Cultura
Domingo 18 de marzo de 2007
LA NACION/Página 21
Comienzo de clases: un problema cotidiano en las escuelas secundarias
El drama de repetir y no tener vacante Varias instituciones, oficiales y privadas, no admiten a los alumnos que no aprueban el año; testimonios y argumentos Por Laura Casanovas De la Redacción de LA NACION Al traspié de haber repetido el año, muchos estudiantes secundarios suman el problema de tener que salir a buscar vacante y no conseguirla, aun cuando las clases ya comenzaron. La dificultad se acrecienta al encontrar en algunos colegios la fatídica premisa: “No se aceptan alumnos repetidores”. En la ciudad de Buenos Aires, más de 16.000 alumnos de escuelas secundarias estatales repitieron el curso el año pasado (el 16,2% de la población estudiantil), a los que se suman unos 4000 en establecimientos privados. Según fuentes vinculadas con la enseñanza privada, el 65 % de los chicos que repiten (unos 2600) permanecen en la misma la escuela. De los que se van, el 60 % lo hace por voluntad propia o de sus padres y el 40 % (unos 600 alumnos) emigra porque así lo disponen las normas internas del establecimiento o porque lo recomienda el colegio al analizar el caso. Así, momentos de angustia vivió Carolina, que a comienzos de este mes repitió 4° año en un colegio privado. “Me permitían quedarme, pero decidí irme porque me iba a sentir mal al ver a mis compañeros que pasaban a 5° año. Quise anotarme en otros dos colegios privados de la zona y me dijeron que no aceptaban repetidores. Ya la situación de repetir es difícil y no me gustó nada que no me aceptaran”, contó a LA NACION la joven, que finalmente encontró un lugar en el colegio Hijas de Jesús, de Belgrano. En estos últimos días, el gobierno porteño reubicó a 2000 alumnos en colegios públicos, que habían solicitado una vacante. En ese ámbito, la norma es que los colegios tomen a sus propios repetidores y admitan chicos de otros colegios en esa situación, salvo que no tengan más vacantes. En tanto, los co-
legios secundarios de la UBA, como el Carlos Pellegrini, el Instituto Libre de Segunda Enseñanza (ILSE) y el Colegio Nacional de Buenos Aires, tienen un estricto reglamento que limita la permanencia de los alumnos que no pasan de año (ver aparte). En los establecimientos privados hay varios criterios: desde no permitir que el chico continúe ni que ingresen repetidores hasta aceptar ambas situaciones, aunque la mayoría opta por analizar cada caso en particular. Al colegio Hijas de Jesús concurre Nicolás, que repitió 4° año en 2006 y decidió quedarse en la misma institución: “Le dije a mi mamá que me quería quedar y no me arrepiento, a pesar de que este año ya no están mis compañeros de antes porque egresaron y eso me pone mal. Pero sentís que el colegio te tiene confianza al saber que si querés, te podés quedar”.
Decisiones rígidas en los colegios
Cambio de paradigma El profesor José del Corral, de la Vicaría de Educación del Arzobispado porteño, estimó que en los últimos 15 años se produjo un cambio de paradigma: “Antes un colegio era prestigioso si los chicos no repetían. Hoy ese razonamiento es minoritario, lo que importa es sacar adelante al chico”, sostuvo, en diálogo con LA NACION. En el colegio Northlands explicaron que los alumnos del secundario en caso de no promover el año deben ir a otro establecimiento y “excepcionalmente la dirección de la escuela considera rematricular al alumno”. El Liceo Franco Argentino busca evitar que los alumnos pierdan la escolaridad. Uno de los directores, Ricardo Polo, contó que este año repitieron cinco alumnos que se quedaron en la institución y que “en Francia no está mal visto que los chicos se queden porque es darles la posibilidad, el fracaso es perder a los chicos, no que repitan”. En la escuela técnica N° 28, Federico
GUSTAVO CHERRO
En el colegio Hijas de Jesús, de Belgrano, los chicos que repiten encuentran vacantes
acaba de repetir primer año. “En ese colegio si te llevás más de tres materias en primer año te tenés que ir. Hubiera preferido quedarme. Fui a varias escuelas y no me querían aceptar”, relató. La mamá de Federico, Eda Luchini, contó a LA NACION que le resultó difícil conseguir una vacante en alguno de los colegios privados que prefería. “Es la primera vez que uno de mis hijos repite y no pensé que fuese difícil conseguir un lugar. Estaba nerviosa porque no conseguía. Me decían que no aceptaban repetidores, pero acepto la disciplina que establece cada institución. Encontré un lugar en el colegio Hijas de Jesús.” “Intentamos modificar el perfil de la escuela media, que es expulsivo y
no responde a la realidad. Nuestro criterio es conformar un espacio institucional inclusivo. Si un chico fracasa un año, analizamos si es conveniente el traspaso o seguir adoptando estrategias en la escuela”, indicó Javier Alvarez, rector de Hijas de Jesús. Camila es del mismo colegio y repitió primer año. “Fui a buscar otros colegios porque quería cambiar y me dijeron que no tenían vacantes, así que me quedé”. En la ciudad funciona el Centro de Reasignación de Vacantes para conseguir un lugar en una institución pública, que tiene tres sedes: Lacarra 621, en Floresta; Teodoro García 3899, en Chacarita, y Jujuy 255, en Once. Desde el lunes pasado, cuando empezó a
funcionar, ya encontró lugar a 2000 alumnos que solicitaron vacantes. El centro atiende de lunes a viernes, de 9 a 20.30, hasta el 30 de este mes. “En estos centros se ofrece al chico la vacante que mejor se acomoda a su necesidad. El servicio no es sólo para chicos que repitieron, sino para cualquier alumno que busque un colegio”, explicó Marta García Peyret, directora del área de educación media del gobierno porteño. Peyret dijo que “en los secundarios públicos la política es que la escuela tome a sus propios repetidores” y que “en primer año se habla de reservar un 15% de vacantes para estos casos”, mientras que para los años siguientes no hay un porcentaje establecido.
En el Colegio Nacional de Buenos Aires, el alumno aplazado en dos materias queda libre. Puede dar las dos materias libres y reingresar al año siguiente. “El reglamento es muy acatado. Somos rigurosos y no hay quejas de los padres”, explicó el rector Horacio Sanguinetti. El colegio admite en primer año chicos que hayan repetido en otras instituciones, en tanto aprueben el curso de ingreso y no superen los 16 años. La rectora del Instituto Libre de Segunda Enseñanza (ILSE), Vilma Saldumbide, señaló: “Somos bastante estrictos porque el chico sólo se puede quedar con una materia previa. Si adeuda dos no repite, pero se tiene que ir a otra escuela y no admitimos chicos repetidorse de otros colegios”. El rector de la Escuela Carlos Pellegrini, Abraham Gak, dijo que “por una vieja tradición de la escuela no se admiten repetidores ni alumnos que tengan más de una materia previa”. El rector del Colegio La Salle, Carlos Villegas, explicó que la institución considera cada caso en particular. “Analizamos la situación de cada alumno que pide seguir en la escuela”. Este año repitieron allí 17 alumnos de los cuales se quedaron cinco y a uno le dijeron que no podía quedarse: “Era la segunda vez que repetía. También vino a pedir vacante una chica de otro colegio y le dijimos que no porque consideramos que no iba a ser bueno para ella”, comentó el rector.