Palabras de la Canciller Ana María Sánchez en la ceremonia de juramentación del Embajador Eduardo Martinetti, Viceministro de Relaciones Exteriores
(Lima, 05 de mayo 2015)
Señoras y señores: Quiero comenzar agradeciendo la participación de todos ustedes en esta significativa ceremonia de Torre Tagle, mediante la cual se produce el relevo de dos Embajadores del SDR; destacados colegas y funcionarios, ambos poseedores de un firme compromiso en la defensa
de
Embajadores,
los he
elevados tenido
intereses la
del
oportunidad
Perú. de
Con
compartir
ustedes gratas
experiencias y largas jornadas de trabajo.
El acto que celebramos hoy día, es notable y tiene un gran significado para la Cancillería. Estamos refiriéndonos al cargo público más antiguo del Estado peruano, desde cuando nacía la República: la del Viceministro de Relaciones Exteriores y Jefe del Servicio Diplomático.
Embajador Claudio de la Puente, durante su gestión como Viceministro, la Cancillería ha llevado a cabo una intensa actividad diplomática orientada al cumplimiento de los objetivos estratégicos de nuestra política exterior, lo que a su vez nos permite fortalecer la posición y la inserción eficiente del Perú en su entorno vecinal, regional y global. 1
Su gestión, llevada adelante con la dedicación y el amplio conocimiento
que lo caracteriza, merece el reconocimiento y
agradecimiento de todos los aquí presentes, por el liderazgo demostrado y los resultados alcanzados en el marco de las tareas y funciones que le fueron encomendadas.
Para esta nueva gestión que estamos emprendiendo y que me honro en dirigir, contaré con el valioso apoyo del Embajador Eduardo Martinetti. Colega y amigo, de reconocido prestigio en el SDR y en el Ministerio. Quiero referirme también a su integridad, a su compromiso y al profesionalismo que lo identifica de los cuales fui testigo en los tiempos en que Eduardo era mi jefe.
Su paso por los estamentos bilaterales y multilaterales así como el cumplimiento de funciones consulares, tanto en esta Cancillería como en las diferentes misiones en el exterior, le ha permitido al Embajador Martinetti,
acumular
una
importante
y
destacada
experiencia
profesional.
Quiero señalar, en particular, su desempeño como Director de Desarrollo e Integración Fronteriza, dependencia creada para impulsar la presencia del Ministerio de Relaciones Exteriores en las regiones fronterizas del país, así como en otras que, por sus particularidades, también cuentan con la presencia de Oficinas Desconcentradas (como en Cuzco y Arequipa). Sus denodados esfuerzos y dedicación nos ha
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permitido mantener una fructífera y aleccionadora presencia en ocho regiones, 27 provincias y en más de 123 distritos. El reforzamiento de la actividad de la Cancillería en el territorio nacional, a partir de una concepción moderna de esa vinculación vecinal a través de las oficinas descentralizadas, continuará siendo parte sustantiva de este empeño. De esta forma se visualiza la participación de este Ministerio en los esfuerzos que realiza el Gobierno nacional para alcanzar el desarrollo económico y la inclusión social en las zonas fronterizas alejadas, impulsando la presencia del Estado.
Estoy segura Embajador Martinetti que las coincidencias que mantenemos en la forma de concebir y ejecutar una política exterior, que guarde estricta congruencia con los tiempos modernos y las necesidades del país, nos permitirán, con el apoyo, trabajo y esfuerzo de los colegas aquí presentes y de los que cumplen funciones en el exterior, continuar con la inserción de un Perú, en un mundo en plena evolución, que nos brinda oportunidades y nos presenta desafíos.
Muchas gracias
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