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espectáculos

| Lunes 24 de marzo de 2014

En sus 50 años de carrera. la comunicadora regresó a Radio Mitre, con un programa propio y junto a Jorge Lanata

Magdalena Ruiz Guiñazú. “El periodismo militante es un error gravísimo” Viene de tapa

Para dialogar sobre este retorno a Mitre, Magdalena recibe a la nacion en su casa, impecable como ella, decorada con el buen gusto y la calidez que la caracterizan, poblada de recuerdos de su trayectoria periodística y de su vida personal y familiar. Estoy en una etapa fantástica porque duermo más –dice con énfasis y casi a manera de saludo–, lo cual me hace muy feliz. No me levanto más a las cuatro de la mañana. Tengo suerte de poder decir que hago lo que me gusta, y pude vivir de esto, mi vocación, que es muy importante en mi vida. –¿Cuántos años de labor periodística? –Cincuenta años. Yo ya había terminado el colegio, pero cuando fui a hablar con Emilio Ramírez, que era el director de Vea y Lea, me acompañó mi hermana mayor. En un momento dado, lo miré a Ramírez y le dije que había conseguido una nota con Marian Anderson, la contralto norteamericana. Él miró a mi hermana y preguntó: “¿Quién va a realizar la nota?”. Mi hermana le dijo que la iba a hacer yo. Y ese hombre, al que le voy a estar completamente agradecida, dijo que estaba bien y que podía contar

con un fotógrafo. Anderson era importantísima. Creo que me paré en el hall del Alvear para verla pasar y que le di lástima, porque aceptó hacer el reportaje. Ésa fue mi primera nota. –¿Cómo te sentís acompañando a Lanata? –Nunca habíamos trabajado juntos. Compartimos viajes y fue fundador de una asociación de periodistas que iniciamos y luego se disolvió, pero nunca habíamos trabajado juntos. Me siento muy cómoda con Jorge. Cuando me llegó la propuesta de hacer Ella y él, me pareció una idea buenísima. Había que ver qué pasaba en el aire. En este caso es el programa de Lanata. Yo tengo un tramo de ese programa para conversar con él y con quien esté. Hay un clima muy distendido y Héctor Fernández Díaz (el Dr. Amor) es muy divertido y original. Tocamos los temas de actualidad y otros que resultan también muy interesantes. Con el “avión desaparecido” Lanata ya le dice “el avión de Magda”, porque desde el primer momento me pareció una historia tan fascinante como inquietante y creo que no hay que descartar nada, por la “perfección” con la que se produjo la desaparición. Cuando terminó el primer programa

sabatino no sabíamos cómo iba a salir y anduvo tan bien que fuimos a festejar comiendo un sándwich en Recoleta. Yo nunca pienso en parar. Pensé que ésta era una nueva etapa y, además, comencé otra temporada de cable con Magdalena y el país (Metro). Algo que me fascina de este ciclo es la gran cantidad de buen material que mandan las emisoras del interior. Cablevisión tiene infinidad de canales que envían material sobre la inseguridad, la educación o la edad para votar. Una maravilla. –No pudiste con tu genio y en el ciclo de los sábados pusiste toda la carne al asador... –Exacto. También hay mucho de suerte. Vos fijate que al doctor Lorenzetti lo encontramos en Nueva Delhi. También salió Grobocopatel. ¿Cómo no lo voy a sacar al aire, con la importancia que tiene el campo para el país? Representa las nuevas formas de arriendo rural, la soja. Esta semana nos vamos a ocupar del significado de la corrupción en la Justicia, entre otros temas. Soy una loca del cine, del teatro, de los musicales, y creo que tienen que tener un espacio en el programa, aunque a veces no da el tiempo. Hay mucha actualidad: el narcotráfico, la inseguridad, la oposición. Creo

que dentro de poco tendremos una reunión de partidos progresistas en Ferro. Este año y medio que queda hasta las elecciones va a ser muy interesante. –¿Cómo ves el rol del periodismo hoy? –Es un momento particularmente interesante. Por un lado, hay mucha gente joven. También está esto del “periodismo militante”, que es un concepto que no comparto. Es un error gravísimo. El periodismo no puede ser militante. El periodismo es informar, no puede ser otra cosa. Esta idea confunde a la gente joven y es perniciosa para nuestro oficio. Hay un tema que es aterrador, que es la inseguridad. El narcotráfico, por otro lado, ha generado opiniones encontradas en el Gobierno. La Argentina ha dejado de ser un lugar de paso. En eso estoy de acuerdo con Berni. ¿Cuántas veces hemos hablado de la falta de radares? Hay aviones con droga que bajan en las estancias y los responsables saben que la droga está matando a mucha gente. Nunca vimos un tiroteo a plena luz del día como el del otro día, cuando mataron al sicario colombiano. No podemos permitir que pasen estas cosas. –¿Alguna asignatura pendiente? –Tuve mucha suerte. Me encontré con gente con la que no hubiera sido posible cruzar palabra, como Juan Pablo II, en la Plaza San Pedro. Se le paró el auto muy cerca de donde estábamos nosotros, así que corrí y le hice dos preguntas. Cuando le dije a Cacho Fontana (en su ciclo Videoshow) que había entrevistado al papa, se mató de risa. Me he encontrado a Kissinger paseando el perro. Yo creo que le di lástima. Era secretario de Estado. Me acerqué y le realicé una entrevista. En la radio, a través de un intérprete, hablamos con Lech Walesa, que era el jefe de la resistencia polaca tras la Cortina de Hierro. Debo decir que, así como la Presidenta no es una persona que simpatice con la prensa, el presidente Kirchner sí me concedió una entrevista. Fuimos con el camión a la quinta de Olivos y contestó todas las preguntas, obviamente a su manera. Fue muy interesante. Debería ser más habitual que un presidente se prestara a hablar con la prensa. –¿Con algún otro funcionario te peleaste tanto como con Aníbal Fernández? –No, pero tampoco es tan frecuente encontrar un funcionario tan inteligente, que además tenga el humor para pelearse con una periodista. El último día de Continental, los chicos de producción me hicieron una especie de sinfín con las peleas con Aníbal, y al final del editado estaba él en vivo. Imaginate que políticamente estamos en las antípodas, pero nunca confundimos discrepancia con enemistad. Y así debe ser.ß

Pantallas argentinas Julia Montesoro

Julieta Díaz, en Refugiado, de Lerman

Producción // En los sEts

En materia de rodajes, hay varias novedades. Eliseo Subiela puso punto final, anteayer, a la filmación de un documental por encargo (del Ministerio de Cultura del gobierno porteño) conmemorativo del 70° aniversario del Teatro San Martín. También está concluido el rodaje de Refugiado, el nuevo film de Diego Lerman, una comedia dramática con Julieta Díaz y el niño Sebastián Molinaro al frente del elenco. A su vez, Mar del Plata es el escenario donde transcurren dos películas en fase de rodaje: la comedia de aventuras Bañeros 4, Los rompeolas, de Rodolfo Ledo, con Emilio Disi, Mariano Iúdica, Pachu Peña, Freddy Villarreal y elenco, y la comedia romántica El karma de Carmen, dirigida por Rodolfo Durán y encabezada por Malena Solda, Laura Azcurra y Sergio Surraco.

documEntal // sandro íntimo

Durante la reciente edición de Pantalla Pinamar se conoció un avance de Yo, Sandro, largometraje dirigido por Miguel Mato, quien se propone abordar las facetas menos conocidas del célebre cantante fallecido en 2010, a cuya mansión de Banfield ingresó por primera vez un equipo de cine, gracias al aval de la viuda del artista. “Para mí, fue un privilegio empezar a conocer la casa de Roberto Sánchez, no la de Sandro”, señaló Mato, refiriéndose así al tono intimista que dominará su film, que tras más de dos años de investigación y recopilación de material (proveniente del archivo personal del astro musical y de clubes de fans repartidos en América latina) estaría listo para su lanzamiento a comienzos de 2015.

ciclo // mEmoria

Más de 30 títulos nacionales integran la Semana de Cine con Memoria, que

se desarrolla en los Espacios Incaa de todo el país, hasta pasado mañana. Crónica de una fuga, de Adrián Caetano; 4 de julio, la masacre de San Patricio, de Juan Pablo Young y Andrés Zubizarreta; El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella; Infancia clandestina, de Benjamín Ávila; Kamchatka, de Marcelo Piñeyro; Raymundo, de Ernesto Ardito y Virna Molina, y Los rubios, de Albertina Carri, figuran entre los films que conforman este ciclo de películas que abordan la temática de los derechos humanos, en cuyo marco además presentan Hasta la memoria siempre, una compilación de la filmografía restaurada de Jorge Cedrón, director –entre otros exponentes del cine político– de Operación masacre, versión de la novela homónima de Rodolfo Walsh, también programada en la muestra.

ProyEcto // PrEParando la vuElta

El director Ricardo Wullicher viaja en estos días a España, donde se reunirá con su colega Manuel Gutiérrez Aragón para continuar escribiendo el guión de un largo que se rodará en Buenos Aires y en Madrid durante 2015. “Contará una visión generacional de la actualidad, vinculada a dos modos diferentes de ver el mundo, uno desde las utopías de los 70 y otro desde el pragmatismo de hoy”, anticipó a la nacion Wullicher, quien en 1995 dirigió La nave de los locos.

biografía // olivEra anticiPa su libro

“Son sesenta años ligados al cine y a la industria cinematográfica; infinidad de historias y de anécdotas, que estoy trabajando para volcarlas en un libro autobiográfico”, dijo a la nacion el director y productor Héctor Olivera, quien acaba de recibir un homenaje en Pantalla Pinamar por el 40° aniversario del estreno de La Patagonia rebelde.ß