El culto a Maximón en Guatemala. Ritos de fertilidad, comida ritual y ...

inseparable de la religión católica que aprendieron de los españoles. ... historia de los indios de la región. ... Un estudio sobre la religión y la visión del.
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El culto a Maximón en Guatemala. Ritos de fertilidad, comida ritual y metáfora sexual Sylvie Pédron Colombani Profesora-Investigadora en la Universidad Paris Ouest Nanterre La Défense, Miembro del Centro EREA du LESC, UMR 71 86

En esta comunicación, vamos a considerar la relación que entretienen los habitantes zutujiles de la región del lago Atitlán con su divinidad Maximón, y en particular lo que sucede durante la semana santa y los ritos de fertilidad de la tierra. La figura de Maximón en Guatemala Maximón es un personaje polifacético, mitad santo mitad dios, originario de Santiago Atitlán, un pueblo de las montañas del oeste de Guatemala situado en las orillas del lago Atitlán cuya población es mayoritariamente de origen maya – tzutujil. Maximón nació en los márgenes del catolicismo popular, en el sistema de las cofradías. En la mente de los indígenas, la creencia en Maximón es casi parte inseparable de la religión católica que aprendieron de los españoles. Al mismo tiempo, muchos de ellos insisten en la herencia maya inscrita en este culto. Hoy día, Maximón tiene una importancia considerable al nivel nacional. Exhibido en los museos, en las oficinas del Instituto de Turismo Guatemalteco, mostrado sobre folletos turísticos, postales o sellos, propuesto como objeto de excursiones, Maximón aparece a la vez como un elemento de la identidad nacional guatemalteca y un símbolo de las tradiciones indias. Su culto se desarrolló de manera exponencial en Guatemala en las últimas décadas bajo diversas formas1. El personaje fue apropiado por diversos sectores —aun mestizos— de la sociedad Ver Pilar Sanchiz Ochoa « Sincretismos de ida y vuelta : el culto de San simón en Guatemala », Mesoamérica, 26, Déc. 1993 : 253-266 y Sylvie Pédron Colombani Maximón au Guatemala. Dieu, saint ou traitre, Londres, Editions Periplus, 2005. 1

guatemalteca. Y frente a una petición de exotismo cultural de parte de turistas más numerosos e importantes en la economía del país desde el fin de la guerra civil, el número de templos en las ciudades turísticas aumentó. Maximón en Santiago Atitlán Santiago Atitlán es una localidad de la región del altiplano, situada en el departamento de Sololá, en las orillas del lago Atitlán. Su población es mayoritariamente de origen maya tzutujiles2. Viven del cultivo del maíz, del tomates, de las cebollas, de los frijoles y otras verduras, de la pesca en las aguas del —actividad que declina por la contaminación del agua—, y de la venta artesanal. Desde los años noventa, el desarrollo del turismo se ha acrecentado a pasos acelerados y ha modificado considerablemente la fisonomía del pueblo, la situación económica de los habitantes, y hasta las mentalidades y los comportamientos. El turismo se convirtió en una fuente de ingresos para numerosos atitecos. Muchos de ellos migran también a la zona costeña durante la temporada del café para trabajar en las fincas. En Santiago, tres grupos dominan la vida religiosa. Los católicos de Acción Católica o de la Renovación Carismática; los evangélicos convertidos a la religión protestante norteamericana —sobre todo en su forma pentecostalista— ; y los tradicionalistas que practican la costumbre, mezcla de creencias y prácticas católicas y mayas nacida en las cofradías locales. Maximón pertenece a este tercer grupo3. Resulta muy difícil analizar su figura. Como lo sugiere Michael Mendelson

Hoy día, el idioma principal de los atitecos continúa siendo el tzutujil. El tzutujil está estrechamente emparentado con el cakchiquel, quiché, rabinal y uspanteca, que juntos forman el grupo quiché de las lenguas de la familia maya. 2

Su efigie consiste en un trozo de madera que llaman « palo de pito » de aproximadamente 1 metro y 30 centímetros de alto. Ese cuerpo va envuelto con trapos y hojas de maíz, vestido con trajes masculinos típicos de la localidad y con una multitud de pañuelos. Un trozo de madera o una calabaza forma la cabeza y encima le ponen una máscara, también de madera. Unos dicen 3

—autor de un libro llamado Los escándalos de Maximón escrito en los años sesenta—4, podemos derivar alguna idea de la complejidad del personaje de Maximón del hecho de que se cree que al mismo tiempo es el conquistador Pedro de Alvarado, San Andrés, San Miguel capitán de los Ángeles, San Pedro el primer apóstol, Judas Iscariote y Mam, una deidad de los antiguos Mayas5. En realidad, Maximón es una deidad que se transfigura y que resulta totalmente arraigada en la historia de los indios de la región. Una gran cantidad de peregrinos y curanderos vienen a visitarlo diariamente. Cuando los indígenas del lago quieren atraer a la mujer amada, protegerla de tentaciones con otro hombre, tener éxito en los negocios, proteger la cosecha o curarse de cualquier enfermedad, acuden a él. El santo es también el protector de los viajeros y de los comerciantes, padre de los rezadores, dueño de la locura… Entre sus principales atractivos está la posibilidad de curación. Los fieles le traen varias ofrendas y bastante dinero para garantizar la realización de sus peticiones6. Se le rinde culto dándole de beber aguardiente por un orificio que tiene en la boca, en la que también se le ponen puros y cigarrillos encendidos. Maximón fuma, como los grandes señores mayas. Los usa para curar, pero también para enviar locura a ciertos miembros de la comunidad —a los adúlteros por ejemplo—. En efecto, esta divinidad tiene la reputación de hacer tanto el bien como el mal. Sus fieles lo adoran y lo temen al mismo tiempo. que dentro del cuerpo se oculta un ídolo. Michael Mendelson Los escándalos de Maximón. Un estudio sobre la religión y la visión del mundo en Santiago Atitlán, Guatemala, Tipografía Nacional, 1965. 4

Michael Mendelson le llamó “el traidor”, teniendo en mente su traición a los indígenas como Pedro de Alvarado el conquistador, y su traición a Cristo como Judas (M. Mendelson, 1965, 159160). Podemos subrayar su capacidad en convertirse en sus enemigos para apropiarse de sus fuerzas. (noción de poder) 5

6

En esta relación, el regateo entre los fieles y la divinidad parece tener una gran importancia.

Hasta antes de la contrainsurgencia y la llegada de las iglesias fundamentalistas protestantes, en Santiago la vida estaba organizada alrededor de la Iglesia católica, de las cofradías religiosas y de Maximón. Este último era el principal factor cultural de cohesión, legitimación e identidad de los atitecos. Hoy día, la gran cantidad de iglesias evangélicas es el rasgo más impresionante del pueblo, y el grupo de los feligreses de Maximón se redujo considerablemente7. Pero a pesar esto, Maximón sigue siendo, en la mente de los atitecos, el que trae la vida a la comunidad. La Semana Santa y el ciclo de la fertilidad en Santiago8 La Semana Santa representa una oportunidad para averiguar el papel todavía esencial que Maximón tiene en el pueblo, a pesar de la presencia cada vez más importante de los evangélicos. El ceremonial está dedicado en primer lugar a Maximón más bien que a Jesucristo. Las ceremonias son numerosas, muy complejas, y ofrecen muchos eventos en los cuales intervienen tanto miembros de la Acción Católica como los cófrades. Uno de los eventos mayores de esta semana es lo que podríamos llamar la renovación de Maximón. Hace unos años, la efigie se mantenía desmembrada y la máscara se guardaba en un envoltorio, formándolo y vistiéndolo sólo durante la semana santa. En la actualidad, permanece formado y vestido todo el año. No sé exactamente desde cuándo permanece así todo el año. Ver Mario Roberto Morales La articulación de las diferencias o el síndrome de Maximón : los discursos literarios y políticos del debate interétnico en Guatemala, Guatemala, FLACSO, 1998 : 337. 7

Para más informaciones sobre los rituales de la semana santa, ver Sylvie Pédron Colombani Maximón au Guatemala. Dieu, Saint ou traitre, Londres, Periplus, pp. 30-48 ; Jorge MURGA Sociétés mayas, changement social et processus de recomposition des systèmes de représentations (Santiago Atitlán, Guatemala), Thèse de doctorat, Université Paris VIII – Paris I, 1999, pp. 68-145 ; Mieko SAKURAI El rito de Maximón en Semana Santa, Informe de las investigaciones etnologicas en el centro y sur de Guatemala: 1991-1994, Museo de Tabaco y sal, Tokyo, 1994. 8

Martín Ordóñez Chipin, en un artículo publicado en 1973, señala todavía esta práctica de desmembramiento anual. Actualmente, Maximón es desmembrado al principio de la Semana Santa, pero formado de nuevo inmediatamente, en un proceso de “renovación”. El telinel9 da forma de nuevo a la efigie, juntando las piezas que forman su cuerpo y vistiéndola con ropas lavadas en el lago Atitlán. La estatua así preparada es presentada nuevamente a la comunidad. Este ritual permite averiguar la potencia del telinel y su capacidad de trabajar por el bienestar de la colectividad tzutujil. Durante Semana Santa, los fieles de Maximón le ofrecen varias ofrendas de dinero, licor, veladores, tabaco y comida —tamales, tortillas, carne preparada, pescado, y aun hamburguesa como símbolo de la modernidad y de la apertura internacional—, como lo hacen en otros momentos del año. Pero también le presentan una ofrenda particular en este momento : una ofrenda de frutas. Estas frutas no pueden ser cualesquiera, sino aquellas traídas de las tierras bajas calientes por los cófrades venidos especialmente de la costa sur en una peregrinación ritual llamada "La traída de la fruta", que toma una importancia particular en el complejo ritual de la semana santa10. La traída de la fruta El miércoles anterior a la semana santa, un grupo de jóvenes que pertenecen al El telinel es el especialista religioso que pertenece a la cofradía de la Santa Cruz de Santiago Atitlán y que se encarga de Maximón durante un año, que desarma y vuelve a armar a Maximón, que lo lleva durante las ceremonias de la semana santa... Aparece como un intermediario entre la divinidad y los fieles. Actúa como curandero. También guarda la imagen de la esposa de Maximón en su casa. 10 Durante este periodo, se realizan dos peregrinaciones más. Una se va a San Basilio, Mazatenango, para recolectar los corozos que adornaran el altar principal de la iglesia, las puertas del atrio, las cruces de las calles principales, el interior de la cofradía de la santa cruz y el pequeño templo en el cual Maximón va a quedarse del miércoles hasta el Viernes Santo. La otra se va al bosque para cortar ramas de cipreses para adornar la iglesia, la capilla de Maximón y las cruces de las esquinas donde pasara las procesiones de la semana santa. 9

sistema de las cofradías, conocidos como alguaciles11, acompañados por los más ancianos —los mayores—, son comisionados oficialmente por el cabecera del pueblo para realizar una procesión a las comunidades tzutujiles del municipio de Chicacao, ubicado hacia el sur de Atitlán en las cálidas tierras de la costa pacífica. Tienen el mandato de traer un cargamento de frutas tropicales —cacao, pataxte (que es una especie de cacao silvestre), melocotón y bananos— que servirán de ofrendas para Maximón durante la Semana Santa. Esta carga adquiere una dimensión muy oficial. Durante una ceremonia en la casa del cabecera del pueblo, reciben oficialmente la encomienda de ir por la fruta. El alcalde de la municipalidad da también una legitimidad al evento recibiéndolos en el edificio de la municipalidad, ofreciendo aguardiente e incienso para el viaje, y afirmando públicamente su satisfacción por el hecho de que la costumbre del pueblo se siga realizando. Hay que subrayar que desde 1948, los alcaldes municipales son católicos o evangélicos pero ya no pasan por el sistema tradicional de las cofradías para acceder al poder municipal. Así, el alcalde municipal, aunque sea evangélico12, legitima las creencias y prácticas tradicionales como depositario de la autoridad legal. Este tiempo representa también una reconquista política simbólica de parte de los cofrades, eliminados del proceso político desde los años cuarenta13. La procesión se dirige, por una ruta tradicional, al pueblo de Chicacao en dónde viven personas con relaciones de parentesco con las de Santiago Atitlán, las cuales ayudan económica y moralmente a los peregrinos para que tengan éxito. Desde Hasta los años setenta, la tradición del pueblo indicaba que todo varón en el momento de casarse debía hacer parte del grupo de los alguaciles del sistema de las cofradías. Con este servicio, estos jóvenes iniciaban su ascenso dentro del sistema de cargos tradicional. 11

Los pastores evangélicos dicen que Maximón es el diablo y prohíben a sus fieles participar en sus ritos. Además, los conversos no deben beber ni fumar, mientras que el culto a Maximón gira alrededor del alcohol y del tabaco. 12

13

Ver Jorge Murga, 1999 : 68-145.

hace mucho tiempo existe una relación estrecha entre ambos lugares. Desde su fundación, en 1889, Chicacao pasó a depender del Departamento de Solalá. En ese entonces era sólo una aldea de Santiago Atitlán cuyos habitantes vivían del cultivo de cacao. Pero en 1934, debido al interés que representaba la fuerte demanda mundial de café, los agricultores decidieron substituir el cultivo del cacao por el del café. Fue entonces que

Chicacao, separado administrativamente de Santiago

Atitlán, fue incorporado al Departamento de Suchitepéque y los campesinos perdieron sus tierras. Así, la procesión reafirma el vínculo entre las dos comunidades, repite rutas antiguas, reactualiza la memoria del pueblo. Viajar a los sitios sagrados de la costa y visitar los lugares de los antepasados es como viajar en el tiempo y en el espacio sagrado. Las frutas no pueden venir de otro lugar. Además, estas frutas son escogidas con mucho cuidado. El primer mayor va a comprarlas al principio de la Cuaresma y las visita cada semana hasta la peregrinación. Lleva consigo veladoras, incienso y aguardiente para realizar una ceremonia para las frutas, consideradas como sagradas, objeto de culto y de adoración. Y tiene que asegurarse de la maduración simultánea de las frutas. Cuando unas frutas maduran antes de las demás, la gente del lugar las comen como cualquier fruta (profana) y el primer mayor compra otras. En el momento de la peregrinación para traerlas a Santiago Atitlán, cuando la fruta ya está cortada y reunida, los Mayores la reparten. A cada Aguacil se le dan la misma cantidad de frutas —dos cacaos, dos pataxtes, dos melocotones, tres racimos de bananos—. Cada Alguacil prepara su carga en su cacaxte14. La preparación del cacaxte no corresponde únicamente a un acto estético. La hacen con oraciones, quemando incienso y veladoras. Durante la ceremonia, no deben decir malas palabras y no deben pensar mal. Todo esto resulta necesario para que las frutas 14

El cacaxte es una especie de alacena portátil para llevar algo a cuestas.

maduren correctamente. Cubren la fruta con hojas de maxan y de banano que colocan dentro del cacaxte. Los cófrades dicen que hacen esto para que guarde calor y que se maduren de una vez las frutas. En el fondo del cacaxte, colocan hojas secas de banano, las partes laterales se cubren con hojas de maxan y la fruta se va acomodando cuidadosamente de manera que quede bien amarrada. Según unos informantes, el conjunto evoca un tamal, es decir el maíz y la comida de los atitecos. Estas frutas —que los atitecos no comen cotidianamente— se convierten en comida de maíz. Una vez que la carga está llena de frutas, se amarra son cuerdas de pita y se adorna la parte exterior del cacaxte con flores de camarón y orquídea morada que recogieron también en la costa sur. La manera de arreglar las flores encima del cacaxte evoca sin equivocación el sexo masculino. Una vez que quedan listas las cargas, emprenden el viaje de regreso. Se paran en unos lugares —la cofradía del pueblo de Chicacao, la finca Valle de Oro, la finca Monte Carlo, la finca Mezabal…— en dónde la gente les ofrece comida y aguardiente. Hacen ceremonias con candelas, incienso, canciones y música tradicional. Luego los alguaciles vuelven triunfalmente a Santiago el día sábado, iniciando así el ciclo ritual de la Semana Santa. Las autoridades tradicionales y municipales vienen a recibirlos en el camino. El alcalde municipal manifiesta su agradecimiento a los peregrinos por el servicio prestado. Las texeles de la cofradía —mujeres— de la Santa Cruz les ofrecen tamales que habían empezado a preparar desde las cuatro de la mañana. La gente sale de sus casas para ver la llegada de los alguaciles bailando con su cacaxte adornado de flores y ramas frescas de pino. Porque llegando a la municipalidad, bailan y saltan con sus cacaxtes en la espalda. Y sus esposas mueven el incienso al cacaxte de su esposo para que maduren las frutas. El tema de la madurez de las frutas aparece central. Estas frutas serán guardadas en la casa del primer mayor, cuidadas por los alguaciles —o sus esposas— hasta el

miércoles santo, en espera de su maduración. El día martes, el cabecera del pueblo preside una ceremonia en la cual los alguaciles abren los cacaxtes, colocan la fruta sobre petates y la revisan. La fruta debe de estar en buenas condiciones. Ni verde ni podrida, ni defectuosa, ni golpeada. Al contrario, el alguacil que la ha traído es considerado como un hombre que lleva mala vida en su hogar, que ha fornicado la noche anterior al viaje, o que no quería ir. Los jóvenes alguaciles que realizan la peregrinación ritual deben cumplir con una abstinencia sexual para que las frutas maduren lo suficiente cuando se van a colgar como ofrendas para Maximón. Si se transgreden estas reglas, las frutas aparecen verdes y se toma como una mala señal. En tal caso, se considera que no van a tener un buen año con las milpas y que puede haber hambre en el pueblo. Así, al ir por la fruta, los alguaciles y los mayores adquieren una responsabilidad para con la totalidad del pueblo. Este tema de la abstinencia puede relacionarse con la importancia que los campesinos tzutujiles han dado históricamente a la fertilidad de la tierra, a su periodicidad en la producción de frutos que alterna momentos de labor y momentos de descanso de la tierra, de la misma forma como se presenta la rotación de terrenos de siembra, así como los sacrificios que se deben hacer para garantizar, como forma de reciprocidad, la fertilidad y las malas consecuencias de los excesos. De la misma manera como la lluvia fertiliza la tierra, pero si cae en demasía ahoga los campos, las mujeres, como las frutas rituales, deben de ser abordadas sexualmente en los periodos y con las frecuencias adecuadas, lo que se relaciona con ciertos hábitos sexuales tzutujiles en virtud de que las relaciones sexuales se realizan en los periodos cercanos a la luna nueva cuando buscan espaciar los embarazos. En cambio, la preñez se relaciona con la sexualidad en las noches cercanas de la luna llena. Toda la fruta debe ser madura al abrir las cajas. Aparece claramente una oposición binaria maduro/verde, maduro/podrido, que tiene que ver con el carácter sagrado de las frutas. Las frutas llegadas a maduración el día martes de la Semana Santa

adquieren una dimensión sagrada. En un texto de 1957, Jaime Bucaro señala que en esta época, el alguacil que llevaba fruta imperfecta era castigado por las autoridades del pueblo. Que eran azotados en el atrio de la iglesia. Hoy día, ignoran simplemente la fruta que no está madura. Ella no sirve para acompañar a Maximón en su recorrido del Miércoles Santo. Los ritos del miércoles santo El Miércoles Santo, Maximón —renovado durante la noche anterior por su telinel— atraviesa todo el pueblo, pasando por el edificio municipal y la iglesia para llegar a una capilla construida especialmente para él en los años 50 —justo al lado de la iglesia católica—15, en la cual será ahorcado/amarrado. En efecto, durante este periodo, dos personalidades de la deidad se intermezclan. Maximón aparece como Judas, el que traicionó a Jesús, y por eso los cófrades lo ahorcan durante el Miércoles Santo. Pero en Santiago, a diferencia de otros lugares de la región, no se lo desprecia o ni se lo destruye al final de la Semana Santa. Las primeras observaciones etnográficas fueron realizadas en Santiago en los años veinte por S.K. Lothrop. El autor relata que en 1915, un obispo católico vino a Santiago para celebrar la Semana Santa y le causó horror ver que sus fieles adoraban a una figura de Judas. Intentó quemarla pero los indios del pueblo lo rechazaron violentamente16. Aparece también como Mam, el viejo dios maya. Mam es un temido dios del mal, que los antiguos Mayas sólo dejaban salir de su morada subterránea en tiempos determinados de crisis. Como lo hicieron Michael Mendelson y Eric Thompson, podemos relacionar al Maximón de Santiago Atitlán Antes, Maximón terminaba su recorrido en el interior de la iglesia católica. Pero en los años 50, hubo un conflicto entre los cófrades y el sacerdote católico. Ver Mendelson 1965 y PedronColombani 2005. 15

S.K. Lothrop “Further notes on indian ceremonies in Guatemala”, Indian Notes, vol. VI, N°1, Museum of the American Indians, Heye Foundation, New York, Januario 1929, p. 23. 16

con este antiguo dios a quien, según el Obispo Landa y otras fuentes, los antiguos mayas rendían culto en los últimos cinco días del calendario precolombino, el Uayeb. El Uayeb es un período que marca el paso de un año a otro. « Los indios temían esos días, creyendo que eran desafortunados y que traían consigo el peligro de la muerte súbita, pestes y otros infortunios », como lo señala López de Cogolludo17. En estos días, no se emprendían ninguna actividad innecesaria y se celebraba el dios Mam. Y hoy observamos similitudes entre los ritos de esta celebración del Uayeb descrita por López de Cogolludo y las celebraciones de la semana santa con Maximón en Santiago Atitlán. Este período, como la del Uayeb, no sólo es de duelo y tensión sino también el preludio de un nuevo ciclo vital” (E.S. Thompson, 1975, 361). Y Maximón aparece como el que garantiza la fertilidad y la vida en la comunidad18. Cuando lo ahorcan el Miércoles Santo, lo hacen de una rama verde que simboliza la ceiba, el árbol sagrado de los mayas, fuente de abundancia y de vida. Recibe durante dos días muchas ofrendas —veladoras, tabaco, comida, semillas— hasta el día viernes, día de su regreso a la cofradía de la Santa Cruz dónde se quedará todo el resto del año. La Semana Santa resalta la mezcla de los símbolos —católicos y mayas—. Como lo subraya M. Mendelson, La figura de Maximón es una necesidad en Santiago en razón de que sin ella dos religiones —la maya y la católica— podrían no haber sido capaces de mezclarse, mientras que a la vez,

es

una

maldición

en

razón

de

que

ellas

permanecen

ligadas

insatisfactoriamente. Durante el recorrido por el pueblo, el telinel lleva la pesada imagen de Maximón sobre sus hombros, bailando junto con los demás cófrades, los músicos, los 17

Citado por E.S. Thompson, 1975, 361

18 Sobre este tema, ver «Maximón au Guatemala. Entre ambivalence éthique et rites de fertilité », in Jean-Pierre Castellain, Serge Gruzinski, Carmen Salazar-Soler (dir.), De l’ethnographie à l’histoire. Paris – Madrid – BuenosAires. Les mondes de Carmen Bernand, Paris, L’Harmattan, 2006, pp. 289-314.

cargadores de frutas y de corozos, y los sigue la muchedumbre. Maximón no debe caerse durante su recorrido. Si ocurriese lo contrario, la comunidad entera sería amenazada por el trabajo de los brujos19. Llegando al edificio municipal, el telinel acuesta a Maximón sobre un petate en la sala del alcalde municipal, en medio de las frutas llevadas especialmente para él. Su presencia entre estas frutas maduras establece una relación entre las ceremonias de la semana santa y los ritos agrícolas de fertilidad en este período de transición entre la época seca y la temporada de lluvia. En muchas leyendas (réf), las mujeres aparecen como frutas (citar pasages de leyendas que hacen referencia a las mujeresfrutas). Las historias que cuentan los atitecos para explicar el origen de Maximón es que fue creado para guardar un orden sexual puesto en peligro por los adulterios. Pero una vez creado, fue el primero en transgredirlo. Hoy en día, dicen que tiene numerosas aventuras sexuales. Maximón, llamado en ciertas canciones populares de Santiago el “hombre fruta, hombre platano”, “el hombre de la luz”20, copula simbólicamente con todas esta frutas /mujeres para asegurar la fertilidad de la comunidad. Su ciclo ritual reintroduce el ciclo de la vida en la comunidad de los tzutujiles. El abuelo de la comunidad se vuelve joven Este abuelo de la comunidad —al que llaman Rilaj Mam, el anciano— se vuelve un dios joven, capaz de unirse con mujeres/frutas y de asegurar el nuevo ciclo de la vida. Permite que el ciclo principie de nuevo.

19

Ver S. Pédron-Colombani, 2005, 117-130.

Linda Lee O’Brien Songs of the face of the earth : ancestor songs of the Tzutuhil-maya of Santiago Atitlan, Guatemala, Xerox University Microfilms, University of California, Los Angeles, Thèse de doctorat, 1975, cité par Alberto Vallejo Reyna dans Por los caminos de los antiguos Nawales. Ri Laj Mam y el nawalismo Maya Tz’utuhil en Santiago Atitlán, Guatemala, Guatemala, Fundación CEDIM-NORAD, 2001, p. 169. 20

Así asistimos a una inversión : el viejo dios de la comunidad se convierte en un dios joven, que consume sexualmente todas la frutas ofrecidas por los hombres de la comunidad. Durante este periodo aparecen así otras inversiones. -Por ejemplo, los hombres hacen cosas reservadas a las mujeres durante el resto del año, como lavar la ropa de Maximón. Lo hacen durante la noche y no de día, como lo hacen normalmente las mujeres. - A partir del Miércoles de Ceniza, seis semanas antes del inicio de la semana santa, la figura de Maximón no es bajada de su tapanco, solamente se lo representa con las ropas pero sin su escultura interior. -La imagen renovada de Maximón permanece expuesta en la cofradía toda la noche del Martes Santo mientras que durante el año nunca se puede verla durante la noche. Muchos ritos se realizan por la noche en esta época. -Una inversión ritual importante tiene que ver con el consumo de alcohol. Durante todo el periodo ritual, los cófrades comparten mucho alcohol entre ellos y con la divinidad21. Durante la Traída de la Fruta, cada vez que se paran en un lugar, los habitantes los reciben ofreciéndoles alcohol. Es por eso que llevan con ellos unas botellas de alcohol. Esta bebida sirve también de ofrenda para Maximón. Le ofrecen tragos de aguardiente todo el día en la cofradía. Cuando uno viene a pedirle algo, se le regala una botellita de Venado (aguardiente) para garantizar el éxito de su petición. Compartir alcohol permite compartir con el otro. El otro humano, pero también el otro mundo. Así por ejemplo, el primer viernes de cuaresma, los cófrades de Santiago participan en una ceremonia para llamar los muertos del año para que participen en los ritos de la Semana Santa. En el atrio de la iglesia, llaman Las personas que no practican los ritos de la costumbre y más que todo los evangélicos critican la utilización ritual de alcohol. Aún utilizan este consumo para delegitimar a los cofrades. El sacerdote católico habla de la misma manera, criticando el consumo de alcohol en las cofradías. Y justifica la decisión de prohibir la entrada de Maximón en su iglesia de esta misma manera. 21

a los muertos (“los que murieron por accidente”, “los niños que murieron del sarampión o de la tos ferina”, etc.) y echan alcohol por el suelo para compartir con ellos. Dicen que hacen esto porque los muertos también tienen sed. Así, Maximón y su telinel, comparten ritualmente una gran cantidad de alcohol cada día. Pero en la Semana Santa, cesan totalmente de beber licor, cerveza y aun refrescos. Especialmente entre el miércoles y el viernes, en los cuales Maximón sale a la calle y debe enfrentar los ataques de los brujos que quieren dañar la comunidad, no debe beber. El alcohol, que garantiza el éxito de los rituales a Maximón durante el año, aparece como un elemento negativo en este periodo. Para cumplir con esta obligación ritual de sobriedad, el telinel organiza una ceremonia clandestina el cuarto jueves de Cuaresma. Esta ceremonia tiene dos objetivos : defenderse contra los maleficios que los enemigos pueden enviarle y obtener la abstinencia de Maximón. Pide ayuda a Maximón y a otros santos para que Maximón cese de beber durante las ceremonias. Porque si bebe pesa más —como un hombre ebrio— y será más difícil cargarlo. Pero también porque será más débil frente a los ataques de sus enemigos que van a lanzarle proyectiles invisibles (brujería). Maximón parece muy difícil de convencer. El teninel le regatea, trata de convencerlo con muchas oraciones. Parece que los ritos de fertilidad necesitan unas inversiones rituales —por el momento, no fue posible hacer una revisión exhaustiva de estas inversiones…— para cumplir su función. Comida ritual, comida sexual La procesión hacia la costa sur aparece como un sacrificio que hacen los hombres jóvenes de la comunidad —sumidos a abstinencia sexual— para llevar frutas/mujeres a Maximón, sacrificio necesario para asegurar la continuidad de la vida en Santiago.

Estas frutas constituyen —en esta época de renuevo que corresponde a la vez al periodo en el cual los católicos festejan la resurrección del Cristo, al fin de la temporada seca y al Uayeb de los ancianos Mayas— una ofrenda de comida, pero de comida especial ya que se consume sexualmente. No necesitan ser cocidos sino presentarse en una etapa de maduración que podemos relacionar con el periodo de fecundidad de las mujeres. Toda la preparación que los cófrades llevan a cabo, tiene como objetivo de establecer una relación de reciprocidad con el mundo divino que asegura la vida de los hombres en la cual la dimensión sexual y la dimensión alimentaria se entremezclan.

Elementos de bibliografía MENDELSON Michael E. Los escándalos de Maximón. Un estudio sobre la religión y la visión del mundo en Santiago Atitlán, Guatemala, Tipografía nacional, 1965. MORALES Mario roberto La articulación de las diferencias o el sídrome de Maximón: los discursos literarios y políticos del debate interétnico en Guatemala, Guatemala, FLACSO, 1998. MURGA Jorge Sociétés mayas, changement social et processus de recomposition des systèmes de représentations (Santiago Atitlán, Guatemala), Thèse sous la direction de Jesus Garcia Ruiz, Universités Paris VIII – Paris I, 1999. ORDOÑEZ CHIPIN Martin "La figura de Judas en el medio guatemalteco", Guatemala Indígena, vol. VIII, N°1, 1973, pp. 143-172. PÉDRON COLOMBANI Sylvie Maximón au Guatemala. Dieu, saint ou traitre, Londres, Editions Periplus, 2005 (version anglaise: Maximón. Guatemalan god, saint or traitor, Londres, Editions Periplus, 2005). PÉDRON COLOMBANI Sylvie «Maximón au Guatemala. Entre ambivalence éthique et rites de fertilité », in Jean-Pierre Castellain, Serge Gruzinski, Carmen

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