CLAVES DE COMPRENSIÓN PARA EL PENSAMIENTO SOCIOLÓGICO

Interaccionismo Simbólico o la Etnometodología que se concentraron en explicar los fenómenos sociales a través del análisis profundo de las interacciones ...
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CLAVES DE COMPRENSIÓN PARA EL PENSAMIENTO SOCIOLÓGICO Segunda parte María Inés Pacenza Roberto Cittadini

Aportes sociológicos contemporáneos La misma grilla que utilizamos para el análisis de los autores clásicos nos será de utilidad para el análisis de la sociología contemporánea. Tendremos así corrientes como el individualismo metodológico (y las teorías de acción racional) o la etnometodología que tenderán a fundar sus explicaciones sobre el funcionamiento de la sociedad en el pelo derecho de nuestra grilla, la primacía la tienen los sujetos, el mundo de las representaciones. Por el contrario los enfoques estructuralistas, tales como el de Levy Strauss, tienden a darle toda la primacía a la estructura, el sujeto tiende a desaparecer, y no logra dar una explicación satisfactoria del cambio en la sociedad. También tendremos muchas otras posturas que tienden a integrar ambos polos de la grilla en sus desarrollos teóricos y metodológicos. Con matices diferentes podemos ubicar en esta franja a autores como Norbert Elias, Anthony Giddens, Pierre Bourdieu, Jurgen Habermas, etc., autores que aún se arriesgan a explicaciones totalizadoras de la realidad social y que intentan hacer síntesis capaces de superar la antítesis entre subjetivismo y objetivismo. (3) (3) al considerar los aportes de estos autores tendremos la oportunidad de analizar los principales conceptos e interrogantes de la sociología y reactualizaremos la presencia de los clásicos, a la vez que posibilitaremos l a adquisición de conceptos y métodos vigentes en la actual práctica científica del sociólogo.

Así para Giddens los sistemas sociales existen en tanto son creados y recreados continuamente por sujetos sociales, el sistema social no es algo que esté fuera del individuo al modo de Durkheim, sino que existe en tanto es recreado en cada encuentro por los sujetos que participan y es a su vez realización activa de esos sujetos. En este sentido el mundo social existe como realidad objetiva generadora de interacción, pero es reconstruida y resignifi cada (rol de la subjetividad) en el proceso de interacción por medio de reglas y recursos. Así el sistema social no tiene una estructura dada, sino que lo que existe es estructuración, propiedades estructurales, la estructura solo existe en su actualizació n en las prácticas y como huellas mnémicas que orientan la conducta de agentes humanos entendidos. Analizar la estructuración implicará comprender el modo en el cual los sistemas – actividades de agentes – son producidos y reproducidos en la interacción. Jürger Habermas, también se plantea la superación de las dualidades planteadas, (objetivismo – subjetivismo) descarta dos soluciones extremas: reducir el actor humano al pensamiento científico y técnico, a la razón instrumental, y apelar, en sentido inverso , a los particularismos del individuo o de la comunidad contra las coacciones del racionalismo. En su análisis reemplaza la apelación al sujeto por la idea de intersubjetividad. 1

Realiza una crítica a la dominación del pensamiento que él llama estratégico, cree en la posibilidad de hacer aparecer lo universal en la comunicación entre las experiencias particulares nutridas por la particularidad de un mundo vivido, de una cultura. Lo particular se vincula con lo universal, mediante la comunicación, a través d e la discusión y la argumentación que permite reconocer en el otro lo que se refiera a una norma social universitalista. Habermas recuerda que no hay d emocracia si no se escucha y reconoce al otro, si no se busca lo que tiene un valor universal en la expre sión subjetiva de una preferencia. En esta afirmación, Habermas retoma ideas de Durkheim y de Parsens, los juicios morales y sociales son medios para conservar y reproducir valores culturales, normas sociales y mecanismos de socialización. Para el autor, una sociedad no es sólo un conjunto de producción, sino también una colectividad que tiene exigencias de integración social y conservación de sus valores culturales. La sociedad presentada por Habermas es la de un permanente movimiento de lo particular a lo universal y si bien presenta la dificultad de reducir la comunicación a escuchar atentamente al otro, a una deliberación preocupada por el bien común, dejando de lado lo que se interpone entre las conciencias – el flujo de informaciones, lenguajes y representaciones, controlado por poderes, al igual que el flujo del dinero y de decisión – el ideal de comunicación que propone como “deber ser” de la sociedad puede constituir una utopía que ilumine muchas de las prácticas de un psicólogo que busque le superac ión de las situaciones de marginación y de dominación. Pierre Bourdieu también se plantea la superación de las dualidades presentadas en la grilla y desarrolla una posición epistemológica articulada de las posturas “objetivistas” y las “subjetivistas”. Rescata del aporte del estructuralismo, y en general de los clásicos, la posibilidad que dan de distanciarse de la “ sociología espontánea” centrada en las prácticas cotidianas. Rescata también del estructuralismo la primaria de las relaciones, la necesidad de no ver los hechos aislados, sino como parte de un todo más amplio. Sin embargo será muy crítico del estructuralismo contemporáneo tal como el de Levy Strauss, el cual deifica la estructura haciendo desaparecer a los sujetos sociales. Para Bourdieu es necesario incorporar “objetivamente” el polo de la subjetividad, el mundo de las representaciones, dado que estas son parte de la realidad de la sociedad. Pero también será muy crítico de las posturas que dan toda la primacía a un sujeto descontextualizado de sus posiciones objetivas en el espacio social. Será muy crítico del existencialismo Sartriano por su exacerbación de las posibilidades autónomas del sujeto, o de la fenomenología (Alfred Schütz, Garfinkel, Goffma, entre otros) que se aboca a los “sentidos” y a las representaciones que emergen a partir de los sistemas de interacción cotidiana, pero que no se preocupa en situar desde que posición en la estructura social el sujeto es “constructor” de sentido. Para Bourdieu la metodología del sociólogo debe in tegrar los dos momentos en el proceso del análisis. En un primer momento, en el momento objetivista, debemos tomar distancias de las representaciones cotidianas, y analizar “objetivamente” el hecho social o la realidad social que estemos analizando. Pero s erá necesario en un segundo momento, - el momento subjetivista – reincorporar y analizar objetivamente el mundo de las representaciones, las representaciones en este caso y ano serán vistas como meta “creación” de los individuos sino en una interacción dia léctica con la estructura. El concepto de habitus, entre otros, permitirá a Bourdieu superar la oposición entre objetivismo/subjetivismo y sociedad/ individuo. El habitus es un sistema socialmente constituido de “disposiciones estructuradas y estructurantes”. Son estructuras incorporadas en el individuo (modos de percibir el mundo, disposiciones que nos diferencian en los gustos, en los códigos del lenguaje, etc.), que 2

habiéndose constituido diferencialmente de acuerdo a la posición de los agentes en la estructura social, generan esquemas de percepción y de acción acordes con la posición objetiva en el mundo social, haciendo aparecer como evidente, no cuestionable, la estructuración objetiva del mundo, la realidad de la vida cotidiana. Bourdieu planteará pues, que para “cambiar el mundo” debemos cambiar las representaciones que tenemos sobre el mundo, aunque mostrará que las posibilidades de cambio solo serán factibles si existe una relativa coincidencia entre el proyecto de cambio y las condiciones objetivas (ej. La existencia de una fuerza social que sustente el proyecto). En el caso de un sociólogo más “pragmático” como Michel Crozier, quien no intenta una explicación totalizadora de lo social sino que se centra en el análisis de los fenómenos de las organizaciones y de la burocracia, la superación de las contradicciones de la grilla las planteara a través del análisis de la dialéctica entre “El Actor y El Sistema”. Este análisis el autor lo especifica principalmente a nivel de organizaciones específicas, d onde intenta articular los enfoques estructuralistas o sistémicos y el análisis del comportamiento “estratégico” del actor, dando así una herramienta metodológica para el análisis de las instituciones. Debe entenderse este paseo por nuestra grilla de análi sis sólo como una introducción. Al ir viendo cada autor podremos ir completando el análisis de cada polo de la grilla. Además, debemos tomar en cuenta algunas cuestiones que atraviesan a todas las escuelas sociológicas, tales como la estratificación y las clases sociales, y el fenómeno del poder. Más contemporáneamente un tema central son los problemas de la exclusión social, la explosión de las minorías y de los particularismos, etc. En este maro existen cuestionamientos y debates sobre la capacidad explic ativa de las herramientas de análisis que surgieron con los pensadores de la sociología clásica. Este cuestionamiento será muy fuerte en los pensadores de la postmodernidad que descreen de las utopías “racionalistas”, como así también en otros pensadores, que sin renegar de la modernidad, plantean la necesidad de superar sus terribles contradicciones, y creen que la ciencia puede contribuir a la producción de pensamiento crítico y a la construcción de proyectos.

La importancia de trascender las antinomias Algo muy importante a destacar en relación a este juego de oposiciones es que no es necesario tener zanjadas las discusiones entre diferentes escuelas o paradigmas par producir conocimientos científicos (sin caer en el eclecticismo o en pensar que todo da lo mismo). Hay muchísimo para investigar y desde distintas escuelas se puede esclarecer aspectos concretos de la realidad social. Además, las diferentes e scuelas han tendido a desarrolla r metodologías e instrumentos de investigación específicos que nos pu eden ser de utilidad en función del campo de estudio que elijamos y de los objetivos que nos planeemos. Se trata de ver el pensamiento sociológico como un acervo de herramientas útiles a movilizar en el trab ajo del sociólogo. Así por ejemplo, dentro de la sociología contemporánea tenemos escuelas como el Interaccionismo Simbólico o la Etnometodología que se concentraron en explicar los fenómenos sociales a través del análisis profundo de las interacciones cotidianas, en el análisis del sentido que tiene las conductas en función de los si stemas de interacción en los cuales el individuo está incluido, en la constitución de no rmas desde esta cotidianeidad, en el rol del lenguaje, etc. Podríamos ser muy críticos de esta es cuela por la poca consideración que hace a 3

los determinantes globales de la sociedad, las cuestiones del poder o de la estratificación social, etc. Pero sin embargo su instrumental y sus métodos pueden ser muy útiles para dar explicación de determinadas prácticas a nivel micro social. En todo ca so su aporte puede ser recuperado por un enfoque más globalizado como hacen autores como Bourdieu o Giddens. En otro ejemplo, si podemos criticar a Dukheim por la eliminación del Sujeto que hace en su teoría, no podemos desconocer ni desaprovechar el extra ordinario aporte metodológico que hace, basado en la comparación sistemática de diferentes situaciones (veremos durante la cursada este aporte en el análisis del suicidio). Si nos quedásemos en una posición fundament alista respecto a las teorías desperdiciaríamos estos aportes. Pero si lo que nos interesa es investigar y trabajar sobre la transformación de la realidad debemos estar abiertos a recibir aporte de todas las escu elas, inclusive de aquellas con las que no nos sentimos globalmente identificados.

Bibliografía - Bourdieu, P.: “Cosas Dichas”, Gedisa Bs. As. 1988 - Bourdieu, P.: “Sociedad y Cultura”, Grijalbo, México 1990 - Bourdieu, P. Passeron, J.C.: “La reproducción”, Ediciones Coyacán, México 1995 - Bourdieu, P. Y Wacquant, Loic: “Respuestas. Por una Antropología Reflexiva” , Grijalbo, México 1995. - Bourdieu, P. y “Wacquant, Loic: “El sentido Práctico” , traducción I, Tenti, Mimeo. - Crozier, M y Erhard, F: “El actor y el sistema” , Alianza Editorial, México 1990 - Durkheim, E.: “Las reglas del método sociológico”, Schapire, Buenos Aires 1965. - Durkheim, E.: “El suicidio”. Schapire, Buenos Aires, 1995. - Elias N.: “La sociedad cortesana”, F.C.E, México 1982. - Engels, F. y Marx, K.: “La Ideología alemana”, Grijalbo, Barcelona, 1972. - Giddens A.: “La constitución de la Sociedad”, Amorrortu editores, Bs. As, 1995. - Habermas, J.: “Teoría de la acción comunicativa”, Tgaurus, Madrid, 1981. - Weber, Max: “Economía y Socidad”, Fondo de Cultura Económica, México 1974. - Weber, Marx: “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, Editorial Península, Barcelona 1969.

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