el mundo | 5
| Martes 7 de octubre de 2014
Ébola en Europa: se contagió una enfermera en Madrid epidemia. Había atendido a uno de los sacerdotes repatriados de Sierra Leona
que no sobrevivieron a la enfermedad; es el primer infectado fuera de África
La llegada a Madrid, el 22 de septiembre pasado, del sacerdote García Viejo, que luego transmitió el virus a la enfermera
Martín Rodríguez Yebra CORRESPONSAL EN ESPAñA
MADRID.– El peor de los miedos se hizo realidad. España entró anoche en máxima alerta sanitaria al constatarse el primer contagio de Ébola fuera de África en una enfermera que había atendido en un hospital madrileño a un sacerdote repatriado desde Sierra Leona y que murió hace 10 días. La paciente –de 44 años, nacida en Galicia– está internada en un hospital de Alcorcón, un suburbio al oeste de la capital, donde ingresó con fiebre muy alta ayer por la mañana. Presentaba síntomas leves desde el
martes pasado. Dos pruebas de laboratorio confirmaron que tiene el virus, según informó la ministra de Salud, Ana Mato, a cargo del comité de emergencia que se formó para gestionar la crisis. De urgencia, las autoridades sanitarias empezaron a trazar la lista de personas con que pudo haberse cruzado la mujer infectada a partir del 30 de septiembre, cuando registró fiebre por primera vez. Su marido –no tienen hijos– quedó en observación. El Ébola se contagia por contacto con las secreciones del enfermo y sólo cuando está en fase sintomática. Los cerca de 60 médicos, enfermeros y empleados sanitarios que entra-
Un contagio que alarma a Europa b Una enfermera de 44 se contagió el mortal virus cuando asistió a un misionero que murió hace 10 días b La afectada registró los primeros síntomas el martes pasado, pero fue enviada a su casa y continuó su vida normal, lo que eleva la posibilidad de haber transmitido el virus a decenas de personas
El Papa le pidió al sínodo que se hable “claro y sin miedo” vaticano. En el discurso inaugural, reclamó no evitar temas como
los homosexuales y los divorciados, “que son parte de la Iglesia” Elisabetta Piqué
CORRESPONSAL EN ITALIA
ROMA.– Desde el vamos, el sínodo extraordinario sobre los desafíos de la familia, que arrancó ayer en el Vaticano en medio de gran expectativa, demostró que será totalmente distinto de las anteriores reuniones de obispos. Después de entonar junto con los 191 padres sinodales –entre ellos 61 cardenales, obispos, sacerdotes, expertos laicos y religiosos de todo el mundo–, la invocación al Espíritu Santo y luego de una meditación sobre los desafíos pastorales de la familia, célula básica de la sociedad, que está en crisis, el Papa volvió a sorprender por su determinación de hacer las cosas en forma muy distinta a como se hicieron hasta ahora en el Vaticano. En un discurso breve, destinado a los saludos y agradecimientos de rigor, Francisco marcó el terreno y puso los puntos sobre las íes. Después de destacar dos aspectos clave de la reunión –el espíritu de colegialidad y sinodalidad–, subrayó, como una cuestión metodológica fundamental, la urgencia de la libertad de expresión. De hecho, reclamó franqueza a los 253 participantes del sínodo, hablar claro, sin miedo. “Una condición general de base [para el sínodo] es ésta: hablar claro. Que nadie diga «esto no se puede decir, va a pensar de mí así o así». Hay que decir todo lo que se siente con parresia”, indicó. Parresia es una palabra griega que significa “libertad para decirlo todo”. El Papa aludió así al hecho de que en sínodos anteriores, tal como él mismo pudo experimentar siendo arzobispo, no existía verdadera libertad de expresión, sino más bien censura. Reveló, además, que después del consistorio de cardenales que hubo en febrero pasado en preparación del sínodo, un cardenal le escribió diciendo que “lamentaba que algunos cardenales no hubieran tenido el coraje de decir algunas cosas por respeto al Papa, pensando quizás que el Papa pensaba algo distinto”. “¡Esto no está bien! ¡Esto no es sinodalidad, porque hay que decir todo lo que, en el Señor, se siente que
hay que decir: sin respeto humano, sin cobardía!”, dijo. “Al mismo tiempo, hay que escuchar con humildad y recibir con corazón abierto lo que dicen los hermanos. Con estas dos actitudes se ejerce la sinodalidad”, agregó. La palabra sínodo también deriva del griego y significa “caminar juntos”. Luego de volver a reclamar a los participantes dos actitudes –parresia y escuchar con humildad–, aconsejó hacerlo “con tranquilidad y paz”, porque “el sínodo se desarrolla siempre cum Petro y sub Petro (con Pedro y bajo Pedro), y la presencia del Papa es garantía para todos y custodia de la fe”. Esta última frase fue más que significativa y pareció referirse a las polémicas que arreciaron en los últimos días presinodales entre conservadores, que temen que haya cambios en algunos puntos y colapse la construcción moral de la Iglesia, y reformistas, que esperan aperturas. A todos ellos les recordó que, en definitiva, es él, el Papa, el jefe máximo de la Iglesia Católica, quien tendrá la última palabra. Su presencia, de hecho, “es garantía para todos y custodia de la fe”.
Un pedido de franqueza francisco
“Una condición general de base [para el sínodo] es ésta: hablar claro, sin miedo” “También hay que escuchar con humildad y recibir a corazón abierto lo que dicen los hermanos”
“Queridos hermanos, colaboremos todos juntos para que se afirme con claridad la dinámica de la sinodalidad”, pidió finalmente Francisco, que estuvo presente a lo largo del primer día entero de trabajo, en el que tomaron la palabra algunas parejas que participan, y que, informal, en las pausas para el café charló normalmente con los demás participantes. La novedad del sínodo quedó en evidencia no sólo porque el latín dejó de ser el “idioma oficial” y fue sustituido por el italiano, sino porque, como recordaron los organizadores, éste tendrá dos etapas. Primero, la actual asamblea extraordinaria, que terminará el 19 de octubre con la beatificación de Pablo VI, y una segunda asamblea ordinaria, en 2015. El período que habrá en el medio, de casi un año, resultará determinante, destacó el teólogo y arzobispo de Chieti-Vasto, Bruno Forte, secretario especial del sínodo. “La gran novedad de la metodología del sínodo, que antes aparecía encorsetado, es este período entre los dos sínodos, porque va a involucrar a la base de la Iglesia, a los demás obispos y a los fieles”, dijo Forte en una conferencia de prensa. Por la mañana, en una larga intervención, el cardenal húngaro Peter Erdo, relator general, repasó, punto por punto, los temas que serán debatidos. Tal como había anticipado el Instrumentum Laboris –el documento preparatorio del sínodo–, elaborado sobre la base de un inédito cuestionario que el Papa envió a las diócesis de todo el mundo, aunque en el sínodo se hablará de las dificultades de la familia de hoy, no está en discusión la indisolubilidad del matrimonio. Pero sí la pastoral de la Iglesia ante esas situaciones difíciles o irregulares, como los divorciados vueltos a casar y homosexuales, “que son parte de la Iglesia”, que no deben ser discriminados. El desafío del sínodo, destacó Erdo, es lograr proponer de nuevo al mundo “la belleza del mensaje cristiano sobre matrimonio y familia”, dando “respuestas verdaderas y llenas de caridad”.ß
REUTERS
ron en contacto con la paciente en las últimas horas también están bajo vigilancia. Y se activó un protocolo especial para analizar el estado de todo el personal del hospital Carlos III de Madrid que trató a los religiosos españoles Miguel Pajares y Manuel García Viejo, fallecidos allí luego de ser repatriados en aviones gubernamentales desde África con graves síntomas de la enfermedad. “Tengan la seguridad de que se están tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de toda la población”, dijo Mato, con rostro lúgubre, en una conferencia de prensa que reflejaba el dramatismo de lo desconocido.
El gobierno no informó el nombre de la paciente. Se limitó a explicar que había participado del equipo que cuidó a García Viejo, muerto por Ébola el 26 de septiembre. Entró dos veces en su habitación: una para tomarle la fiebre y otra para retirar las cosas de la habitación después de la muerte del sacerdote. Al día siguiente, la mujer salió de vacaciones. El comité de crisis prefirió no decir a dónde. Los médicos y enfermeros que trataron a los dos afectados que murieron en Madrid seguían medidas de seguridad que los obligaban a tomarse la temperatura dos veces al día durante tres semanas. La mujer infectada detectó los primeros registros anormales el martes pasado y se dirigió al Servicio de Riesgos Laborales de la Comunidad de Madrid, pero la dejaron irse y siguió con vida normal. Ayer, con fiebre altísima, se presentó en el hospital de Alcorcón, donde vive con su esposo. Allí sí decidieron internarla. Los sanitarios encargados de cuidar a los enfermos de Ébola vestían doble traje hermético, dos pares de guantes, barbijo y anteojos cuando tenían que estar cerca de los pacientes. Como el Ébola no se transmite por el aire, los expertos especulaban con que tuvo que haber un fallo humano para que se diera el contagio en un entorno tan controlado. En el hospital Carlos III, en el barrio madrileño de Tetúan, se vivían anoche escenas de angustia entre los empleados que estuvieron cerca de los misioneros repatriados. Una fuente del centro de salud explicó a LA NACION que la mujer que se contagió tenía 15 años de experiencia en el área destinada a enfermedades infecciosas. Pero las sospechas de falencias en el protocolo de seguridad empezaron a difundirse apenas se destapó el caso. El colegio de enfermeros de Madrid anunció anoche que había recibido un informe crítico acerca de la indumentaria que se usó en el cuidado de los sacerdotes. En teoría, la normativa marca que deben emplearse trajes de nivel 4, completamente impermeables y con respiración autónoma. En cambio los que se utilizaron en el Carlos III son de nivel 2: no cuentan con ventilación y no son del todo impermeables, ya que los guantes son de látex y están sujetos por cinta adhesiva. El Ébola ya causó 3338 muertes a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Anoche se analizaba trasladar a la paciente al hospital Carlos III.ß
siria
Revelan una carta de un rehén de EI WASHINGTON (DPA).– Los padres del norteamericano Peter Kassig, un veterano del ejército secuestrado por el grupo extremista sunnita Estado Islámico (EI), publicaron una carta que les escribió durante su cautiverio en la que dice que teme morir, pero que está convencido de sus creencias, después de haberse convertido al Islam. “Obviamente estoy bastante asustado ante la posibilidad de morir, pero la peor parte es no saber, desear y saber si hay esperanza”, escribió Kassig.ß
nigeria
Decapitaciones de Boko Haram LAGOS (ANSA).– Milicianos de Boko Haram decapitaron ayer a siete personas en el nordeste de Nigeria, según revelaron testigos a la prensa local. El ataque ocurrió en Ngambi, estado de Borno, una de las regiones más castigadas por el grupo islamista. Los civiles fueron “brutalmente asesinados”. En el último video de la organización terrorista, difundido la semana pasada, un hombre identificado como un piloto aeronáutico fue decapitado.ß
australia
Nueva búsqueda del MH370 SIDNEY (AFP).– Siete meses después de la misteriosa desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, la búsqueda submarina se reanudó ayer en el océano Índico, donde pudo caer el avión, anunciaron las autoridades australianas. Después de una primera fase de búsqueda infructuosa en la superficie y en profundidad, un barco malasio empezó a sondear los fondos para intentar localizar los restos del Boeing 777 desaparecido el 8 de marzo con 239 personas a bordo.ß