Comunidad Hispana Iglesias Santa Rosa de Lima y San Isaac Jogues ENERO 9, 2011
NÚMERO 28
33 Church St, East Hartford, CT 06108
1 Community St, East Hartford, CT 06108
Rev. Padre JOHN P. ROHAN. Párroco Rev. Padre ROBERT ROY, Vicario parroquial Rev. Padre IVÁN RAMÍREZ, Vicario Parroquial
Diácono JULIO MATURANA Diácono MICHAEL TORRES
BAUTISMO DEL SEÑOR Is 42,1-4.6-7 Salmo 28 At 10,34-38 Mt 3,13-17
El propio ritmo del año litúrgico nos trae esta fiesta como continuación de la Navidad y de la Epifanía; hace caer la festividad desde una m e n t a l i d a d n e t a m e n t e cristiana: el niño hace poco que ha nacido... ahora vemos su bautizo... La mentalidad de la gente alejada asocia este bautismo de Jesús con el de los niños actuales, pero en realidad su simbolismo es totalmente otro.
anunciando a los alejados y a los convertidos la grandeza del Dios que te espera. Ha venido, pero muchos no le han aceptado en su vida. Juan es hoy el que proclama, el que realiza gestos, el que mira al futuro que Dios nos trae.
¿Por qué se bautizó Jesús? ¿Acaso tenía pecados? ¿Acaso necesitaba convertirse?
El bautismo de Jesús le sitúa entre los pecadores. Dios no sólo se hizo carne sino que tomó sobre sí el peso de la carne. El Señor no tuvo ningún pecado, pero estuvo muy en contacto con aquellos a los que el pecado había poseído. Pasar por el bautismo era experimentar el arrepentimiento, sentir lo que una persona conmovida podía percibir en su espíritu cuando se acercaba al agua. Muchas veces no nos damos cuenta que en la vida humana sólo hay un dolor, un sufrimiento solidario que atraviesa cada alma y cada historia personal. En la vida sólo hay una felicidad que ilumina el ser de cada persona. Jesús se metió de tal manera en la realidad del ser humano doliente que pasó, sin merecerlo , por las cavernas del dolor para que el dolor no hundiese al ser humano, por eso los cristianos vemos también en el dolor y en el sufrimiento de cada persona la mano redentora de nuestro salvador.
Los primeros cristianos tuvieron sus grandes debates sobre este tema. Hubo explicaciones para todos los gustos, pero el bautismo en el Señor tiene unas referencias que bien nos pueden servir para darnos cuenta de la hondura de este gesto. Jesús no tenía necesidad de purificación pero tenía que cumplir la voluntad del Padre. Después de los días de adviento aparece de nuevo Juan el Bautista. Ahora tiene ante sí mismo a quien había anunciado. La gente estaba expectante y se preguntaba si Juan era el Mesías. Él lo desmiente exaltando al Señor por encima de su persona y de su actividad. En la vida diaria del cristiano la labor que hacemos es como la de Juan el Bautista. Tenemos que estar
El Evangelio de hoy tiene un aroma conmovedor. Juan puede ver a quien anunció. Algo parecido nos ocurrirá en el momento de nuestro encuentro con la eternidad. En aquel último momento veremos a Dios tal cual es, y, nosotros seremos ante Él tal y como realmente somos. En el fondo lo que vivió Juan el Bautista fue un ratito de cielo. Él se despojó de sí y aceptó la grandeza de Dios de una manera plena.
ATENCIÓN EN ESPAÑOL: Tel 860-289-8877 www.ehcatholicnorth.org Saint Rose Church - East Hartford, CT
Juan dice a la gente que él sólo puede bautizarlos con agua e invitarles al arrepentimiento, pero él personalmente no puede concederles el perdón; su bautismo es externo y