Hoja informativa
Nº 61- enero de 2019
La levadura
«El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.»
La buena política está al servicio de la paz Como cada año, el 1 de enero el papa Francisco sacó a la luz el mensaje para la celebración de la 52 Jornada Mundial de la Paz. El título y enfoque de este año ha sido: “la buena política está al servicio de la paz”. Reproducimos a continuación algunas de las afirmaciones más significativas. Jesús, al enviar a sus discípulos en misión, les dijo: «Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros» (Lc 10,5-6). Dar la paz está en el centro de la misión de los discípulos de Cristo. Y este ofrecimiento está dirigido a todos los hombres y mujeres que esperan la paz en medio de las tragedias y la violencia de la historia humana. La “casa” mencionada por Jesús es cada familia, cada comunidad, cada país, cada continente, con sus características propias y con su historia; es sobre todo cada persona, sin distinción ni discriminación. También es nuestra “casa común”: el planeta en el que Dios nos ha colocado para vivir y al que estamos llamados a cuidar con interés. Por tanto, este es también mi deseo al comienzo del nuevo año: “Paz a esta casa”.
La paz es como la esperanza de la que habla el poeta Charles Péguy; es como una flor frágil que trata de florecer entre las piedras de la violencia. Sabemos bien que la búsqueda de poder a cualquier precio lleva al abuso y a la injusticia. La política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción. En efecto, la función y la responsabilidad política constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo. La política, si se lleva a cabo en el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas, puede convertirse verdaderamente en una forma eminente de la caridad.
El compromiso por el bien común es un programa con el que pueden estar de acuerdo todos los políticos, de cualquier procedencia cultural o religiosa que deseen trabajar juntos por el bien de la familia humana, practicando aquellas virtudes humanas que son la base de una buena acción política: la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad. En la política, desgraciadamente, junto a las virtudes no faltan los vicios, debidos tanto a la ineptitud personal como a distorsiones en el ambiente y en las instituciones. Es evidente para todos que los vicios de la vida política restan credibilidad a los sistemas en los que ella se ejercita, así como a la autoridad, a las decisiones y a las acciones de las personas que se dedican a ella. Estos vicios, que socavan el ideal de una democracia auténtica, son la vergüenza de la vida pública y ponen en peligro la paz social: la corrupción —en sus múltiples formas de apropiación indebida de bienes públicos o de aprovechamiento de las personas—, la negación del derecho, el incumplimiento de las normas comunitarias, el enriquecimiento ilegal, la justificación del poder mediante la fuerza o con el pretexto arbitrario de la “razón de Estado”, la tendencia a perpetuarse en el poder, la xenofobia y el racismo, el rechazo al cuidado de la Tierra, la explotación ilimitada de los recursos naturales por un beneficio inmediato, el desprecio de los que se han visto obligados a ir al exilio. En el contexto actual, cada uno puede aportar su propia piedra para la construcción de la casa común y de una política que esté al servicio de la paz.
La cita “La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen para provecho de gentes que sí se conocen pero no se masacran”. (Paul Valery)
La historia de Rabee El conflicto en Siria ha entrado ya en su octavo año y sigue teniendo un impacto devastador en millones de vidas. Casi 12 millones de persones necesitan ayuda urgentemente. Siria es ahora la mayor crisis de desplazamiento en el mundo desde la II Guerra Mundial. Más de la mitad de la población antes del conflicto ha sido desplazada por la fuerza. Rabee Zarife perdió a su padre en una explosión de bomba y él mismo resultó gravemente herido. Foto: Caritas Siria
Alrededor de 6 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en Siria y casi la mitad de ellas están en áreas sitiadas o de difícil acceso.
Caritas Siria está tratando a diario con la crisis, apoyando a aquellos que sufren como consecuencia de la violencia persistente y brindando ayuda vital. Muchos de los empleados y voluntarios de Cáritas Siria también son desplazados. Rabee Zarife, de 15 años, se trasladó a Damasco con su familia cuando estalló la violencia en su aldea, en las afueras de la capital. Su padre murió cuando un proyectil de mortero alcanzó su tienda. Rabee logró sobrevivir, pero perdió las piernas en el ataque. «Yo estaba en el suelo con mucho dolor, sin saber lo que me había ocurrido, cuando escuché la voz de mi padre: ‘Rabee, no te mueras, aguanta y vive’. Mi padre murió al llegar al hospital. Mi corazón también dejó de latir y creyeron que estaba muerto. Una enfermera me cubrió la cara, pero se dio cuenta de que moví levemente la mano. Me empezaron a dar choques eléctricos de nuevo y volví a la vida. Obedecí a mi padre y me mantuve vivo, pero no tenía piernas». Un equipo de Caritas Siria conoció a Rabee en el hospital en Damasco inmediatamente después del accidente y empezó a dar comida, ropa, medicamentos y apoyo psicológico a su familia, así como equipamiento médico para Rabee (silla de ruedas, andador, muletas). Los empleados de Caritas también trabajaron con otras organizaciones benéficas para ayudar a Rabee a obtener piernas prostéticas. «El año pasado, Rabee siempre necesitaba ayuda con todo», recuerda su madre. «Se desplazaba como un bebé, gateaba y me seguía por el apartamento, como si tuviera dos años. Se me partía el corazón cada vez que veía que le faltaban las piernas, pero no puedo describir la alegría que sentí al verlo de pie y practicando con sus prótesis, tratando de volver a ser independiente. Significa mucho para mí». El número de personas afectadas gravemente por la crisis en Siria sigue aumentando mientras el conflicto continúa. Para Caritas, las estadísticas tienen rostros, como el de Rabbe, que está aprendiendo a caminar de nuevo.
Para leer
Anímate a informarte sobre el conflicto de Siria: las causas de fondo, los actores, las consecuencias y las acciones que está realizando Cáritas Siria para paliar los problemas. Mira también este precioso y corto vídeo de Cáritas Siria que invita a la paz. https://youtu.be/TSxxJTlwK_c
full informatiu
Nº 61- gener de 2019
El rent
«El Regne dels Cels és semblant al rent que va prendre una dona i la va ficar en tres mesures de farina, fins que va fermentar tot».
La bona política està al servei de la pau El compromís pel bé comú és un programa amb el qual poden estar d'acord tots els polítics, de qualsevol procedència cultural o religiosa que desitgen treballar junts pel bé de la família humana, practicant aquelles virtuts humanes que són la base d'una bona acció política: la justícia, l'equitat, el respecte mutu, la sinceritat, l'honestedat, la fidelitat.
Com cada any, l'1 de gener el papa Francesc va traure a la llum el missatge per a la celebració de la 52 Jornada Mundial de la Pau. El títol i enfocament d'enguany ha sigut: “la bona política està al servei de la pau”. Reproduïm a continuació algunes de les afirmacions més significatives. Jesús, en enviar als seus deixebles en missió, els va dir: «Quan entreu en una casa, digueu primer: “Pau a aquesta casa”. I si allí hi ha gent de pau, descansarà sobre ells la vostra pau; si no, tornarà a vosaltres» (Lc 10,5-6). Donar la pau està en el centre de la missió dels deixebles de Crist. I aquest oferiment està dirigit a totes les persones que esperen la pau enmig de les tragèdies i la violència de la història humana. La “casa” esmentada per Jesús és cada família, cada comunitat, cada país, cada continent, amb les seues característiques pròpies i amb la seua història; és sobretot cada persona, sense distinció ni discriminació. També és la nostra “casa comuna”: el planeta en el qual Déu ens ha col·locat per a viure i al qual estem cridats a cuidar amb interés. Per tant, aquest és també el meu desig al començament del nou any: “Pau a aquesta casa”.
La pau és com l'esperança de la qual parla el poeta Charles Péguy; és com una flor fràgil que tracta de florir entre les pedres de la violència. Sabem bé que la cerca de poder a qualsevol preu porta a l'abús i a la injustícia. La política és un vehicle fonamental per a edificar la ciutadania i l'activitat de l'home, però quan aquells que es dediquen a ella no la viuen com un servei a la comunitat humana, pot convertir-se en un instrument d'opressió, marginació i fins i tot de destrucció. En efecte, la funció i la responsabilitat política constitueixen un desafiament permanent per a tots els que reben el mandat de servir al seu país, de protegir a quants viuen en ell i de treballar a fi de crear les condicions per a un futur digne i just. La política, si es duu a terme en el respecte fonamental de la vida, la llibertat i la dignitat de les persones, pot convertir-se veritablement en una forma eminent de la caritat.
En la política, desgraciadament, al costat de les virtuts no falten els vicis, deguts tant a la ineptitud personal com a distorsions en l'ambient i en les institucions. És evident per a tots que els vicis de la vida política resten credibilitat als sistemes en els quals ella s'exercita, així com a l'autoritat, a les decisions i a les accions de les persones que es dediquen a ella. Aquests vicis, que soscaven l'ideal d'una democràcia autèntica, són la vergonya de la vida pública i posen en perill la pau social: la corrupció — en les seues múltiples formes d'apropiació indeguda de béns públics o d'aprofitament de les persones—, la negació del dret, l'incompliment de les normes comunitàries, l'enriquiment il·legal, la justificació del poder mitjançant la força o amb el pretext arbitrari de la “raó d'Estat”, la tendència a perpetuar-se en el poder, la xenofòbia i el racisme, el rebuig a la cura de la Terra, l'explotació il·limitada dels recursos naturals per un benefici immediat, el menyspreu dels qui s'han vist obligats a anar a l'exili. En el context actual, cadascun pot aportar la seua pròpia pedra per a la construcció de la casa comuna i d'una política que estiga al servei de la pau.
La cita “La guerra és una massacre entre gents que no es coneixen per a profit de gents que sí que es coneixen però no es massacren”. (Paul Valery)
La història de Rabee El conflicte a Síria ha entrat ja en el seu huité any i continua tenint un impacte devastador en milions de vides. Quasi 12 milions de persones necessiten ajuda urgentment. Síria és ara la major crisi de desplaçament en el món des de la II Guerra Mundial. Més de la meitat de la població abans del conflicte ha sigut desplaçada per la força. Rabee Zarife va perdre al seu pare en una explosió de bomba i ell mateix va resultar greument ferit. Foto: Caritas Síria
Al voltant de 6 milions de persones s'han vist obligades a abandonar les seues llars a Síria i quasi la meitat d'elles estan en àrees assetjades o de difícil accés.
Càritas Síria està tractant diàriament amb la crisi, donant suport a aquells que pateixen com a conseqüència de la violència persistent i brindant ajuda vital. Molts dels empleats i voluntaris de Càritas Siria també són desplaçats. Rabee Zarife, de 15 anys, es va traslladar a Damasc amb la seua família quan va esclatar la violència en el seu llogaret, als afores de la capital. El seu pare va morir quan un projectil de morter va impactar en la seua botiga. Rabee va aconseguir sobreviure, però va perdre les cames en l'atac. «Jo estava en el sòl amb molt de dolor, sense saber el que m'havia ocorregut, quan vaig escoltar la veu del meu pare: ‘Rabee, no et muires, aguanta i viu’. El meu pare va morir en arribar a l'hospital. El meu cor també va deixar de bategar i van creure que estava mort. Una infermera em va cobrir la cara, però es va adonar que vaig moure lleument la mà. Em van començar a donar xocs elèctrics de nou i vaig tornar a la vida. Vaig obeir al meu pare i em vaig mantindre viu, però no tenia cames». Un equip de Càritas Síria va conéixer a Rabee a l'hospital a Damasc immediatament després de l'accident i va començar a donar menjar, roba, medicaments i suport psicològic a la seua família, així com equipament mèdic per a Rabee (cadira de rodes, caminador, crosses). Els empleats de Càritas també van treballar amb altres organitzacions benèfiques per a ajudar a Rabee a obtindre cames prostètiques. «L'any passat, Rabee sempre necessitava ajuda amb tot», recorda la seua mare. «Es desplaçava com un bebé, gatejava i em seguia per l'apartament, com si tinguera dos anys. Se'm partia el cor cada vegada que veia que li faltaven les cames, però no puc descriure l'alegria que vaig sentir en veure'l dempeus i practicant amb les seues pròtesis, tractant de tornar a ser independent. Significa molt per a mi». El nombre de persones afectades greument per la crisi a Síria continua augmentant mentre el conflicte continua. Per a Càritas, les estadístiques tenen rostres, com el de Rabbe, que està aprenent a caminar de nou.
Per a llegir
Anima't a informar-te sobre el conflicte de Síria: les causes de fons, els actors, les conseqüències i les accions que està realitzant Càritas Síria per a pal·liar els problemes. Mira també aquest preciós i curt vídeo de Càritas Síria que convida a la pau. https://youtu.be/TSxxJTlwK_c