¿Por qué Dios me creó alto/bajo? Dios quiere que lo alabes por la forma maravillosa en que él te ha creado. Supón que estas dibujando una pintura de niños jugando fuera. Tu no dibujas a todos los niños para que se vean exactamente iguales! Dibujas algunas niñas y niños. A algunos los dibujas lacios, otros rubios, con cabello rizado, cabello negro, etc. Algunos los dibujas altos otros bajos, a unos con piel blanca, ojos azules, otros morenos, ojos cafés. Estarías sorprendido si uno de tus dibujos cruzara los brazos y se quejara: “quiero tener el cabello café y los ojos verdes. Has fallado al hacerme!” Parece tonto que un dibujo se queje por la forma en que fue hecho, ¿más tonto es que nosotros digamos a Dios “has fallado” por la forma en que nos has hecho? En la Biblia, el rey David dijo, “Porque tú formaste mis entrañas, me hiciste en el seno de mi madre. Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien. No estaba oculto de ti mi cuerpo, cuando en secreto fui formado, y entretejido en las profundidades de la tierra. Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos.” (Salmo 139:13-16). Cuando Amy Carmichael era una niña pequeña, oró a Dios que le cambiara sus ojos cafés por unos azules. Cuando ella creció fue misionera en India, entonces ella estuvo agradecida con Dios por sus ojos cafés, porque ese era el color de los ojos de las mujeres en ese lugar. Gladys Aylward siempre se preguntaba porque Dios la había hecho bajita hasta que ella fue a China y ahí era de la misma estatura que las mujeres chinas. Dios también tiene un buen propósito por la forma en que te ha creado. Tu no conoces su propósito, pero debes confiar y orar a Dios.
“Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.” Salmo 139:14
“Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la mujer que teme al Señor, esa será alabada.” Proverbios 31:30
“Que el adorno de ustedes no sea el externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea lo que procede de lo íntimo del corazón, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.” 1 Pedro 3:3-4