Corazones palpitantes de vida

ambas católicas, lucharon para que los planes de salud no incluyeran la cober- tura del aborto electivo después de que el “California's Department of Managed.
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Vida Nueva | Agosto de 2016

Corazones palpitantes de vida Los giros en las leyes del derecho a la práctica de un aborto van contra los principios de la Iglesia PASADENA - Lidia Berding practica ultrasonidos en el Women’s Pregnancy Center (Centro de Embarazo de la Mujer). La mayoría de las mujeres que van a practicarse un ultrasonido, están considerando un aborto. “El latido del corazón es la parte más impactante”, dijo Berding, gerente de enfermería. “Eso realmente cambia las cosas”. Muchas de las mujeres que acuden para una prueba de embarazo gratuita no quieren ver el ultrasonido, pero el centro les entrega estas imágenes para llevarse a casa. Y esto puede dar un giro inesperado a su decisión. “Una mujer entró al centro por la mañana y ya había hecho una cita para tener un aborto por la tarde. Ella no quería ver el ultrasonido, pero tomó el sobre cerrado con las imágenes y se lo llevó. Más tarde llamó al centro porque había decidido quedarse con el bebé y necesitaba ayuda”, contó Berding. Este centro y otros similares seguirán buscando la manera de promover una cultura de la vida. Pero la abolición del aborto parece ser un sueño que se desvanece después de las recientes leyes que apoyan el derecho de la mujer a interrumpir su embarazo. La Universidad de Santa Clara y la Universidad de Loyola Marymount, ambas católicas, lucharon para que los planes de salud no incluyeran la cobertura del aborto electivo después de que el “California’s Department of Managed Health Care” dictaminó en 2014 que todos los planes deben cubrir el procedimiento. La agencia gubernamental citó una ley de salud de 1975 y la Constitución del Estado de California, que prohíbe que los planes de salud “discriminen a las mujeres que deciden interrumpir un embarazo”. Según la Conferencia Episcopal de Obispos de Estados Unidos, algunos han sostenido que se violó la Enmienda Weldon, que “protege a los médicos y enfermeras, hospitales, compañías de seguros de salud y otros centros a ser obligados por el estado o gobierno federal a llevar a cabo, pagar, dar cobertura o referencias para practicarse abortos”. Jocelyn Samuels, directora de la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., dijo que “no encontró ninguna violación” de la enmienda. Por su parte, Edward Dolejsi, director ejecutivo de la Conferencia Católica de California, sostuvo que “obligar a las organizaciones e individuos a violar sus convicciones religiosas es una amenaza para las libertades fundamentales del ser humano”. De acuerdo con los Obispos de Estados Unidos, Nueva York está recomendando que las aseguradoras de salud requieran que los empleadores de grupos peque-

VICTOR ALEMÁN

Por J.D. LONG-GARCÍA

Kathie Treachler, directora de servicios clínicos en el Women’s Pregnancy Center de Whittier, le practica un ultrasonido a Brenda, que por primera vez observa la imagen de su bebé. ños - incluyendo organizaciones basadas en la fe sin fines de lucro y negocios cristianos- cubran todos los abortos, sin excepción.  Un tribunal de primera instancia en el Estado de Washington dictaminó que los hospitales públicos deben practicar abortos si también ofrecen servicios de maternidad. La mayoría de los expertos legales están de acuerdo en que la legislación relacionada con el aborto en el caso “Whole Woman’s Health v. Hellerstedt” es primordialmente decisión de los Tribunales Supremos. “El tribunal ha rechazado una ley de sentido común que protege a las mujeres del aborto en centros que ponen las ganancias por encima de la seguridad de la paciente”, dijo Deirdre McQuade, directora asistente de comunicaciones pro-vida de los Obispos de Estados Unidos. “La ley simplemente requiere instalaciones para practicar el aborto que cumplan con los mismos estándares de salud y seguridad que otros centros de cirugía

ambulatoria - como personal adecuado, dispensadores de jabón y condiciones sanitarias básicas”, explicó McQuade. Texas tenía la mitad de las clínicas de aborto cerradas ya que no podía cumplir con los estándares médicos, incluyendo doctores especializados en hacer frente a situaciones de emergencia.  

‘Necesitamos proporcionar mejor cuidado de salud a las mujeres’

Abby Johnson, una ex empleada de Planned Parenthood y fundadora de la organización pro-vida “And Then There Were None”, con sede en Texas, dijo que las clínicas de aborto siguen sin pasar satisfactoriamente las inspecciones sanitarias. El ambiente y el cuidado médico son muy diferentes a los de los centros de recursos como los de Pasadena y Whittier. “La principal diferencia es que esos centros [Pasadena y Whittier] no están haciendo esto para ganar dinero”, dijo. “Planned Parenthood está ganando dinero por sus servicios. Las mujeres

son las generadores de ganancias para la industria del aborto”. Para que el movimiento pro-vida sea eficiente, necesitan cultivar la relación con las mujeres antes de un embarazo no deseado, dijo Johnson. Una de cada tres mujeres tiene un aborto en algún momento de su vida. “Necesitamos proporcionar mejor cuidado de salud a las mujeres”, dijo Johnson. “Teniendo a mujeres que desean su embarazo, es la mejor manera de terminar con el aborto”. El Women’s Pregnancy Center en Whittier ha comenzado a poner esto en práctica. Aquí se ofrecen pruebas gratuitas de clamidia y gonorrea, así como grupos de apoyo para padres y un programa para quienes se han practicado un aborto. “El embarazo revela un problema”, dice Jeanette Kuiphof, directoradel centro. “No hay suficientes recursos para el cuidado infantil ni atención de salud asequible. Si eliminas al bebé, el problema todavía existe”. Alrededor del 85 por ciento de las mujeres que se presentan en la clínica de Pasadena está embarazada. Y casi el 95 por ciento “vulnerables a practicarse un aborto”. Una mujer es vulnerable por varias razones que incluyen dificultades financieras o porque el padre del bebé está presionándola a tener un aborto. “Cuando la mujer está pasando por una crisis, todo lo que ve es supervivencia”, explica Kuiphof. “Lo ve [al aborto] como una elección entre ella y el niño”. Muchas de las mujeres que asisten al centro están cursando la escuela secundaria o Universidad y creen que el embarazo va a destruir su futuro. Y muchas no están en relaciones estables. “Las mujeres a veces tienen ultrasonidos para averiguar quién es el padre. Dependiendo de cuánto tiempo sea el embarazo, se puede determinar quién engendró al bebé”, dijo Kuiphof. “Ella está tomando una decisión por la cual está siendo forzada. Necesita conocer las opciones que están disponibles”. Los centros informan a sus clientes de sus opciones legales, incluyendo una descripción de lo que implica un aborto. Funcionarios estiman que la mayoría de los clientes que asisten a los centros de Whittier y Pasadena son minorías, sobre todo latinos y afroamericanos. El centro de Pasadena ofrece ultrasonidos gratuitos gracias al Concilio de los Caballeros de Colón Consejo #1174, sirviendo desde la Iglesia San Felipe El Apóstol. Los Caballeros de Colón de La Mirada donaron el aparato para realizar ultrasonidos a la clínica de Whittier en 2012. Incluso cuando la mujer embarazada no ve la imagen en el ultrasonido, el papá o sus padres o un amigo que le acompaña echan una mirada y se sorprenden. “¡Wow, veo una mano!”, dicen. Kuiphof tiene claro que lo que está haciendo es prevenir abortos. Es duro cuando una mujer decide abortar incluso después de ingresar a la clínica. Dijo que alrededor del 20% de las que vienen decididas a tener un aborto cambian de idea. “Nuestro Señor nos da la libertad de elegir. Si a la mujer le damos buena información, creemos que tomará una decisión adecuada y saludable para ella y su bebé”, dijo. VN (Clara Fox contribuyó con este artículo).