Personajes que emocionan

23 jun. 2007 - el gran pintor argentino, miembro del Grupo de París, formado ... arte moderno en la Argentina. El caso es que ... ma y los orientalistas, hoy tan ...
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Espectáculos

Página 6/Sección 4/LA NACION

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Sábado 23 de junio de 2007

Platea infantil / Por Ruth Mehl

Personajes que emocionan Excelente

Algunas reposiciones en cartel

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El músico, antes de que comience el vendaval de la temporada SILVANA COLOMBO

Luis Pescetti y sus modos de adaptarse Hace Inútil insistir, en el Metropolitan Inútil insistir. Luis Pescetti intentará, desde esta tarde, presentar en el Metropolitan el nuevo material que formará parte de un próximo disco. Pero él conoce a los chicos y sabe perfectamente que mucho no lo van a dejar, sabe que van a empezar a pedir tal o cual tema que –¡horror!– pertenece a otro show y no a ese que se empeñará en llevar adelante. Pero “inútil insistir”. Pescetti sabe que no hay nada que hacer contra esa masa enajenada de niños pedigüeños de temas conocidos, de juegos ya probados... Por eso, desde esta tarde hará Inútil insistir, su nuevo espectáculo musical que tiene futuro de disco y en el que hilvanará prolijamente y a buen ritmo temas nuevos y viejos, juegos nuevos y viejos, y chistes nuevos. Ahí no hay concesión: los chistes siempre deben ser nuevos. “El título surgió como una broma que hacían unos maestros en una escuela en la que trabajé enseñando música y donde había casos en que era inútil insistir… Tan difíciles, que no había cómo abordarlos. Y me quedó la expresión de cuando decíamos «¡no doy más!». Pero no asociada al fracaso, sino a un reconocimiento humano de que lo que sigue es adaptarse”, explica Pescetti, que ya presentó su show en México, oportunidad en que probó una técnica de conocimiento acelerado, podría decirse, que descubrió casi por desesperación en España. “Una de las características de este espectáculo es que puse todo el repertorio en Internet, lo que es una invitación a que los chicos se lo aprendan y vayan preparados al show. Se me ocurrió para una presentación en España en la que tenía que ir con un repertorio completamente nuevo para ellos, y yo sufría muchísimo con esa sola idea, por lo que pensé poner todas las canciones en MP3, junto a un cancionero en la Red. Fue increíble lo que pasó: me di cuenta de que había provocado algo muy fuerte porque, sin conocernos, ya había algo en común. Y lo empecé a hacer en México y ahora acá”, explica el músico sobre su método, que se convierte en un increíble regalo para fanáticos. Si no, basta mirar su página web (www.luispescetti.com). En este espectáculo, Pescetti considera que logró el mejor equilibrio entre lo que está pensado para los adultos y lo que está ideado para los bebes. “Definitivamente, tiene canciones y juegos que son para niños muy pequeñitos y tiene otras para los grandes, como «Pendiente de vos», que habla de una persona a la que dejan y que se queda pendiente de que la otra aparezca en una llamada, en el mail, en el chat.”

Apto para todo público Y así queda al descubierto que si bien Luis Pescetti tiene en los chicos sus destinatarios primeros, no sólo en ellos piensa a la hora de escribir o componer. “Empecé como comediante para adultos y también, paralelamente, escribía para chicos. Siempre fue así; nunca lo programé... El cambio, la mixtura, vino solo. Actuaba en un café concert en la Argentina y pasé a Cuba a un teatro de 1300 personas, y de actuar 20 minutos pasé a hacerlo durante una hora; no tenía tanto material, más que los juegos que yo hacía en la escuela con

mis alumnos y los empecé a hacer… No fue de creativo: era lo que había. Y para mi sorpresa, los adultos se mataban de risa y coló. Y como no hincho con que todos lo hagan, va bien porque a mí, como espectador, me molesta que se metan conmigo, aunque debo reconocer que sí manipulo… un poquito.” Y aparece otro de los rasgos característicos de Pescetti, uno que lo define, lo distingue con claridad. Y es que va de frente con los chicos; no les presenta una mirada edulcorada del mundo; juega con ellos a la par, como uno más. Y ahí, en ese juego que lo emparienta y lo acerca a los chicos, éstos lo reciben con un gusto que se acerca al fanatismo, actitud que también tienen los padres de esos niños. Cualquiera que haya ido el año pasado a alguna de las funciones de su espectáculo de presentación del disco Qué público de porquería lo podría asegurar, a tal punto que no se sabría a ciencia cierta quién llevó a quién. Pero también hubo veces en que ese humor socarrón y desenfadado lo puso en aprietos, como cuando empezaba a contar algún cuento de terror y los más chiquitos sí entraban en pánico, o como cuando el sonidista le dejaba alguna queja de una madre que, al salir, le decía: “¡Cómo nos da a las mamás!”, por su tema “Mamá, no quiero que vayas a trabajar”, una suerte de extorsión a la madre para que se quede más tiempo con el hijo. “Y sí... Con esas cosas empecé a cuidar algunas intensidades; en el caso de los chicos y el miedo, comencé a ponerme yo en el lugar del miedoso y a pedirle al iluminador que no bajara tanto la luz, y en el caso de las madres, comencé a agregar en el monólogo previo al tema algo sobre que a los padres no les puedo decir nada porque siempre están ausentes. Pero la verdad nunca me ha pasado que alguien lo hubiera tomado como agresión. Pero es cierto que cuando no hay distancia, no hay risa. Es así: estás en el filo, pero ¿cómo no tocar temas que de verdad pasan?” Y una de las cosas que pasan estos días es que uno de sus personajes literarios más conocidos, Natacha, cumple 10 años, hecho que no quedará fuera del show: “Algo voy a leer, a modo de homenaje”. Y podrá tomar cualquiera de los cuatro libros que cuentan las aventuras de esta chica que a pesar de que pasen los años seguirá teniendo siete, o quizá se anime a echar mano de los textos del próximo, uno que no puede terminar de corregir justamente porque está con la cabeza tomada por Inútil insistir. –¿Cambió en algo Natacha? –Sí: se fue corriendo del centro y crecieron otros personajes. Si no, iba a quedar como una nena respondona y genio insoportable. Lo peor que le puede pasar a un personaje es quedar siempre como el depositario de la frase ocurrente; si hacés eso, lo matás. Supongo que uno de los atractivos de Superman es que exista la kriptonita.

Verónica Pagés PARA AGENDAR

■ Inútil insistir, nuevo show de Luis Pescetti. Metropolitan, Corrientes 1280. Hoy, a las 17 y mañana, a las 18. Desde $ 20.

En escena HUMOR

RANCHO BLANCO

Stand-up en Palermo

Tragicomedia en Boedo

■ Los viernes y sábados, a las 23, el grupo 15 Músculos presenta D.A. 1, monólogos de humor. En Chacarerean Teatre, Nicaragua 5565, 4775-9010.

■ Los sábados, a las 21.30, se ofrece Rancho blanco, de Martín Marcou, con Martín Pérez, Yara Ribas y Diana Trujillo. En Boedo XXI, Boedo 853. De 8 a 12 pesos.

UNIPERSONAL

COMEDIA

Sobre Alfonsina Storni

Teatro en la Paternal

■ Los sábados, a las 20, se presenta Alfonsina, de Agustín Busefi, y protagonizada por Analía Caviglia. En Venezuela 1529.

■ Ufa, Shakespeara... ¡cortala!, de Diana Valiela, dirigida por Ana Bravo, va los sábados, a las 17. Con Maxi Sarramone, Paula Calcagno y Verónica Pesce. En Cara a Cara, Lascano 2895, 4502-6456. $ 10.

MARATHON

El retorno de un clásico de Ricardo Monti

WILLY POOH

■ Mañana se reestrenará Marathón, de Ricardo Monti, dirigida por Elvira Onetto, en un nuevo espacio: Cámara de Teatro, Aráoz 1025, 4777-0097. Domingos, a las 20.30. $ 12.

■ Los sábados, a las 22, en El Búho, Tacuarí 215, Willy Pooh pone en escena Gotas de universo, con puesta en escena de Lito Cruz. Con Mr. Miguelius. 4342-0885.

Show de música y teatro

El maravilloso viaje de Maese Trujamán y su extraordinaria compañía. Dirección: Adelaida Mangani. Por el Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín, integrado por: Carlos Almeida, Ana Alvarado, Ariadna Bufano, Alejandra Castillo, Eleonora Dafcick, Roberto Docampo, Alejandra Farley, Silvia Galván, Román Lamas, Tito Loréfice, María José Loureiro, Mabel Marrone, Ernesto Mussano, Esteban Quintana, María Raggi, Guillermo Roig, Ivo Siffredi, Daniel Spinelli y Florencia Svavrychevsky. Diseño del espacio, resolución escenográfica y vestuario: Maydé Arigós. Iluminación: Miguel Morales. Sonido y banda sonora: Ivan Grigoriev. Entrenamiento corporal: Cecilia Sosa. En la sala Martín Coronado, del Teatro General San Martín, Corrientes 1530. Sábados y domingos, a las 14.30. Entrada general: $ 10.

Es exactamente lo que se anuncia, eso: un viaje. Viaje en el tiempo, viaje en las historias, viaje en las maneras de contarlas. Esta antología, que se disfruta desde la emoción, la poesía, la fascinación de la belleza, también es un documento histórico: no sólo recuerda trabajos pasados sino que los hace presentes, y los confronta con los espectáculos más recientes. Y en eso uno encuentra que este viaje lleva a descubrir tierras lejanas, países ignorados, paisajes nuevos, es un viaje inconcluso: no es un viaje que tenga un puerto fijo Títeres y titiriteros donde atracar. De modo que el tránsito no solamente es de maravilla, sino fasci- teatro, y el juego. Hay algo provocanante, intrigante, es un tránsito que tivo es su aparente ingenuidad, que sorprende y desafía, es un recorrido obliga a la complicidad. (Y así será el que se asemeja las más osadas acro- cierre, de nuevo con el circo, y para bacias, junto a los más sencillos sal- aplaudir con emoción y ganas). tos. Es un viaje de Trujamán, la comInmediatamente se hace ver el teapañía y, también, del público. tro con sus relatos épicos, donde los El presentador emblemático, que héroes defienden a los más desampara muchos constituye una proyec- parados y desafían el poder injusto: ción de Ariel Bufano, y conmueve allí nos encontramos con un sorprencon su presencia: enorme y hermoso dente David y Goliat, la primera obra muñeco que a la manera más tradi- del grupo, casi lineal en su estruccional intenta anunciar los distin- tura, prolijamente sostenida por el tos números, se encuentra un poco diálogo y la acción, genuinamente sorprendido por la intervención de titiritera, y a la vez, teatrera. otros presentadores que cambian el En este tenor, “La historia de Guitono de la función. llermo Tell y su hiPero, sin perder un jo Gualterio”, es Piedra libre ápice de su distinotra pieza que capción y señorío, se tura por su conteniimpone a veces y ■ Intruso. En el Cendo y por su acción. en otras ocasiones, De “Robin Hood” se tro Cultural de la Coopecede elegantemenverá apenas una esración, Corrientes 1543, te el paso ante lo pecie de pincelada, sábados y domingos, a las inevitable. Casi cocon un toque de hu15.30, están los títeres El mo un símbolo de mor de los intérpreNudo con Hay un tigre en lo que pasa cuantes hacia el público, el gallinero, para los más do las nuevas geney proponiendo dischicos. $ 8 raciones traen los tintas lecturas se* * cambios. gún quien esté en Trujamán es in■ Humor. Sábados y la butaca. Para los terrumpido por las que vieron la obra domingos, a las 17, en El intervenciones del en su momento, esa Nudo, Corrientes 1551, La director del circo, pequeña pieza del fila. $ 12. que no le hace murompecabezas sercho caso sino que virá como disparasigue con lo suyo, y por Don Lite- dor para el recuerdo completo y parario, un delirante profesor que in- ra las ganas de verla de nuevo. Para tenta dar cátedra sin mucho éxito los chicos y adultos que no la vieron, porque las obras, con su empuje, una sorpresa que los lleva de repenlo superan. te y, por segundos, a la trastienda, al Estas intervenciones van mar- revés del retablo. cando una suerte de hitos, dentro Más reciente, moderna y complede los que se engarzan escenas de ja en su presentación, “Pulgarcito”, muchos espectáculos que el Grupo también se refiere al valor del pequede Titiriteros realizó en el curso de ño que enfrenta al grandote malo y estos primeros 30 años. lo vence con ingenio. Su estética es muy diferente y el contraste la hace Circo y épica más significativa. El comienzo, con una escena del Otras historias, como “Romeo y Gran Circo, parece subrayar este en- Julieta”, “La zapatera prodigiosa” y cuentro con la fantasía, el origen del “El amor de Don Perlimplin con Be-

Este fin de semana se suman reposiciones a las que ya ocupan la cartelera. Para los más chicos se ofrece Muñekotes, con libro y dirección de Sebastián Pajoni, coreografías de Diego Reinhold y la actuación de Josefina Lamarre, junto a cantantes, bailarines y muñecos articulados. En el Lola Membrives, Corrientes 1280, los sábados domingos y feriados a las 15.30. A su vez, se suman dos obras de Roberto Vega en Vivencuentro, México 3700 (y Colombres), con dirección de Marina Baggini. Pequeño explorador va los sábados a las 15; y El niño sol, los sábados y domingos, a las 17. Consultas y reservas: 4931-1617. Por otra parte, Rucribentián. 2.0, el encuentro con el dragón, regresa con una historia de aventuras escrita y dirigida por Cristián Vélez, e interpretado por el grupo La pared invisible. En la sala Carlos Carella, Bartolomé Mitre 970. 4345-1229, los sábados y domingos, a las 15.

Estrenos también

lisa en su jardín”, “Pierrot negro”, “Pepita”, “La bella y la bestia” (todas versiones para títeres de textos clásicos) y “Teodoro y la Luna”, más moderna, enfrentan al espectador con romances bellos, dolorosos (algunos, sólo algunos, con un final feliz), en los que la poesía del texto se une a la de la puesta e incluso al notable trabajo titiritero. “El niño de papel” y “El pájaro azul”, ambas de Ana Alvarado, asombran por la técnica empleada; y los bellos muñecos de “Historia de gatos”, “Una vez en la selva” y “Paso a paso”, juegan con el humor y el encanto de sus personajes. Semejante variedad, en una sucesión muy ajustada en sus tiempos, mantiene al espectador totalmente atrapado. Casi no le da respiro, excepto para aplaudir, porque nadie quiere que estos queridos personajes dejen la escena sin su merecido reconocimiento. Pero también hace casi necesaria una segunda vuelta, para poder dejarse llevar más libremente por los distintos viajes que son este viaje, y percibir en la diversidad la unidad (de nivel, de entrega, de riesgo, de profesionalismo) y en el conjunto las distintas aperturas, desafíos, caminos abiertos, enormes puertas y ventanas hacia nuevos recorridos. También hace pensar por qué el San Martín no nos trae de vuelta a estas obras en forma completa, por qué no podemos acompañar a Robin, a Gualterio, a David, a la Bestia, nuevamente o por primera vez; y también, por qué nunca nos saciaremos, al increíble, heroico e irreductible Goleto, el hombre bala, que sigue recorriendo el mundo en su viaje interminable, porfiado y humilde, extravagante sobreviviente, al igual que todos los que siguen con ganas de soñar viajes maravillosos, y los construyen. El final es, indiscutiblemente, un “muchas gracias” a este conjunto y quienes los apoyan, por apostar a la fantasía en serio.

El viaje de Rulito, con dirección de Claudio Martínez Bel, libro y coreografía de Natalia Imbrosciano y Luciana Stolkiner, y escenografía de Mariela Pruss, estará los sábados y domingos a las 17, en el Auditorio Cendas, Bulnes 1350.

Un ejemplo por seguir No sé hasta qué punto tanto los protagonistas de este hecho como el público beneficiario somos conscientes de su carácter insólito y excepcional. Como ciudadanos de Buenos Aires, como argentinos, esta muestra nos debe llenar de orgullo, de ese recogimiento que producen las grandes obras, de gratitud por el sueño de Bufano, la fe de Kive Staiff, la determinación de Adelaida Mangani, la creatividad del grupo y por todo lo que lo hizo posible durante treinta años en la Argentina. En este momento en que muchas cosas públicas nos avergüenzan, empezando por nuestra televisión, esto que se muestra acá es una apuesta a otra realidad nuestra, y a la esperanza, a ver que no todos buscan el camino más fácil, ni procuran el éxito explotando las debilidades y tristes miserias de la condición humana. ¿Es arriesgado decir que esto que se está haciendo en la Martín Coronado es único en el mundo? Pienso que no, que ninguna ciudad del planeta puede mostrar esta trayectoria en títeres, y que si les contáramos los diferentes entornos sociales económicos y políticos por los que atravesó y que atraviesa, no nos creerían. Pero aquí están los Titiriteros del San Martín diciendo “no arrojen la esponja”, como una resistencia. Y tal vez no sería mala idea invitar a los conjuntos extranjeros a visitar esta sala y hacer el viaje de Trujamán, y estudiarlo, o simplemente disfrutarlo para que no se lo pierdan, diría...

Teatro

Teatralidad de la pintura, y viceversa Que la teatralidad reina en casi todas las actividades humanas es indiscutible. Parece haber en la especie un gusto particular por las acciones y los gestos teatrales, sobre todo en ciertas ocasiones. La asunción de un presidente o la coronación de un rey, un desfile militar, la inauguración de un monumento o de un edificio público, y hasta –dicho sea con el mayor respeto– las funciones religiosas, son ceremonias en las que está implícito un sentido dramático, que las distingue de la rutina cotidiana. Ni hablar de la política y sus actores (nunca mejor empleada esta palabra), que necesitan atraer, conmover y convencer a las masas. Los imponentes ejércitos de Hitler y sus coreografías espectaculares (tan parecidas a las propuestas por las comedias musicales de Hollywood en la misma época), la gesticulación casi cómica de Mussolini en el famoso balcón del palacio Venecia, las peroratas actuales de los parlanchines dictadores caribeños, son otras tantas, evidentes puestas en escena. *

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Precisamente, el gusto por la puesta en escena, con gran despliegue de decorados, vestuario y figurantes, es lo que caracteriza a una etapa de la pintura occidental que

mereció el calificativo realidad es que esos pinburlón de pompier, o tores académicos, los sea, bombero. El mote “bomberos” del siglo XIX deriva de la abundan–con el francés William cia, en ese género de Bouguereau a la cabeza, cuadros, de héroes, hisel holandés Alma-Tadetóricos o mitológicos, ma y los orientalistas, tocados con yelmos mehoy tan cotizados–, eran tálicos de formas y esprodigiosos dibujantes tilos variados, pero que y técnicos admirables. invariablemente reEran, también, notables cordaban el casco que hombres de teatro. ComPor Ernesto caracteriza a los bomponían sus cuadros (por Schoo beros. Una modesta lo general, enormes) coanécdota personal aclamo el director de escena rará el punto. Hace muchos años, sus puestas. Y tenían un punto más en una de las legendarias fiestas de de contacto con la profesión teatral: cumpleaños de Manuel Mujica Laien sus talleres armaban las comnez, sorprendí un diálogo entre el posiciones, ya fuera con modelos dueño de casa y Héctor Basaldúa, vivos o con maniquíes, buscando el gran pintor argentino, miembro la exactitud en las poses, la autendel Grupo de París, formado por ticidad de vestuarios y accesorios, nuestros compatriotas que estudiay hasta erigiendo verdaderas esceron en esa ciudad e introdujeron el nografías, con minucioso estudio arte moderno en la Argentina. El de luces y sombras. El teatro de esa caso es que, seguramente para azumisma época les respondía con enzar a Basaldúa, “Manucho” le estatusiasmo: el espectador deseaba ba diciendo: “¡Ah, no! ¡No me venga (necesitaba, tal vez) ver duplicadas con el arte actual! A mí, déme esos en el escenario esas prolijas reconscuadrotes de antes, donde Petrarca trucciones del pasado. Los pintores conoce a Laura en la corte de Aviy los escenógrafos (muchas veces ñón, o Carlomagno es coronado en reunidos en un solo profesional) deRoma, en la Navidad del año 800… bían ser también arqueólogos, por ¡Esos eran pintores!”. entonces. Fuera de la broma implícita, la Pero no debemos suponer, erró-

neamente, que tan sólo en la llamada belle époque se aplicaban esos métodos para obtener, en la pintura y en el teatro, una veracidad histórica a la que el artista no debía faltar, so pena de ser destrozado por la crítica. Hay antecedentes ilustres. Nada menos que el Greco modelaba en cera o en arcilla, a escala menuda, los personajes de sus cuadros: los vestía, los iluminaba con velas o con lámparas de aceite, los ubicaba en una suerte de maqueta escenográfica, y estudiaba cuidadosamente sus actitudes y cómo caía la luz. Otro tanto hacían los minuciosos pintores flamencos del siglo XVII: en el Rijksmuseum, de Amsterdam, hay varios ejemplos de verdaderos escenarios en miniatura, algo así como casas de muñecas, provistas de muebles y utensilios, que los artistas usaban –introduciendo luces por ventanas y claraboyas– como paso previo al manchado de la tela, o la tabla. Vermeer, el genio de Delft, hasta determinaba con exactitud la orientación que deseaba dar a la mirada del espectador. Un escenógrafo actual hace lo mismo, al fijar sobre su planta del decorado las posibles directrices de la visión del público, para que desde todas las ubicaciones de la sala el espectáculo sea visto como es debido.