DOÑA BASURA Por “Títeres Jesús es tu amigo” Usado con permiso
PROPÓSITO: Exaltar la Palabra de Dios sobre todas las cosas SITUACIÓN: Un tacho de basura, o un basurero. PERSONAJES: La bota, el zapato, la lata, doña Basura, el libro (La Biblia), el vagabundo, la nena. INTRODUCCIÓN: Damas y caballeros, niñas y niños, estimado público, tengo el gusto de presentarles una obra de títeres, con una historia increíble. Para eso tienes que usar tu imaginación y con ella viajar hasta un lugar como cualquiera de los lugares que conoces. Por lo tanto, imaginen que ésta es una calle muy transitada, con coches que vienen y van, ruidos de todo tipo, personas que gritan, olores, ¡y qué olores! Hace mucho calor, las personas preocupadas por todas las cosas que deben hacer, corriendo, apurados para llegar, los chicos jugando, gritando. Las señoras apuradas van a hacer las compras y hasta se juntan en las esquinas para charlas, pero seguramente nadie, pero nadie, se da cuenta que hay un mundo aparte. Algo está sucediendo, pero para que ustedes conozcan eso, tenemos que olvidarnos de este ruido y viajar despacio. Aquí no más, cerca de ti está el mundo de la basura, un mundo que nadie mira. Allí está en ese tacho lleno de porquerías. Va a ocurrir algo increíble, pero no les puedo contar más. ¿Hacemos silencio? BOTA: (Bosteza y sale) AHHH. ¡Qué sueño! Aburrido es estar en la basura. Eh, ¡pero qué veo que estaba acá! Pero, de haber sabido, me hubiera arreglado un poco, no sé si ustedes saben. Yo soy una bota de mucho valor. Mi dueño era un príncipe de un reino muy lejano. ZAPATO: Sí, tan lejano que no existe, pero ¡cállate la suela, bota loca! Siempre inventando, pa darte corte de gran bota, ¡anda laburar! BOTA: Pero, ¿habráse visto semejante atropello? Aparte de interrumpir, me insulta gratuitamente. Estas son cosas que me ponen el pelo áspero. Escúchame bien, zapato vulgar. La noble historia de mi vida no puede ser manchada por palabras como las tuyas. ZAPATO: ¡Ay no! La noble historia de la bota solamente ha sido manchada por los charcos que pisa en el noble barro! BOTA: Si he pisado el barro, fue porque el príncipe en mis días ha tenido que salvar doncellas secuestradas por malvados que, seguro que calzaban vulgares zapatos como uno que yo conozco y no quiero mirar. ZAPATO: (Mira, estirada) Yo siempre fui zapato de trabajo y nunca le saqué sabañones y ampollas a mi dueño como una apretada que conozco. BOTA: ¡Apretada! ¡Jamás! Jamás mi suave cuero lastimó el pie del príncipe, sepa usted que soy bota y no zapato. ¿No me va a comparar? ZAPATO: Mira que es humilde la señora bota. Nosotros los zapatos, no andamos hablando por hoy del príncipe, del rey, pero a usted le sobran aires de realeza.
BOTA: Yo no tengo la culpa que usted haya salido zapato, después de todo ¡ahora somos basura! LATA: Al fin terminaron de discutir. Hace rato que quiero dormir y no puedo, ¡pero todos los días se van a poner a discutir! BOTA: ¡Ay, ya salí la petisa! LATA: Está bien, yo soy la petisa, pero cuando fui útil, todos me necesitaban. Cuando me hicieron, era importante, redondita, lustrosa, y además me buscaban por mi interior. Pero, cuando me usaron, me tiraron y no fui más que la de antes. Fui pateada, ensuciada, abollada, hasta que me convertí en parte de esta basura, y estoy aquí y formo parte de esta familia de inútiles. Acá todos somos iguales y nadie es más que el otro. BOTA: Sigo insistiendo que nosotros somos útiles, pero los hombres no nos quieren más. La verdad, no me gusta seguir aquí. ZAPATO: Sí, ésta no es vida, todo lo que cae acá es para el olvido. LATA: ¡Silencio! Alguien viene. ¡Quédense quietas! (Todos están como al principio)
(ENTRA LA NENA, CON LA BIBLIA EN LA MANO) NENA: ¡Ahj! Ya no aguanto más. Estoy cansada de leer este libro. Todos los días tengo que escuchar a mi mamá con las mismas palabras. “Lee, es el mejor libro que tienes, es la Palabra de Dios”. ¿Y qué sé yo, todas las cosas que me dijo? Ya estoy llena de historias de leyes, órdenes. Basta. Tengo que tomas una decisión. Es ahora o nunca. Sé que no me voy a arrepentir. ¡Chau libro! (Lo tira. Sale – hay sonido de esfuerzo y después lo tira) LATA: Che, ¡Ya se fue! (Decirlo despacio) ZAPATO: ¡Es increíble! ¡Tiró un libro! LATA: ¡Y parece nuevo! ZAPATO: ¡Nooooo! Fíjate cómo están las hojas. LATA: ¿Qué tiene las hojas? ZAPATO: Están gastadas, dobladas, para mí que éste terminó como nosotras. LATA: ¡Pero es un libro! Los libros no se tiran, están llenos de eso que lee la gente. ¿Cómo se llaman? ZAPATO: ¡Palabras! LATA: ¡Eso! Y algunas sirven para leer muchas veces. BOTA: Como se ve que no conocen, los libros son la oportunidad que tienen que vivir. LATA: ¿Cómo?
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BOTA: Por supuesto, querida, los libros sirvieron siempre, por ejemplo, para fabricar botas, una obra de arte como yo, no se hace así no más. ZAPATO: Y los zapatos también. Hay que estudiar para hacer zapatos. BOTA: Por favor, es una mentira total. Jamás se ha estudiado para hacer un zapato. ZAPATO: Así duquesa, ¿y cómo se hacen los zapatos? BOTA: Con lo que sobra de las botas, es decir que ustedes existen gracias a nosotros. BOTA: ¡Cállate arrugada! ZAPATO: ¡Arrugada! Pero, ¡retazo de cuero! BOTA: ¡Enano! ¡Suela rota! LATA: Basta, siempre peleando. ¡Termínenla! A mí me parece muy raro que una nena tire un libro. Los niños no son así, aquí pasa algo muy extraño. ZAPATO: Extraño, ¿qué tiene de extraño? Se cansó y lo tiró. LATA: Los niños cuando se cansan de leer, cierran el libro. BOTA: Qué vulgar como se ve que han vivido, sin sabiduría. Eso son los libros, ¡una fuente de sabiduría! ZAPATO: Si claro, y de esa fuente nunca te salpicaste, ¿no? BOTA: Basta de peleas, se siente un ruido. ZAPATO: ¿Qué ruido? LATA: Me parece que es el ruido cuando viene... BOTA: No me digas que viene...¿por favor no me van a decir que es ella? LATA: El ruido aumenta. ¡Es ella! BOTA: Hace rato que no despierta. ¡Algo pasó! LATA: Cállense y agárrense. Esto ya es un terremoto. (Aumenta el ruido del terremoto, más música de tensión) doña BASURA: Pero ¿qué está pasando? No es posible que me despierten. Tengo que descansar. No hay nada mejor que una basura tranquila. LATA: Pe….pe ppe..perdón, doña Basura, disculpe que nuestros gritos la despierten.
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doña BASURA: Pero no pequeña, ustedes nunca me molestan, ustedes son parte de mí. Si no las tuviera a ustedes, no seria lo que soy, pero es que algo esté de más acá...me siento incómoda. BOTA: Perdón su majestad, pero es que no entendemos, somos solo basura. ZAPATO: Claro, ¿cómo vas a entender? L señora está hablando de lo que cayó recién. LATA: ¿Vos decís lo que tiró la nena? doña BASURA: ¿Alguien tiró algo? LATA: Sí, su excelencia, una nena tiró un libro. doña BASURA: Querida en mi vida he visto muchas porquerías y en ella también, libros, revistas, diarios, papeles, aquí hay más papeles que botas, zapatos o latas. BOTA: Perdone señora, nunca pensamos que los hombres tiraran libros a la basura. doña BASURA: El hombre, hija mía, es increíble. Es capaz de considerar basura hasta su propia persona, y después para colmo vienen a revolverla, no me preguntes por qué .... pero no sé lo que me molesta, ustedes dicen que fue un libro,..no tendría que molestarme por eso. ZAPATO: Miré yo que usted mira a ver qué hay. BOTA: Si, ¿por qué no se fija? LATA: Eso fíjese, sino no va a poder dormir tranquila. doña BASURA: voy a ver. (temblor) ZAPATO: ¿Qué clase de libro será? BOTA: No sé querida, no soy adivina. ZAPATO: No será adivina, ¡pero mentirosa sí! LATA: La terminan. (temblor) ZAPATO: Allí viene. doña BASURA: No lo puedo entender. LATA: ¿Qué? doña BASURA: No puedo entender, ¿Por un libro? ZAPATO: ¿Y qué pasa? doña BASURA: Es que ustedes no entienden, ¡son basura! ZAPATO: Gracias señora, por habérmelo recordado, pero no me hace gracia.
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BOTA: Será porque no tenés gracia para nada. ZAPATO: ¡Acábala querés! doña BASURA: Lo que quiero decir es que dentro mío están sintiendo que ese libro no tiene que estar aquí, no sé, nunca sentí nada igual. Soy doña Basura, la reina de la porquería, de lo inservible, de todo lo que no se usa más, acá cae lo peor de todas las cosas del mundo, pero ese libro tiene algo especial. LATA: ¿Y por qué no le pregunta? doña BASURA: ¿Cómo le voy a preguntar a un libro? ZAPATO: Igual que a nosotros, además tienen que tener letras, palabras. doña BASURA: Pero ustedes son basura. ¿No se dan cuenta? Esto es diferente. BOTA: De le doña, digo, su majestad. doña BASURA: No sé, voy a ver. Esto es nuevo para mí. (Terremoto) BOTA: Bueno, esto me está aburriendo. Yo me voy a tomar una siesta. (Sale) ZAPATO: Al final la señora se fue. Che, lata, ¿y si nos vamos a jugar? LATA: ¿A jugar a qué? ZAPATO: Yo te pateo y vos das vueltas y vueltas. LATA: Pero ¿por qué no te pateas el taco! Chau, pibe. ZAPATO: Che, fue una broma latita, vení no te ofendas, che. (Salen) Sube de a poco la Biblia BIBLIA: Haj, puf... ouch. Ya. Ya llego. Haj. Bueno, ahora sí, ay cómo me duele la espalda, cómo tengo las hojas, estoy rota, empolvada, manchada,... pero sigo siendo la mejor. Fui escrita para que los chicos entendieran la voluntad de Dios, y miren donde estoy... cómo me gustaría que esa niña me viniera a buscar. (Terremoto y sube doña Basura) doña BASURA: ¡Ya me parecía! ¡Vos no sos un libro CUALQUIERA! A mí no se escapa NADA, he visto libros, revistas y miles de hojas arrugadas y jamás ninguna estremeció a doña Basura, pero vos no tenés que estar aquí. Esta basura se inclina ante vos. Toda esta porquería no es digna que el libro más maravilloso la visite. BIBLIA: Yo tampoco quisiera estar aquí pero pensándolo bien, vos me has recibido mejor que aquellos que se creen limpios. Sabes, aquí están todas las cosas que el hombre no quiere y parece que la Palabra del creador también es algo que no quieren.
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doña BASURA: Nunca diga eso su Majestad, es que el hombre no lo entiende. Usted ha dicho algo verdadero: todo lo que está aquí el hombre no lo quiere, pero sepa usted, que hay hombres que sí quieren rescatar algo de usted, sino esta basura estaría llena de libros como usted. Además son posibles que eso pueda pasar. Se sienten ruidos de pasos y va entrando el vagabundo. doña BASURA: ¡Escóndase su majestad! BIBLIA: ¿Por qué? doña BASURA: ¡Alguien viene! BIBLIA: Pero yo estoy hecha para todo el que quiere venir a mí. doña BASURA: Haga lo que quiera, yo soy basura. Hasta pronto. (Terremoto) Aparece el vagabundo viene cantando. VAGABUNDO: ¡Ay, qué cosa! Qué cansado que estoy de no hacer nada. A ver qué hay de nuevo. ¡Ho! Mis hermosas porquerías, los hombres no las quieren, pero para mí son joyas. ¿Pero qué ven mis ojos? ¡Una lata! No, para mí es una hermosa cacerola. ¡Y allí una bota! Pero, si mi pie grita por un calzado y más de esta calidad. Pobrecita, ¿será que tu dueño tenia algo mejor? Y ¡aquí..un zapato! Hermano de la bota, para que otro pie se sienta más calmado. ¡Ah no! No puede ser. ¡Un libro! Qué lástima que nunca aprendí a leer y no sé escribir. Pero ¿para qué me puede servir un libro? Pero parece ser bueno, algo me dice que me estoy perdiendo algo bueno, y bien librito, lo lamento por vos y por mí, pero no me servís para nada. Se va cantando. TERREMOTO. Sube doña Basura. doña BASURA: Esto es lamentable, aunque me vean sonriendo es que solo soy el títere basura de esta obra. Pero puede ser que allá una nena o un vagabundo como estos que vimos... No sé, pero una sola cosa sé, que este libro, no es libro cualquiera. Este sí tiene vida propia y nunca nadie lo podrá matar. Es posible que alguien lo tire o lo rompa, pero sepan una cosa, el lugar de este libro no es la basura, ni tampoco un estante. Él debe estar dentro de ti. Yo en verdad no sé cómo se hace, pero ojalá yo no sea basura y sea hombre para poder explicártelo. Por ahora, si llegas a encontrarte con ese libro, no lo pierdas. ¡NO LO PIERDAS! (Eco) No lo pierdassss. nolopierdasss TERREMOTO. baja....música ...fin
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