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POLÍTICA
| Sábado 12 de julio de 2014
políticos en el diván | primerA sesión El jefe del bloque de diputados radicales es escéptico respecto de una alianza con Pro; se identifica con Sanz en la interna partidaria y resalta la figura de Lilita Carrió
Mario Negri. “La Argentina no está ahora en un proceso que obligue a amontonarse” Texto Diego Sehinkman | Foto Guadalupe Aizaga / Archivo
L
a entrevista con el jefe del bloque de diputados de la UCR fue telefónica, desde Córdoba.
–Si uno pensara al radicalismo como un ecosistema, ¿cuál es su función ahí dentro? –El que trata de equilibrar el ecosistema. Que las cosas no se desmadren. Dentro hay personalidades muy distintas. Y por si fuera poco, estamos construyendo UNEN. –¿Sería correcto pensar que hoy el radicalismo está dividido entre Sanz y Cobos? –En términos de candidatos, sí, aunque el partido es más diverso. Yo estoy en el espacio de Ernesto [Sanz], pero también tengo una excelente relación con Julio [Cobos]. –¿Usted está seguro de que a Cobos ya lo terminaron de perdonar por haberse ido de vice de Cristina en 2007? –¡Sí, eso es una etapa superada! No se puede construir política si seguís pasándote facturas sobre el pasado. Es cierto que se necesitó tiempo. Esto es como una fractura en la pierna. No la pegás con Plasticola, es un proceso que tarda... –Pero ¿la fractura ya soldó...? –Por lo menos, para mí, está absolutamente soldada. –Una de las cosas que le ponderan es su buena relación con Carrió dentro del espacio UNEN. Dicen que ella lo escucha bastante. –Bueno, ella es una amiga entrañable. Yo admiro su coraje y reconozco su imperfección. Es humana. Tenemos muy buen diálogo. Nos conocemos más que suficiente. –A lo mejor en ese conocerse está su margen de maniobra con ella... –¡No, yo no tengo margen de maniobra! Lo que creo que sé hacer es administrar las distancias: ni exagerar el pegoteo ni olvidarse que el otro existe. –¿Y cómo va el manejo de las distancias dentro de UNEN? –En UNEN el objetivo es consolidarse. El secreto está en la capacidad de ceder, no de sentirse dueño. Tener muchos candidatos genera muchas ansiedades. –Algunos parecen ansiosos por acercarse a Pro... –A ver. Hay cosas que yo no comparto cómo se han dado. Tiene que haber un respeto al votante. Nosotros venimos de una crisis del radicalismo donde de buena fe se tuvieron estrategias electorales y la gente fue hacia otro lado [se refiere a la alianza entre Alfonsín y De Narváez en 2011]. Hay que tener cuidado porque la gente te pega un cachetazo. La propuesta tiene que ser verosímil. –Alfonsín dice, por ejemplo, que no se juntaría con Macri porque no tiene coincidencia programática. ¿Usted diría lo mismo? –Lo que digo es que la Argentina no está ahora en un proceso que obligue a amontonarse. Cuando el kirchnerismo ya no pudo ir por la reelección indefinida, la simplificación de “ellos o nosotros” ya no
tuvo sentido. Esa idea de que se iba a avanzar sobre las libertades individuales o que podíamos llegar a ser Venezuela ya terminó. Entonces hay lugar para muchos espacios. –A ver si entiendo: usted dice que en función de cómo está el Gobierno hoy, ya no se justifica juntarse para hacer “kirchnerismo vs. resto del mundo”. –Me parece que es peligroso eso. Los mismos que hoy te dicen: “Hay que amontonarse”, después, si viene un fracaso, te dicen: “¿Para qué se juntaron?”. Lo que se necesita para gobernar es homogeneidad. Uno de los factores del fracaso de la Alianza –entre muchos– fue que no había homogeneidad política. –¿Y cuando Lilita se junta con los jóvenes Pro? –Me parece bien, yo también hablo, no me molesta eso en absoluto. Como la conozco bastante, sé que sus compromisos los cumple y ella ha planteado que no va a hacer nada que no sea lo que UNEN decida. Y yo creo en las personas. –¿Y quién decide en UNEN? Porque ella es una integrante fuerte y parece traccionar en
Historia clínica Negri, Mario Edad: 60 Ocupación Abogado. Jefe de la bancada de diputados de la UCR. Observaciones De perfil dialoguista, con buena llegada a las distintas figuras de UNEN. Regula y amortigua las tensiones del espacio. alguna medida hacia Pro. –No, Lilita tiene personalidad fuerte. ¡Pero también tiene personalidad fuerte Binner. Y Ernesto [Sanz]. Y Cobos tiene la suya. Y está Margarita, y hay muchas fuerzas. Insisto. Yo no quiero que tengamos otra frustración. –¡Cómo repite la palabra frustración...! –A ver. La Alianza era la posibilidad
de un cambio cultural en la Argentina. Salíamos del menemismo, del individualismo, y me parece que reconstruir esa idea es el desafío. En lo que respecta al ladrillito que uno va poniendo, hemos logrado que UNEN tenga hasta aquí fuerte homogeneidad parlamentaria. –¿Se dio cuenta de que el fantasma de la Alianza no para de perseguirlos? –[Piensa] Más que fantasma, es un acto de responsabilidad poder superarlo. Y nosotros lo superamos. Peor es lo que hace el peronismo, que cuando se le pinchan tres cubiertas de las cuatro, se bajan, se cambian de auto y dicen que no conocen al que quedó en la banquina. Es decir, la vida comienza cuando cambiaron de auto. –Hablemos de Boudou... –Voy a hablarte de la última sesión: nunca los vi tan mal preparados y tan nerviosos a los kirchneristas para salir a jugar un partido. Fueron a la reunión por el juicio político queriendo estar dos minutos, de pie, y si era posible, con la luz apagada. Cuando escucharon lo primero que les objetamos y no les gustó, rechazaron automáticamente siete pedidos de juicio político in limine, es decir, de un solo saque. –¿Qué quiere decir, que salieron mal preparados? –Salieron a la bruta. Yo creo que no los enamora. A ver, el vicepresidente no es el estandarte por el que querrían dar la vida. Además, es complicado: Boudou no está procesado por haber levantado una billetera en la calle. Lo que se le imputa está directamente relacionado con la gestión pública: cohecho y negociaciones incompatibles. Les genera mucha incomodidad. Pero está claro que están fatigados y que hay cosas que se les hacen indefendibles. No tienen entusiasmo. La voz les ha quedado más grave y más bajita de lo que solían tener. Por ahí se inventan alguna epopeya, pero son muy cortitas. –Por último quiero retomar la metáfora que usó para hablar de Cobos, la del hueso fracturado. No debe ser casual: usted en el 88 sufrió un accidente de helicóptero muy grave, donde tuvo 39 fracturas y salvó su vida de milagro. –Tenía 33 años, había sido electo vicegobernador de Córdoba, estaba regresando de una actividad oficial y, bueno, hubo una falla humana y los dos pilotos murieron. Por obra de Dios, quedé vivo. –Y se sobrepuso. A eso se lo llama resiliencia. A la capacidad de sobreponerse a eventos muy traumáticos. –Sí, también te das cuenta de que no sos imprescindible. Y que el mundo sigue [se ríe]. Además, lo que es la vida: cuando yo era más joven y estaba en el poder, me decían: “Marito, quedaste impecable, no se te nota nada el accidente”. Y cuando perdí las elecciones, los mismos ya me decían: “Che, andás muy rengo, hacete ver” [se ríe]. Mi moraleja: hay que prepararse para estar abajo, no para ascender. –Dejamos acá.ß
Caló aportó $ 500.000 para pagar sueldos
UOM. El dinero se usó para saldar parte de la deuda con trabajadores de Emfer y Tatsa Lucrecia Bullrich LA NACION
El líder de la CGT alineada con el Gobierno y jefe de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, aportó medio millón de pesos de las arcas de su gremio para adelantar parte de los sueldos adeudados a los trabajadores de Emprendimientos Ferroviarios (Emfer) y Tecnología Avanzada de Transporte (Tatsa). A comienzos de esta semana, ambas organizaciones habían cortado la avenida General Paz para reclamar el pago de la última quincena de junio y del aguinaldo. La protesta de los empleados de Emfer, dedicada a la fabricación y reparación de vagones, y de Tatsa, especializada en carrocerías de ómnibus y camiones, reavivó la preocupación gremial por las dificultades que desde hace meses
azotan a una parte de la industria, sobre todo, la metalmecánica y la de las autopartes. Según el propio Caló, en el primer semestre del año, hubo 2000 despidos y 10.000 suspensiones en el sector industrial. El conflicto en Emfer y Tatsa empezó a desanudarse anteayer, en una reunión en el Ministerio de Trabajo, en la que estuvieron el jefe de gabinete de Carlos Tomada, Norberto Ciaravino, enviados de la Secretaría de Transporte, delegados de las empresas y Caló. Tras analizar los números, los representantes del Gobierno se comprometieron a liberar los fondos necesarios para saldar la deuda: un promedio de $ 14.000 per cápita (entre quincena y aguinaldo) para unos 500 trabajadores: $ 7 millones en total. El dinero se acreditará el miércoles próximo.
La reacción de los delegados fue inmediata. “Ya no tenemos un peso. No podemos aguantar hasta el miércoles”, dijeron. Caló propuso entonces aportar $ 500.000 de la UOM para adelantar $ 1000 a cada trabajador. Hubo acuerdo y la suma se pagó ayer. El monto se le devolverá al gremio, una vez que el pago se complete, la semana que viene. Por otra parte, el Gobierno se comprometió a mantener los puestos de trabajo en ambas empresas. Según precisaron a la nacion fuentes oficiales, será a través de un Programa de Recuperación Productiva (Repro), el subsidio para pagar salarios que otorga el Ministerio de Trabajo. La crisis en Emfer y Tatsa, ambas vinculadas al Grupo Cirigliano, cuyos directivos están siendo juzgados por la tragedia de Once, cobró visibilidad el lunes pasado, cuando
un grupo de trabajadores intentó cortar la avenida General Paz, en el partido de San Martín. Con el secretario de Seguridad, Sergio Berni, a la cabeza, la protesta fue duramente reprimida por la policía con balas de goma y gases lacrimógenos, y terminó con varias personas heridas. Sellado el acuerdo, los trabajadores decidieron “no volver a bajar a la General Paz”, a la espera de que el miércoles se normalicen los pagos, aunque mantendrán la toma de la fábrica en la que funcionan las dos firmas, que está parada desde el lunes pasado. El conflicto en Emfer y Tatsa reavivó, además, el debate por la ley antipiquetes y el giro del Gobierno en su política de represión de las manifestaciones con cortes de calles y rutas, las mismas que permitió y alentó durante la última década.ß