es casual traer a colación dicho libro de Panero, puesto que es en este texto donde el autor madrileño impregna con más fuerza su escritura del mundo grecolatino, como en estos versos donde el poeta de la Grecia Arcaica Anacreonte vuelve a hablar: Razono en la taberna esa cercana al puerto más oído por las olas que los marineros que ya no se si ríen o si apenas me escuchan que el amor es un sueño tan sólo para esclavos y cuando veo un ciervo, no apunto a sus ojos y en mi dardo se pudren las venas que en él hubo. Mas si el amor es sueño, qué fuiste tú Cleóbulo ¿qué, signo de mi vida? (276)

Las comparaciones en este sentido podrían prolongarse mucho más, bástenos, sin embargo, una última, la que concierne a la igura de Odiseo. Figura que comienza los Cantos de Pound, concretamente en el pasaje en que Odiseo ha de viajar al Hades para preguntar al alma de Tiresias como debe recobrar el camino de vuelta a Ítaca. The ocean lowing backward, came we then to the place Aforesaid by Circe. Here did they rites, Perimedes and Eurylochus, And drawing sword from my hip I dug the ell-square pitkin; Poured we libations unto each the dead; First mead and them sweet wine, water mixed with white lour. (The Cantos, 3)

También en otro Canto, pero éste de Panero –“El canto del llanero solitario”- encontramos a Ulises, esta vez uniendo en un mismo plano temporal dos llegadas distintas a dos islas distintas: su llegada a Ítaca para reunirse con su mujer, y la llegada a la isla del cíclope. […] y por in arribamos a la isla en que Penélope tejía destejiendo incorruptible oro, la luna o el diablo y por in arribamos a la isla. En la caverna había un cíclope que dijo Verf y en una copa ardiente dijo que estaba solo con su ojo nada que vigila vigilar las sombras el hielo está desnudo vigilar las sombras y las muñecas que se desvanecen. (94)

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Otro nexo importante de unión entre Pound y Panero lo representa el gusto por la poesía provenzal. En este sentido encontramos la igura de Bertrand de Born. Es el caso de “Near Perigord” de Pound: You’d have men’s hearts up from the dust And tell their secrets, Messire Cino, Right enough? [...] Bertrans, En Bertrans, left a ine canzone, Think that you that Maent lived at Montagnac, [...] (Personae, 151)

Versos a los que Panero responde con su Bertrand de Born, o el oscuro enigma de la política”, poema con referencias al episodio en el que Dante sitúa al poeta provenzal en el infierno: Bertrand de Born ofrece en vano a los hombres en el inierno su cabeza: tan hábil con la palabra nunca se supo de mano. […] Y a la sombra aquella que en Perigord se olvida la dijo tan sólo, al despedirse alzando la mano hacia Occidente: dividir no sé, no reunir y no conozco al hombre. (293)

También otro poeta muy querido de Pound, Guido Cavalcanti, aparece en ambas obras. Esta es la cita introductoria de Last river together: “I’vo come ocluí ch’é fuor di vita Che pare, a chi lo sguarda, ch’omo sia Fatto di rame o di pietra o di legno, Sol uno ior mi trae della ferita, Sol a uno sguarda credo ch’io sia” (209)

Y en el canto IV de Pound: […] Across the Adige, by Stephano, Madonnain hortulo, As Cavalcanti has seen her. (The Cantos, 16)

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Hasta aquí hemos visto la presencia iconográica que Pound ejerce en la obra de Panero. Ahora veremos dos procedimientos poéticos que el segundo toma del primero: el silencio y el plurilingüismo. En el poema de Pound llamado “Papyrus”, Pound representa así las palabras que se han perdido en los manuscritos por el paso del tiempo: Spring……….. Too long………. Gongula……….. (Personae, 112)

En el texto un visto “De cómo Ezra Pound…” Panero en el canto VII reproduce dicho procedimiento: “Pero si embargo a un muerto….” Presagio…… …….que vive en la montaña….lejos está todo de mis ojos……deseo en la ingle, hecho piedra….. […] (332)

El otro procedimiento es la hibridación del discurso poético mediante la inserción de otras lenguas. Indudablemente este método no ha sido introducido en poesía ni por Pound ni por Panero, pero evidentemente en ambos poetas toma un protagonismo esencial en sus respectivas obras. Así casi en cualquier lugar de los cantos de Pound podemos encontrar versos en otros idiomas. Y, aunque la escritura en ordenador nos impide reproducir los caracteres chinos que en ocasiones el norteamericano inserta en sus Cantos, sí podemos poner este ejemplo en lengua latina: […] Wales was in some things an analogy Held of the corwn but not parcel Edwardus deo gratia Angliae Dom. Hib. Et Dux aquitanae terram Walliae cum incolis suis In nostrae propietatis dominium Now partly to divert his subjects from the murder of Becket Lays pretence [...] (The Cantos, 389)

Será el propio Panero quien nos reconozca la iliación que tiene esta técnica babélica en su escritura: “[…] lo de las otras lenguas era un poco sacado de Pound” (Blesa, Op. Cit, 38). Ningún ejemplo mejor que los siguientes versos: 46

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[…] αλλ’’ Aïδην κηδεμον’ ευορομεθα […] FOR GODSAKE MONTRÉSOR […] sobre la mesa UNA DI QUELLE SFERE DI CRISTILLO IN CUI SI VEDONO I FIOCCHI DI NEVE CADERE SU UNA CASETTA I NOBILI PORTANO LA CORAZZA OVVIAMENTE I BAMBINI NON SI SPOSANO (99, 105 y 107)

En conclusión, vemos que el lenguaje de vanguardia transgrede en una dinámica creciente, absorbente, que no puede ser deinida porque siempre está siendo. Hemos visto como, desde la transgresión del lenguaje, de la propia palabra poética, se puede llegar a cambiar la óptica de la vida que el sistema quiere imponer. Ese es el espíritu de vanguardia que recorre la obra de Leopoldo María Panero, una transgresión, irreverente, agresiva, que despierta la conciencia del lector. Una poesía caracterizada por el constante esfuerzo de negar la ley y que, con este motivo, entabla diálogo con otros textos, también marcados por la premisa de romper con las reglas. Este diálogo se producirá en principio con uno de los más destacados escritores del formalismo ruso, pero entonces ya se ha producido un nuevo salto y la obra de Panero nos ha llevado al cabaret Voltaire, germen del futuro movimiento Dadá. Pero Dadá sólo es el comienzo de un segmento que, a través del surrealismo, conecta con el situacionismo y con el resto de vanguardias de la segunda mitad del siglo XX. La otra gran referencia para Panero va a consistir en la lectura de Ezra Pound, lectura que le aportará una nueva reelaboración de su discurso poético. Pero este diálogo sobre a la transgresión no podría ser nunca un diálogo sumiso, donde las lecturas hablen con la voz de la ley, aunque sea para trasgredir la ley. Así, hemos visto que la escritura de Panero transgrede las lecturas, las adapta a su paradójicamente sólida individualidad poética. 6 Donde Shklovski ve una característica del discurso poético, Panero ve lo siniestro.7 Donde el surrealismo describe un sueño, Panero ilustra el horror de la pesadilla. Dadá y situacionismo apostaban por el juego, pero el juego de Panero excede el juego con la crueldad. Finalmente, pervierte el híbrido lenguaje de Pound, introduciendo la obscenidad explícita en el discurso. Y es que es precisamente lo infernal de la existencia lo que mueve su constante anhelo de cambiarlo todo, de romper la ley. En efecto, el sufrimiento es el motor que impulsa la dinámica de transgresión que es su obra. Bibliografía BATAILLE, GEORGE. 1974. Obras escogidas. Barcelona. Barral. BLESA, TÚA. 1995. Leopoldo María Panero. El último poeta. Madrid. Valdemar. 6. Paradójico hablar de individualidad, concepto que conlleva la idea de unidad, en un autor que ha pasado la mayor parte de su vida en instituciones psiquiátricas. (Cf. Benito Fernández) Y, sin embargo, la obra de Panero, en la multitud de voces, propias y ajenas, que la componen, destaca por su marcado carácter propio. 7. Vid. Nota 3

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