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SEGURIDAD
| Jueves 18 de septiembre de 2014
SEGURIDAD Edición de hoy a cargo de Luis Moreiro | www.lanacion.com/seguridad
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Masacre de Wilde: estuvo prófugo 20 años y cayó por una multa
“Hubo 19 años de ineptitud en la causa”
Seguridad Aeroportuaria; la causa contra otros ocho integrantes de la fuerza de seguridad bonaerense
Lo afirmó Raquel Gazzanego, viuda de una de las víctimas
en córdoba. El cabo Marcos Rodríguez fue capturado en su comercio de La Falda por la Policía de
Gabriel Di Nicola LA NACION
Durante más de 20 años no se supo nada de él. Casi no había dejado rastros. Para quien aportara datos sobre su paradero había una recompensa de 100.000 pesos. Pero la pista que condujo al ex cabo de la policía bonaerense Marcos Rodríguez, acusado por su presunta participación en la denominada “masacre de Wilde”, fue un plan de pagos de una serie de multas de tránsito en la ciudad de La Falda, en Córdoba, donde vivía con su familia. Rodríguez, de 50 años y que se había escapado caminando de una comisaría, fue detenido ayer en su “minimercado” de La Falda por detectives de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Esa fuerza colabora con el juez Gabriel Vitale, quien en abril pasado se hizo cargo de la causa después de que la Suprema Corte de Justicia provincial revocara los sobreseimientos de ocho integrantes de la policía bonaerense. “Vivía, con su mujer y sus tres hijos, cerca de su comercio. Pudimos llegar hasta él después de hacer una investigación de su entorno. Descubrimos un vehículo que podía ser de su mujer y que tenía multas de tránsito de la Municipalidad de La Falda, y el plan de pagos había sido firmado por una persona llamada Marcos Rodríguez. Después comprobamos que era el sospechoso buscado”, sostuvo a la nacion una calificada fuente de la investigación. La denominada “masacre de Wilde”, un emblemático caso de “gatillo fácil”, ocurrió el 10 de enero de 1994, cuando cuatro personas fueron asesinadas a balazos por integrantes de lo que en ese momento era la Brigada de Investigaciones de Lanús de la policía bonaerense, cuyo subjefe era el comisario Juan José Ribelli, quien fue detenido, procesado y luego absuelto por el atentado a la AMIA. Hubo 270 disparos. Anteayer, el magistrado Vitale, que está a cargo del Juzgado de Ga-
El último sospechoso
Marcos rodríguez cabo exonerado
La Justicia lo acusa de haber participado en la denominada “masacre de Wilde”. Estuvo más de 20 años prófugo. Vivía en La Falda con su familia y tenía un comercio
rantías N° 8 de Lomas de Zamora, había hecho lugar al requerimiento de elevación a juicio firmado por el fiscal Sebastián Scalera sobre otros ocho acusados: el comisario inspector Eduardo Gómez; el comisario Roberto Mantel; el comisario Hugo Reyes; el capitán Osvaldo Lorenzón; los subtenientes Marciano González y Pablo Dudek, y los ex policías Julio Gatto (ahora empleado) y Marcelo Valenga (hoy comerciante). En el debate, los acusados deberán responder por los delitos de cuádruple homicidio simple y un homicidio simple en grado de tentativa, ya que una de las víctimas logró sobrevivir. El juez Vitale rechazó los planteos de sobreseimiento y prescripción planteados por las defensas. La masacre ocurrió cuando policías de investigaciones persiguieron a los ocupantes de dos autos “al confundirlos con los delincuentes” y los asesinaron a balazos. Las víctimas fueron el remisero Norberto Corbo y sus pasajeros, Claudio Mendoza y Héctor Bielsa, quienes viajaban a bordo de un Peugeot 505, y el vendedor de libros Edgardo Cicutín, que se trasladaba en un Dodge 1500, conducido por Claudio Díaz, que logró sobrevivir. Según informaron fuentes judiciales, al único que le pudieron comprobar una vinculación con policías fue a Bielsa. Durante más de 20 años se habló de numerosas hipótesis sobre las causas de la masacre. “Nunca se pudo comprobar nada, pero se dijo que los presuntos delincuentes que la policía perseguía se habían quedado con cinco kilos de droga o con un dinero de algún botín”, sostuvo a la nacion un calificado investigador de los hechos. Además de los ocho policías que llegan a juicio y del ex cabo Rodríguez, hubo otros dos acusados que fallecieron: se trata de los ex policías César Córdoba y Carlos Saladino. En 1995 fueron sobreseídos provisoriamente; tras apelaciones de familiares de las víctimas, en 2003, volvieron a ser beneficiados por la misma medida y en 2007 les convirtieron el beneficio en definitivo. En noviembre pasado, la Suprema Corte bonaerense revocó los sobreseimientos definitivos de Gatto y Dudek al entender que “aun cuando se considerase que el cuádruple homicidio investigado no configura un delito de lesa humanidad, es indudable que sí constituyó una gravísima violación de los derechos humanos”, lo cual permitió que la causa retomara impulso. Tras una presentación del abogado Ciro Annicchiarico, que representa a la familia Cicutín, fue analizado por la Comisión Intermeriacana de Derechos Humanos. Cuando el juez Vitale se hizo cargo de la causa, le pidió al secretario de Seguridad, Sergio Berni, la colaboración de una fuerza federal y la tarea recayó la PSA. “No queríamos que esto quedara impune”, sostuvo a la nacion una fuente oficial.ß
Manuel Ruiz LA NACION
El ex cabo Marcos Rodríguez es trasladado a Buenos Aires
Más de 270 balazos, un ejemplo del “gatillo fácil” de once policías La masacre ocurrió en la tarde del 10 de enero de 1994; fueron ejecutados cuatro hombres El 10 de enero de 1994, circulaba en las calles de Wilde un Peugeot 505 conducido por Norberto Corbo. Con él viajaban Héctor Bielsa y Gustavo Mendoza. Habían pasado pocos minutos de las 15. Un Renault 21 se acercó al vehículo, lo chocó y forzó el desvío hacia el estacionamiento de la parrilla La Noche. Cuatro hombres iban en ese Renault, todos integrantes de una brigada de la policía bonaerense. Tres bajaron y se acercaron al Peugeot. Otros cinco policías llegaron casi de inmediato. Dispararon. Usaron escopetas, pistolas y ametralladoras a corta distancia. Corbo, Bielsa y Mendoza murieron acribillados. Los policías implicados fueron identificados como César Osvaldo Córdoba, Roberto Oscar Mantel, Eduardo Ismael Gómez, Osvaldo Lorenzón, Hugo Patricio Reyes, Marcelo Daniel Valenga, Julio César Gatto y Pablo Francisco Dudek. Fue el hecho A, según consta en el registro de la causa iniciada en
Duras condenas para los acusados de intentar matar a un jefe policial sentencia. Ambos imputados recibieron hasta 19 años de cárcel
Sabe que salvó su vida de milagro. Cada vez que los recuerdos de los gritos y los disparos se repiten en su cabeza, agradece a Dios y al papa Francisco estar vivo. Ayer, cuando escuchó que los hermanos Mariano Carbajal y César Heredia eran condenados a la pena de 18 y 19 años de prisión, respectivamente, el comisario inspector Néstor Roncaglia, jefe antidrogas de la Policía Federal, sintió que se había hecho justicia. Carbajal, de 26 años, y Heredia, de 27, fueron encontrados culpables por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro de los delitos de homicidio agravado criminis causa en grado de tentativa e intento de robo agravado por el uso de armas y porque la víctima era funcionario policial. La sentencia de los jueces Hernán San Martín, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin coincidió con las penas que había solicitado el fiscal del juicio, Eduardo Rodríguez, durante su contundente alegato. “Es un sentimiento confuso, con
la condena finaliza todo este proceso que se cumplió a partir del 1° de junio [del año pasado], cuando fui víctima de este asalto. No es una alegría porque la verdad es que esto no tendría que haber ocurrido nunca, no me tendría que haber pasado a mi ni a nadie, pero bueno, pasó, fui victima no como policía sino como particular”, dijo Roncaglia. Los acusados también fueron condenados por el robo que sufrieron el juez del TOC N°3 de San Isidro Marcelo Martínez Helguera y su familia en su casa de Martínez. Ambos hechos ocurrieron el 1° de junio del año pasado con media hora de diferencia. García Helguera, durante el debate, reconoció a los delincuentes y sostuvo que Carbajal no sólo lo amenazó con una pistola calibre 9 milímetros, sino también con una picana eléctrica. Después de robar en la casa del juez, los delincuentes sorprendieron al jefe policial cuando llegaba a su casa, en Olivos, en Vicente López, después de un operativo anti-
policía de seguridad aeroportuaria
drogas en la ciudad de Campana. El juicio que culminó ayer tuvo su momento de emoción cuando el jefe policial declaró ante los jueces y el fiscal. Emocionado, Roncaglia se dirigió en varias oportunidades a los acusados y les espetó: “Con mi esposa trabajamos 30 años para tener la casa que queríamos y la tuvimos que vender. Ustedes no tenían derecho de hacer lo que hicieron. Yo venía de trabajar, de luchar contra las drogas. Yo, como policía, me la puedo bancar, pero mi familia no”. Por su parte, los acusados insistieron en su declaración que no quisieron matar a Roncaglia. “Somos vulgares ladrones. Se trató de un robo al voleo. Lo que hicimos está mal, pero este señor [por Roncaglia] atentó contra mi vida y la de mi hermano. Nunca tuvimos intención de matarlo, no le quisimos arruinar la vida a nadie”, sostuvo Heredia. Para el fiscal Rodríguez, los acusados tiraron a matar. Para los jueces, también.ß
el entonces Juzgado en lo Criminal y Correccional N° 11 de Lomas de Zamora, a cargo de Silvia S. González. Casi enseguida la masacre de Wilde se concretó con un hecho B, cuando el remisero Claudio Díaz desvió la marcha de su Dodge 1500 por la congestión de tránsito en el lugar de los disparos iniciales. Viajaba acompañado por Edgardo Cicutín. Dos móviles policiales lo persiguieron y los agentes dispararon sobre el remise en el cruce de Mariano Moreno y Bismarck. Díaz frenó el vehículo, salió con los brazos en alto y se arrodilló. Fue el único sobreviviente. Cicutín intento seguirlo, pero apenas abrió la puerta fue acribillado. El expediente puso nombre a los autores de esos disparos: Gatto y Dudek. La defensa policial indicó que el operativo buscó detener a delincuentes peligrosos. Y empezó una batalla judicial que hoy continúa. Por la llamada Masacre de Wilde habían sido detenidos y procesados los policías Carlos Saladino, Marciano González, Córdoba, Mantel, Lorenzón, Gómez, Dudek, Gatto, Reyes y Valenga. Este último sólo estuvo detenido pocas horas y se escapó caminando de su lugar de arresto. En total eran once los po-
Herramientas para la lucha antidrogas parlamento. El Senado aprobó ayer y giró a la Cámara de Diputados dos proyectos de ley destinados a brindar herramientas a la Justicia para la lucha contra el delito organizado. La más relevante de las iniciativas incluye en el Código Penal la figura del “decomiso anticipado” de los bienes secuestrados en delitos ligados al narcotráfico, la trata de personas y el lavado de dinero. El juez podrá disponer la medida aún antes de la sentencia. En el caso de que el bien pertenezca a terceros, estos deberán presentarse dentro de los 15 días de incautado para demostrar que el bien es de su propiedad y que no tuvieron participación alguna en el delito. El otro proyecto crea secretarías especializadas en narcotráfico en todos los juzgados federales del país. La iniciativa planteaba en un principio ése refuerzo judicial para las provincias de frontera, cuyos juzgados están saturados de causas por drogas, pero la versión final extendió a todo el país el alcance de la medida.ß Gustavo Ybarra
licías, pero dos de ellos fallecieron –Córdoba y Saladino– y el último, Marcos Rodríguez, fue atrapado ayer. Sus compañeros esperan ahora el juicio en libertad. Los acusados fueron sobreseidos por la justicia de primera instancia, en un fallo confirmado por la Cámara de Apelación y Garantías del Departamento Judicial Lomas de Zamora. En 2010, la Suprema Corte bonaerense ordenó que la Sala I de la Cámara Penal de Lomas de Zamora volviera a juzgar a Gatto y a Dudek por entender que la sentencia de sobreseimiento había sido absurda. Y el 27 de noviembre del año pasado, la Suprema Corte bonaerense consideró que el cuádruple crimen representa una “grave violación de los derechos humanos con aptitud para comprometer la responsabilidad internacional del Estado”. Evitó el sobreseimiento definitivo de los sospechosos y estableció que la causa volviese a ser investigada por la Justicia. Esa masacre de cuatro ciudadanos fue considerada como un ejemplo claro del “gatillo fácil” aplicado entonces por brigadas de la policía bonaerense que no tenían control alguno de las autoridades.ß
Cuando Raquel Gazzanego se enteró de la noticia, no lo podía creer. Se la repitieron y continuó incrédula. Recién, después de un rato empezó a pensar que aquello que le decían era verdad. Tras más de 20 años habían detenido a Marcos Rodríguez, el único prófugo de la denominada Masacre de Wilde, acusado de haber asesinado, junto a otros ocho policías, a su marido Edgardo Cicutín. “Hace 20 años que estoy detrás de ese hombre. Anoté todo lo que investigué en un cuaderno y aporté los datos a los investigadores”, sostuvo a la nacion Gazzanego. Ella se encargó de que el caso no quedara impune y de buscar a Rodríguez. “Recorrí toda la zona de Pacheco, en Tigre, cercana a la casa de Rodríguez. Fui infinidad de veces. Fue una búsqueda personal, iba como fiscal a las mesas de votación para ver si lo encontraba, pero jamás se presentó a votar”, dijo la mujer. Además, la búsqueda llegó a tal punto que en su cuenta de la red social Twitter la imagen de perfil de ella es la cara de Rodríguez. Para Gazzanego la detención del último de los acusados de la Masacre de Wilde significa “que la causa estuvo 19 años a cargo de ineptos”. “Esto significa que entre la primera jueza, Silvia Susana González, y el juez actual, que tomó la causa hace cinco meses, Gabriel Vitale, hubo 19 años de falta de voluntad e ineptitud.” Para la viuda de Cicutín el gran responsable de que Rodríguez haya estado prófugo tanto tiempo fue el juez Rafael Emilio Villamayor, que avaló la hipótesis de que todos eran inocentes. Ahora comienza una nueva etapa para la familia de Cicutín. La viuda, sus hijos que ahora tienen 21 y 29 años y su pequeña nieta tienen esperanzas de que luego del juicio oral Edgardo Cicutín pueda descansar en paz. “Ya la elevación a juicio del caso es un paso importante, marca un hecho trascendental en la historia del caso que está abierto hace 20 años .Y el fin a todo esto va a llegar en juicio oral. La detención de Marcos Rodríguez es una más. El broche va a ser cuando estén todos condenados por la Masacre de Wilde”, dijo. Ahora Gazzanego empieza a recobrar la confianza en la justicia y se da cuenta de que las anotaciones en su cuaderno no fueron en vano. “El juez Vitale se movió como corresponde, miró la causa, la estudió y en poco tiempo hizo cosas que otros en años no hicieron”, dijo. Claudio Díaz, el único sobreviviente de la masacre , dijo que al enterarse de la noticia le vinieron a la mente todos los recuerdos de aquel momento. “Tal vez es hora de empezar a creer en la justicia. Tenían que encontrarlo. Ahora viene el juicio, ya encontraron al eslabón que faltaba”, dijo. ß
desarmaderos en rosario
Piden juicio político a un juez que anuló 23 allanamientos ROSARIO.– El Ministerio de Seguridad de la Nación pidió el juicio político del juez rosarino José Luis Suárez, luego de que el magistrado levantara la semana pasada la clausura de 23 desarmaderos que fueron allanados por la Gendarmería en un megaoperativo en el sur de Santa Fe. El planteo judicial provocó preocupación en los tribunales de Rosario, donde interpretan que no puede instrumentarse un pedi-
do de enjuiciamiento como forma de presión a un juez que falla en contra. Suárez salió a lanzar duras críticas contra el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni. “Si viniste y dijiste que hacías 23 allanamientos y que son todos delincuentes, imputalos de algo”, afirmó a la prensa el magistrado refiriéndose al funcionario nacional que participó en el secuestro de 20.000 autopartes.ß
la boca
la plata
Un turista grabó a su asaltante
Deben retirar a los presos de comisarías
Un turista canadiense registró con una cámara en su casco cuando iba en bicicleta y un motochorro lo asaltó en el barrio de La Boca, aunque el delincuente no fue detenido por la policía. En las imágenes subidas a YouTube se ve cuando el asaltante cruza una moto y exige la mochila del turista, tras lo cual exhibe un revólver. Anoche, la Policía Metropolitana informó que había detenido al motochorro y que fue puesto a disposición de la Justicia. ß
LA PLATA.– El juez en lo Contencioso N° 1 de La Plata, Luis Federico Arias, dictó ayer una medida cautelar que suspende la aplicación de la resolución que permitía el alojamiento de detenidos en comisarías. El magistrado interpretó que la medida “resulta regresiva respecto de los estándares mínimos en materia de condiciones de detención”, por lo que “podría comprometer la responsabilidad internacional del Estado”.ß