LA LITERATURA DEL SIGLO XVIII EL SIGLO XVIII Durante el siglo XVIII se produce en Europa el declive del Antiguo Régimen, nombre con el que se conoce al sistema social que estructuraba a la sociedad en nobleza iglesia y pueblo llano. Las tensiones traerán consigo la puesta en cuestión de este régimen lo que desembocará en la Revolución Francesa. En el siglo XVIII perdura también el reforzamiento del Estado y la centralización del poder. El absolutismo monárquico adquiere nuevos matices: tendencia a la desvinculación del poder civil y del poder religiosos, intentos de reforma… a este sistema político se le denomina despotismo ilustrado cuyo lema era todo para el pueblo pero sin el pueblo. El siglo XVIII en Europa se vive en general un periodo de crecimiento demográfico, mejora del nivel de vida y aumento del consumo. Las estructuras jurídicas de la sociedad siguen siendo muy semejantes a la de siglos anteriores: aumenta el valor del dinero y el número de nobles es aún muy importante. El aumento de la población y los cambios sociales estarán ligados al desarrollo de la economía. La necesidad de alimentos provocará una mejora de los cultivos, los intentos de introducción de máquinas. Es ahora cuando empieza la revolución industrial. Este desarrollo industrial tiene lugar primero en Inglaterra y con más lentitud en las demás partes de Europa. Se trazan nuevos caminos, se incrementa la navegación, se construyen nuevos puertos… La revolución francesa dará conciencia a los hombres de poder crear su propia sociedad. LA ILUSTRACIÓN Recibe el nombre de Ilustración el movimiento cultural e ideológico que renueva profundamente el pensamiento y la mentalidad a lo largo del siglo XVIII. La ilustración se define por el deseo de saber. Rasgos típicamente ilustrados son:
El racionalismo. El fundamento del conocimiento se encuentra en la razón y no es Dios, la tradición, las costumbres… El utilitarismo. Los avances científico-técnicos deben tener como guía el ser útiles para la comunidad. El progreso. El dominio de la Naturaleza hace dueño de su futuro al hombre, que puede progresar indefinidamente. Lo natural. La razón se aplica también a esferas del conocimiento no estrictamente materiales, como la filosofía, el derecho, la moral o la religión. El reformismo. Los ilustrados aspiran a que sus ideales tengan una concreción práctica en la realidad, por lo que proponen reformas sociales, económicas y políticas que los hagan posibles.
Estas ideas se verán reflejadas en los textos dieciochescos. Los principios ilustrados empiezan a tener una repercusión directa en la vida social con la propagación de ideas como la eliminación de la esclavitud, de la servidumbre y de la tortura. Es el llamado neoclasicismo, según el cual las obras de arte deben estar también sujetas a la razón y obedecer a unos principios de ordenación lógica. 1
ESPAÑA EN EL SIGLO XVIII España comienza el siglo XVIII en una profunda crisis tras la desaparición de la dinastía de los Austrias, que da lugar a la guerra de sucesión. Tras el fin de la guerra, ocupa el trono español Felipe V, con lo que se inicia la dinastía de los Borbones. Pero el conflicto dividió el país. El reinado de Felipe V tampoco será pacífico y se sucederán las guerras. Un periodo de mayor paz y estabilidad es el del reinado de Fernando V. en el reinado de Carlos III se acentúan las reformas. El hombre fuerte de este periodo será Godoy que desarrolló una mala política exterior con graves consecuencias internas. Durante esta centuria España registró una mejora económica. Las reformas ilustradas irán encaminadas a mejorar la situación incrementando la producción agrícola. Sin embargo, las condiciones de propiedad de la tierra, en manos de la nobleza y la iglesia impidieron una mejora de la población. Por otra parte, se abrieron nuevos caminos y mejoraron los existentes. Todo ello produjo un incremento de la circulación del dinero y de la actividad económica. La industria apenas existía en España y la mayor parte de los productos manufacturados había de importarse de fuera. La sociedad seguía aún dividida en estamentos. Los nobles solían vivir del dinero que recaudaban en concepto de rentas y otros tributos. El clero disponía de las inmensas riquezas de la Iglesia, pero estaban muy desigualmente repartidas. Artesanos y comerciantes fueron constituyendo una importante burguesía, aunque todavía insuficientemente organizada. Los campesinos vivían en condiciones muy precarias. LA PROSA DEL SIGLO XVIII Muchas de las obras del siglo XVIII pretenden difundir las ideas ilustradas o contribuir a reformar la sociedad del momento. La mayoría de estos textos están escritos en prosa. Son frecuentes los libros referidos a múltiples disciplinas: la historiografía, la literatura anticuaria, la economía, la política, el derecho la religión, los textos científicos…es muy importante la labor editorial en esta época: traducciones del latín y del griego. Aparecen también las primeras publicaciones periódicas. Para la prosa literaria, la prensa tuvo la virtud de contribuir a forjar un estilo más ágil y además sirvió de cauce adicional para la difusión no solo de las ideas literarias, sino de los propios textos creativos. Aparecerán las revistas y la literatura por entregas. La prosa de ficción es muy escasa en esta época, la prosa narrativa desaparecerá entre los siglos XVII y XVIII. Algunos autores destacados son: Diego de Torres Villarroel, Fray Benito Jerónimo Feijoo y Cadalso. JOSÉ CADALSO
Nació en Cádiz en 1741, ingresó en el colegio jesuita de Cádiz a los 5 años y a los 9 marchó a París. Con 17 años llegó a Madrid para estudiar en el Seminario de Nobles. Inició su carrera militar y en Madrid frecuentó los ambientes más selectos. Trabó amistad con Moratín. Su vida sufrió un brusco cambio al ser desterrado a Zaragoza. Tras regresar a Madrid, hubo de trasladarse a Salamanca. Durante esta década de los 70 escribe la mayor parte de sus obras literarias. Poco después de haber sido ascendido a coronel, murió durante un asalto a Gibraltar en 1782.
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Es en la prosa donde Cadalso alcanza sus mayores logros. Escribió diversas obras de carácter técnico relacionadas con su profesión militar y se conservaba cartas suyas. Algunas obras suyas son: Los eruditos a la violeta, Noches lúgubres, Cartas marruecas… LA POESIA La poesía ilustrada o neoclásica triunfará durante la segunda mitad del siglo XVIII. Poetas ilustrados son: Leandro Fernández de Moratín, Samaniego, Iriarte y Juan Meléndez Valdés. Además de Madrid, Salamanca fue también un importante foco de propagación de las ideas ilustradas. Los temas de la poesía ilustrada son: la exaltación de las bellas artes, las novedades científicas y filosóficas, las ideas de reforma social, la ponderación de la amistad, los astros como manifestaciones de una armonía universal, los ideales de virtud y fraternidad, el rechazo de la ociosidad, de la ignorancia y de la opresión, la condenación de los vicios, la fe en el progreso y en la perfectibilidad del ser humano mediante la educación… En la poesía ilustrada conviven razón y sentimiento. En ella coincide el gusto rococó por lo galante. Todavía dentro de la estética neoclásica, lo sentimental se plasma en ciertos procedimientos que anticipan los usos retóricos del Romanticismo: interrupción de los versos mediante puntos suspensivos, frases entrecortadas, exclamaciones, repetición de palabras, recursos efectistas, adjetivación que insiste en lo pasional o en lo angustioso… JUAN MELÉNDEZ VALDÉS
Nació en 1754 en Badajoz. Marchó a Madrid donde estudió latín y griego y filosofía. Más tarde cursó leyes en Salamanca. Fue entonces cuando entró en contacto con los ilustrados cuyo influjo fue decisivo. Fue desterrado primero a Medina del Campo y dos años después a Zamora. Volvió a Madrid poco antes de la invasión francesa y fue ministro del rey José I. Bonaparte. Poco antes de finalizar la guerra tuvo que huir y vivió en el sur de Francia hasta su muerte en 1817. Rasgos del ilustrado: correcto, elegante, parsimonioso, sumamente educado y muy culto. Tenía una vasta cultura. Puede ser considerado el poeta más representativo de su época. Obras: "Poesías" (1785), "Sobre el fanatismo" (1795), "Oda a José Bonaparte" (1810-1811), y "Discursos Forenses" (1821). EL TEATRO DEL SIGLO XVIII El autor preferido durante esta época sigue siendo Calderón. Pero no hay innovaciones, sino que se tiende a la mera imitación o a la fácil refundición. El estilo y los personajes quedan estereotipados, se acentúan y exagera la aparatosidad escénica y ganan importancia nuevos temas como el de la magia o el de las intrigas aventureras. El teatro neoclásico fue implantado desde el poder. Los ataques a este teatro comenzaron a ser frecuentes desde mediados de siglo. Se consideraba el espectáculo teatral un magnifico cauce para la difusión de los nuevos ideales, el poder apoyó las iniciativas tendentes a su reforma y se prohibió la representación de autos sacramentales. Las compañías teatrales y los ayuntamientos se oponían porque el teatro barroco gozaba del favor popular y les producía beneficios económicos. Poco a poco las obras ilustradas ocuparon las carteleras teatrales. El sainete es una pieza teatral breve de carácter cómico que se representaba en los entreactos de las obras mayores. Es un continuador del entremés. El sainete dramatiza situaciones 3
extraídas de la vida cotidiana y coloca en escena personajes característicos de la época. Pero el carácter cómico y popular de estas piezas breves les atrajo la oposición de los defensores del neoclasicismo. Distraía al público en los entreactos, con lo que propiciaba su dispersión, y, hacía más difícil el propósito didáctico. La comedia sentimental es un género de origen francés, que llega a España a mediados de siglo. Conforme el género se popularizó, tendió a la falta de verosimilitud. La decadencia de la comedia sentimental en el siglo XIX llevará a su sustitución por otras formas teatrales como el melodrama. La comedia sentimental es un género de carácter realista con final feliz. Sus temas son la crítica del matrimonio desigual y a la exaltación de los valores burgueses. La comedia neoclásica o comedia de buenas costumbres tampoco logró alcanzar el éxito popular hasta muy tardíamente. Los principios que rigen las comedias neoclásicas son también la aceptación de las reglas de las tres unidades, el uso de la prosa o el verso octosílabo y el desenlace feliz. En la comedia neoclásica los autores destacados son: Iriarte, Leandro Fernández de Moratín… LEANDRO FERNÁDEZ DE MORATÍN
Nació en Madrid. Era hijo del poeta y dramaturgo Nicolás Fernández de Moratín por lo que se educó dentro del círculo literario. Recomendado por Jovellanos fue secretario en Paris. Con el ascenso político de Godoy vivió sus momentos de mayor fortuna. Recorrió diversos países. Tras la invasión napoleónica, se puso del lado de los nuevos gobernantes y fue nombrado bibliotecario de la biblioteca real de José I. Con la derrota de los afrancesados se refugió en Valencia y luego en Peñíscola y estuvo a punto de ser fusilado por los absolutistas. Los temas de su teatro son: los problemas básicos de España, la reforma del teatro. El tema predilecto de Moratín es el de los matrimonios impuestos. Es el didactismo uno de los rasgos fundamentales de la comedia moratina, imitación del diálogo de un suceso ocurrido por medio del cual resultan puestos en ridículo los vicios y errores comunes en la sociedad y recomendadas. La comedia pinta a los hombres como son. Obras de teatro: “El sí de las niñas” “La mojigata”, entre otras.
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