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Sib!joteca Nacional d~ España

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\O Biblioteca Nacional de España

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se ,lispulahan en los estrechos r3mpus de la Trinacria . Carlago conlakl para la lu clla con formidalJlcs armadas y cuantiosas riquezas. La ciudad de los Césares lenia CH su fayor la fuerza y uuion de su gobierno y ¡nlChlo úrtuClsos y la disciplilJl1 de sus egércitos nacionales. La balanza de Aslrca se inclinó hácia la parle de la l'azon y los romanos, al lllando de Régulo, arribaron al promontorio Ilermeo y se apoderaron de Clipea. Los cartag'ineses, con esta pérdida, la de su armada en Ecnomo y las continuas derrotas que habian sufrido duranle nUCYe ai'ios de cruda guerra, estaban consternados y temían sucediese á aquellas la ruina de Carlago; pero los romanos pasaron mucho tiempo fortificando su ciudad conq\lislada y esperando órdenes del Senado al cual Régulo habia enviado un mcnsage renunciando al mando glorioso ele la legion invasora. Esle magnífico eg'emplo de virtud y ele desprecio de las miserias mundanas hace prorumpir á los antiguos historiadores en alabanzas h