La relación con los Estados Unidos Gran Hermano: un falso realismo

15 feb. 2007 - Rodrigo Parias-Nucci [email protected]. Copagos. Se ñor Di rec tor: “Finalmente, el gobierno nacio- nal ha transigido con lo que desde el.
81KB Größe 8 Downloads 68 vistas
Opinión

Página 16/LA NACION

2

3

Jueves 15 de febrero de 2007

Cartas de lectores Deseo vivir Buenos Aires, jueves 15 de febrero de 2007

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 “LA NACION será una tribuna de doctrina” (Núm. 1, Año 1) Director: BARTOLOMÉ MITRE

Gran Hermano: un falso realismo

U

NA cosa es copiar o mostrar ciertas escenas de la vida real con una fidelidad fotográfica puramente exterior, captando o registrando determinados hechos tal como se suceden azarosa y mecánicamente en el tiempo real. Otra cosa muy distinta es investigar la realidad en su verdadera profundidad humana y social y con un auténtico espíritu documentalista. Quien elige el primero de esos dos caminos sólo logrará mostrarnos una cara neutra, insulsa y probablemente falsa del universo cotidiano, pues se le escaparán siempre los contenidos esenciales de la experiencia vital, que son los que aporta el espíritu creativo del hombre en su diálogo permanente con el mundo que lo rodea. Nada más falso, entonces, que presentar la pura captación de momentos inocuos, despersonalizados y mecánicos de la realidad como si fueran auténticos fragmentos de vida. La producción televisiva Gran Hermano, que en estos días el público argentino conoce en su cuarta versión, es un claro ejemplo de lo que no debe hacerse si realmente se aspira a ofrecer un testimonio convincente y sincero de la vida real o del mundo cotidiano. En sus extensas emisiones diarias, el mencionado programa de TV sólo se ocupa de provocar un alargamiento artificial y deprimente de los espacios de tedio y de inútil pasividad que el puro hecho de existir impone, inevitablemente, a todo ser humano. Se condena, así, a la imagen fílmica o televisiva a una pasividad lamentable, que desaprovecha y traiciona su natural capacidad para seleccionar, fragmentar y reordenar las experiencias cotidianas de los seres humanos, potenciando así la búsqueda o la valoración de sus aspectos más trascendentes o significativos. Si a eso se agrega la ausencia total –en las sucesivas emisiones de Gran Hermano– de toda propuesta o expresión que traduzca una visión del mundo fundada en valores o principios capaces de dignificar la existencia humana, resulta difícil entender por qué razón esta publicitada producción televisiva, adscripta a un formato que llegó a nosotros después de recorrer con suerte irregular las pantallas de los otros países, encabeza actualmente la tabla del rating televisivo. En nombre del rating hoy todo parece justificado, aunque se crucen fronteras inimaginables. Algo nos debe de estar pasando como sociedad cuando otorgamos nuestra preferencia, en el campo televisivo, a programas que exhiben una inocultable tendencia a la insustancialidad, el mal gusto y el vacío espiritual. Por otra parte, es obvio que las escenas exhibidas en las sucesivas entregas de Gran Hermano remiten a una “realidad” social o testimonial cuyo nivel de espontaneidad y veracidad resulta, por lo menos, sospechoso. ¿Cómo desechar la idea de que esa “realidad” ha sido, en buena media, prefabricada o “ar-

mada” por los responsables del programa en función de sus nada estimulantes necesidades de producción y, sobre todo, de sus apetencias de sensacionalismo? Por lo demás, es preciso insistir en que el uso de la expresión “gran hermano” para un reality show de tan dudosa seriedad implica una desnaturalización del admirable sentido con que la literatura utilizó por primera vez esa denominación. Debe recordarse que el primero en usarla fue el novelista británico, nacido en la India, George Orwell, quien en 1948 llamó “Gran Hermano” a uno de los personajes de su novela de anticipación 1984. Orwell daba ese nombre a un dictador que manejaba, en la ficción, un inmenso sistema totalitario. Ese supuesto tirano disponía, en efecto, de un gigantesco sistema de cámaras de televisión que le permitía vigilar y controlar a los habitantes de su país durante las 24 horas del día. El libro de Orwell, en realidad, pretendía advertir al mundo sobre el uso desaprensivo y brutal que los gobiernos totalitarios del futuro podían llegar a hacer de los vertiginosos adelantes de la tecnología. El ojo del “Gran Hermano” estaba en condiciones de espiar permanentemente a todos sus súbditos: los vigilaba cuando se vestían, cuando comían, cuando dormían en sus camas. Orwell escribía en un momento histórico en que estaban aún frescas en la memoria colectiva las brutalidades del nazismo y del fascismo, y cuando se encontraba todavía en pie la inmensa maquinaria del totalitarismo soviético. El programa de TV que motiva este comentario también usa las cámaras para asomarse permanentemente a la intimidad de un grupo de personas, pero no ya como parte de una instrumentación totalitaria, sino como sustento de un simple y decadente programa de entretenimiento. Por lo tanto, el uso que se hace de tal expresión constituye, por lo menos, una frivolización del mensaje original de Orwell, que formaba parte de un alegato político e ideológico extremadamente serio. Anotemos, por último, que en algunas emisiones de ese programa los personajes intervinientes han incurrido en gestos y actitudes que orillan la apología del delito, como es el caso de ciertas jornadas en las que no se ahorraron expresiones favorables al consumo de drogas. En España hizo carrera, en cierto momento, la expresión “telebasura” para designar a los programas que desafían los valores morales básicos de una sociedad. Las atribuciones que la ley otorga al Consejo Federal de Radiodifusión (Comfer) no son ajenas, por cierto, a la defensa de esa clase de principios. Pero el organismo no se distinguió hasta ahora por su celeridad ni por su dinamismo en lo que toca al ejercicio de esa clase de responsabilidades. ¿Por qué habría que esperar que lo hiciera ahora?

La relación con los Estados Unidos

D

ESPUES del período de enfriamiento de la relación entre la Argentina y los Estados Unidos que siguió a la cumbre de Mar del Plata, tres altos funcionarios de la administración del presidente George W. Bush estuvieron en Buenos Aires la semana última como parte de un esfuerzo bilateral por fortalecer el vínculo. De todos modos, todavía queda mucho camino por recorrer para terminar de reconstruir los puentes dañados, que la gira de Bush por países de la región sin contemplar a Buenos Aires se encarga de remarcar. El primero en llegar a nuestro país fue el secretario de Justicia, Alberto González, uno de los más influyentes integrantes del gabinete norteamericano, quien luego de reunirse con funcionarios del gobierno argentino manifestó no sólo su aprecio por la estrecha cooperación de la Argentina en materia de lucha contra la droga y el terrorismo, sino que elogió las actuaciones llevadas a cabo para buscar a los responsables del atentado en la sede de la AMIA. También destacó la importancia de que hubiera en el país leyes adecuadas para detectar, disuadir y combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. A pocas horas de su partida, arribaron el subsecretario para Asuntos Políticos del Departamento de Estado, Nicholas Burns, y el responsable para Asuntos Hemisféricos de ese organismo, Thomas Shannon. Burns expresó que el gobierno de Bush quiere elevar y fortalecer las relaciones bilaterales y dijo que la Argentina es el socio más importante de los Estados Unidos en la región en materia de no proliferación nuclear. En ese sentido, señaló a nuestro país como un gran aliado en la disputa con Irán en la Comisión Internacional de Energía Atómica. Sin embargo, no todos los temas tratados encontraron el mismo nivel de coincidencia, como ocurrió con el caso de Irán. Se mantienen algunas diferencias de criterio sobre los pasos por seguir ante desafíos regionales, como es el caso de Cuba, donde existen diferentes visiones centradas en particular en las “tácticas” para alentar su transición. Quizá la cuestión con la

que hubo más distancia haya sido Venezuela, aunque los funcionarios argentinos intentaron tranquilizar a los norteamericanos sobre la influencia política de Venezuela en la región. De acuerdo con la postura de los Estados Unidos, los desafíos que deben enfrentar juntos ambos gobiernos en el futuro próximo son cuatro: cambio climático, tráfico de niños y mujeres, narcotráfico y terrorismo, particularmente en la lucha contra la proliferación de armas biológicas y nucleares. Otro factor preponderante que contribuye al fortalecimiento de las relaciones bilaterales es la tarea que viene desarrollando el embajador norteamericano acreditado en nuestro país. En efecto, en los casi 3 meses y medio al frente de la Embajada, Earl Anthony Wayne, un experimentado e influyente diplomático, ha desplegado una intensa actividad, que se ha visto reflejada en las numerosas reuniones con ministros y funcionarios del Poder Ejecutivo, con quienes abordó cuestiones relacionadas con las inversiones de empresas de los Estados Unidos en nuestro país, en particular en los sectores de energía y de comunicaciones, la responsabilidad social empresaria y la educación. Las dos administraciones han dado señales de querer mejorar el diálogo bilateral y de buscar nuevas áreas de cooperación entre los dos países. Además, existe por parte de los diferentes sectores de los gobiernos la voluntad para trabajar en la expansión de los lazos comerciales y de profundizar la buena relación de trabajo en materia económica. Pero a veces queda la impresión de que el vínculo transita por dos carriles: el silencioso y fructífero de la vía diplomática, por un lado, y el de los públicos cruces verbales, por el otro. Las relaciones entre la Argentina y los Estados Unidos han atravesado circunstancias más o menos favorables, según la coyuntura y sus protagonistas. Ya es tiempo de que la madurez y previsibilidad se impongan para transformarse en las características sobresalientes de un vínculo que, sin abandonar las diferencias de criterio, potencien las coincidencias como corresponde a toda relación seria y fluida.

Señor Director: “Soy una paciente oncológica con cáncer de mama. Estoy realizando mi tratamiento en el hospital de Haedo, en donde fui operada. De acuerdo con la ley promulgada por el gobierno hace varios años, a través del Programa Médico Obligatorio están obligados en el hospital a brindarme sin cargo la droga para hacerme la quimioterapia, ya que tampoco estoy en condiciones de comprarla porque pertenezco a una familia de escasos recursos. “El 26 de enero encargué la droga para mi segunda quimioterapia, que me tendría que haber realizado el 2 de febrero, y hasta el día de la fecha no conseguí una respuesta concreta. Esto me hace entrar en un estado de desesperación, ya que esta enfermedad hay que tratarla al pie de la letra porque si no avanza día tras día, y con mis 45 años deseo vivir. “Llamé al banco de drogas de La Plata, que es de donde envían los medicamentos, y allí me respondieron que ya habían sido enviados, pero en el hospital de Haedo me dicen que aún no los han recibido. “No soy yo la única en esta situación. Hay muchas mujeres más que están a la espera y sin saber qué pasará con sus vidas. Espero tener buenas noticias pronto.” Irene Díaz DNI 14.591.812 [email protected]

Gobierno ni el Estado se inmiscuyan más, ni en mis decisiones ni en mi bolsillo. Yo elegí una prepaga que no es de las mejores, pero me brinda lo que necesito. Dejen en manos de ella y mías el precio de su servicio. La intromisión de un tercero lo único que logra es perjudicar a los interesados.” Teresa Arroche [email protected]

Sentidos, sinsentidos Señor Director: “Raúl Castells dijo en LA NACION del 19 de enero que “cortar calles ya no tiene sentido”. “El 13 de febrero Castells volvió a cortar una calle con una protesta

Alicia Padilla Directora Relaciones Institucionales Fundación Fortunato Benaim DNI 3.606.780 accioncomunitaria@ fundacionbenaim.org.ar

Caza deportiva frente al Instituto de la Vivienda. “¿Les habrá encontrado sentido a los cortes o será que su palabra sólo tiene validez por unos veinte días?”

Crisis en el Clínicas Señor Director: “Escribo como médico que recibió parte de su formación en ese hospital, pero también escribo como persona que siente desasosiego, tristeza y frustración al ver cómo se va desmembrando un ícono de las ciencias médicas no sólo de este país. “Soy extranjero, y esa casa me abrió sus puertas, igual que a muchos otros extranjeros y argentinos que vinieron aquí a aprender. Durante mi carrera de pregrado en Colombia estudié con libros cuyos autores pertenecían al Hospital de Clínicas, y al llegar aquí sentí orgullo y aprendí a querer a este hospital que hasta me brindó donde vivir. “Hoy está casi cerrado, envuelto en una pugna que es ajena a muchos de sus profesionales y empleados; a nadie parece importarle, no es noticia que se deriven sus pacientes, que no haya ni con qué hacer una radiografía, que falten profesionales en algunas áreas, que no haya aún un presupuesto definido y por lo tanto todo se congele y se paralice. “A riesgo de parecer romántico, ¿a nadie le importa la tradición y la historia de esta casa de estudios? ¿A nadie preocupa que la Universidad de Buenos Aires se quede sin su «Hospital Escuela», y que desaparezcan sin pena ni gloria décadas de historia y múltiples generaciones de profesionales de diversas áreas de la salud que hoy miran a un costado? “Es escandaloso ver en ruinas lo que alguna vez fue un faro para las ciencias de este país.” Rodrigo Parias-Nucci [email protected]

Copagos Señor Director: “Finalmente, el gobierno nacional ha transigido con lo que desde el comienzo quisieron las empresas de medicina prepaga, que es establecer el sistema de copagos, que ya rige en otros países. “La alternativa a ello es suscribir planes carísimos que incluyen prestaciones que no nos interesan en lo más mínimo, como turismo, seguro de vida o seguro familiar para la muerte del titular. En todo caso, debería fijarse una tarifa que no incluya esos “beneficios” ni copagos. “La trampa del sistema de copagos, como sucede en los Estados Unidos, es que luego de instalado en la sociedad comienzan a aumentar los montos que hay que pagar por cada prestación, lo cual lleva a mucha gente a abandonar el sistema porque prefieren caer en el autoseguro, con el correlativo daño a la salud general, y el peso sobre las cuentas del Estado, que de esta forma tiene más clientes para los hospitales públicos.” Dr. Patricio Aristóbulo Navarro Abogado DNI 4.437.750

No se inmiscuyan Señor Director: “Soy una persona mayor que tiene la suerte de poder trabajar en lo que le gusta, a pesar de que mis ingresos no son abundantes. No quiero que el

de las interconsultas realizadas por los profesionales de las tres instituciones. “Todo ello se ha realizado en forma gratuita, pero no se ha logrado que concurra para continuar con los exámenes que deben efectuarse como paso previo a las operaciones. Cabe destacar que todos los profesionales mencionados están interesados en continuar su atención, sin que esto implique gasto alguno para ella. “Por ello habría que buscar otra explicación a su búsqueda de fondos para solventar su tratamiento. “Aprovechamos para reiterarle que la Fundación Fortunato Benaim ofrece un Plan de Acción Comunitaria y Ayuda Solidaria, por el cual se atiende sin cargo a cualquier persona que sufra secuelas de quemaduras y no disponga de cobertura médica para su tratamiento. Sólo deben dirigirse al 4941-0949, de lunes a viernes, de 9 a 17”

Federico José Caeiro [email protected]

Trámites y títulos Señor Director “Con respecto a una carta de lectores publicada ayer en LA NACION, quisiera aclarar cuál es trámite que se desarrolla para otorgar el título a un alumno que ha terminado la carrera de Psicología. Si bien es extenso, conlleva una gran responsabilidad para con el egresado de la Facultad de Psicología. “Este trámite de título se inicia con un pedido del interesado después de aprobar lo que considera que es su última materia y se le otorga un número de seguimiento; a partir de ahí se procede a la verificación del cumplimiento de todos los requisitos del plan de estudios y sus calificaciones, analizando todas y cada una de las actas originales de examen, preservadas con número de libro y folio, incluída la situación académica certificada por el Ciclo Básico Común. “Una vez constatado ese cumplimiento, pasa a la Dirección de Títulos y Planes de la Universidad para una segunda verificación. Cumplida ésta, se procede a la confección del diploma, a cargo de un calígrafo; el diploma regresa a la Facultad, la que se encarga de su legalización en el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación. A partir de ese momento corresponde efectuar la entrega al graduado mediante una ceremonia de juramento. “El tiempo promedio que lleva el trámite descripto es de alrededor de 8 meses. Cuando el egresado certifica que requiere aceleración del trámite por estar inscripto como aspirante a residencias en salud o por motivos de emigración, aquél se realiza con carácter de muy urgente despacho. “La tramitación de un diploma universitario no es «burocracia» vacía; es responsabilidad social. “Debo agregar que la Facultad de Psicología de la UBA expide alrededor de 1500 diplomas por año. La persona que escribió la carta de lectores se graduó en agosto de 2002 y recibió su diploma en junio de 2003.”

Señor Director: “En una carta de lectores publicada ayer con la firma del señor Jorge Ybarra se formula un curioso panegírico de la brutal costumbre de matar animales por el simple placer de hacerlo en el «deporte» de la caza. “El hombre es el único ser viviente que mata por placer. La caza de grandes mamíferos ha conducido a que muchos de estos bellísimos animales estén apunto de extinguirse. Recordemos que hace pocos años el Reino Unido prohibió la caza del zorro (que Oscar Wilde había definido como “un conjunto de innombrables persiguiendo a un incomible”). “Me resulta inconcebible que a esta altura de la civilización se pueda elogiar el asesinato de animales por el placer de hacerlo, asesinato que habitualmente se lleva a cabo tendiendo una celada que impide al animal defenderse siquiera.” Patricio J. Garrahan LE 4.264.353

Casamiento denegado Señor Director: “Ayer, resultó curiosa la indignación de dos mujeres ante la negativa del Registro Civil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de concederles una fecha para que contraigan matrimonio. Cualquier persona con sentido común se hubiese negado a acceder a tal solicitud. “Según el Diccionario de la Real Academia Española, el matrimonio es “[la] unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos o formalidades legales”. A su vez, y luego de la lectura de los artículos pertinentes del Código Civil, salta a la luz que el matrimonio sólo puede concebirse, como tal, entre un hombre y una mujer. “Desde el momento en que, por la naturaleza de la institución, dos personas del mismo sexo no pueden contraer matrimonio, caería el argumento de la discriminación. Para poder reclamar ciertos derechos es necesario, antes, cumplir con ciertos requisitos. Sólo se estaría ante un acto de discriminación si el derecho en cuestión le fuera negado a una persona que cumpliera con todos los requisitos necesarios para ejercerlo. “Para la existencia del matrimonio en nuestro país, la ley sigue reconociendo tal principio natural y es requisito esencial el diferente sexo de los contrayentes.”

Lic. Sara Slapak. Decana de la Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires prensaycomunicacion@ psi.uba.ar

Alejandro María Massot DNI 28.381.089 [email protected]

Voto electrónico Quemaduras Señor Director: “En la sección Cartas de lectores de anteayer, la señora Silvina Manzi comenta el caso de la niña llamada Nadia, a raíz de la nota publicada el 12 de febrero con el título: “150.000 chicos necesitan cirugía por quemaduras”. Ella comenta que la niña, que tiene graves secuelas en el rostro y cráneo, pide limosna en la Línea B de subterráneos para financiar sus operaciones. “Por ello me permito informarle que la niña Nadia ha sido atendida en el Hospital Garrahan de Buenos Aires, el Sor María Ludovica de La Plata y por profesionales de nuestra Fundación Benaim. El tratamiento que requiere es complejo y surge

A los lectores

Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones

Atención al lector 4317-3000 Impresión y distribución: Zepita 3251, Capital Federal • Las ventas de LA NACION son auditadas por el IVC. • © Año 2007, S.A. LA NACION, Dirección Nacional del Derecho de Autor, expediente Nº 452.769. Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido del presente diario.

Señor Director: “A meses de las próximas elecciones el gobierno nacional y los poderes legislativos deberían formalizar legalmente que el sistema de votación fuera electrónico. La débil oposición política tendría que ser la más preocupada para que se implantara este sistema. “No tienen la estructura partidaria del peronismo y lo que resta del radicalismo. No poseen fiscales suficientes en la mayoría del país y son fácilmente vulnerables. En cambio, con el voto electrónico sería más transparente. Al parecer a nadie le interesa este sistema ya implantado en Brasil, donde el grueso de la población es semianalfabeta.” Juan José Varrone DNI 4.169.416

de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: [email protected]; fax: 4319-4509; dirección: Bouchard 557, 5º piso, Capital. CP: C 1106 ABG

www.lanacion.com.ar/contactenos

Precio del ejemplar: Lunes/Martes/Miércoles/Viernes $ 1,70.- Jueves $ 2.- Sábado. $ 2,10.Domingo. $ 4.- Recargo envío al interior: $ 0,30. Recargo c/Corriere della Sera $ 0,50.- En Uruguay: Lunes/Sábado: $U 35. Domingo $U 50. Recargo c/Corriere $U 10,00.- En Paraguay: Lun./Sáb. G 9000. Dgo. G 12.000.- En Brasil: Lun./Sáb. R$ 8/Dgo. R$ 10.- Museos del mundo $ 24,90.- Enciclopedia de los animales N. Geographic $ 19,90.- Casos de éxito empresarial $ 15,90.-

Bouchard 557, CP 1106 ABG; Tel.: 4319-1600, Fax: 4313-1697 Atención personalizada: ver Red Comercial en el Suplemento de Clasificados