TRABAJO
a los maestros con cariño
Cuatro mujeres comparten las razones que han encontrado para hacer de la educación y el magisterio el leitmotiv de su vida.
Por Andrea Castillo / Rosa Chávez Yacila Fotos Wendy Morales / Solange Adum
Perfil María Leonor ‘Lala’ Romero Ochoa (68) estudió Educación en la PUCP. Es directora nacional de Formación y Propuesta Educativa de Fe y Alegría.
l 21 de junio, María Leonor Romero Ochoa fue distinguida con las Palmas Magisteriales en el Grado de Amauta. El reconocimiento la encontró centrada en el reciente Congreso de Educación de Fe y Alegría, y a pocos días de viajar a España para compartir sus conocimientos. «Este es un reconocimiento a todos los directores y profesores que me han acompañado en estos cincuenta años de trabajo, y que se esfuerzan a diario por mejorar la educación y formar jóvenes empoderados, dispuestos a cambiar su realidad», reflexiona ‘Lala’, como la conocen en la dinámica comunidad educativa de Fe y Alegría. Inquieta, espontánea y apasionada, Lala inició su labor en 1974, en la dirección del colegio Fe y Alegría 17 de Villa El Salvador. La realidad en el arenal fue crucial para entender la esencia del ser maestro. «Un maestro tiene que amar su profesión, descubrir su importancia como formador y transformador de la realidad. Para mí eso es fundamental».
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ulia Delgado soñaba con viajar y especializarse en Turismo. Pero estudió Educación y no se arrepiente. Con 26 años de carrera docente, casi todos como profesora nombrada en el colegio Franz Tamayo de Comas, ella sabe remar contracorriente. El colegio que la acogió tenía solo dos aulas en medio de un terral. No había pistas, veredas ni servicios básicos pero ahora eso es solo un recuerdo. Profesora comprometida con su labor, Julia entiende la educación como un 32
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motor de cambio. Por eso participa de los círculos de autoeducación (CAD) que impulsa el Instituto de Pedagogía Popular y ella coordina en el cono norte de Lima. Participar en un CAD es sacrificar el escaso tiempo libre disponible para compartir ideas, actualizarse en legislación magisterial e intercambiar experiencias pedagógicas que dan resultado en el aula. Así, Julia ha recorrido casi todo el Perú, ha logrado sistematizar algunas de esas experiencias y ha publicado resultados. “Lo importante es que como profesores no dejamos de aprender”, sentencia.
Perfil Julia Delgado Ramírez (54) es coautora de una guía para preparar loncheras saludables y de un libro sobre los alimentos en los áreas rurales. Estudió Educación en la Universidad San Luis Gonzaga de Ica.
elissa Giorgio (derecha) y Ana Hernández Sanchiz (izquierda) no se alarman si ven a un niño durmiendo en un concierto sinfónico que ellas organizan. Prefieren pensar en que es un espectador pleno hasta la relajación total. Ambas se conocen personalmente apenas hace unos días, pero nombran lo suyo como un “flechazo profesional”. Melissa es la coordinadora del Programa de Formación de Nuevos Públicos del Gran Teatro Nacional, iniciativa que propicia el interés por el teatro, la danza o la ópera en niños y
adolescentes. Hace unos meses contactó a la española Ana Hernández Sanchiz, actriz y educadora musical, que trabaja con importantes instituciones de su país como la Orquesta Nacional de España. Juntas prepararon varios talleres sobre educación musical y conciertos didácticos en Perú. Los pequeños serían su exigente público. Melissa y Ana saben que el arte motiva valores y cualidades como la sensibilidad y la conciencia crítica. Incluso en medio de los sueños. Por eso piden paciencia a los papás que buscan fomentar en sus hijos el hábito de ver y disfrutar cultura.
Perfiles Melissa Giorgio (40, Perú) es comunicadora social y docente con posgrado en gestión, mediación cultural y educación artística. Ana Hernández Sanchiz (43, España) es actriz y especialista en pedagogía musical.
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