Contexto que vio nacer la misión de Pablo
“la primera experiencia misionera de la Iglesia no es para nosotros solo un suceso del pasado, sino una memoria viva que nos ayuda a discernir el presente y a proyectar el futuro” Lineamenta del Sínodo:
Desde muy temprano la Iglesia se configuró a partir de un relato de la primera evangelización
Ya en los primeros tiempos de esta evangelización encontramos de manera escrita y con muchos detalles esta narración en el libro de los hechos de los apóstoles, en las cartas de Pablo que hablan justamente de una experiencia misionera
Este relato es muy simple. Hay un texto tomado de la primera carta de Clemente I, que es un escritor cristiano de final del siglo I. Un relato en el que se toman algunos aspectos de aquella experiencia y con ellos se sintetiza lo que se entiende por primera evangelización
Esta primera evangelización para poder ser retenida en la memoria, para poder ser mantenida y recordada fácilmente, adquirió la forma de un relato, de un relato que acaba siendo un relato normativo
“Los apóstoles nos predicaron el evangelio recientemente de parte del señor Jesucristo. Jesucristo fue enviado de Dios, en resumen, Cristo de parte de Dios y los apóstoles de parte de Cristo: una y otra cosa, por ende sucedieron ordenadamente por voluntad de Dios. Así pues, habiendo los apóstoles recibido el mandato y plenamente asegurados por la resurrección del señor Jesucristo y confirmados en la fe por la palabra de Dios, salieron llenos de la certidumbre que les infundió el Espíritu Santo, a dar la alegre noticia de que el reino de Dios estaba para llegar. Y así, según pregonaban por lugares y ciudades la buena nueva y bautizaban a los que obedecían el designio de Dios iban estableciendo a los que eran las primicias de ellos, después de probarlos en el Espíritu, por inspectores y ministros de los que habían de creer…”
Otro testimonio lo encontramos en la Historia Eclesiástica de Eusebio, en el siglo IV, poco después de que el Cristianismo hubiera sido ya reconocido como religión lícita en el Imperio Se presenta como un relato simplificado de la primera evangelización; se puede resumir en 4 rasgos:
Primero: Jesús envió a los apóstoles. Segundo: los apóstoles anunciaron el evangelio. Tercero: el anuncio el evangelio provocó la conversión de muchos, y cuarto: los que se convirtieron formaron comunidades cristianas
Este es el relato simplificado, el que queda en la memoria colectiva de la Iglesia y con el que hemos venido funcionando durante 20 siglos.
Ahora bien…. Vamos a detenernos de hecho en escenas concretas, en situaciones concretas, ¿para qué? Para que reflexionando luego sobre ellas, podamos deducir y entender de una manera más profunda este relato normativo, que es el relato con que funcionamos. Por ejemplo: descubriendo que además de la misión de los apóstoles, aparte de la predicación de Pedro, Santiago y Pablo entendida como si se tratara de una única misión, hubo misiones muy diversas; esa comprensión de un contexto plural, a lo mejor en una sociedad compleja como la nuestra, puede ayudarnos a comprender algunas opciones de Pablo.
EL PRIMER ANUNCIO EN JERUSALÉN En Jerusalén fue donde resonó por primera vez el anuncio de la buena noticia. Los evangelios nos recuerdan cómo los encuentros con el resucitado movieron a muchos a dar testimonio de esta vivencia. En Jerusalén se constituyó enseguida una comunidad cuyo testimonio llegó hasta los confines del mundo, sobre todo a través de los peregrinos que cada año llegaban a la ciudad para las grandes fiestas.
Entre otros muchos aspectos, esta experiencia me parece significativa porque hace ver que la evangelización comenzó por los más cercanos, los que ya conocían a Jesús
La comunidad de Jerusalén comienza en el año 30 con la resurrección de Jesús y termina en el año 70, cuando hubo una guerra muy importante en Palestina y la comunidad de Jerusalén, según la tradición, tuvo que huir al norte cerca del mar de Galilea, con lo cual terminó allí su tiempo de vida. En estos años la comunidad tuvo que vivir un tiempo muy difícil. ¿Cuál fue la historia de esta primera comunidad?
La actividad misionera de la iglesia tiene como marco la historia de esta comunidad; esta historia comienza con la actividad de Jesús y termina con la destrucción de la cuidad en el año 70, la mayoría de los cristianos se marchan de la ciudad porque ella fue destruida con la entrada de Tito a Jerusalén, todos los judíos son expulsados, y junto con ellos, nuestra comunidad
La actividad de Jesús comienza en Galilea y finalmente, al terminar su vida pública, Jesús sube a Jerusalén, de manera que conocemos un tiempo de la actividad de Jesús en la ciudad Santa. Probablemente este tiempo y esta actividad fue mucho más importante de lo que dicen los sinópticos, y de hecho si leemos el evangelio de Juan, vemos efectivamente que la actividad de Jesús en Jerusalén ocupa más de la mitad de todo el tiempo de la actividad apostólica.
Fue en este tiempo en el que Jesús estuvo en Jerusalén el que le permitió contactar allí con personas muy diversas que serán el germen de la primitiva comunidad Juan 12,20-26
¡Queremos ver a Jesús!
No solamente con los discípulos galileos que lo acompañaban, sino también con los autóctonos de Jerusalén; pero también con los que venían de afuera, incluso con algunos que ni siquiera sabían hablar la lengua local, hablaban griego
Esta actividad de Jesús en Jerusalén fue muy importante, y el origen de la comunidad primitiva se encuentra ahí; es la primera etapa, unos pocos años antes del final de la vida del Maestro Después de la muerte de Jesús y su resurrección, éstos que lo habían conocido, forman esa primitiva comunidad que desde sus orígenes es variada, porque en ella hay discípulos galileos que han venido a Jerusalén, los helenistas y discípulos judíos, autóctonos de Jerusalén, que lo han escuchado.
Este primer grupo, sin embargo, reunidos al comienzo en torno al grupo de los doce, alrededor de la primitiva comunidad de Jerusalén, muy pronto, 10 años aproximadamente… hacia los años 40, tendrán que salir de Jerusalén tras varias persecuciones
Hch 8,1-6
Hch 12, 1-19
Este Santiago no es ninguno de los doce, es Santiago el justo, el que los evangelios llaman el hermano de Jesús, que acaba formando junto con los judíos locales, la comunidad de Jerusalén, él preside esta iglesia que ocupa el tiempo más importante de ésta historia, desde el año 40 hasta los 60.
En Jerusalén quedan, entonces, Santiago, el hermano del Señor, y los “presbíteros” (12,17; 15,6.23), a quienes más tarde encontrará Pablo en la visita que hizo a la ciudad al final de su periplo misionero (21, 18). En esta época la comunidad de Jerusalén es una comunidad muy judía, una comunidad de corte tradicional, pero que al mismo tiempo preside a todas las demás iglesias en la fe, y a ella se refiere todas las comunidades cuando hay un problema, por ejemplo en Antioquia
sobre si hay que compartir la mesa con los paganos o no, los cristianos de Antioquía se dirigen a Jerusalén
Cuando Pablo quiere que sus comunidades, que él ha ido fundando en una misión en el mar Egeo, estén en comunión con la iglesia, lleva una colecta a Jerusalén. Jerusalén es por lo tanto la Iglesia Madre
La comunidad de Jerusalén a lo largo de su vida ha tenido distintas experiencias muy enriquecedoras, atesoradas con aprendizajes diversos. El ministerio de Jesús hacia diferentes personas, la primitiva comunidad reunida en torno a los doce, la iglesia cuyos cristianos, principalmente judíos en torno a Santiago, intercambian con las demás iglesias y finalmente, en el año 70, el traslado hacia la Galilea y la disolución de la comunidad.
En este el marco histórico vamos a intentar reconocer cómo llevaron a cabo ellos su actividad misionera y evangelizadora
Porque es el marco en el cual comenzó su misión Pablo
El primer anuncio del evangelio fue un anuncio hacia adentro, fue un anuncio que tuvo como destinatarios a los que habían sido discípulos de Jesús. El libro de los Hechos comienza contando que Jesús se le apareció a los discípulos durante 40 días y los evangelios terminan narrando diversas apariciones; estas apariciones dieron lugar a una comunicación entre los discípulos, y los textos lo expresan con fórmulas muy sencillas
En el evangelio de Juan, cuando María Magdalena se encuentra al Señor, vuelve donde están los discípulos y les cuenta: “he visto al Señor”
la forma más sencilla de transmitir la fe “he visto al Señor”
Cuando Jesús se aparece a los doce, y no estaba con ellos Tomas, cuando regresa le dicen:
“hemos visto al Señor” una forma muy simple y profunda de compartir la primera experiencia de la fe
Es la experiencia que tuvieron también los discípulos de Emaús que después de haber reconocido al Señor en la fracción de pan, lo primero que hacen es volver a Jerusalén donde encuentran a la comunidad reunida y cuando ellos van a contar su experiencia descubren que allí ya Pedro ha compartido la experiencia de haberse encontrado con el Señor.
En ésta comunicación interna, que se da en el clima de la experiencia de fe, en un clima de experiencia espiritual, que consiste en contarse unos a otros la experiencia que han tenido del Señor, se da la primera evangelización. La dinámica de encuentro con el Señor, la experiencia de encuentro con el Señor lleva naturalmente a comunicar ese encuentro, uno se lo comunica a otros.
Lo que quiero que retengan de esta primera experiencia es que la evangelización comienza con una comunicación dentro del grupo de los discípulos, dentro del grupo de los que caminaron juntos con el Señor. Esto nos recuerda que los discípulos de Jesús antes de evangelizar necesitaron ser evangelizados por sus hermanos
Esta es la enseñanza del primerísimo momento de la evangelización. Esta comunicación tiene lugar en los espacios de la vida normal, los primeros cristianos no necesitaron tener estructuras diferentes, se juntaban en las casas y allí comparten las experiencias de haber visto al Señor en un contexto de intensa vivencia espiritual.
Luego, la comunidad primitiva, que inicia su camino con esta comunicación interna de la experiencia de fe, llega un momento en que sale fuera y empieza a compartir la experiencia que tiene con los que están más cerca, los que están en Jerusalén.
Entonces llega la predicación del kerigma a los que no habían sido discípulos de Jesús.
Aquí es muy importante tener en cuenta cuál era el papel que desempeñaba Jerusalén en el judaísmo del siglo primero.
Jerusalén era como el corazón - al corazón llega toda la sangre y de allí sale toda la sangre y se reparte- y eso era Jerusalén para el judaísmo
En el siglo primero había judíos repartidos por todas partes, lo dice el libro de los Hechos -recuerdan la lectura de pentecostéscuando los apóstoles comienzan a vivir la experiencia de pentecostés dice Lucas en el libro de los Hechos que habían en Jerusalén judíos piadosos venidos de todas las naciones del mundo
¿Cómo es que cada uno de nosotros lo oye en su propia lengua? Entre nosotros hay Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea y Capadocia, Ponto y Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y los distritos de Libia junto a Cirene, romanos residentes, judíos y prosélitos, cretenses y árabes:
Son judíos que estaban en la diáspora, no solo en la diáspora occidental en el imperio Romano sino también en la diáspora oriental del imperio. Los judíos extendidos por todo el mundo, con frecuencia, no todos los años sino siempre que podían, acudían a Jerusalén como lo hacen todavía hoy
Iban a Jerusalén y allí se quedaban un tiempo, unas semanas, unos meses, algunos años, y luego volvían a su lugar de origen. Y cuando volvían a su lugar de origen normalmente lo que llevaban era las novedades que habían escuchado y visto en Jerusalén, lo que pasaba en el Templo, nuevas construcciones, si encontraron “un nuevo libro”, o algún maestro que predicara de una manera diferente o nueva. Entre esas novedades que llevaron, portaron la novedad de la buena noticia de que Jesús había resucitado, de que el mesías finalmente había llegado
El papel de Jerusalén como centro del judaísmo se caracterizaba por esta actitud de relacionar y mantener unida toda la diáspora, o sea todos los judíos que estaban lejos del centro. El papel de Jerusalén fue muy importante para el cristianismo , por eso Jerusalén fue verdaderamente un centro misionero.
El libro de los Hechos de los Apóstoles resume en una manera muy estilizada esta experiencia en el capítulo segundo, que es justo el que relata la experiencia en pentecostés. Esos que vinieron de todas partes oyen la predicación. Piensen que no se trata solamente de la predicación de un día, ni siquiera de una predicación masiva, sino de que conoce a un vecino, que conocen a los que van a la escuela, a la sinagoga, y allí hay uno que predica a un grupo que el mesías ha venido y lo pone a contexto de las escrituras.
Esos contactos que se daban en Jerusalén fueron decisivos después para su difusión del mensaje de Jesucristo
Y como era esa predicación… No piensen que los primeros cristianos iban predicando en un credo totalmente estructurado, ¡no! Contaban lo que habían vivido, contaban las experiencias que habían tenido; se las narraban a los vecinos, se las contaban al que había venido de peregrinación, y así fue como se configuraron estos primeros grupos que vemos enseguida salir desde la comunidad de Jerusalén. Un grupo de discípulos galileos que finalmente vuelven a galilea; un grupo de helenistas que finalmente salen y van llevando el evangelio a otras partes y un grupo de judíos residentes en Jerusalén que son los que quedan en la cuidad bajo la dirección de Santiago.
En este segundo punto de la exposición podemos retener el dato de la pluralidad: La pluralidad de la comunidad cristiana: ésta tenía un pie en cada sitio y en cada ambiente social. Este proceso fue un elemento clave para la primera difusión del evangelio
El evangelio no solamente se difundió entre el circulo de los discípulos de Jesús que compartieron la experiencia de haber visto al Señor. No solo se difundió en la ciudad de Jerusalén donde tenían sus contactos. Sino que se difundió también fuera de Jerusalén, a dónde, como dice el libro de los Hechos, acudían judíos venidos de todas partes, no solo de la ciudad del imperio Romano sino hasta del lejano oriente.
El libro de los Hechos cuenta la existencia de varias misiones. Cuenta como Pedro evangelizo la cuidad de la costa en un grupo distinto; éste pertenecía a los discípulos de Galilea que habían venido con Jesús; cuenta también como además de esta misión o de esas misiones organizadas, hubo una misión más informal, una misión que fue llevada a cabo por misioneros anónimos, sin nombre, y fíjense estos misioneros anónimos fueron los que evangelizaron las principales ciudades del imperio.
¿Quién llevo el evangelio a la ciudad de Antioquia? Una vez que sea destruida Jerusalén se convertirá en el centro principal de la misión cristiana. El libro de los Hechos de los apóstoles dice que algunos que habían ido a Jerusalén – después de la muerte de Esteban – salieron, y de paso por los lugares por donde iban, fueron anunciando el evangelio, y lo inaudito es que no da nombres. Dice que algunos eran procedentes de Chipre y de Fenicia, y anunciaron la buena noticia también a los griegos. Fueron estos misioneros anónimos los que tuvieron la audacia de anunciar el evangelio no solo a los judíos sino también a los griegos.
Y la evangelización de la ciudad de Roma… que termina siendo el centro de la cristiandad, no fue realizada en un primer momento por ningún apóstol, por ninguna misión organizada.
El evangelio llego a Roma a través de estos peregrinos que acudían – como dice los Hechos algunos venidos a Jerusalén desde Roma – que acudían a Jerusalén; cuando volvieron a Roma, en la sinagoga – no había una comunidad distinta – anunciaban y compartían la experiencia que habían vivido en Jerusalén (Hch 2,10-11)
Hay un dato muy interesante , es que la primera noticia histórica que tenemos de la presencia de cristianos en Roma. Es una noticia que da el historiador Seutonio, de la vida de Claudio, en la cual hay una referencia muy breve:
dice que los judíos estaban continuamente discutiendo a causa de un tal Cresto, y por dichos tumultos los expulsó de Roma.
Esta noticia nos habla de un grupo cristiano, que vive en Roma, insertado en la sinagoga, cuya presencia provoca una discusión con los demás judíos, que incluso llega a crear un problema en la cuidad. Ante lo cual, Claudio, emperador en el año 49, El primer texto escrito del NT, está listo para expulsar a la I de Tes fue escrita alrededor del 51, por lo tanto estamos los cabecillas de esta delante de una predicación querella anterior a la misión paulina.
Nos vamos a encontrar más adelante con Prisca y Aquila, que fueron algunos de los expulsados de Roma por ese edicto, y que se encuentran con Pablo en Corinto.
Lo interesante de todo esto es que en esos primeros momentos, esa primera llegada del evangelio a Roma, incluso antes de que llegara Pedro, antes de que llegara Pablo, el evangelio está en Roma gracias a unos misioneros anónimos. Ellos seguramente van a la sinagoga y empiezan a compartir lo que ellos han vivido. No forman una comunidad distinta sino que dentro de la sinagoga, van compartiendo sus relatos.
Jerusalén sigue siendo recorrido desde el centro hacia fuera; es una comunidad con una historia, pero una comunidad que en todas las etapas de su existencia, fue misionera.
Al principio la misión adquirió la forma de la experiencia compartida en el grupo de los discípulos. En un segundo momento esa experiencia se comparte también con las personas desconocidas, hablaban a desconocidos dentro de la ciudad.
Luego se van creando esos diversos grupos que configuran la comunidad primitiva, y en un tercer momento, sobre todo en la época de la Iglesia judeocristiana liderada por Santiago, cuando ya estaba muy asentada la cuidad de Jerusalén y en ocasión con el judaísmo local y el contacto con todos los peregrinos que venían a Jerusalén, se fue difundiendo el cristianismo hasta los confines.
1. La evangelización comienza por los de dentro
Leer Lc 24, 13-35, observando sobre todo la escena final, donde los primeros discípulos comparten la experiencia que habían tenido del encuentro con Jesús.
2. La primera misión tuvo un rostro plural La situación y las condiciones históricas de la ciudad de Jerusalén como centro del judaísmo fueron decisivas en la primera difusión de la buena noticia. De Jerusalén salieron varias de las misiones organizadas: la de Pedro, la de Felipe, etc. De Jerusalén salieron también otros muchos judíos que habían aceptado el evangelio y lo fueron comunicando allá por donde pasaban. Fue una misión menos organizada, más capilar, que facilitó la llegada de la buena noticia a lugares y contextos muy diferentes.