CUADERNOS BÍBLICOS PARA REFLEXIÓN
DIOS, NO ES SINÓNIMO DE RELIGIÓN
¡Puedes tener una relación personal con Dios! Ninguna religión sirve para acercarte a Dios.
DIOS, NO ES SINÓNIMO DE RELIGIÓN Frco. de la Fuente Tarrés Usado con permiso Ante los grandes interrogantes interrogantes de la existencia La teoría del “Diseño inteligente” está imponiéndose imponiéndose Ninguna religión, ni iglesia, nos sirven para conocer a Dios La religión. ¿Qué es? La relación. ¿En qué consiste? Jesús vino vino a salvarnos del pecado y de la religión Es necesario nacer de nuevo Puedes empezar a tener una relación personal con Dios ¡Alerta!, La relación puede cambiarse en religión El cuidado protector del Padre celestial Algunos testimonios personales
____________________________________________________ Agradecimientos: A Dn. Francisco Fernández Marín, y a Dn. J. Luis Fernández, por sus colaboraciones en las diferentes facetas, qué han hecho posible, la edición de este Cuaderno, y a todos los que nos siguen apoyando para proseguir en trabajos similares. (Terrassa. Invierno del año 2006).
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ANTE LOS GRANDES INTERROGANTES DE LA EXISTENCIA Todo ser humano se pregunta, ¿quién soy, de dónde vengo, y a dónde voy? Parte del pensar materialista, o como hoy se llama “agnóstico”, parece que tiene las respuestas, pensando, que vengo de la nada y a ella vuelvo, negando la existencia de un Dios personal, y por consiguiente, la vida después de la muerte; celebrando al mismo tiempo el haberse liberado de las pesadas cargas producidas por los rancios prejuicios religiosos del pasado (como dicen), viviendo a su medida, a y su conveniencia, y dependiendo de los deseos y pasiones del momento; aunque sabemos de algunos, que ante los graves obstáculos de la vida, no lo tienen tan resuelto, y claman y piden ayuda “por si acaso hay algo”, por lo que deducimos que no están completamente convencidos de su ateísmo, pues se resisten aceptar su presencia, pero aspiran al mundo espiritual como dice el escéptico; Ll. Amiguet (en su artículo-entrevista en el diario La Vanguardia de Barcelona del día 14.1.2006) “con Dios o sin él, todas las personas gozamos de una irrenunciable dimensión espiritual que la sola razón no acaba de colmar”.
ALGUIEN TUVO QUE DISEÑAR EL UNIVERSO
No podemos quedar indiferentes cuando contemplamos el firmamento en una noche sin nubes, y si esto lo hacemos a través de un telescopio, aún es más espectacular, pues vemos a incontables puntos de luz, estrellas y planetas, etc. formando galaxias que no podemos contar porque están en lo infinito, y no hay medida para contener tanta inmensidad; todos estos cuerpos celestes están alineados conforme a sus lugares en sus órbitas correspondientes, y pretender que todo ello tiene su origen en explosiones casuales, no se puede concebir en una mente como la nuestra donde la ley y el orden es primordial. Necesariamente, si queremos ser sinceros y realistas con nosotros mismos, tenemos que pensar que alguien con una sabiduría especial tuvo que intervenir inteligentemente diseñando y poniendo orden, dando leyes matemáticas a todos los organismos planetarios, para evitar posibles desórdenes y cataclismos; y así podríamos seguir con las obras de este mundo, con las cordilleras montañosas, los océanos, etc. ¿y que vamos a decir de la vida? Cada especie está cuidadosamente creada y mantenida con un orden minucioso y espectacular, por lo cual todo ello pide a gritos el reconocimiento de un gran arquitecto, diseñador inteligente y creador, Dios el Todopoderoso.
EL HOMBRE Y LA MUJER SON PEQUEÑOS CREADORES ...Podríamos continuar el argumento, fijándonos en un montón de piezas sueltas que corresponden a una maquinaría de un reloj antiguo, y para que estas piezas lleguen a dar la hora exacta, ¿qué se necesita? Pues, que cada pieza sea colocada en el lugar exacto donde le corresponde. Y ¿ello tendrá lugar por el azar o se necesitará la mente del relojero que intervenga para que el reloj funcione? ¿Y qué podemos decir del montón de letras que se compone un libro? Necesitamos de la inteligencia del escritor que tenga inspiración en su mente, para representar las palabras o las ideas, mediante letras u otros signos y de forma a un argumento, o tema que va a escribir, teniendo en cuenta la prosa, las diferentes reglas gramaticales, incluyendo la morfología y la sintaxis, etc., para que todas las letras sueltas puedan ser armonizadas, y formen una historia o tema que pueda emocionarnos o adquirir más conocimientos.
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Así pues, tanto las piezas sueltas del reloj, como en las letras del libro, todo ello necesita de una inteligencia creadora para que podamos saber la hora, y poder leer el libro, no habiendo otra forma posible, y podríamos continuar preguntándonos sobre las ciencias, entre ellas la tecnológica. ¿Quién hace posible el envío de naves al espacio? Podríamos seguir y seguir hasta lo infinito, en definitiva son rasgos creativos que tenemos los humanos que imitamos al gran creador, por algo según dice la Biblia de que “somos hechos a imagen, conforme a nuestra semejanza, la de Dios” (Génesis 1:26).
EL DISEÑO INTELIGENTE ESTÁ IMPONIÉNDOSE Ante el hecho evidente de la creación, y de las dudas razonables que la teoría de Darwin presenta, en los EE.UU. se impone el creacionismo oficial, y los científicos del “Consejo de Educación del Estado de Kansas” han aprobado una propuesta para que en sus aulas se dé como asignatura, la teoría del diseño inteligente, como una explicación científica de la vida, y además cuatro estados más los de: Minnesota, Nuevo México, Ohio y Pennsylvania, (8.12.2005) se han adherido a este pensar, mostrándose críticos con la teoría de la evolución, ya que muchos científicos la presentan como verdad de fe. “En el Reino Unido el 60 por ciento de los encuestados creen en la causa divina en la creación”. Ll.Amiguet. (La Vanguardia de Barcelona del día 11.2.2006).
Muchos ignoran que en el círculo de amistades de Darwin, observaron de cómo él, más tarde le dolió de los presuntos resultados de sus propias especulaciones. Los que estuvieron visitándole unas semanas antes de su muerte testificaron que lo encontraron leyendo la Biblia, a la que describió como un “libro real”, que le hablaba de la creación, y al informarle sobre el tratamiento que el relato del Génesis estaba recibiendo, Darwin les dio una mirada triste y les dijo: “Fui hombre joven con ideas no formadas, lancé preguntas, sugestiones, interrogantes, preguntándome todo el tiempo respecto de todo. Las ideas prendieron fuego. La gente hizo una religión de ellas. ¡Oh, si yo pudiera deshacerlo todo”! Al cabo de unos días partió para la eternidad. ¿No será que el hombre alejado de Dios le interesa aceptar la falacia de la “teoría de la evolución,” (no probada) ya que creyendo en ella, cree haber hallado ¡por fin! una presunta coartada “más o menos razonable” acerca del origen de la vida, que le permite el intento de escapar, y eludir la dimensión espiritual, para justificar llevar su vida al antojo de los intereses egoístas del momento sin el referente divino? Intención que sería más difícil de otra forma.
RESULTADOS BENEFICIOSOS DE LA FE El ser humano desde el principio de su creación, sabe de su creador, pero actualmente muchos teorizan de la fe y sobre los creyentes, diciendo: “Quieren ver a Dios como una proyección neurótica de la frustración ante nuestros límites” (Freud). Se resisten a reconocer, lo evidente: La obra de su creación; y quieren ignorar entre otras afirmaciones las que se dicen acerca de estos “neuróticos tan enfermos”, de los cuales la Academia Americana de Neurología 2005, dice “que, el creer en Dios es beneficioso para la salud física, y los datos en poder de ellos revelan lo beneficioso que es tener fe en Dios, ya que es un antídoto contra el deterioro cognitivo, y además según dicho informe los que creen profundamente en Dios son menos proclives a las depresiones, el estrés y a los trastornos psicosomáticos, disminuyendo el tratamiento de los tranquilizantes y antidepresivos, todo ello porque
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la fe ayuda a proporcionar esperanza, paz y bienestar, y que a su vez, puede reducir las hormonas estresantes en la salud.” Según la pág. web. de la “Templeton Foundation”, los dos tercios de las 125 facultades de medicina de los Estados Unidos incluyen ahora espiritualidad y fe, en comparación con sólo tres de ellas en 1992. Al mismo tiempo hay que reconocer que la fe auténtica es la que confía, descansa, en el amor de Dios y en su perdón y ello genera sentimientos de gozo, paz y seguridad en el alma, pero en ocasiones en los practicantes del religiosismo al no experimentar que son “del todo perdonados”, puesto que nunca hacen las suficientes obras para sentirse eximidos, y ello en ocasiones puede producir sentimientos de culpa que ocasionan depresiones, estrés, etc.
EFECTOS NEGATIVOS PRODUCIDOS POR EL ABANDONO DE LA FE
Es evidente que en la actualidad al intentar borrar de la sociedad todo aquello que tiene puntos de referencia en Dios y en sus deseos, los cuales tenían como procedencia, la fe, la religión, la tradición, o el simple temor, que “al menos era un freno”, está dando como resultado la falta de valores tanto espirituales como éticos; “el bien y el mal son conceptos relativos” nos dicen, todo ello está dando paso a un incremento de la violencia, crueldad, anarquía, falta de autoridad en todos los órdenes de la comunidad, drogadicción, falta de amor, de compasión, aumento espectacular de la desintegración de las familias, separaciones, divorcios, abortos, desenfreno sexual, falta de escrúpulos, etc., y es la filosofía “ del que todo vale”, de que el fin justifica los medios, sea los que sean, etc. El hombre materialista no quiere reconocer que estos males proceden del alejamiento de Dios, pero a pesar de todo, intuye en su subconsciente que “algo” necesariamente tiene que haber más allá de lo material, y como decía un sabio de la antigüedad (Agustín de Hipona) con toda la razón, refiriéndose al supremo hacedor: “Tú nos has hecho para ti, y está inquieto nuestro corazón hasta que descanse en ti”.
NINGUNA RELIGIÓN, NI IGLESIA NOS SON NECESARIAS PARA CONOCER AL ETERNO Muchas personas cuando oyen que hablamos de Dios, inmediatamente piensan que les queremos, como se dice hoy, “venderles una religión”, y nada más lejos de ello, ni nos interesan las religiones sean las que sean, pero sí, amable lector, queremos hablarte de algo diferente, de RELACIÓN, ya que puedes tener una relación personal con Dios si lo deseas, con lo cual puedes descubrir a este ser tan lejano y desconocido para ti, al cual no tienes confianza a pesar de haber oído hablar mucho de él, quien puede llegar a ser tu Padre celestial cercano, y que puede cuidar de ti. Visto desde donde estás, lo que decimos pudiera parecerte que tratamos de hablarte de más religiosismo, pero queremos que sepas distinguir lo que es “religión” y lo que es “relación”; si es verdad, que de una situación a la otra hay un paso, como del amor al odio, por lo cual debemos ser vigilantes y no confundirnos; por consiguiente, vamos a considerar algunas situaciones para que puedas darte cuenta de la diferencia que hay en los dos conceptos, y puedas tomar una acertada decisión, ya que ninguna religión, ni iglesia, nos son necesarias para conocer a Dios y arreglar nuestras cuentas con él, con el fin de obtener las consiguientes bendiciones espirituales y materiales, ni siquiera para llegar un día a su misma presencia. Conocer a Dios, obtener, la salvación, y la vida eterna, no dependen de practicar una religión, sino de mantener una relación correcta y personal con Dios; y dicha relación se obtiene por medio del Señor Jesús y mediante el conocimiento de su Palabra.
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LA BIBLIA ES EL ÚNICO REGISTRO DE LA REVELACIÓN DE DIOS AL HOMBRE El genuino cristianismo es aquel que está basado únicamente en la Biblia, “En el principio era el verbo (La Palabra), y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios” (Juan 1:1). “Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud ” (2ª.Timoteo 3:16), la cual es la única revelación de Dios al hombre y la correcta referencia del origen de la fe cristiana en doctrina y práctica, y no es una religión más, como puede estar catalogada en el resumen religionista, pues el auténtico mensaje cristiano es la revelación del Dios todopoderoso que busca al género humano para tener con él una relación personal con todo aquel que lo desea. A consecuencia de la caída de la raza humana en el Edén, la inmensa mayoría de la humanidad se olvidó que en el pasado tuvo una relación personal con Dios (Génesis 3), pero a pesar de ello, aún hoy en la sociedad incrédula de occidente en que estamos inmersos, la persona presiente que algo tiene que haber o existir en lo sobrenatural, (como ya hemos mencionado), al observar las maravillas del cosmos, pues necesariamente demanda de una intervención, de una sabiduría de un diseño inteligente, por más teorías no demostrables que intentan explicar lo inexplicable, y no es lógico aceptar que todo lo que existe proviene de unas explosiones ciegas (big-bang) y de una consiguiente evolución progresiva, prescindiendo de una inteligencia que decidió y ordenó anteriormente.
DIOS NO ES SINÓNIMO DE RELIGIÓN ....Cuando nombramos la palabra “Dios”, la inmensa mayoría de las personas confunden y piensan inmediatamente, con las gentes que practican las religiones, que unen a Dios pensando en el trato que los religiosos en muchas ocasiones han dado a la humanidad. Ante la evidencia de la muerte y bajo el pretexto de tener la exclusiva para la eternidad, han abusado y pueden abusar aún hoy; y cuando se une la religión y el poder político, especialmente en el pasado, y también hoy día, y cuando la vida humana tuvo y tiene en muchos países poco valor, la combinación fue y ha sido nefasta, tenemos pues, que bajo el nombre de las divinidades se han realizado verdaderas masacres, guerras, exterminios y actualmente terrorismos, y ¿quién no sabe acerca de la inquisición y de las “guerras santas” pasadas y presentes etc.? Y todo ello con los pretextos de evitar herejías unas, y otras claramente para conquistar adeptos para su dios, pero cuyo fin real era y es el de ganar poder, y esto fue y es una triste realidad, fruto del religiosismo. Pero por amor a la verdad hay que decir, que desde siempre en toda la historia del cristianismo han existido personas o grupos disidentes, que constituyeron y constituyen el pueblo de Dios, al margen de la “religión”, que no aceptaron este proceder indigno y totalitario, y fueron creyentes fieles que mantuvieron la verdadera fe en Dios con una relación personal en él, con lealtad que en muchas ocasiones pagaron con su propia vida, “de los cuales se conoce poco”, al no constituirse como una institución monolítica y ávida de poder. Este pueblo de Dios fiel, es la confirmación de las palabras que dijo el Señor Jesús: “...que las puertas del Hades no prevalecerán contra la iglesia” (Mateo 16:18). Así Dios los sostuvo, y los sostendrá hasta cuando vuelva el Señor Jesús a recoger a su iglesia. Ver 1ª. Tes. 4:17.
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Debemos separar al Dios Todopoderoso revelado en la Biblia, especialmente el mensaje cristiano del Nuevo Testamento y practicado con fidelidad en los primeros siglos del cristianismo, el cual se difundió por todo el imperio romano, observándose que no fue impuesto por la fuerza, (como sucedió en casi todas las religiones), sino que creció por medio del amor y la persuasión de familia a familia, uno a uno, siendo este el método que procede del pensamiento de Dios, pues otra cosa es el religiosismo totalitario y absoluto, que no se contenta en poseer únicamente las conciencias, sino también los bienes materiales. Lástima que después del año 325 con la presunta conversión a la fe cristiana del emperador Constantino, la mayoría de los llamados “cristianos”, aceptaron ser la fe del imperio romano, siendo entonces cuando el cristianismo pasó a ser “religión”; una institución, jerárquica y autoritaria, con un poder casi absoluto, y de ser un movimiento espiritual de perseguidos, pasaron a ser perseguidores de todo lo que consideraron que mermaba su poder. Siendo tutelados por el imperio y sus emperadores, los cuales nombraban a sus dirigentes por decreto, esto fue hasta el siglo XI, y entonces los privilegios cambiaron y fueron al revés. Así que, debemos separar los dos conceptos, o sea que Dios es una cosa, y la religión es otra; ideas parecidas, que muy fácilmente pueden confundirse, pero diferentes en la realidad.
LA RELIGIÓN Por más que el hombre intente borrar a Dios de la historia y de su vida, intuye que debe existir un más a allá de su conocimiento racional y que un día, tarde o temprano, tendrá que hacer frente a una nueva situación, pues no se resigna a aceptar que todo termina con la muerte física, presintiendo la existencia del mundo espiritual y que tendrá que presentarse ante su Dios, por lo cual el hombre tiene la iniciativa y necesidad de llegar a conocer a Dios. Y aquí hemos llegado a la religión, palabra que procede del verbo latino “religare” que quiere decir volver atar lo que antes estaba atado.
La religión, es un conjunto de creencias, normas morales, ceremonias y sacrificios, etc. etc., o sea son formas, maneras y métodos cuyo fin consiste en tomar la iniciativa acompañada de las obras características de cada religión, para intentar conocer y congraciarse con la divinidad. Este hacer se manifiesta y toma forma en las diversas religiones que en apariencia son muy distintas, (reconociendo que el mensaje filosófico religionista en las más orientales niega la existencia de un dios personal, y sin embargo admiten como dioses y diosas, duendes, etc., como seres impersonales a miles). Pero inmediatamente nos damos cuenta que todas tienen una raíz común, sus filosofías descansan en lo que da origen a la religión, como es el intento de alcanzar lo desconocido, por medio de la obras y sus esfuerzos personales de una forma u otra, y todo ello en armonía y obediencia en muchas ocasiones a sus líderes absolutos y a sus correspondientes organizaciones, todo con el fin de intentar conocer, y ganar su salvación y llegar a sus respectivas divinidades.
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LAS FILOSOFIAS RELIGIOSAS SON PARECIDAS Dicen: Hay que purificarse a través de múltiples reencarnaciones y progresivamente de insecto a reptil, hasta que dentro de generaciones puedas aparecer hombre, Brama. y Hay que meditar hasta alumbrar el entendimiento, hay que anular los deseos, buscar la verdad para que puedas perfeccionarte por medio de múltiples reencarnaciones y puedas fundirte con el Nirvana (la no existencia) aunque en toda su vida intentó buscar la verdad y no la halló. Buda.y otros dicen que la ayuna, el sacrifícate, el sufrir, el guarda las normas de la religión, peregrinar a ciertos lugares donde han tenido lugar acontecimientos asombrosos, muchos de ellos sin ninguna veracidad histórica, que quizá un día podrás salvarte y vivir en uno de los siete “cielos arem”. Otros enseñan que el bien y el mal no existe, pero supérate, Confucio. Finalmente los religiosos más cercanos a nosotros, que en muchas formas tienen un asombroso parecido a lo dicho anteriormente, siguen diciéndonos, sacrifícate, sufre, reza largas oraciones repetitivas, gana méritos, gana indulgencias, pon velas a los muertos, visita puerta por puerta, haz obras buenas, etc., y así podrás tener paz y ganar el favor de Dios “ y quizá a lo mejor serás salvo para vivir en la tierra o en el cielo”. (Parte del cristianismo profesante, mezcla creencias “de las religiones” con la verdad bíblica). La religión es, “haz esto” y “haz aquello”, pero el verdadero cristianismo predica: Lo ya “hecho” la obra que salva fue hecha en la cruz. Vemos una curiosa unanimidad entre los religionistas en sus ceremonias públicas, tanto en las asiáticas como en las más cercanas, naturalmente cambiando los nombres respectivos en cada lugar, en cuanto están repletas de rituales espectaculares que rayan el misterio, en sus celebraciones, objetos y creencias.
TIENEN SU ORIGEN EN PASADOS RELIGIONISMOS YA DESAPARECIDOS
Religiones ya extinguidas vuelven a florecer en las religiones actuales, bajo diversos nombres estando presididas por: Santones, profetas, lamas, imanes, sacerdotes, mulás, ulemas, mutfis, etc., vestidos muchos de ellos con ropas de épocas de siglos anteriores, recargadas de símbolos y en ocasiones con materiales preciosos, rodeados de ídolos, imágenes de hombres y mujeres, diosas y vírgenes, altares de culto, con personas difuntas o imaginarias “que nada ven ni nada oyen”, cuyos nombres dependen según las civilizaciones, y todo ello con el fin de impresionar a sus adeptos, haciendo valer su autoridad humana y poder religioso, y su imprescindible mediación ante la divinidad.
LAS SECTAS RELIGIOSAS MODERNAS CONTINÚAN En las modernas sectas religionistas, continúan en lo que es común en todas las religiones, en intentar buscar al eterno y hacer méritos para ganarse su favor o algo similar, lo cual creen conseguir primordialmente obedeciendo de forma absoluta las enseñanzas propias de cada una,
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procedentes de una organización piramidal, aunque hay que reconocer que en la vida privada y pública la mayoría se han desprendido del ritualismo espectacular y misterioso que caracteriza a las antiguas religiones que siguen en vigor.
LA RELIGIÓN A LA CARTA Otra forma de religión que posiblemente sea la más practicada en todo el orbe, es aquella que teniendo sus orígenes en las clásicas religiones de siempre, esto es, partiendo de algún religionismo tradicional, especialmente en el occidente, teniendo nociones del cristianismo desde la niñez de sus principios y de su ética, se acepta o no sus enseñanzas según el parecer o el criterio personal, según convenga, esto es; la parte que me complace como puede ser, el amor, la protección, la ayuda, si puedo hacer algún favor lo hago, no hago ningún mal a nadie, etc., etc., ¡Bien lo acepto, soy creyente! Preguntamos, ¿creyente de qué, o en qué? Pero cuando viene la parte de la obediencia y práctica, o sea, “ser consecuente con el ideario religioso”, ¡esto es otra cosa!, y dicen: Esos son inventos de las religiones “y no me convienen, ni soy practicante”, o sea, los tales aceptan los privilegios, pero rechazan las responsabilidades, y además podríamos incluir en este apartado las antiguas creencias esotéricas, que hoy día tienen gran auge y producen dependencia como pueden ser: el tarot, las cartas, las mancías, los horóscopos, la astrología y otras cosas en general, que nada responsabilizan ni comprometen, y todo ello es el religionismo que podríamos llamar “a la medida y conveniencia”. Esto es lo que piensan desgraciadamente muchas personas que se consideran creyentes, ¿creyentes de qué y en qué, preguntamos nuevamente?
EL PENSAMIENTO DEL ETERNO ES DIFERENTE
Dios tiene algo que decir en todo este jeroglífico del religionismo, pues él en su soberanía dispuso las cosas muy diferentes a lo que muchos humanos “desean que sean”. Él es soberano y su Palabra nos dice: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos, mis caminos dice el Señor” (Isaías 55:8). “Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12). ¿O acaso vamos a decirle a Dios cómo queremos que sea su voluntad? El propio Señor Jesús nos dice “Yo soy el camino y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Así, pues vemos, que no hay más camino para ir a Dios; no hay pareceres, ni criterios humanos posibles, y Jesús no dice que hará, ni que procurará hacer un camino como otros. Él afirma ser el único camino, el cual es su persona; no dice buscad la verdad, pues él afirma ser la verdad, o sea el origen y realidad de todas las cosas. Así piensa Dios. Sin embargo, en la revelación de Dios encontramos que estas formas de “pensar y proceder religioso” que hemos comentado, son a la inversa, pues no existen, o están en contra de su voluntad, al revés de la llamada religión.
LA RELACIÓN
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La Biblia no hace referencia específicamente sobre “el tener una relación con Dios”, pero sí es evidente que en toda ella, en su mensaje central y en cada una de sus páginas, sugiere que necesitamos aprender a conocer a Dios. El propio Señor Jesús en Juan 17:3 nos dice: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Dice la Biblia en 1ª Juan 4: 9,10: “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”.
La relación consiste en una conexión, unión, trato, amistad, influencia, entre dos o más personas. Esto en el término espiritual es el Dios de amor, que toma la iniciativa y se da a conocer al hombre buscándolo, a aquel que un día se apartó, desligándose de su voluntad y rompiendo la relación; y ahora, es Dios que intenta nuevamente volverla a reanudar por medio de su Hijo Jesucristo.
Así es que, Dios nos habló por medio de sus profetas y del propio Señor Jesús (actualmente todo registrado en su Palabra), con el fin de volver a tener una nueva relación personal con él, lo que en un día fue roto, pero ahora Dios quiere dar la opción de unirlo nuevamente y salvarlo de sus males, por medio de su Hijo Jesucristo por la fe. Fijémonos cómo piensa Dios, pues es algo muy diferente de cómo piensan los religionistas, sobre lo que nos dice la misma Palabra de Dios.
TEXTOS BÍBLICOS CLAVE “Porque por gracia (favor inmerecido) sois salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8-9).”Sostenemos, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley” (Romanos 3:28). “No por las obras justas que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia nos salvó” (Tito 3:5). Sigue hablando el apóstol Pablo; “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. (Romanos 5:1). Según el pensar de Dios, nuestras buenas obras no sirven para ganarnos su favor, y no hay que buscar formas, ni maneras, pues no hay que hacer méritos para ganar nuestra salvación, ya que todo fue ganado por los méritos que hizo el Señor Jesús a favor nuestro, pues él ganó nuestra paz y nos reconcilió con Dios al morir en la cruz a favor nuestro. Ahora hay que poner auténtica fe, siendo esta consecuencia de la gracia y misericordia de Dios que actúa en nosotros, y para todo aquel que lo quiera recibir. Volveremos más adelante sobre este particular, y matizaremos sobre el lugar de nuestras buenas obras en el plan de Dios.
CARACTERÍSTICAS DEL CULTO EN LA RELACIÓN 10
Otras características de la relación correcta con Dios, en diferencia del religionismo, es la sencillez y la sinceridad práctica en la vida privada y pública, pues el cristianismo primitivo se caracterizó por la falta de todo lo que hemos mencionado y dando soporte a la religión. Dios a través de su Hijo Jesucristo nos dice “...créeme, que la hora viene cuando ni en este monte (Gerizim) ni en Jerusalén adoraréis al Padre...Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; (y remarca) porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. (Juan 4:21 al 24). O sea, que para dirigirse a Dios no es necesario un lugar determinado, ni de rituales especiales, pues sólo se necesita que se invoque su nombre (ya que Dios es el único que está en cualquier lugar del universo), por personas que han nacido espiritualmente, con el espíritu quebrantado y agradecido en conformidad con su Palabra revelada.
LOS LUGARES Y RITUALES RELIGIOSOS, NADA TIENEN QUE VER CON LO QUE EL ETERNO NOS ENSEÑA EN SU PALABRA Lo correcto según la Biblia y toma cuerpo en la sencillez de la vida normal, así lo vemos cuando vamos a las fuentes del cristianismo apostólico; leyendo el Nuevo Testamento, observamos que en sus reuniones tomaron como referencia el obrar de las sinagogas judías de entonces, pues las ropas de los que presidían estaban acordes con la época en que vivían, igual como ahora con los ropajes de los que dirigen, están en consonancia con lo que es actual, y se entonan cantos e himnos espirituales (comprobar en Colosenses 3:16), acompañados con instrumentos musicales, y se elevan a Dios oraciones originales y espontáneas, no repetitivas, teniendo la lectura de la Palabra de Dios, en supremo lugar con su correspondiente predicación y estudio, al estilo de la iglesia primitiva; todo ello, formando parte de la participación colectiva de los reunidos adorando únicamente a Dios en “espíritu y en verdad”, y siempre en relación con Dios con todos aquellos que han recibido a Jesús como su salvador y Señor personal. Los lugares especiales, las peregrinaciones, los rituales misteriosos, los sacrificios personales, las frases hechas, los rezos repetitivos, las imágenes, las indulgencias, los sacrificios personales, los diversos intermediarios muertos, las velas, los cirios, los ayunos, las vestimentas ostentosas fuera de época, son creencias y utensilios de los religionistas, que no encontramos en las lecturas del Nuevo Testamento, o sea que no sirven, ni ayudan para la salvación, ni siquiera para dirigirse a Dios. Quien pudiera pensar que algunas de las prácticas religionistas tienen cierto parecido y apoyo en el culto levítico del Antiguo Testamento, tenemos que darnos cuenta de que éstas quedaron anuladas y sustituidas por Jesús, ya que en él se cumplió la ley con todas sus ceremonias, simbolismos y sacrificios, etc., que tuvieron lugar en el culto levítico, para corroborar lo dicho leer en Hebreos 10: 1 al 12 y su contexto ”... para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último”(v.9). “pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios.”(Ver.12). “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” (ver. 14).
JESÚS VINO A SALVARNOS DEL PECADO
Y DE LA RELIGIÓN
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Alguien ha dicho acertadamente: “Jesús vino para salvar a los hombres y mujeres de dos cosas: del pecado y de la religión”. Es mucho más fácil conducir a una persona de mal vivir a Cristo, que otra que confía en sus buenas obras para salvarse y se cree buena persona según el criterio humano. El pecador encenagado sabe que necesita la salvación, porque se da cuenta de que está perdido, pero el religioso y el escéptico se siente orgulloso de lo bueno que se cree que es él, y no quiere reconocerse que es un pecador necesitado de perdón y de un salvador, ya que el se cree justo y hace el bien que puede si el momento así se lo indica, y con esto se siente complacido, etc., pero la Palabra de Dios dice: “Como está escrito: No hay justo, ni aún uno” (Ro. 3:10). “Por cuanto, todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Ro. 3:23-24). “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia...” (Isaías 64:6). Se está refiriendo a las obras meritorias, o sea a “nuestras justicias” para ganar la salvación, que de nada sirven, pues las obras tienen otro cometido en los planes de Dios; si tuvieran cabida las obras en nuestra salvación, pudiéramos creernos autosuficientes, perfectos y no necesitados del perdón de Dios, y esto invalidaría la obra necesaria y perfecta de Jesús, excluyendo al salvador que tuvo que morir en aquella cruz, en el monte Calvario, y así estaríamos en la contradicción bíblica de poder “gloriarnos en nuestras obras para la salvación” (Efesios 2:9). Si, por nuestras buenas obras pudiéramos ganar y hacer méritos para nuestra salvación, entonces sobraría la persona de Jesús y su sacrificio.
EL LUGAR DE LAS OBRAS EN LA RELACIÓN Como ya hemos dicho, las obras meritorias no sirven para nuestra salvación, según la Biblia (por más que los religionistas digan lo contrario). Sólo la fe por medio de la gracia de Dios podemos ser salvos (Efesios 2:8,9 y Romanos 5:1, etc.). Algunos pueden pensar, ¡qué fácil es esta afirmación! ¡Con la condición de que tenga fe!, todo vale, y ¿el esforzarse por hacer el bien y tratar de ayudarse a ganar la salvación?, ¡eso no tiene importancia! No es así. Dice un refrán español que “es de bien nacidos ser agradecidos” ¿Qué sucede cuando alguien nos hace un favor? ¿Se lo vamos a devolver? ¡No! Lo normal es ser agradecidos, así que puede que esperemos su cumpleaños, o algún otro momento propicio para expresar nuestra gratitud al tal, por medio de algún regalo, etc., ¿y cómo no vamos a estar agradecidos a aquel que nos amó y dio su vida por la nuestra? Y aquí tiene su lugar las buenas obras, y no son obras para ganarnos el cielo, sino que son obras de agradecimiento, y que también tendrán su recompensa en su día.
GALARDÓN PARA LAS OBRAS El propio Señor Jesús dijo en cierta ocasión que aún un vaso de agua fría dada en su nombre, a un sediento tendrá su recompensa (Marcos 9:41); y al final de nuestra vida terrenal, según nos dice el apóstol Pablo: ” Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2ª.Corintios 5:10). Y además en Apocalipsis 14:13, leemos: “Oí una voz que desde el cielo me
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decía; Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”. Y para concluir la enseñanza acerca de las buenas obras en el Palabra de Dios, veamos lo que escribe Santiago: “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en si misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.” (2:17, 18). O sea, la fe necesariamente tiene que ir seguida de buenas obras de agradecimiento, porque en caso contrario no es la fe auténtica que salva, sino que es simplemente hipocresía. Y sigue el mismo apóstol diciéndonos (1:26, 27): “Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo”. Estos versículos son dos citas únicas en el registro del Nuevo Testamento que se refieren a la iglesia, mencionando la palabra religión. Significando que los frutos de la fe se demuestran por las obras, denominándolo esta vez, y usando las expresiones “religión o religiosos” como sinónimos del verbo “hacer” el bien (Gálatas 6:9; 2ª Ts. 3:13). Y hay que apreciarlo así, considerándolo en todo el conjunto de la enseñanza apostólica, sabiendo que las obras son como consecuencia del después de haber creído, y no al revés.
ES NECESARIO NACER DE NUEVO ¿EN QUÉ CONSISTE? En cierta ocasión, el Señor Jesús, se encontró con un gran religioso, maestro de Israel, de intachable moral y de elevada cultura, llamado Nicodemo, pero que desconocía lo que era tener una relación personal con Dios, ya que no era salvo, y seguía un sistema de reglas de conducta, leyes y ceremonias, según la revelación de Dios dada entonces. Era muy religioso y sincero, pero no tenía paz, ni seguridad de salvación, y sólo podía seguir obrando y esperando. Su corazón estaba vacío, pues era un hombre que no estaba satisfecho con la mera religión, y ansiaba algo más, y fue en busca del Señor Jesús por si él era capaz de solucionar su problema espiritual. Después de hablar con él, Jesús le dijo unas palabras que quizá son las de más trascendencia de su ministerio, y no fueron dichas a un ladrón, ni a un ateo ni a alguien de mal vivir, sino a un respetado y sincero religioso. Le dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios”. Dísele Nicodemo: “¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar otra vez en el vientre de su madre y nacer?” Respondiendo Jesús: “De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez” (Juan 3: 3 al 7). En este relato encontramos el primer paso para poder iniciar una correcta relación personal con Dios; se nos insta a nacer de nuevo en Dios y esto no es algo físico, sino sobrenatural. El primer nacimiento fue natural, el segundo debe ser espiritual. El primer nacimiento nos da una naturaleza corrupta, por pertenecer a la raza de Adán, pero el nuevo nacimiento nos da una nueva vida, y nos hace partícipes de una naturaleza divina. Podríamos decir que por el primer nacimiento somos todos pecadores, y por el segundo, somos santos. Los dos son separados y diferentes; la vieja naturaleza es la que conlleva la muerte, y la nueva tiene vida eterna, porque es la vida de Dios impartida por el Espíritu Santo a través de la fe en la sangre del Señor Jesús derramada y en su obra salvadora terminada. Al nacer de nuevo reconocemos que somos pecadores, es decir, que no somos perfectos y estamos necesitados del perdón del Dios inalcanzable, ya que él es santo y justo, y en cambio nosotros imperfectos e injustos. Es algo evidente que santidad, justicia y pecado, son situaciones excluyentes entre sí, y por dicho motivo Dios el Padre, movido por su amor eterno, (Juan 3:16), nos envía a su
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Hijo Jesucristo a este mundo, y él voluntariamente acepta el mandato para hacerse el único mediador entre Dios el Padre y los hombres; pues “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1ª Timoteo 2:5).
ES NECESARIO UN SOLO MEDIADOR ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES
El Señor Jesús, además de revelarnos la voluntad del Padre, tuvo que obrar sus ministerios principales de ser salvador y mediador entre su Padre y nosotros pecadores. Se tuvo que poner en nuestro lugar y morir en la cruz para pagar la deuda de nuestros pecados personales. Con su sacrificio pagó la deuda, y así el Padre santo y justo, nos ve santos, ya que su santidad y justicia ya no son violentadas por nuestros pecados, ya que somos perdonados. Entonces se cumple lo dicho por el salmista de que “la misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron” (Salmo 85:10). Por eso es necesario que te conviertas a Cristo. Quizás digas “Yo ya creo en Jesús”; pero cuidado. Una cosa es creer, y otra cosa es recibir y confiar, que es muy diferente. Vamos a suponer que tienes una enfermedad, y piensas, “Yo creo que tengo la medicina adecuada”, pero el simple hecho de creerlo no me sana, sino que tengo que tomarme el medicamento para que me haga el efecto sanador. O sea, tengo que recibir al Señor Jesús como mi salvador y el Señor de mi vida. Para ser sano de la enfermedad del pecado, nos dicen las Escrituras que: “En ningún otro (Jesús) hay salvación (salud) porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos”. (Hechos 4:12). Este mensaje del “evangelio (buenas noticias) es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16). “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:16). “El que cree en el Hijo tiene la vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36). Así el Dios, que en principio era inalcanzable por nuestros propios medios, ahora podemos llegarnos, al él depositando nuestra fe, por medio de su Hijo Jesucristo, ya que el Padre nos ve a través de Cristo, reconciliados con él. Así nacemos de nuevo espiritualmente en la familia de Dios (Juan 1:12), y podemos empezar la relación personal, con la garantía de vida eterna. Dice el Señor Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente ¿Crees esto? (Juan 11: 25, 26); “...porque yo vivo, vosotros también viviréis” (Juan 14:19). Tenemos seguridad de salvación, porque Dios lo promete a los suyos; cosa que los religionistas y sus creencias no pueden ofrecer, porque no tienen el poder ni el control sobre la vida, la muerte y la eternidad. Una vez que hayas recibido al Señor Jesús como tu salvador y Señor personal, y has recibido su perdón, las cosas han cambiado entre ti y el Señor, y su Palabra nos dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2ª Corintios 5:17). Así, se nos promete nueva vida, seguridad y cuidadosa protección.
SÍ AÚN, NO LO HAS HECHO: RECONCÍLIATE CON DIOS Hasta aquí, hemos visto las posibilidades y las excelencias de recibir el mensaje del evangelio, pero fijémonos que también, nos dice: “Pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la
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ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36). Son muchos más los textos que son similares a éste, que nos dicen; que si no crees a Dios, o eres indiferente, a su llamado (recordemos que indiferencia, equivale a rechazo) serás condenado. Sabemos que el Señor no obliga a nadie a creer en él, ya que respeta la libertad individual de cada uno, pero su deseo amoroso es, que vayamos a él voluntariamente, porque Dios sabe que es para nuestro bien; “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1ª Ti. 2:4). “ y...El Señor Jesús es la verdad..” (Juan 14:6). Pero si rechazamos al sacrificio de su Hijo, ¡que tanto le costó!, y no dejamos que “...que la sangre de Jesucristo su Hijo, nos limpie de todo pecado” (1ª Juan 1:7), y no le pedimos perdón, no podemos recibir la salvación, por lo cual, no puede aceptarnos, y seremos lamentablemente condenados, ver; Marcos 16:16. Esto es; ser apartados de su presencia, y no pudiendo disfrutar de la prometida vida eterna para los que han creído, ya que la ira de Dios continuará con el tal. Con todo el amor, y deseando tu bien presente y eterno, te aconsejamos; “Reconcíliate con Dios, antes de que sea tarde”. El profeta Amós: 4:12, nos dice: “PREPÁRATE PARA VENIR AL ENCUENTRO NUESTRO DE TU DIOS”. Si estamos preparados para ir al encuentro de Dios, viviremos tranquilos, disfrutando de una relación de confianza, y sin miedo a lo desconocido; ni la muerte ni la eternidad nos quitará el sueño, ya que estaremos esperando el feliz día, que nos llame a su presencia.
PUEDES EMPEZAR YA, UNA RELACIÓN PERSONAL CON DIOS En principio, para tener una relación correcta personal con Dios es necesario nacer de Dios como ya hemos dicho. Esto es recibiendo el regalo de Dios que te ofrece. Es un acto de fe. El evangelio de Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. Dios toma la iniciativa y es responsable de nuestra salvación, pero asimismo hay una parte de responsabilidad que es nuestra, y nosotros tenemos que recibir y dar una repuesta positiva a Dios. Así que, creer implica un acto de fe, en lo que conocemos acerca de las Escrituras, y especialmente del Señor Jesús. Es poner toda nuestra confianza en una persona, y puedes dar ese paso de fe ahora mismo.
TRES SENCILLAS PALABRAS PERDÓN. Todos somos pecadores por naturaleza, y Dios desea que te arrepientas de tus pecados, o sea de todo aquello que está en desacuerdo con su voluntad. Pídele perdón por todas tus desobediencias para que él té perdone y cambie el rumbo de tu vida. GRACIAS. Creemos que el Señor Jesús murió por nosotros en la cruz. Necesitas darle gracias por morir por ti y por el ofrecimiento gratis de su regalo de perdón, libertad POR FAVOR. Dios nunca fuerza su obra en nuestras vidas. Necesitas recibir su regalo e invitarle a venir y vivir contigo mediante su Espíritu. Si decides tener una relación personal con Dios y estás preparado para decir estas tres palabras, aquí tienes una oración muy sencilla: (Recuerda que el orar, es hablar con Dios) y lo que puedes decir será el inicio de esa relación. (Habla con Dios, él te oye, ya que es el único que está en todo lugar.) Padre santo, me arrepiento de todas las cosas que he hecho mal en esta vida (Tómate un momento para pedirle su perdón haciendo memoria de cosas de tu vida). Por favor, perdóname. Voy a dejar todo aquello que está mal. Gracias porque tu Hijo Jesús, murió en la cruz por mí, para que yo pueda
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ser perdonado y recibir la libertad y la vida eterna. Gracias por ofrecerme el perdón y el regalo de tu Espíritu. Recibo, ahora, ese regalo. Por favor, entra en mi vida por tu Espíritu, para que esté siempre conmigo y pueda empezar a tener una relación personal contigo. En el nombre de Señor Jesús te lo pido y te doy las gracias. Amén.
INGRESANDO EN LA FAMILIA DE DIOS Cumpliéndose lo que leemos en Juan 1:12 “A todos los que le recibieron (a Jesús), a los que creyeron en su nombre, les dio potestad de ser llamados hijos de Dios”. O sea, criaturas de Dios lo somos todos, pero hijos únicamente lo son aquellos que le han recibido y creído en su nombre. Por lo tanto, los tales están en una relación personal con él, y así pues, teniendo la certeza de contar con sus cuidados y protección, sabiendo que pase lo que pase, estamos en sus manos hasta el feliz día que venga a buscarnos para estar eternamente con él en su presencia. Así lo dice el propio Señor: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios creed también en mi. En la casa de mi Padre muchas moradas hay;...voy pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14: 1, 2).
¿QUE CARACTERÍSTICAS TIENE UNA RELACIÓN CON DIOS?
Una relación personal con Dios tiene muchas facetas parecidas a cualquier relación personal que podamos tener entre dos amigos. Quizá podríamos poner los ejemplos de la relación entre esposos, padres e hijos, etc. Es evidente que se necesita reconocimiento mutuo y respeto, pues cada uno conoce al otro. Esto no implica que tengamos que saberlo todo sobre Dios, pues la relación es progresiva hasta que lleguemos ante su presencia, y cada uno puede acercarse y compartir con el otro porque hay confianza. Si nuestra amistad es verdadera, vamos a darle la bienvenida a Dios en nuestra vida, estando dicha relación en conformidad con su Palabra, y nuestras acciones mostrarán que creemos que él es la clase de persona que deseamos en nuestro hogar, en nuestros planes, en nuestras alegrías y en nuestras tristezas. En esta relación es primordial el respeto sabiendo quién es Dios y quienes somos nosotros, pues hemos de amar a Dios, como nuestro Padre salvador.
NINGUNA RELIGIÓN, NI IGLESIA, ES NECESARIA PARA LA SALVACIÓN, PERO ES NECESARIO CONFIAR, Y OBEDECER A LOS DESEOS DE DIOS MÁS QUE A NADIE, Y NO SE PUEDE IR POR LIBRE, PUES SERÍA INFIDELIDAD A LA RELACIÓN.
El apóstol Juan escribió “Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no ésta en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1ª Juan 2:3-6). El propio Señor Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis
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trabajados y cargados, y yo os haré descansar. (y añade) Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”(Mateo 11: 28-30). En nuestra relación con Dios, nuestros deseos han de estar en armonía con su Voluntad que hallamos claramente expresada en su Santa Palabra (la Biblia). Desarrollar una relación personal con Dios significa aprender a amar lo que él ama y a despreciar lo que él desprecia. La confianza y la obediencia unidas en el conocimiento de Dios no nos dejan como anteriormente éramos. Nos hacen mejores, porque Cristo obra y mora en nosotros. Nos cambian, hasta que esta relación nos posee y nos domina, y estamos de corazón a corazón y de cara a cara con el Dios de toda bondad y luz. Dios nos salva con el fin de transformarnos desde adentro hacia fuera, como fruto de su presencia en nosotros. La religión puede cambiar el exterior, pero sólo Jesús puede cambiar el corazón. Si Cristo no cambia tu vida, jamás podrás cambiar.
LA RELACIÓN DEBE CRECER En toda relación hay un nacimiento y un crecimiento, que en ocasiones puede detenerse. Podemos permanecer infantiles en nuestras actitudes y conocimiento de él, lo que nos puede perjudicar para alcanzar la madurez, porque todo aquel que quiere tener una relación personal duradera debe cuidarla. De lo contrario se debilitará la relación o puede morirse. Así pues, en la relación personal con Dios igualmente necesitamos cuidarnos, pues debemos ser diligentes para crecer, y nunca debemos contentarnos con el nivel de nuestra relación y conocimiento de Dios.
DEBEMOS ESTAR ALERTA EN LA RELACIÓN PARA QUE ESTA NO SE CONVIERTA EN RELIGIÓN Debemos estrechar la relación personal con Dios, ya que como hemos mencionado anteriormente que “de la relación a la religión hay un paso”. Los que disfrutamos de este privilegio, necesitamos continuar siendo fieles a Dios, ya que en caso contrario, si son tantas las infidelidades, la relación se enfría parecido a las relaciones que podamos tener en lo humano. Entonces la relación con Dios se puede transformar en religión, parecida a lo que hemos dicho en el apartado de “la religión a la carta”.
LA RELACIÓN CON DIOS DEBE SER COMPARTIDA En el crecimiento en la relación personal con Dios, ocupa un lugar primordial la relación colectiva con otras personas, que por haber recibido y creído en Dios (Juan 1:12). Somos hijos de un mismo Padre y lo natural es que la familia se ame y sé relacione entre sí. Es verdad que nos acercamos a Dios individualmente, pero como nos enseñó el propio Señor Jesús que, el estar cerca del Padre significa compartir el amor del Padre con los demás (1ª Juan 4:7 al 11): “Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.” Los hijos de Dios se aman, por consiguiente deben someterse mutuamente, pues así lo dice el apóstol Pablo en su carta a los Efesios 5:21: “Someteos unos a otros en el temor de Dios”. Conocer a Dios y a su amor quiere decir que vamos a servir a otros en amor y sumisión.
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Es verdad que hemos recibido plena salvación en Cristo, pero hay el otro aspecto en que no estamos completos si falta la relación con los demás. Debemos servirnos mutuamente, porque nos necesitamos unos a otros, como se necesita el ojo a la mano, y así también la fe y el amor se manifiesta en la práctica, ayudándose, compartiendo afanes e ilusiones, trabajando para la obra de Dios. En la práctica, la relación personal con Dios comunitaria, no se unifica como organización piramidal, sino como un organismo vivo, donde cada grupo es independiente en lo local, pero unidos con los demás en el amor fraternal, y bajo el gobierno, autoridad y relación directa con Dios, mediante su Espíritu Santo según lo que él nos habla a través de su Palabra (la Biblia).
EL CUIDADO PROTECTOR DEL ETERNO
EL TODOPODEROSO, ES NUESTRO PADRE CELESTIAL Y NUESTRO AMIGO FIEL En el Salmo 27:10, David dice: “Si alguna vez me abandonase mi padre y madre, el Señor me recogerá”. Y sigue: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jeremías 31:3). Con tales afirmaciones los hijos de Dios nos sentimos amados por él, y nosotros le amamos también. “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” (1ª Juan 4:19). Dios nos conoce de una forma muy íntima, y además de ser nuestro amante Padre celestial que nos cuida y guarda, su Hijo, el Señor Jesús, es nuestro amigo más querido y único intercesor (Juan 15:13, 14 y 1ª Timoteo 2:5). Se alegra con nosotros cuando estamos contentos, y se entristece cuando estamos tristes, y cuando necesitamos y ayuda, nos la da, con su poder “todopoderoso”, ya que es el ÚNICO ser espiritual que está al mismo tiempo en todo lugar, por lo cual todo lo ve, y nos puede oír en cualquier circunstancia. También, se contrista cuando le desobedecemos, ya que sus deseos siempre son para nuestro bien. Pero lo dicho no garantiza que todo en la vida nos va a ir como en “un camino de rosas”. El Señor permitirá que pasemos pruebas y tribulaciones, que (todos) tarde o temprano tenemos que pasar, pero no estaremos solos, pues notaremos su presencia con su auxilio cuando más lo necesitemos. Él nos dice “No te dejaré, ni te desampararé” (Hebreos 13:5). “Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).
DIOS ESTÁ VIVO, POR LO TANTO ES REAL. Y SIEMPRE PODEMOS CONTAR CON SU AYUDA MISERICORDIOSA Y ASÍ PODEMOS UNIRNOS AL SALMISTA DAVID DICIENDO: “El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás
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conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento...Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Y en la casa del Señor moraré por largos días” (Salmo 23: 1,2, 3, 4 y 6). CONSEJOS FINALES 1.
Lee la Biblia. Empieza por el evangelio de San Juan, y lee unos cuantos versículos cada día; puede que te sea más fácil, una vez hayas recibido al Señor Jesús y le has puesto toda tu confianza en él. Dios es nuestro Padre celestial, y como cualquier padre, quiere que sus hijos le tengan confianza. Así pues, nosotros desarrollaremos esta relación a medida que dialoguemos con él; esto es, que le escuchemos primeramente a través de su Palabra (la Biblia), y que hablemos con él por medio de la oración. Pídele a Dios que te hable mientras tú vas leyendo su Palabra.
2.
a) Empieza a hablar con Dios cada día, es decir, a orar. b) Alaba a Dios por lo que él es y por lo que ha hecho. c) Pídele perdón por cualquier cosa que hayas hecho mal. d) Dale gracias por la salud, la familia, el trabajo, las amistades, etc. e) Ora por ti, y por todos los que te relacionas.
3.
Únete a un grupo de cristianos que se congregan para adorar a Dios, y escuchar lo que Dios les dice, y para animarse unos a otros y hacer el bien en amor fraternal. (Hebreos 13:16). Dice el Señor Jesús: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:11, 27, 28). “Porque yo vivo, vosotros también viviréis” (Juan 14:19). La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. (Juan 14:27)
El SEÑOR NOS DA: PROTECCIÓN CONFIANZA SEGURIDAD Y VIDA ETERNA
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ALGUNOS TESTIMONIOS PERSONALES, QUE TUVIERON Y TIENEN UNA CORRECTA RELACIÓN PERSONAL CON DIOS. Angela Merkel. Física. Canciller del Gobierno alemán. (Año 2006). Testifica que en todas las facetas de su vida cuenta con Dios, buscando su ayuda y sabiduría. Johannes Rau (ex-presidente alemán 1999 al 2004). Llamado el “hermano Johannes”. Cristiano comprometido y gran amigo de Israel, pidió perdón por los crímenes nazis. Dr. Charles Malik. (ex-presidente de la ONU 1959). En una palabra: La vida en el Espíritu, es vida en Jesucristo. James B. Irwin. Astronauta. EE:UU. Comandante de la nave espacial “Apolo XV”. El momento culminante de mi vida fue la noche que recibí a Cristo como mi salvador y Señor. Cité en la luna el salmo 121, “Alzaré mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”. Dr. Elmer W. Engstrom. Empresario con varios doctorados. EE.UU. La relación de uno con Dios es una relación estrictamente personal, no se puede mantener neutral en lo que a él se refiere. Dr. Joad Cyril E.M. Filósofo. Jefe del Dpto. de filosofía de la Universidad de Londres). Creía que Jesús era solamente un hombre, y que Dios era una parte del universo, y no creía en el pecado; pero viendo las guerras, y el estado de la humanidad actual, veo que la única solución se halla en Jesucristo. Henry M. Morris. Catedrático en la Universidad de Minnesota. (escritor de 20 libros). EE.UU. Ha pertenecido a cinco universidades. Allí donde va habla de la ciencia y de la Biblia, que se corresponde a tener una relación personal con Dios. W.R.Thompson. (Doctor del Commowealth Institute of Biological Central Real en Ottawa, Cánada). Teniendo una relación con Dios, estar enseñando que las teorías de Darwin, son “meras torres de hipótesis” basadas en frágiles suposiciones en las que el hecho y la fantasía se mezclan en confusión.
LOS RELIGIOSOS ACUDEN A LA RELACION CON DIOS Manny Brotman (ex-judío). Presidente del Movimiento Judío Mesiánico). Reconoció que en toda la historia había solamente una persona que merecía ser considerada seriamente -Yeshua- conocido entre los gentiles como Jesús, el salvador. John A. Subhan (ex-islámico). Pastor en Hyderab. EE.UU. El cristianismo no es una mera aceptación de ciertas creencias, sino que esencialmente significa vivir una estrecha relación con Cristo. Anath Nath (ex-hinduista), nacido en Calcuta. Era un celoso hindú, profesaba gran devoción a Krishna, comprendió que Jesucristo era el maestro y salvador del mundo, y decidió recibirlo como su Señor y salvador personal. Joseph Zacchello (ex-sacerdote). Italiano. Me enviaron a América (Chicago). Comencé a preguntarme, ¿por qué esperar que se celebren misas y se cobre por ellas para sacar los difuntos del fuego del purgatorio? si puedo hacerlo inmediatamente y puedan dejar de sufrir las almas, cuando Dios nos dice “que con una sola ofrenda hizo perfectos para
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siempre a los santificados” (Hebreos10:14). Abandoné la religión y tengo una relación personal con Dios.
Orellano Pérez (ex-testigo de Jehová). Manchego. Después de muchos años no pude armonizar las doctrinas que predicaba con las que encontré en la Biblia. Dios me sacó de la oscuridad a su luz admirable, y salí de la organización y me entregué a Cristo para tener una relación personal con él. Dr. Francisco Lacueva (ex-sacerdote canónigo magistral de la Catedral de Tarazona). Fue profesor del Seminario Diocesano. Escritor. Tuvimos el privilegio de conocerlo personalmente y nos dijo que después de muchos años de estudiar y enseñar teología, llegó al convencimiento de que tenía la necesidad de tener un encuentro personal con Dios. Renunció por Cristo a todos los privilegios de su “estatus social” y se dedicaba a predicar el evangelio, enseñando y escribiendo.
TAMBIÉN LOS ESCÉPTICOS CREEN A DIOS
Frank Morrison (ex-escéptico). Periodista inglés. Se propuso a probar que la resurrección de Jesús era un mito. Estudió la vida de Jesús minuciosamente, y esto revolucionó su pensamiento. Creció en él la convicción de la realidad de Jesús y de su resurrección. Lew Wallace (ex-escéptico). Escritor inglés. Autor de la famosa novela Ben-Hur, al tener que informarse profundamente para realizar dicho libro llegó al convencimiento de que Jesús era el Hijo de Dios. No tenía convicciones sobre Dios ni de Cristo, pero acudió a la Biblia y conoció la verdad de Jesucristo. Giovanni Papini (ex-escéptico). Escritor italiano. Había sido ateo y enemigo de Dios. Se había auto designado para desacreditar cualquier cosa que pudiera hacer referencia a Dios, pero llegó al convencimiento de que el único que puede cambiar los corazones eran las enseñanzas de Jesús. Su libro “La vida de Cristo” está repleto de su confianza en la relación con Dios.
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