MIRTA ROSES, DIRECTORA DE LA OPS
"La tasa de mortalidad infantil argentina hace rato que debería ser de un dígito" (cáncer y diabetes, por ejemplo); y las lesiones externas como los homicidios, los suicidios y los accidentes de tránsito, que siguen en aumento. La peculiaridad es que éstas lesiones están afectando a la población económicamente activa, sobre todo a los hombres de entre 19 y 39 años.
La argentina Mirta Roses conduce la Organización Panamericana de la Salud desde 2003. Estuvo en Buenos Aires, donde participó del Congreso Internacional de Ciencia y Salud y se reunió con distintas autoridades nacionales. Luego viajó a Chubut para dialogar con representantes de los grupos originarios del país. Antes del viaje, se hizo un lugar en la agenda para dialogar con PERFIL. Por qué le preocupa el aumento de la violencia social. A primera vista, el brazalete blanco de goma en su muñeca desentona con su look de funcionaria importante. Pero, en realidad, es todo un símbolo que la resume. “Es el de la campaña ONE contra la pobreza que encabeza Bono, de U2. Me lo regaló él mismo”, comentó sonriente Mirta Roses. Fue al final de la entrevista con PERFIL, en la que la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) opinó, entre otras cosas, sobre la situación sanitaria argentina y los desafíos pendientes en la región, a la que define como la más desigual del mundo. —Usted menciona las lesiones externas como un nuevo capítulo de preocupación. ¿A qué se refiere? —En el perfil epidemiológico del continente hoy tenemos tres grandes causas de mortalidad: las enfermedades infecciosas, que se están reduciendo; las enfermedades crónicas ORGANIZACIÓN HOSPITALARIA
—¿Cuál es la razón de este aumento? —Sin dudas, está vinculado a los cambios en la sociedad misma (la urbanización, en el caso de los accidentes de tránsito) y a las conductas más violentas. Hay menos cultura de paz y más cultura de violencia. La resolución de los conflictos casi siempre deriva en causas de agresión, en vez de negociación... lo están viendo acá con el deporte. —¿Eso solo? —Además, ocurre que este tema crónico de la desigualdad se ha vuelto insoportable: antes, aunque estuvieran mal distribuidos, los bienes no eran tantos ni tan visibles. La comunicación, la movilidad de las personas, hacen que las diferencias sean mucho más visibles. — Hace poco se aprobaron las vacunas contra el rotavirus y el HPV. ¿Deberían sumarse al calendario oficial? —Estamos ayudando a los países para que tomen una decisión equilibrada. Lo que recomendamos es averiguar qué impacto tienen esas enfermedades en cada país y cuáles son los grupos más afectados. Y que continúen las medidas preventivas. — ¿Cómo está la Argentina en el mapa de la región? —Creo que está en el tramo superior de los países con mejores indicadores, y una cosa que hay que destacar mucho es que la crisis tan profunda de 2001 no tuvo el impacto que se podía haber esperado. Y eso es muy difícil de 1
explicarle a la población porque lo que no sucede, no sucede. La gente tiende a pensar que lo que no ocurre es gracias a Dios, pero generalmente se hacen muchos esfuerzos para evitar que las cosas pasen. —¿Por qué el sistema no colapsó con la crisis? —Porque hubo una reacción protectora del sistema, de parte de la política pública, de las organizaciones de la sociedad civil, de los propios trabajadores, de la capacidad institucional instalada y de algunas medidas muy rápidas como el tema del acceso a medicamentos. De todas maneras, históricamente la Argentina no tuvo los indicadores que le corresponden a su nivel de desarrollo económico social. Siempre estuvo peor en relación con sus recursos y con sus determinantes sociales: hace rato que la Argentina debería tener una tasa de mortalidad infantil de un dígito... —¿A qué se debe esto? —Y... si uno tiene los recursos y no dan los resultados esperados, eso es lo que se llama ineficiencia. Una de las causas es que éste es un país muy fragmentado en su sistema de salud. Es un país federal y no están claramente delimitadas las responsabilidades entre los sectores. Países como Canadá, Cuba o Chile demuestran que los sistemas únicos son más eficientes.
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La salud del mundo, en manos femeninas Desde hace 10 días, Mirta Roses dejó de estar sola en un mundo de hombres: el 9 de noviembre la china Margaret Chan fue elegida nueva directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Creo que es una situación muy auspiciosa. Es interesante que las dos mujeres que estamos al frente de estos organismos de salud vengamos de países en vías de desarrollo. Hay mucho simbolismo en esto". Y agregó: “Si bien siempre he mantenido muy buenas relaciones de trabajo, como era la única directora regional me sentía como la niña entre los otros cinco directores regionales y el director general”. En cuanto a las cualidades profesionales de Chan, la argentina aseguró que “ha demostrado que tiene una visión de trabajo en equipo, y que considera que la estructura regional y la presencia de la organización en los países son elementos de fortaleza”. Tomado de www.perfil.com.ar (2006)
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