EL AMOR DE TOOL Por Vic Vixo García Por ahí en alguna noche de noviembre del año pasado, estaba muy entrado forevereando –como siempre- en Facebook cuando soltaron una noticia que para muchos (los que somos muy nerds de la música) fue motivo suficiente para desvelarse: la banda de metal progresivo, Tool, fue confirmada para el line-up del 21 de marzo de la edición 2014 de Cumbre Tajín, celebrada en ay Papantla, Veracruz. A ellos se sumaron Primus y Puscifer, esta última uno de los proyectos de Maynard James-Keenan, vocalista de Tool. La banda nunca había estado en nuestro país para ofrecer un concierto a gran escala, sino – supuestamente- únicamente en Tijuana con presentaciones (de esas míticas como las de Radiohead o Nirvana), en 1992 y 1994, aunque prácticamente se ha manejado esta gira como la primera en México. Posteriormente, los californianos confirmaron una fecha en el Distrito Federal porque bien clavados acabamos con los boletos para Tajín… luego vendí el mío y preferí ir al concierto del 19 de marzo en el Palacio de los Deportes, mismo que terminó con la espera de 10,000 days (parafraseando a ese álbum) de todos sus seguidores que los han colocado como una banda de culto desde su formación en 1990. El primero en salir a fue el baterista Danny Carey, seguido por Justin Chancellor quien de inmediato saludó efusivamente al público, y Adam Jones, guitarrista y mente detrás de la parafernalia musical del cuarteto. ‘Hooker With a Penis’ dio principio a la melodía progresiva, entre la que apareció finalmente Keenan, quien permaneció todo el concierto a un costado de la batería de Carey, ahí en lo darks donde sólo se distinguían sus trastornados movimientos de baile, mostrando por qué es uno de los frontman más surrealistas en el rock; el tipo no necesita estar a mitad del escenario para imponerse. ‘Vicarious’ y ‘Schism’ fueron las siguientes en sonar, para luego dar paso a ‘Pushit’, la primera de larga duración. ‘Intension’ significó una especie de descanso, si es que es posible decirlo así para una agrupación de tal magnitud. Con ‘Lateralus’ llegó uno de los puntos máximos en el repertorio, la gente supo entonces que haber esperado tanto trajo su recompensa cuando en la parte final de la canción se suscitó un estruendo compaginado por el espectáculo visual y musical, se dieron los últimos acordes y en las pantallas se mostró la leyenda “Intermedio” con una cuenta regresiva de 12 minutos. Tool no es una banda de hits, por lo que todas las canciones gozaron de ser muy coreadas y agradecidas por la gente, y no motivo de indignación porque exista alguna que cause roña en algunos TRVE fans al ser tocada (como ‘Creep’ en aquel concierto de Radiohead en el Foro Sol). El audio bastante aceptable de la ocasión en el Palacio ayudó a que la música sonara con la brutalidad que merece, y en este rubro fue Danny Carey el que se llevó la noche con una precisión bestial que tuvo su mayor alcance en el solo de batería anterior a ‘B’Boom’, original de King Crimson, con la que regresaron a escena.
Las siguientes 4 canciones representaron la parte más pesada de Tool: ‘Jambi’, ‘Forty-Six & 2’, ‘Ænema’ y la headbanguera ‘Stinkfist’. Así finalizó el setlist. Los visuales que traían son un gran peso durante el show, la estética que Tool ha expuesto en sus discos y videos es lo que desfila en ellos, esa perspectiva de la realidad, el arte y la belleza. El concierto culminó con un “¡MUCHAS GRACIAS!” y un “¡TOOL LOS AMA!” en las pantallas que fueron colocadas en el escenario. ¿Regresarán después de ver la excelente respuesta de los fans? Espero que sí, para que me amen y amar de nuevo. #ForeverAlone