“irregulares” en la cuenca del mediterráneo

20 nov. 2015 - TRAGEDIAS DE MIGRANTES “IRREGULARES” EN LA CUENCA DEL. MEDITERRÁNEO, CON ÉNFASIS ESPECIAL EN SOLICITANTES DE ...
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INTERVENCIÓN DE MÉXICO EN EL DEBATE GENER AL SOBRE L AS TR AG EDI AS DE MIGR ANTES “IRREGUL ARES ” EN L A CUENC A DEL MEDI TERR ÁNEO, CON ÉNF ASI S ESPECI AL EN SOLI CI TANTES DE ASI LO SIRIOS Plenar io de la Asam blea General Nueva York, 20 de noviembre de 2015 COTEJAR CONTRA LECTURA Señor Presidente: México participa en este debate general complacido por la oportunidad de dialogar sobre uno de los temas más complejos que nos ocupa a todos los Estados Miembros. Se trata de un tema que ha tocado las fibras más sensibles de la opinión pública mundial. Lejos de considerarse como una problemática de flujos de personas entre algunas regiones, forma parte de un fenómeno global que debemos afrontar juntos los países de origen, tránsito, destino y retorno. No es un tema coyuntural, sino estructural y definitorio de la realidad internacional. México ha reiterado en este foro -desde hace décadas- que la comunidad internacional, a través de las Naciones Unidas, debe atender este fenómeno de manera integral. Observamos con preocupación que las capacidades nacionales de algunos países se han visto rebasadas por la cantidad de desplazados que huyen del conflicto armado para salvar sus vidas y que en numerosas y lamentables ocasiones encuentran la muerte en el intento. Los migrantes son vulnerables desde que deciden emprender su viaje a un país con mejores oportunidades. Dejan atrás su entorno socioeconómico y familiar. Durante el trayecto, son sujetos a toda clase de abusos por parte de traficantes y delincuentes que se aprovechan de los vacíos de cooperación internacional a favor de sus derechos humanos. Tristemente, muchos llegan a su destino para ser victimizados y marginados nuevamente, a pesar de sus aportaciones. Todos los gobiernos tenemos la obligación de respetar los derechos humanos de los desplazados, sin importar su condición migratoria. La seguridad y el respeto a los derechos humanos son un binomio que es compatible en un marco del Estado de Derecho. Vemos complacidos que muchos Estados así lo entienden. Un enfoque de seguridad internacional hacia los migrantes limita el entendimiento que requiere el fenómeno. No debemos ver a quienes cruzan fronteras en busca de seguridad y oportunidades como una amenaza, sino como agentes de desarrollo, tal y como les reconoce la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030. Este reconocimiento debe traducirse en una mejor protección de todos sus derechos: trabajo digno y bien remunerado, acceso a la educación, a la salud y a la justicia.

A lo largo de la historia, las migraciones han contribuido a la construcción económica, social y cultural de la mayoría de las naciones. Para México es evidente que los temas de migración y refugio son mejor atendidos desde una perspectiva que privilegia los derechos humanos y el bienestar de todos. En realidad, requerimos acordar acciones, políticas públicas y compromisos definidos jurídicamente vinculantes. A la fecha, no contamos con mecanismos suficientes para garantizar el avance de los derechos de los migrantes. México considera que las Naciones Unidas es el foro idóneo para intercambiar experiencias, compartir puntos de vista y acordar estrategias integrales a futuro. Tal fue nuestra convicción en 1990, cuando promovimos la Convención Internacional sobre los Derechos de los Trabajadores Migratorios y sus Familiares. Hoy, el instrumento es un referente que deberá ser considerado por todos los países. En 2015, mi país insiste en el reconocimiento de las contribuciones de los migrantes a los países de origen, tránsito, destino y retorno. Observamos con preocupación que grupos de migrantes y refugiados viven situaciones de riesgo, rechazo, estigmatización y abuso. Algunos países cuestionan el principio de no retorno en el caso de los refugiados y otros criminalizan al migrante. México rechaza la violencia, los llamados al odio, la radicalización y división social. Estas expresiones intolerantes no tienen cabida en el siglo XXI. Es inaceptable que los migrantes y refugiados sean estigmatizados y responsabilizados por los problemas preexistentes en los lugares de destino. No son la amenaza, sino los amenazados. Señor Presidente, México comprende integralmente el fenómeno migratorio, al ser un país de origen, tránsito, destino y retorno. Tenemos enormes retos en materia de migración que enfrentamos con decisión y responsabilidad. En todo el orbe, millones de migrantes y refugiados necesitan una respuesta inmediata, colectiva, humana y efectiva, que debe surgir de las Naciones Unidas. El Foro Global sobre Migración y Desarrollo, celebrado el mes pasado en Turquía, así como la “Declaración de Alto Nivel sobre Migración y Desarrollo”, adoptada por la Asamblea General en 2013, confirman la necesidad de fortalecer los mecanismos de diálogo y cooperación internacional para atender los fenómenos de migración, refugiados y desplazados internos. No partimos desde cero. México acoge con beneplácito las iniciativas hoy anunciadas por el Secretario General que facilitan esta labor y se compromete a contribuir a la discusión a favor de los migrantes. Ante la realidad que atestiguamos hoy en la cuenca del mediterráneo, México reafirma su compromiso por atender estos fenómenos de manera integral, así como de fortalecer el marco jurídico y operativo, basado en el respeto a los derechos humanos, para garantizar la protección internacional que merecen los migrantes y los solicitantes de asilo. Muchas gracias

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