32
I
INFORMACION GENERAL
Sábado 9 de octubre de 2010
Historias con nombre y apellido | Dina V. Picotti de Camara
La filósofa que estudia la identidad negra argentina Continuación de la Pág. 1, Col. 2 una tesis sobre la superación de la metafísica como tarea histórica en Martin Heidegger, dedicó gran parte de su vida a estudiar la presencia negra en laArgentina y América, cómo se originó y se manifiesta en cada uno de los aspectos de nuestra vida y cultura. Dina es una entrevistada misteriosa, de rostro bonito, delgada, elegante y edad indefinida. Nos abre la puerta de su casa en el Bajo Belgrano y la gran sala de estar, de color celeste, alberga cuadros, tallas, fotos y artículos africanos de una belleza extraña, que sólo se encuentra en aquel continente. Y nada es casual. Porque Dina, que se fue de Villa Regina, Río Negro, a doctorarse en filosofía en Munich en la década de los 60, conoció en esa ciudad alemana al hombre de su vida, el padre de sus tres hijos, el ingeniero amoroso que construyó obras y caminos acá y en Africa, Abdourahmane Camara, guineano musulmán, negro y “muy buen mozo”, como ella misma apunta, mientras sonríe levemente. Cuenta Dina que a pesar del islam, al que Camara adhería, en los primeros años de los 70, la pareja se casó por la Iglesia Católica en Villa Regina y el evento constituyó allí una sorpresa: la blanca, muy blanca, desposándose con un negro, muy negro, fue el comentario general de sobremesa. “Todos pasaron por la iglesia y los que no, fueron a ver las fotos”, comenta, divertida, esta mujer que no se resigna a haber perdido a su esposo hace ya 10 años, pero que mira la foto de Alejandro, su único hijo vivo, mulato y hermoso, que toca música y canta con un deleite incomparable. “Es que cuando volvimos de aquellas mecas de estudios de posgrado, como era Munich, –dice Picotti– nos preguntamos qué debíamos pensar nosotros mismos, a partir de nuestra experiencia. Pero entonces advertimos que en verdad no conocíamos la propia historia, porque no nos la habían enseñado; por ello comencé a bucear en las culturas que hacen a nuestra identidad, concretamente en las indígenas que habitaron también el valle del Río Negro.” Y acá vendrá la primera de muchas sorpresas que nos regalará a lo largo de la charla: “Daba clases de filosofía, pero me planteaba todo desde la perspectiva de cómo pensar aquí las grandes cuestiones, el hombre, sus prácticas, historia y cultura, llegando de este modo a preguntarme si en realidad aquí no hay negros, como solía decirse. Cabe recordar que cuando se le preguntó a un ex presidente argentino qué pasaba con los negros en su país respondió que ese problema lo tenía Brasil”. Subraya la palabra problema como una de las que tenemos que desterrar del lenguaje: las demás se las dirá a esta cronista durante la charla. –¿Y por qué con su esposo decidieron radicarse aquí y no en Africa? –Por las guerras y en general la difícil situación que viven los países africanos. A través de la investigación, Dina se dio cuenta de que la presencia negra era más importante de lo que se solía aceptar y que el aporte a todos los aspectos de nuestra vida e historia era tan doloroso como inconmensurable. Y dice: “Por ejemplo la palabra «tango», entre otras, es de origen africano y la invisibilidad que se produjo fue tal, que ya nadie se acuerda de que Carlos Gardel tenía un guitarrista negro”. “La Argentina empezó a negar a los negros por el hecho de estar relacionados con la esclavitud, y a mí me interesaba rescatar el valor que tuvo y tiene su presencia, porque toda cultura significa una experiencia humana irreemplazable. Entonces, no reconocer una cultura significa perder una parte importante de la historia humana, es impedir nuestro auto- reconocimiento”. Dina dice todas estas cosas con una sencillez llamativa y se concentra para dar respuesta en alguno de los muchos objetos africanos que decoran su casa. Asegura que una buena parte de la población argentina tiene impronta africana,
MIGUEOL ACEVEDO RIU
“La Argentina empezó a negar a los negros porque estaban relacionados con la esclavitud”
DINA V. PICOTTI DE CAMARA DOCTORA EN FILOSOFIA
Quién es: se doctoró con una tesis sobre la superación de la metafísica como tarea histórica en Martin Heidegger, dedicó gran parte de su vida a estudiar la presencia negra en la Argentina y en América, cómo se originó y se manifestó en cada uno de los aspectos de nuestra vida y cultura. Ha editado una docena de libros sobre esta temática y es investigadora en temas de filosofía contemporánea, filosofía de la historia y pensamiento latinoamericano. Se doctoró en Filosofía en Munich. Estuvo casada con un ingeniero guineano, padre de sus tres hijos. Es directora de su Instituto de Pensamiento Latinoamericano y Directora del doctorado de Filosofía del mismo claustro. Ha sido coordinadora de la Maestría en Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de la Matanza. aunque no lo sabe o quizá no quiere saberlo. “Se lo advierte en diversos rasgos físicos y culturales, yo lo veo”, y cuenta que, por ejemplo, el artista uruguayo Carlos Páez Vilaró seguramente tiene antepasados afro. “Es que mirá, gran cantidad de esclavos negros ingresaron en el Río de la Plata por el puerto de Buenos Aires a través de diversos asientos, a los que hay que agregar los que venían de contrabando y que luego eran repartidos por el interior hasta Chile y el Perú. En algunos países, esas comunidades se mezclaron menos, pero aquí hubo un intenso cruce entre blancos, negros e indios, y se fue perdiendo el color. –¿Se sabe cuántos negros había en la Argentina hace 200 años? –Se supone que un tercio del total de la población de Buenos Aires colonial era negra, y las estadísticas del centro, oeste y norte de país superaban el 50%, en ciertos lugares, como Santiago del Estero, llegaba al 90%, pero después ya no se los registró en los censos. Esperemos que este año se pregunte claramente por el origen del encuestado para poder apreciar si ascendió del 5 o 6% la actual población de color, que se estima según una prueba piloto hecha hace un par de años. ¿Qué pasó? No desaparecieron simplemente a causa de las guerras y las pestes, como se afirma; se mezclaron, dice Picotti, y aclara que el así llamado “cabecita negra” venido del interior tenía en buena parte ascendencia negra. Agrega que hay bastantes datos, entre ellos una cerámica precolombina existente durante ocho siglos, que testimonian ya una relación precolombina de
culturas negras con las nativas de América. “Además de la presencia esclava tuvimos luego una inmigración importante de Cabo Verde durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y desde los años 90 una inmigración reciente africana y afroamericana que procede de diversos países, por ejemplo, hay más de 1000 senegaleses, que sólo se involucran con sus pares, viven en hoteles y suelen tener la familia en su continente.” Las referencias de Picotti son tan interesantes que es difícil no caer en la muletilla de preguntarle qué palabras o qué costumbres hemos incorporado de la negritud. Y siguen las sorpresas: palabras como “tango”, “zamba”, “mucama”, “marote” o la expresión “fulo de rabia” son de origen negroafricano; el arroz en la comida, la percusión en la música, el 2x3 que está en el ritmo del folklore y los ritos animistas, aunque ésta es otra de las palabras que Dina quiere desterrar del lenguaje, porque supone desconocimiento desde una visión eurocéntrica. “Quienes fueron rebajados a esclavos, enviados como frente de choque a las guerras, empleados en condiciones inhumanas en toda suerte de trabajos, supieron sin embargo devolvernos canto y danza, que son lenguajes superiores.” Y habla de los tambores que, dice, llegaron a ser la voz de los sin voz, “un lenguaje convocante. Y la danza. Los niños negros antes de aprender a caminar danzan, es el lenguaje por excelencia, porque es expresión de vida. Pienso que hay un subsuelo negro entre nosotros, que se manifiesta de diversas maneras, incluso en las síncresis religiosas, donde por ejemplo cada santo cristiano tiene su correspondencia africana. Dina y su hijo conocieron a sus familiares africanos mucho tiempo después de que Camara y ella se casaran. Fueron a Angola, Mali, Guinea y vieron lo bello y la riqueza humana y natural de esa tierra, pero también la devastación y la pobreza. Años más tarde, el ingeniero Camara volvió a su continente a construir colegios, rutas y puentes, y regresó también dolido de ver tanta corrupción interna y externa que mantiene a la población en condiciones inaceptables. “Continúan así –comenta Dina–, la familia tiene tierras, pero apenas subsisten, sin servicios sociales básicos; no he regresado desde entonces.” Ya es tarde, Picotti acompaña a LA NACION hasta la puerta, pero se detiene para mostrar en el escritorio una foto de su esposo. Hay, todavía, un deseo irrefrenable de verlo en este instante, unas ganas contagiosas de acercarse, pero se contiene y sólo saluda. Y queda sola. En esa casa con tantos espíritus...
MUSICA Y AYUDA SOCIAL EN EL LUNA PARK
Festival solidario por los chicos del Ecos En el cuarto aniversario de la tragedia se realizó un nuevo show; las donaciones irán a tres provincias A cuatro años de la trágica muerte de nueve alumnos y una docente del colegio porteño Ecos, se realizó ayer una nueva edición del Festival Día del Estudiante Solidario, en recuerdo de aquel grupo que falleció en un accidente de tránsito en la ruta nacional 11, de regreso de una obra benéfica en el Chaco. En esa misma ruta, otras 14 personas perdieron la vida el 26 del mes pasado cuando una Traffic que transportaba a jóvenes de un grupo de ballet chocó con un camión cargado de cañas de azúcar, conducido por un joven de 18 años. La sede para la cuarta edición del festival solidario fue el estadio Luna Park, donde, entre otros, tocaron ayer León Gieco, Los Tipitos, Los Auténticos Decadentes y Luis Alberto Spinetta. Unas semanas antes del show ya se había repartido la totalidad de las localidades para esta nueva edición solidaria. El festival tuvo dos objetivos claros: recordar a las víctimas de la tragedia, de modo que se tome conciencia de la importancia de la seguridad vial en las rutas del país, y continuar con la tarea solidaria
perecederos, artículos de librería, insumos para botiquines de primeros auxilios y ropas, entre otros.
Liberado en Santa Fe
DYN
La gente cantó junto a León Gieco y su banda en zonas olvidadas, tal como lo hacían las víctimas al momento de su muerte. Desde las 11, se montaron stands sobre Bouchard al 400 y Lavalle al 100, en los que voluntarios, familiares y amigos de las víctimas recibían donaciones que eran dispuestas en
cajas y cargadas en containers para luego ser distribuidas en 31 instituciones de tres provincias. Los destinatarios de las donaciones serán escuelas rurales y salas de primeros auxilios del Chaco, Salta y Santiago del Estero. Las donaciones recibidas fueron alimentos no
Dante Sosa, de 18 años, chofer del camión que el 26 de septiembre colisionó en la ruta 11 con una Traffic en la que viajaban 19 personas, 14 de las cuales murieron, fue excarcelado por el juez correccional de Reconquista, Jorge Gabusera, aunque seguirá procesado por homicidio culposo múltiple y lesiones múltiples en accidente de tránsito. Luego de estar 12 días detenido, el magistrado resolvió hacer lugar al pedido de los abogados defensores y le concedió la libertad provisional hasta tanto se sustancie el juicio en su contra. Según fuentes consultadas por LA NACION, el magistrado adoptó esa decisión por ser excarcelable el delito que se le imputa al chofer. Además, evaluó que el joven no representa un peligro de fuga como tampoco considera que pueda entorpecer el cauce de la investigación.