economía | 15
| Jueves 3 de octubre de 2013
Giro de la AFIP: desistió de un reclamo millonario contra Cargill cambio. Le exigía a la cerealera $ 44 millones, al tiempo que Moreno amenazaba con represalias
para bajar el precio del trigo; el Tribunal Fiscal evalúa si convalida la decisión del organismo Hugo Alconada Mon LA NACION
Mientras que en público el Gobierno prometía “látigo” contra las cerealeras por especular con el precio del trigo, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) volvió sobre sus propios pasos. En rigor, hizo más que eso. Determinó que la multinacional Cargill no tiene que pagar más de $ 44 millones que se disputaban por el impuesto a las ganancias, según consta en la presentación de la AFIP cuya copia obtuvo la nacion. El inesperado giro de la AFIP se centró en un solo balance de Cargill, correspondiente a 2005, aunque ya generó una correlación con lo que reclamaba a la firma por su balance de 2006. Más aún, podría disparar un efecto dominó sobre otras compañías con las que mantiene una agria disputa por los llamados “precios de transferencia”. El allanamiento del organismo que lidera Ricardo Echegaray se plasmó en un expediente administrativo que tras años de debate dentro del organismo tributario pasó al Tribunal Fiscal. Allí, el ente recaudador comunicó que renunciaba a su reclamo, a pesar de que ya contaba con una “consulta vinculante” contraria a Cargill desde 2004 y fallos favorables para la AFIP de la Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo en casos similares. Ahora el Tribunal debe decidir si se encuentra obligado a homologar esa decisión aun cuando contradice su posición histórica y la expuesta por la Justicia. El giro de la AFIP llegó el 11 de julio pasado, sólo una semana después de que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno –con quien Echegaray mantiene una puja de poder–, anunciara que aplicaría la ley de abastecimiento y amenazara con decomisar trigo a los exportadores y volcarlo al mercado interno para bajar su precio. Ese mismo jueves 11 de julio, incluso, el ministro de Agricultura,
Norberto Yauhar, afirmó que “hace falta ponerse el látigo en la mano para que el trigo aparezca” y sostuvo que fruto de la reunión con “los componentes de la cadena de trigo y harina [...] el precio bajó entre un 25 y 28 por ciento”. Pero mientras algunos funcionarios amenazaban con “látigos”, la AFIP cedió más de $ 44 millones en impuestos e intereses reclamados a Cargill por el ejercicio 2005, monto al que también habría que sumar el correspondiente a 2006, también reclamado. Consultados por la nacion, desde Cargill tomaron con mesura lo ocurrido. Sólo indicaron que sus argumentos defensivos eran “muy sólidos” y que estaban “tranquilos”, pero que como política general de la compañía alrededor del mundo prefieren no emitir comentarios “sobre litigios impositivos”. Desde la AFIP, en tanto, no respondieron la consulta periodística. La resolución 5/13, de todos modos, expone el giro del ente recaudador. Contradice la posición que había mantenido hasta entonces y que llegó a verter en una “consulta vinculante”, y abrió la puerta para que otras empresas cerealeras o incluso de otros rubros comiencen a reclamar el mismo tratamiento, basadas en el principio conocido como del “error excusable”. Dinero, multa y causa penal Firmada por el subdirector general técnico legal impositivo de la DGI, Pablo Aguilera, esa resolución favorable a Cargill revirtió la posición oficial que la AFIP había emitido dos años antes mediante otra resolución, la 152/2011. En esa resolución, del 20 de diciembre de 2011, la subdirección general de Operaciones Impositivas de Grandes Contribuyentes Nacionales había determinado que la cerealera debía ingresar en concepto de Ganancias por el año 2005 algo más de $ 17,2 millones, más otros $ 26,8 millones por intereses resarcitorios. Un total superior a los $ 44
Una puja con Moreno que crece día a día
ricardo echegaray director de la afip
4 de julio El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, amenaza con aplicar la ley de abastecimiento y decomisar el trigo de los exportadores para bajar su precio en el mercado interno 11 de julio Mientras el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, promete “látigo” para los operadores por el precio del trigo, la AFIP vuelve sobre sus pasos en su puja contra Cargill, a la que deja de reclamarle $ 44 millones 1° de octubre El Tribunal Fiscal, órgano de apelación de la AFIP, evalúa si convalida el silencioso giro del organismo que lidera Ricardo Echegaray, que se plasma en la resolución 5/2013
millones, al tiempo que difería la eventual aplicación de una multa a lo que ocurriera en sede penal, donde la Justicia investigaba la posible comisión de distintos delitos. Según explicó la AFIP en 2011, los millones reclamados y la causa penal respondían a exportaciones que Cargill Argentina envió a su controlada en Uruguay “que no respondían a prácticas normales de mercado entre partes independientes”. Es decir, que no se trataba de una venta normal, sino de una supuesta simulación con precios menores con el presunto fin oculto de evadir impuestos. El organismo incluso ganó los primeros rounds contra las cerealeras. Obtuvo fallos favorables del Tribunal Fiscal –órgano de apelación administrativo de las decisiones de la AFIP–, así como de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal. Por ejemplo, en el caso “Alfred Toepfer Internacional SA”, del 13 de diciembre de 2012. Ocho meses después, sin embargo, la AFIP facultó a sus abogados “a formular el presente allanamiento total” en favor de Cargill cuando el reclamo ya tramitaba en la sala “A” del Tribunal Fiscal. En esa línea, y de acuerdo con la ley, el Tribunal Fiscal no tiene ahora mucho margen para objetar el allanamiento fiscal. Así lo dispone el artículo 164 de la ley 11.683 de procedimiento fiscal, aunque ese principio, en apariencia monolítico, podría caerse si la sala A lo considera arbitrario, contrario a las leyes y a la jurisprudencia del propio Tribunal y de su superior en la materia. De acuerdo con la resolución que firmó Aguilera –quien depende de manera directa del titular de la DGI, Ángel Toninelli, y éste de Echegaray–, la AFIP sólo pretende que las costas del juicio se apliquen “por su orden”. Es decir que cada cual afronte parte de los costos. De no ser así, al fisco podría costarle otros $ 8 millones entre honorarios y tasa de actuación. Es decir, un rojo total de $ 52 millones. No hubo tal látigo.ß
La mexicana Elektra se va del país y acusa a la inflación y el cepo
salida. La firma cerró los locales de venta de electrodomésticos y préstamos al consumo Alfredo Sainz LA NACION
Cuando a Ricardo Salinas, uno de los empresarios más poderosos de México, le preguntan cómo construyó su emporio económico siempre apela a una de sus frases de cabecera. “¿Cuál es el mejor negocio? Un banco. ¿Y el segundo mejor? Un banco mal administrado.” Claro que toda regla tiene su excepción, y en el caso de Salinas el punto débil lo encontró en el mercado argentino. Ayer, el grupo mexicano Elektra, controlado por Salinas, anunció a través de un duro comunicado “su retiro y liquidación de operaciones en la Argentina”. La operación incluye el cierre de todas las sucursales de su cadena de electrodomésticos Elektra y de Punto Azteca, su financiera especializada en el otorgamiento de créditos para los segmentos no bancarizados de la población. A la hora de explicar su retirada del país, los mexicanos no anduvieron con vueltas y no tuvieron ningún empacho en culpar al “entorno macroeconómico” de la Argentina. “La decisión resulta de un difícil entorno macroeconómico y de negocios, que resta viabilidad a la operación en ese país”, explicó la compañía en un inusual comunicado –por lo duro de su contenido– datado en Ciudad de México. Acto seguido, en la compañía hacen un repaso de las razones que los llevaron a cerrar su filial argentina, comenzando por el control cambiario y las restricciones para importar y exportar, que “limitan el acceso a mercancías para el comercio”, pasando por “los controles al flujo de capitales que restringen la inversión”. En Elektra también culpan a la “alta inflación”, que dificulta el planeamiento de sus negocios, y “a la regulación laboral, que permite prácticas sindicales que afectan el ambiente de inversión”. Además, también señalan que en el país hay una “cultura
de no pago de adeudos, que hace inviable el negocio del crédito”. Más allá de las indudables barreras que encontró Elektra en la Argentina, tampoco hay que obviar el hecho de que los mexicanos nunca le encontraron la vuelta al mercado local. El grupo llegó al país en 2007, con la apertura de una primera tienda de Punto Azteca, su financiera que se especializa en los créditos para la base de la pirámide social. Apuntando a ese segmento de clientes, el debut de la compañía no se concretó en el microcentro porteño, sino en la localidad de Laferrère, partido de La Matanza. A partir de esa primera tienda, el grupo fue creciendo con dos mode-
Elektra empezó a cerrar sucursales aun cuando sus competidores crecían con aperturas de locales los de negocios: la cadena de electrodomésticos Elektra y las tiendas de Punto Azteca, que originalmente estaban pensadas para dar créditos a los clientes de Elektra. Este modelo nunca terminó de despegar en la Argentina y llamativamente Elektra empezó a cerrar sus sucursales, aun en momentos en que la venta de electrodomésticos se disparaba en el mercado local. El caso emblemático de esta incapacidad de saber aprovechar un contexto favorable fue el cierre de la megatienda que la empresa había abierto en la esquina de Callao y Corrientes y que hoy está ocupada por una sucursal del Citibank. Su cierre prácticamente fue paralelo a la expansión que vivieron sus principales competidores, que parece que supieron convivir con la “alta inflación” y “el desfavorable entorno macroeconómico”.ß