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Lunes 8 de enero de 2007
EQUITACION
Entrevista
Ricardo Kierkegaard no se conforma con el bicampeonato nacional de salto y va por más Había pensado en el retiro, pero la gran temporada que tuvo con el crack Rey Z lo hizo cambiar de planes; ahora piensa en los Panamericanos Por Kim Mandel Para LA NACION
C
ambió de idea. Cuando LA NACION entrevistó el último año a Ricardo Kierkegaard, luego de consagrarse campeón nacional de salto, el jinete dijo que posiblemente se iba a retirar después del Campeonato Mundial –WEG, por sus siglas en inglés–, en Alemania. Ahora, en una nueva entrevista, la cronista le recuerda ese comentario y una sonrisa ilumina la cara de Kierkegaard. ¡Cómo no cambiar de idea luego de la gran temporada que acaba de finalizar! Nuevamente campeón nacional, ganador del Olimpia de Plata en equitación, integrante del equipo nacional en el WEG y, como si fuera poco, un triunfo soñado en el Gran Premio Gijón de España dentro del marco de un concurso internacional del gran relieve, por el que recibió casi 42.000 euros. Durante una tarde nublada, con una leve brisa, en su establecimiento El Rincón, en Moreno, el flamante bicampeón habló en forma distendida de todo. Su comienzo, el pasado y el presente fueron temas que se tocaron en el amplio living decorado con cuadros, fotos y trofeos. –En julio próximo se realizarán los Juegos Panamericanos en Río de Janeiro. ¿Has pensado en participar? –No lo había pensado (se ríe), aunque ahora tendría que hacerlo. De he-
cho existe la idea de retirarme, pero hay que aprovechar la suerte que me dio la vida de tener un caballo de una categoría excepcional como es el Rey Z. No siempre le llega un crack en la vida a un jinete. Mientras lo tenga, quiero disfrutarlo; es un fuera de serie. –Llamó la atención que de los jinetes en el equipo argentino solamente vos estás radicado en el país, pues tanto los profesionales Max Amaya y Guillermo Obligado están en los Estados Unidos, y el amateur José Larocca (h.) vive en Inglaterra. ¿Qué pasa con la equitación argentina? –¡Qué pregunta! Es un tema de dinero. Los caballos argentinos son buenos y no tan caros como en otras partes del mundo. Entonces se venden y se van antes de llegar al nivel necesario para competir en un Mundial. Habrá que preguntarle a la Federación Ecuestre Argentina qué piensa hacer al respecto. –Acerca del dinero, ¿creés que
hoy un jinete sin recursos puede llegar a ser internacional? –La oportunidad que tuve no pasó por el dinero. De hecho, soy de una familia humilde y recién pude empezar a cumplir mi sueño de montar a los 15 años, un comienzo tardío para la equitación. Utilicé el dinero para mi viaje de egresados para asociarme al Club Hípico General San Martín. Lo fundamental es cuánto querés lograr algo. Si deseás algo muy intensamente, al final lo lográs. Deseo, por supuesto acompañado por trabajo y dedicación. –Comentaste que la victoria en el Gran Premio Gijón fue lo más importante de tu carrera hípica. ¿Cómo fue la competencia? –Era el broche de oro de un concurso internacional de cinco estrellas, el último antes del Mundial. Así que estuvieron muchos jinetes importantes y un público de 13.500 aficionados. La prueba se realizó sobre un doble recorrido de 1,60 m. Los jinetes que no cometieron faltas, y con los mejores tiempos, pasaron al segundo recorrido. Los que totalizaron las dos vueltas sin puntos en contra desempataron sobre 1,70 m. En España se estila apostar en las competencias de salto. Antes del desempate, hubo un intermedio para que la gente pudiera vol-
Dedicados a la cría de caballos deportivos Kierkegaard y su esposa, Marlene Melchior, crían caballos deportivos en su haras, ubicado en San Andrés de Giles. Los ejemplares son del prestigioso studbook Zangersheide, fundado por Lionel, el padre de ella, en Holanda.
ver a apostar. Los medios locales destacaron que en la final se apostó por 133.805 euros. –¿Cómo fue el desenlace? –Fui el último de los seis finalistas en entrar en la pista. Pagaba sólo 3,55 euros y era uno de los favoritos. Las vallas estaban enormes. Recorté terreno y galopé mucho, lo cual me permitió bajar en más de un segundo el tiempo del holandés Jur Vrieling, que era puntero hasta ese momento. Fue una enorme alegría haber ganado. –¿Has practicado otras disciplinas ecuestres? –Hice muy poco de prueba completa cuando vivía en Italia. Con el polo llegué a taquear, pero no a jugar. Me entusiasmaba demasiado correr y perdía lo bocha, lo que me daba bronca. –¿Cómo te definís? –Digo lo que pienso. Los sagitarianos somos así. A veces tanta sinceridad no sirve; trae problemas. Pero soy un buen amigo. Siempre estoy para ellos.
FICHA PERSONAL Fecha de nacimiento: 10 de diciembre de 1952. Estado Civil: casado con Marlene Melchior. Hijos: Joseph, 6 años; Leslie, 5, y Richard, 4. Trayectoria: participó en los Juegos Panamericanos de Buenos Aires (1995), de Winnipeg (1999) y de Santo Domingo (2003); los Juegos Olímpicos de Atlanta (1996); el Campeonato Mundial de Roma (1998), el Mundial de Jerez de la Frontera (2002) y el Mundial de Aachen (2006). Principales logros: récord argentino de altura, 2,335 metros, con Trenk (1992); Campeón Nacional, con Landlord Z (1993); Campeón Nacional, con Rey Z (2005); Gran Premio Gijón, España, con Rey Z; Campeón Nacional, con Rey Z, y Olimpia de Plata en equitación, todos en 2006.
Kierkegaard, con Rey Z, en el haras El Rincón, donde el padrillo descansa después de un año de éxitos //
HER NA N ZENTENO