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INFORMACION GENERAL
I
JUICIO POLITICO
Domingo 27 de septiembre de 2009
INSEGURIDAD s UN TIPO DE DELITO QUE SE REITERA
EN BAHIA BLANCA
Denuncian abuso de autoridad en San Luis
Detienen a un policía por asalto y corrupción
Acusación contra el vicegobernador
Es un teniente que trabaja en la DDI
Esta semana se tratará en la Legislatura de San Luis el juicio político al vicegobernador Jorge Pellegrini, acusado de no haber cumplido los deberes de funcionario público y de haber incurrido en abuso de autoridad e impedir el buen desempeño de un procedimiento policial al intimidar a los oficiales a cargo del caso y llevarse las pruebas. Así lo denunció en un comunicado de prensa la diputada nacional electa por la Coalición Cívica, Margarita Stolbizer. El caso por el que fue acusado Pellegrini se suma al hecho que tuvo como protagonista a la jueza contravencional porteña Rosa Parrilli, que insultó a dos empleadas del área de Tránsito cuando fue a retirar su auto, que había sido remolcado por mal estacionamiento. El gobierno porteño pidió el juicio político de la magistrada. Además, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) adelantó que denunciará mañana a Parrilli. Según un escrito de prensa difundido por allegados a Stolbizer, el hijo del vicegobernador, Luciano Pellegrini, se presentó en momentos en que se realizaba un operativo policial después de un accidente de tránsito e increpó a los policías a cargo del operativo, con quienes se mostró violento. Tras ello, llegó su padre, que pidió las placas a los oficiales y retiró todas las pertenencias del joven accidentado, incluso la moto que protagonizó el accidente. “La adulteración del procedimiento y de las pruebas evidencian un comportamiento reñido con la ley y la ética que debería sostener el funcionario. Es imprescindible que exista una actuación reparadora por parte de la Justicia y del Poder Legislativo para evitar la reiteración”, sostuvo Stolbizer.
BAHIA BLANCA.– Un policía que se desempeña en la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de esta ciudad fue detenido acusado de haber robado a un comerciante en la ciudad balnearia de Monte Hermoso, de presunta adulteración de documentos de automotores y de cobrar coimas a locales donde se ejercía la prostitución. Según informaron fuentes policiales citadas por la agencia de noticias Télam, el sospechoso es un teniente primero que trabajaba como perito verificador de automóviles en la División de Investigaciones de esta ciudad y que fue detenido a raíz de la investigación que lleva adelante el fiscal Sebastián Foglia. Los allanamientos fueron realizados por personal de la Policía Federal en varias viviendas de Bahía Blanca, en la propia DDI y en dos locales de venta de automóviles usados. “Durante el procedimiento, se secuestró diversa documentación y vehículos en el marco de la causa judicial”, según explicaron los voceros de la investigación. El hecho por el que estaría más complicado el funcionario público ocurrió durante la madrugada del 19 de enero, cuando delincuentes redujeron al dueño de una parrilla, a su esposa y a un custodio en el interior del local situado en Traful bis 258, de Monte Hermoso. Durante la madrugada, el fiscal allanó ocho locales nocturnos de Ingeniero White, Punta Alta, Villalonga y Tornquist, lugares en el que se ejercía la prostitución. Uno de los investigadores consultados afirmó a la agencia Télam que se encontraron elementos que indicarían que el policía habría actuado en el cobro de coimas a los regentes y administradores de varios locales nocturnos.
GRUPO 44
Uno de los integrantes de la familia Lawson y Diana Drexler, indignados, en las escalinatas del paseo El Tala, en las barrancas sanisidrenses
Preocupación vecinal por robos en las barrancas de San Isidro La Municipalidad asegura que aumentó el patrullaje preventivo y prometió terminar obras GABRIEL DI NICOLA LA NACION El modus operandi se repite y el miedo se apodera de vecinos de la zona de las barrancas, en el casco histórico de San Isidro: los ladrones, armados, ingresan por los fondos de las propiedades y, después de reducir a los habitantes de las casas, roban dinero y joyas para luego escapar. La delincuencia cuenta con la “colaboración involuntaria” de una obra en construcción que está paralizada, en Martín y Omar 950, y con un cerco a medio caer que divide una propiedad privada del paseo público El Tala, inaugurado el 11 de abril de 1914 y restaurado recientemente, pero que aún no se parquizó. Vecinos de la zona denunciaron que el paseo es utilizado como aguantadero y pasadizo de delincuentes y que jóvenes se esconden en el lugar
para consumir droga. Además, sostuvieron que las obras de restauración no fueron finalizadas. El subsecretario de Gobierno de la Municipalidad de San Isidro, Ricardo Rivas, dijo a LA NACION que, tras los robos, se decidió aumentar el patrullaje de los móviles comunales de prevención en la zona y prometió que esta semana se terminará la parquización del paseo. “Además –dijo el funcionario–, levantaremos el cerco que divide El Tala de la propiedad privada que está deshabitada.” El último hecho ocurrió el sábado pasado, a las 15.30, cuando dos delincuentes armados y presuntamente drogados irrumpieron en la casa de la familia Lawson, sobre La Salle, a metros de Martín y Omar. Todo indica que los ladrones usaron una escalera de la obra en construcción de Martín y Omar 950. Por allí ingresaron en el parque de la familia Lawson y sorprendieron al
matrimonio que dormía la siesta. La mujer fue golpeada con la culata de un revólver. “Estaban pasados [drogados]. Venían a buscar plata”, contó a LA NACION uno de los integrantes de la familia Lawson. Con una tijera de podar plantas, los delincuentes rompieron un mueble antiguo donde había objetos de valor. Finalmente se llevaron dinero y joyas. Escaparon por el mismo lugar por donde habían ingresado. Para saltar hacia la obra en construcción, los dos ladrones, que tenían entre 27 y 31 años, utilizaron una silla que la familia Lawson tenía en el jardín. El robo duró poco más de 30 minutos. Un mes antes, el 17 de agosto, dos ladrones armados habían irrumpido en la casa de Diana Drexler, situada en Martín y Omar, frente a la obra en construcción paralizada y a metros de las escalinatas del paseo El Tala. Eran las 12.10. Los padres de fami-
lia no estaban en la casa. Sí sus hijas, de 17 y 20 años. Minutos antes de que comenzara el robo, los ladrones habían ingresado, presuntamente para disimular y para poder espiar los movimientos del barrio, en la obra en construcción detenida. Maniataron a las jóvenes con precintos plásticos y las encerraron en un baño. Y les advertían: “Somos ladrones, no violadores, pero no se hagan las vivas”. Estuvieron menos de media hora y se llevaron joyas, dos notebooks y un automóvil Ford K, que nunca fue hallado. La policía científica le dijo a la familia que, para ingresar por el fondo de la casa, los ladrones utilizaron el alambrado a medio caer que divide el paseo de la vivienda deshabitada. “Para evitar la inseguridad se debe arreglar el cerco y parquizar el paseo El Tala. Es una pena que un lugar turístico se haya convertido en esto”, opinó Drexler.