DESDEFUERA
El reto de ganar en humildad ntre las virtudespara mejorarla convivencia alas que dediqu~mi arficulo anterior, atribula singularimportanciaa la humildad. Es unvalor risible paracinicosy maquiavrlicos.Segfin Nietzsche, la humildadformaparte de la moralcristiana, inventadaparahacer milsllevaderala situacirnde los esclavos:los d~bilesy oprimidos. Perosi queremosmejorarla convivenciano podemostomarcomopanta las ensefianzasdel griegoAnfistenes,del florentino Maquiaveloni del citadoalemfin, Noes humildequien mira por encimadel hombroa quienes tienen unaposicirnsocial, econrmica o cultural inferior a la suy~Cualquierade los que nosrodeatiene algunacapacidado virtuden quenossuper~,aunquenose apreciea primeravista, atmqueen determinadas facetas de su vida actfie inclusoconperversidad.(Suelodecir quelavirtudde los dictadoreses la astucia:graciasa ella acceden al poder,lo acaparan y se mantienen en 61). Lahumildades importanteen todoslos firnbitos de la sociedad. Es conocidoqueenpolitica la arroganciase pagacara; no pondr~nombresy apellidos porqueboypretendoesfimularesta virtud en el ciudadanode a pie, en la medidaen quelo sonntis cualificadoslectores. Aalgunole sorprender~i saber que hayescuelas de direccirn de empresasquellevan afios investigandoy divulgandolos beneficiosque comporta esta virtud. Si introduceese t~rminoen el buscadorde las websde la HarvardBusinessSchooly del IESE,encontrarfi mil de cien referencias. Quienm~sha profundizadoen la humildadson las religiones; en la que mejorconozco,la crisfiana, el modeloy maestrorue Jesfis. SantaTeresade Jesfls defini6perspicazmente la humildad como "andaren verdad". E1coNoes to mismopedir nocimiento de uno mismo es muydificil; en sus disperd6n de manera tintas modalidades, la sosincera que berbiaestfi siempreagaza’disculparse’ pad~ uno ha de examinar su conductacon valentia y honesfidad. Encuantoesta virtud hace referencia a la convivencia, puedenservir de guia las primeras"sefiales evidentesde falta de humildad"que incluye San Josemaria, fundadordel OpusDei, en el punto263de su libro Surco:"pensarquelo que haceso dices est~ mejorhechoo dichoque lo de los demos;querersalirte siemprecon la tuya; disputarsin raz6no - cuandola tienes- insisfir con tozudezy de malamanera; dartu parecersin quete lo pidan,ni lo exija la caridad;despreciarel puntode vista de los demil..." Aqui(en Catalunya)y ahora,en plenodebatesoberanista, estas consideraciones fienenespecialrelevanciapara, al menos, no deteriorarla convivenci~_ Para ganar en humildades preciso admifir los propios errores, sin echarla culpaa otros o alas circunstancias.Reconocerlosno gen~ricamente, sino con nombresy apellidos, dia y horn_Ayerllegu~tarde a comerporquesali tarde del despacho.Noacudi aver a mis padres por perez~ Estuve desconsideradocon mi c6nyugeporque estaba muymefido en mis cosas. Enel intercambiode pareceresde la sobremesa fui demasiado vehemente y no prest~atenci6na los argumentosde los demil,etc. E1otro dia escribi que el culmende la hurnildades pedir perd6naquieneshayamos ofendido.Ojo: no es lo mismopedir perd6nde manerasincera que disculparseo excusarse. Losdosfiltimos t~rminosinducena interpretar que nos sacudimosla culp~ Todostenemosexperiencia de que cuando alguien que nos ha agraviadonos pide perd6ny notamos que lo hace no de boquilla sino de coraz6n,con aut~nfico arrepenfimiento, quedamosconmovidos. Laparte mils atracfiva de la humildad es dar gracias. Los creyentes, a su Dios; todos, a quienes nos prestan alguna ayuda:familiarespr6ximos,colaboradores,quienesnos preparany sirven la comida,la conductora del autobfis,el quiosquero que nos vendeEXPANSI~)N... Periodista
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