DIOS Y YO Por Constantino Arriaga Mi Dios y yo gozamos mutuamente su amistad es sincera y a todo dar, cuando nos reunimos francamente gozamos pues, es tan solo para disfrutar. Me ama él y me da mucha confianza puedo decirle todo lo que yo siento en él encuentro mucha esperanza Él pone fin a todos mis quebrantos. Cuando hablamos confidencialmente mi corazón se goza y descansa, mis penas se disipan lentamente y de nuevo conquisto la confianza. Qué bella amistad hay entre ambos le hablo de la forma más sencilla él me escucha y pronto ata cabos comprendo, dice, esa pena es mía. Mi Dios y yo estamos bien unidos no obstante ser él, extraordinario. Cristo y el Espíritu nos han fundido ¡A su nombre gloria! Él es mi diario. Nada mejor para mí en esta vida que disfrutar de augusta compañía; Vivir con Dios y el alma henchida será un placer de día en día. Dios mío mi alma está agradecida felizmente irrigada de tu amor, confiesa que vive muy bendecida irradiando la luz de tu resplandor.