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economía
| Lunes 17 de febrero de 2014
La rebaja de los precios de los medicamentos tendrá que esperar trabado. Los laboratorios dicen que Capitanich se apresuró a anunciarla, porque todavía
hay diferencias con Economía; ofrecen congelar el precio de enero de 600 productos
Florencia Donovan LA NACIoN
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, anunció el miércoles pasado un acuerdo con los laboratorios para retrotraer los precios de 18.000 medicamentos al 15 de enero pasado. Cuando faltan horas para que entre en vigor, no obstante, el acuerdo está lejos de haberse firmado, según confirmaron a la nacion fuentes oficiales. “No está cerrado el tema”, admitieron en el Ministerio de Economía. “El problema es que los laboratorios quieren una canasta con medicamentos a precio fijo, pero después no quieren retrotraer todos los precios, sólo algunos”, aseguraron las fuentes. El viernes a última hora, los representantes de las tres principales cámaras que agrupan a los laboratorios que operan en el país –Caeme (de las empresas multinacionales), Cilfa (de las empresas nacionales) y Cooperala (básicamente, cooperativas de capital argentino)– se reunieron con Capitanich; el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Comercio, Augusto Costa, para tratar de llegar a un acuerdo. Sin embargo, no tuvieron éxito, y según dejaron trascender desde las empresas, las negociaciones están bien trabadas. A comienzos de año, la industria había ofrecido al Gobierno una canasta de 600 medicamentos a precio congelado, y además ponerles un tope de 20% a los aumentos de precios del resto. El Gobierno rechazó la propuesta, y después de la devaluación de los últimos días de enero redobló su apuesta y pidió a la in-
Anuncio fallido
Jorge Capitanich, el miércoles pasado “Llegamos a un acuerdo y se van a retrotraer al 15 de enero los precios de 18.000 productos a partir de la semana que viene, y habrá una disminución de 600 precios a diciembre”, dijo dustria que diera marcha atrás con todas las subas de precios que había realizado desde diciembre hasta entonces. Muchos laboratorios habían aprovechado la salida de Guillermo Moreno, en noviembre pasado, para poder retocar sus precios. El entonces secretario de Comercio Interior sólo les había habilitado en todo el año subas promedio del 10% (y les había prometido por lo menos un 12%), cuando el sector había cerrado paritarias con aumentos de salarios de 26 por ciento. Así las cosas, la industria terminó por presentar una contrapropuesta, que fue la anunciada la semana
pasada por Capitanich: una canasta de 600 medicamentos a precio fijo, y el resto de los productos con precios al 15 de enero pasado. Pero el anuncio de Capitanich no había terminado de consensuarse con el Ministerio de Economía. Tanto que ese mismo día los ejecutivos del sector habían dejado trascender que faltaba negociar los detalles del acuerdo. A fines de la semana pasada quedó en evidencia que la negociación no sería fácil. Y, nuevamente, quedaron a la vista las diferencias entre los miembros del gabinete económico. “Aceptaron de palabra algo y des-
pués retrocedieron, con lo cual nunca se firmó el acuerdo”, confiaron a la nacion en un laboratorio. “No sabemos si hay una pelea de poder, pero la industria no tiene hoy mucho margen para bajar mucho más los precios, menos teniendo en cuenta la dependencia que tiene de componentes importados”, aseveró. En el sector dicen que una de las diferencias con Economía surge porque en el equipo que conduce Axel Kicillof quieren que todos los medicamentos (unos 18.000) no suban más de 9,6%, cuando la industria se había comprometido a una suba promedio de esa magnitud, lo que implica que algunos subirían más que otros. Esgrimen, después de todo, que la propuesta que le hicieron al Gobierno es superadora de la que la Secretaría de Comercio ya firmó hace algunas semanas con Capgen, la cámara que reúne a los fabricantes de medicamentos genéricos. A estos laboratorios se les aprobó una suba promedio también del orden de 9%, mientras que las empresas agrupadas en Cilfa, Cooperala y Caeme dicen que, en su caso, tienen costo adicional no menor, que es el de los visitadores médicos, cuya paritaria cerró el año pasado con aumentos de 25%, y además financian un porcentaje de los descuentos que hacen el PAMI, las obras sociales y las prepagas, que para la industria representan unos 1200 millones de pesos al mes. “Los laboratorios queremos seguir subsidiando al PAMI y a las obras sociales, pero tampoco se puede hacer a pérdida”, deslizó otro ejecutivo del sector. ß
el pulso económico
Kicillof canta “multando espero” Jorge Oviedo —LA NACIoN—
A
l ministro Axel Kicillof le tomó un mes de su gestión armar el programa Precios Cuidados, para reemplazar el de los precios falsamente congelados por el ahora funcionario de la diplomacia (sic) Guillermo Moreno. Pero fue el Estado el primero que lo incumplió. Plenamente, el acuerdo rigió desde el 6 de enero pasado, día de los Reyes Magos. Pocos días después, cuando se cumplían 25 años del copamiento del cuartel de La Tablada, el Gobierno aplicó una devaluación de cerca de 25 por ciento. El mensaje a los empresarios que habían firmado los acuerdos fue enviado por el ministro y el secretario de Comercio, Augusto Costa: “Los vamos a convocar, vamos a hablar en marzo”. Hasta entonces, quien no cumpla será multado. El Gobierno no para de dar sorpresas. Hasta hace poco, decía que los precios no aumentaban. Ponía multas altísimas y perseguía penalmente a los que decían lo contrario. Ahora dice que los precios suben. E incita al escrache y a la persecución de comerciantes. Y quiere que las multas sólo puedan recurrirse en la Justicia luego de pagarlas. Rápidamente apareció un proyecto de
ley del senador Aníbal Fernández para tratar de materializar las pretensiones de la Presidenta. La idea es el solve et repte. Pagar y después pedir el reembolso. Y si el Estado no tenía razón, devuelve el dinero. Es así, dijo Cristina Kirchner, porque el Estado es solvente. ¿Alguien puede imaginarse que el Estado no devolverá?, es el argumento de la Presidenta que mantiene hace doce años el default de la deuda con el Club de París, que agrupa a varios de los países más poderosos del planeta. Es el mismo gobierno que falsificó los índices de inflación para pagarles menos a los tenedores de bonos. Y el mismo que desoye los fallos de la Corte Suprema que ordenan pagarles más a los jubilados que ganaron litigios. Si las cosas fueran como la Presidenta quiere y Aníbal Fernández busca permitirle, todos los multados por Guillermo Moreno por decir que había inflación habrían debido pagar y ahora deberían pasar años para tratar de recuperar el dinero, porque la Justicia no le dio la razón al Estado ni en una sola de las causas abiertas. Uno de los perseguidos fue el economista y consultor Miguel Bein, elogiado en los
últimos días por Cristina Kirchner. Que una sanción decidida por un oscuro funcionario no pueda discutirse sin pagarla es, como mínimo, una vía extraordinaria para coimas y corrupción, y como máximo, una política de destrucción de los derechos humanos de un gobierno que se vanagloria de defenderlos. Todos los precios han quedado desactualizados tras la devaluación. El sector de los combustibles es uno de los que ofrecen problemas. El deseo de Kicillof de establecer un “dólar petrolero”, más barato que el verdadero, mostró una vez más su enorme ignorancia sobre los temas en los que pretende decidir. Los primeros en poner el grito en el cielo fueron los gobernadores de las provincias productoras, que no quieren resignar más regalías. No es la primera vez que Kicillof mete la pata. Apenas expropiada YPF, se indignó con la anterior conducción: “Estos tipos importaban hasta arena”. El latiguillo fue repetido en cadena por la Presidenta. Un petrolero que admira al conductor de YPF, Miguel Galuccio, y que la escuchaba con atención se tomó la cabeza: “¡Lo está escuchando más al ignorante de Axel que a Miguel!”. La arena importada
era un producto especial que sólo se hace en pocos lugares del mundo y los montos son irrelevantes para la petrolera y la economía argentina. Mientras se dice que el Gobierno quiere atraer inversiones extranjeras, la norteamericana Apache se fue del país. Vendió sus negocios a YPF y a Pluspetrol. Un mercado que necesita más jugadores ahora tiene menos. Galuccio parece haber comprado el potencial y todos los estudios que tenía Apache, incluso en Vaca Muerta. Y hace más atractiva la compañía para que vengan socios. YPF ya tiene asociaciones con Pluspetrol y también la estatal Enarsa. Galuccio se asegura, descuentan en el mercado, el precio de 7,5 dólares por millón de BTU para el gas, que el Gobierno no quería darle a Apache. Curiosa maniobra: tener que comprar una empresa extranjera para atraer al capital extranjero a asociarse con YPF. Como en la canción de Sting, pareciera que los dólares del exterior hay que dejarlos libres y esperar a que vuelvan. Son las maniobras a las que se ve obligado Galuccio por las torpezas de la política. Todos los días tiene que demostrar que se merece el apodo de “mago”.ß
Pese a la suba de la hacienda, no mejora la rentabilidad del sector
informe privado. La diferencia con la inflación
que resigna el productor es de 9 a 10,4%
Fernando Bertello LA NACIoN
Pese al aumento que tuvo la hacienda vacuna entre fines de enero y principios de mes, el precio continúa entre 9 y 10,41 por ciento atrasado respecto de lo que fue la inflación real de los últimos tres años según el índice Congreso, de acuerdo con estudios privados. Según especialistas consultados por la nacion, de haberse ajustado por el promedio de inflación que miden consultoras privadas (y consolidan diputados de la oposición en el llamado índice Congreso), el valor del novillo debería ser de $ 15,56 por kilo. Sin embargo, el precio promedio para el novillo el viernes pasado en el Mercado de Liniers se ubicó más abajo de eso, en $ 13,94 por kilo. “Si comparamos el precio del novillo actual con el ajustado por inflación, el precio tiene aún un atraso de 10,41 por ciento”, remarcó el productor Néstor Roulet. Así, hoy el precio es $ 1,62 inferior por kilo a lo que debería ser. Ante las subas, el Gobierno ordenó primero a frigoríficos y supermercados bajar 20% los precios que llegan al público. No lo logró. Pero siguió buscando que retrocedieran. Para ello, la semana pasada avanzó en un acuerdo con los exportadores para que los cortes parrilleros (asado, matambre, vacío y entraña) lleguen con valores inferiores hasta un 30% a los supermercados. Ese convenio, que el sector exportador aceptó a cambio de que comenzaran a liberarse ventas al exterior frenadas, podría finalmente empezar a aplicarse esta semana. Paralelamente a estas acciones, con el aparente fin de quitarle presión a la demanda de hacienda, en los últimos días al menos una decena de importantes frigoríficos que operan en el Mercado de Liniers recibieron inspecciones del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y tuvieron objeciones por “fallas técnicas”, que les hicieron reducir su ritmo de faena y, por lo tanto, de compra de ganado. “Al menos siete frigoríficos, que representan el 30% de las compras en Liniers, ahora están faenando menos”, señaló un operador de ese mercado.
En el Senasa, una fuente admitió que esas inspecciones se hicieron como “parte de un plan anual y de rutina”, pero aclaró que no tenían nada que ver con algún propósito para que los frigoríficos compren menos hacienda en ese mercado. Atraso y costos Para Víctor Tonelli, consultor en temas ganaderos, el precio de la hacienda también sigue con un atraso importante frente a la inflación, y los productores no lograron recuperar rentabilidad. Según Tonelli, un indicador del Mercado de Liniers como el índice Novillo tendría que estar en 15,47 pesos por kilo. “Los precios actualizados por la inflación real están un 9% por debajo de lo que deberían ser si los precios hubieran acompañado el mismo ajuste que la inflación”, dijo. “Pese a las subas de noviembre y enero, los costos han subido más que el precio y, por ende, se ha perdido rentabilidad”, agregó el consultor. Roulet puso en números la pérdida de competitividad contando lo que ocurrió en el sector de invernada para engorde de hacienda. Lo hizo sobre la base de datos oficiales. En rigor, entre marzo de 2012 y diciembre de 2013 el valor del novillo en pie en pesos por kilo aumentó 17%. Pero los costos por hectárea para ese modelo de producción subieron 75%. Con esos números, hubo una pérdida de competitividad de 58 por ciento. “El precio de la hacienda en pie tuvo un estancamiento, mientras los costos productivos fueron aumentando al ritmo de la inflación”, dijo. De acuerdo con Tonelli, en los últimos dos años los precios de la carne al público aumentaron más que el novillo: subieron 76,4%, contra 68% del novillo. Con ingresos pesificados, en el sector ganadero hay preocupación por la suba de insumos y productos (alambre, antimoscas, caravanas, entre otros) para la actividad, luego de la devaluación. Según contaron productores en la red Twitter, en los últimos días, desde el 1° del actual ya se detectan subas que van de 23 a 32 por ciento. ß
Precio del novillo Precio del novillo actual
Precio del novillo ajustado por la inflación (índice del Congreso)
15,56
10,41%
13,94
12,12 9,654 7,862 7,862
8,915
9,660
0
2011
2012
2013
2014
Fuente: Néstor Roulet / LA NACION
Analizan instalar chips en cajas de supermercados para vigilar precios online. El sistema se ubicaría entre el lector de barras y el controlador fiscal de la caja; Costa pidió ofertas a empresas locales
El Gobierno analiza instalar chips electrónicos en las cajas registradoras de los supermercados para controlar el cumplimiento de los acuerdos de precios firmados con supermercados y proveedores, según publicó ayer el diario oficialista Tiempo Argentino. El objetivo es tratar de vigilar en tiempo real que los comercios que forman parte del programa Precios Cuidados no aumenten los precios que integran la lista acordada, tras las últimas denuncias de consumidores y funcionarios. El nuevo mecanismo de control fue analizado en una reunión que tuvo lugar el jueves pasado entre técnicos de la Secretaría de Comercio, que dirige Augusto Costa, y más de 100 empresas nacionales de electrónica y electromecánica, que pidieron un plazo máximo de tres meses para la fabricación de los chips, en caso de llevarse adelante la iniciativa.
El llamado Sistema Auditor Electrónico de Control de Precios y Abastecimiento (AEPA) consistirá en tarjetas electrónicas que se ubicarán entre el lector de código de barras y el controlador fiscal de las cajas registradoras de los supermercados, y enviará datos acerca del producto y su precio directamente al organismo. La aplicación permitirá saber lo que cada supermercado cobra por un producto y también comparará los precios de ese producto con los de otros comercios de la zona y los que figuran en la lista acordada de casi 200 productos. Hasta ahora ya se habían instrumentado aplicaciones para teléfonos móviles, como la llamada Precios oK, a través de las que los consumidores pueden escanear el código de barras de un producto para saber su valor y el lugar donde pueden comprarlo a mejor precio.
El Gobierno viene acusando a empresarios y cadenas de supermercados desde principios de mes por haber presuntamente violado los acuerdos de precios, y trata de sumar al público para denunciar los “abusos” y controlar el cumplimiento de aquéllos. Los dispositivos ahora en estudio remitirían información directa de unas 2000 sucursales de 60 cadenas de supermercados a la secretaría conducida por Augusto Costa con una descripción del producto y su precio. Según señaló Tiempo Argentino sobre la base de fuentes oficiales, los funcionarios dieron a los empresarios un plazo máximo de 60 días para presentar 50 prototipos del AEPA a fin de analizarlos, seleccionar el más apropiado y fabricarlo. El precio por unidad no excedería los 150 dólares y el Gobierno “analiza subsidiar en parte la compra de estos equipos por parte de los comercios”. ß