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ESPECTACULOS
I
MUY BUENA
TEATRO
Viernes 30 de marzo de 2012
MUSICA EN LAS SOMBRAS
Aunque no lo veamos...
Beck no edita discos propios desde 2008, pero no para de grabar música
Dennis Smith, en una propuesta que no se parece a ninguna otra MUSICAL
Negra
Dennis Smith presenta una propuesta distinta que pasa de lo superficial a lo profundo
DRAMATURGIA: DENNIS SMITH INTERPRETES: AGUSTIN BUQUETE, FERNANDO LOSADA Y DENNIS SMITH LUCES: SANDRA GROSSI ARREGLOS MUSICALES: AGUSTIN BUQUETE Y FERNANDO LOSADA DIRECCION: DENNIS SMITH SALA: ABASTO SOCIAL CLUB, YATAY 666 FUNCIONES: SABADOS, A LAS 20.30 DURACION: 50 MINUTOS
Negra es un espectáculo que pone a prueba varios prejuicios. Por empezar, su protagonista, autor, cantante y director es Dennis Smith. Dennis es una especie de bicho raro que, en su haber, fue desde finalista de Latin American Idol hasta cara de varias producciones de Disney, pasando por la dirección de una película, llamada Roud muvi, que tenía una densidad y una variedad de climas atrapantes. Además, tiene una banda pop. O sea, posee una paleta de una amplitud muy extraña comparada con los discursos escénicos que suelen poblar el circuito teatral independiente. Negra es su última producción. En ella aparecen buena parte de las distintas facetas suyas. Por momentos, el rostro del protagonista de este nuevo espectáculo tiene algún leve parecido a la Julie Andrews de, pongamos, La novicia rebelde: pelito corto, tez blanca, ojos claros, esa especie de tic de acomodarse todo el tiempo el flequillo y una expresión de sorpresa permanente. Claro que el que lleva adelante la acción es
una especie de fashion victim que llega a una oficina para contratar un servicio de esparcimiento de luxe en avioneta. Se lo recomendó un chamán y arriba al lugar luciendo un conjunto (by Converse) pensado hasta la exasperación de los detalles. Por si faltara poco, la acción transcurre en Miami Beach. A juzgar por estos datos parece toda una oda a la superficialidad (¿Menem lo hizo?). Detrás de todo ese universo plástico hay una historia que, de a poco, comienza a tomar cuerpo (y voz). En medio de ese viaje interno por su propio pasado familiar y de ciertos giros oníricos comienzan a colarse canciones que él mismo interpreta. Por ejemplo, “Todo cambia”, aquella canción que hizo popular Mercedes Sosa. O sea: en el clima de Miami ese tema podría ser una “frekeada”. Sin embargo, lentamente, lo superficial y lo profundo de esta historia sobre una despedida comienzan a ganar en densidad dramática. En medio de signos contrapuestos, uno, como espectador, puede ser que en algún momento se encuentre
preguntándose cosas rarísimas. Por ejemplo: ¿qué hace este personaje pop de rasgos amanerados cantando temas ochentosos?, ¿cómo se sostiene la pretensión de instalar la acción en Miami cuando la sala tiene paredes de ladrillo a la vista, está en estado de construcción y la escenografía de tan mínima que es parece pobre?, ¿qué hace este universo que bordea lo cursi, lo fashion, lo melodramático? En verdad, de todos estos signos contrapuestos puede ser que esté hecho Negra. Más aún: la de la propia historia de Dennis en un trabajo de neto corte biodramático que le sirve para despedirse de su abuela fallecida en 2004. Ella es La Negra que da nombre a este espectáculo inclasificable cuya mayor habilidad (e inteligencia) es la fina y entrañable evocación de ese mundo familiar y, en términos de puesta, la libertad interna que maneja todo el equipo para sacarse de encima formas escénicas establecidas y proponer un viaje íntimo en el que todo cambia de lo superficial a lo profundo.
Thurston Moore les pide a las luces del domingo que se apoderen de sus noches y les promete que se arrodillará y morirá, mientras suenan un violín y una guitarra encantadoramente melancólicos. Su voz, su guitarra, los arreglos de cuerdas y su genuina tristeza llevan consigo un único boleto de ida hacia Sea Change, aquel disco bello y terriblemente emocional que Beck grabó hace exactamente diez años. Mientras Sonic Youth, su grupo de toda la vida, se despedía con sus últimos conciertos alrededor del mundo y su relación con Kim Gordon, su esposa de toda la vida y compañera de grupo, se desvanecía con destino a divorcio, Moore registró el álbum Demolished Thoughts –que el año pasado editó en el país el sello Ultrapop y que el mismísimo Moore vendrá a presentar el 9 y 10 de abril en Niceto– con la producción de Beck. Amigo fiel y consejero, pero ante todo un músico y productor de alto vuelo, el rubio pequeño –Beck– le puso el hombro al rubio alto de la guitarra rabiosa –Moore– para que expulsara con total libertad sus sentimientos en un álbum extraordinario y tan dominguero como el tema “Illuminine”, mencionado anteriormente. Hace cuatro años que Beck no firma un álbum con su nombre
–el último fue Modern Guilt, de 2008–, pero aunque no lo veamos él siempre está. Luego de su experimental manera de encarar un fenómeno de estos tiempos como lo es reinterpretar álbumes clásicos de principio a fin –el músico regaló a través de Internet versiones de discos de Velvet Underground, INXS y Yanny, entre otros, junto a amigos músicos como Devendra Banhart, los MGMT y el mismo Thurston Moore–, por estos días llegó a las bateas argentinas el nuevo disco de Charlotte Gainsbourg, Stage Whisper, que mezcla el registro en vivo de un concierto de la cantante francesa con algunas canciones inéditas que quedaron de las sesiones de grabación de su álbum IRM, con producción y temas compuestos por... Beck. Sin planes de disco propio a la vista, el músico norteamericano despunta el vicio aquí y allá y suma participaciones en bandas sonoras de películas: la última fue con el tema de aires folk “Looking for a Sign”, para la película Jeff Who Lives at Home, de Mark Duplass, que acaba de estrenarse en los Estados Unidos. En estos cuatro años de aparente silencio discográfico también se lo escuchó en la producción y la coescritura de varias canciones del álbum The Compass (2010), del
Beck siempre está soulero Jamie Lidell; en dos temas que cantó para el disco de Tobacco Maniac Meat (2010); en remixes varios (el último, de un tema de Feist, “How Come You Never Go There”) y en la inclusión de media docena de temas propios para el soundtrack de Scott Pilgrim vs. los ex de la chica de sus sueños (2011). Desde la semana pasada y hasta el 13 de mayo, en el circular Museo Hirshhorn de Washington, se lo podrá escuchar también como parte de “Song 1”, pieza que musicaliza la última muestra del artista Doug Aitken y de la que además participaron James Murphy (LCD Soundsystem) y Devendra Banhart, entre otros.
MUSICA ENTREVISTA A JUAN CAMPODONICO
SINTESIS SAN ISIDRO
CONVOCATORIA
EL POPULAR
Hoy, mañana y el domingo, a las 20.30, podrá verse Extrellas, de Pino Isacchi, dirigida por Sergio Lombardo. Con Claudia Bustamante, Mandy Chevallier-Boutell, Claudia Estévez, Ana M. Giovagnoli y Analía Vilariño. En el Teatro del Viejo Concejo, 9 de Julio 512 (San Isidro).
Ya está abierta la convocatoria para obras y textos teatrales para Teatro x la Identidad 2012. El material se puede entregar en Guardia Vieja 3550, Dto. 10, los lunes, de 15 a 18. Entretanto, las bases de ambos concursos están en www.teatroxlaidentidad.net.
El teatro El Popular abre sus puertas a la comunidad con un concurso de dramaturgia. Habrá premios en efectivo sumados a la producción de la obra. La temática es “Estampas de la Argentina actual”. Información: www. teatroelpopular.com.ar o en Chile 2076.
Una comedia de mujeres
Teatro x la Identidad 2012
Concurso de dramaturgia
El uruguayo Juan Campodónico y Gustavo Santaolalla de fondo, en el back de Bajofondo
La cabeza parlante de la cuenca del Río de la Plata Uno de los cerebros musicales de Bajofondo lanzó su disco
“Soy un jugador de equipo, nunca sería un solista que va con la viola, no es lo mío”, se define con sencillez de centrojás este músico, compositor y productor que participó en los últimos quince años de los proyectos más importantes de la música del Río de la Plata. El montevideano Juan Campodónico, integrante del colectivo Bajofondo, lanzó su proyecto Campo, una buena síntesis de su estética y su propio historial artístico, compartiendo ideas y sonidos con otros artistas. “Mi aproach a la música siempre fue distinto, desde que empecé con Peyote Asesino, a fines de los noventa, como compositor y guitarrista; después pasó lo de Bajofondo, que al principio era un proyecto de ideas, que se transformó en una banda y fue una gran escuela para mí desde que conocí a Gustavo Santaolalla. Siempre me gustaron los procesos colectivos”, amplifica Campodónico. Su participación como productor fue decisiva en el cambio o proceso sónico de gente bien distinta del panorama uruguayo, como La Vela Puerca, Jorge Drexler o Cuarteto de Nos. “Cada uno de esos momentos ha sido de aprendizaje, desde el mundo cancionero de Jorge (Drexler) a estar con una banda de rock a volumen once, en un cuarto lleno de humo. En este tiempo, tuve la suerte de participar de esas movidas como productor y músico y fui escuchando cosas que se incorporaron a mi sonido y tienen que ver con un recorrido que no considero solista. Por eso a
Campo lo veo como la imagen de un artista colectivo, donde tengo un rol de dirección, desde el que plantear mis ideas musicales”. –¿Cuáles son esas ideas? –En Campo podés encontrar un punto de vista conceptual que tiene que ver con tomar cosas de nuestra cultura popular y revalorizarlas. Encontrar la belleza en la cumbia, la milonga o el tango y llevarlas a una expresión más moderna. Hace años que vengo diciendo que si en el Sur le hubiéramos puesto otros nombres a nuestra música y hubiéramos dejado de
decir que la gente de acá hace jazz, pop o blues ofreceríamos una idea más novedosa de lo que hacemos. Acá no es lo mismo que en otros lugares porque se toca otra cosa, tiene otro sabor, otra idiosincrasia, y habría que tomarse el trabajo de redefinirlo estilísticamente. Campo redefine esos conceptos musicales en el disco (ver recuadro), que presentará el próximo 22 de abril en Samsung, donde estará presente buena parte de sus colaboradores: el cantautor Martín Rivero, el DJ Pablo Bonilla y los músicos de Bajofondo (incluido Santaolalla), con los que está preparando un nuevo disco. “Será como nuestro Revolver, sin invitados y muy distinto de lo que venimos haciendo”, desliza Campodónico. El presente es la nueva marcha tropical de este creativo musical, que arrancó en un galpón de Villa Española rapeando sobre samplers de vinilos de tango y está cosechando sus frutos. “En este continente se generó un caldo de cosas nuevas en todo el siglo XX. En ese sentido, Campo es reivindicador de lo sudaca”.
Un gol de media cancha Campo, según su autor, es “buscar la identidad de acá. Hay que saber de dónde sos y de dónde venís para plantear algo nuevo para este mundo”. Conceptualmente, las ideas musicales de Campo están defendidas en diez canciones con destino de gol. Un collage sonoro entre el indie, el spanglish, la marcha tropical, atmósferas electrónicas y tangueras con ganchos hiteros, el beatpop montevideano y aditivos cancioneros como Jorge Drexler en la voz de “1987”. Una síntesis del ayer y el mañana de la música rioplatense.