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economía
| Sábado 9 de febrero de 2013
El CEO de NEC, que está en el negocio de la TV digital, defendió las restricciones a las importaciones; prevé crecer en ventas en 2013
Carlos Martinangeli. “Los que protestan por las trabas no luchan por el mercado, sino por ellos mismos” Texto Evangelina Himitian | Fotos Rodrigo Néspolo
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ARILÓ.– Es uno de los empresarios que apoyan las restricciones a las importaciones en fomento de la industria nacional. A pesar de ser el CEO de NEC, una multinacional japonesa que vende servicios tecnológicos, Carlos Martinangeli está convencido de que las protestas de los grupos empresarios argentinos responden más bien a “intereses egoístas de grupos particulares y no una defensa del mercado”. En el país, no obstante, el 65% de la facturación de NEC proviene de contratos con el Estado. De vacaciones en Cariló, con sus tres hijos y su esposa, Martinangeli dialogó con la nacion. —¿Cómo afectan las trabas a las importaciones a una empresa tecnológica? —A nosotros no nos han afectado, porque tenemos un espíritu exportador, a pesar de ser una empresa japonesa. Desarrollamos en el país desde software hasta hardware. Somos el centro de desarrollo de soluciones tecnológicas para América latina. No somos la típica empresa que importa cajas con productos y los vende sin darles un valor agregado. Somos una auténtica empresa argentina y no sólo la sucursal de una multinacional. —¿Existe preocupación en Japón por las políticas restrictivas del Gobierno? —Esto no está pasando sólo en la Argentina. El mundo entero tiende a que cada país proteja sus fronteras. No somos tan restrictivos. Estas políticas han fortalecido la industria argentina.
—¿Sí? No muchos comparten su opinión. ¿Cómo la han fortalecido? —Hoy, por ejemplo, todas las netbooks que se entregan a los estudiantes se sueldan en el país. —¿Se puede decir que sólo por soldarlas son industria nacional? Casi todos sus componentes se producen afuera… —Los componentes se importan, pero el producto final no llega en cajas. Se arma acá. ¿Qué es generar industria? Es crear fuentes de trabajo para que la gente trabaje en fabricar algo que después va a ser vendido. Creo que cuando los empresarios protestan por las trabas a las importaciones, en realidad no están bregando por el mercado sino por los intereses particulares de sus compañías. —¿No han tenido problemas para pagar dividendos a la casa matriz? —No. Japón ve a América latina como el único mercado realmente prometedor en los próximos años. Por eso, no pagamos dividendos sino que año a año hemos presentado planes para reinvertir ese dinero en el país. —¿Y tampoco para hacer pagos en el exterior? —Sí, hemos tenido algunas demoras. Pero cuando surgieron estas medidas tuvimos que explicarle a la casa matriz que en el país existía una restricción para girar divisas al exterior. Se explicó, se comprometió el pago y hasta ahora no hemos tenido más que algunas demoras. Nada más.
—¿Cómo inciden los conflictos con Estados Unidos y la Unión Europea a la hora de proyectar negocios? —No no veo conflictos. Veo discusiones políticas. Los hombres de negocios no somos tontos. Nadie va a dejar de hacer negocios por conflictos políticos. Eso es sólo discurso. De hecho, tenemos una estrategia planteada para 2017, de vender US$ 5000 millones a nivel regional. Hoy vendemos US$ 1000 millones. La proyección es al crecimiento sostenido.
*** NEC emplea en la Argentina a 270 personas y unas 3000 en América latina. Martinangeli reparte su tiempo entre las oficinas de Buenos Aires, de San Pablo y de Miami. De los US$ 1000 millones que factura a nivel regional, US$ 170.000 provienen del mercado argentino. El Estado, tanto nacional como provincial, es el principal cliente: el 65% de sus operaciones hoy son licitaciones públicas, como la televisión digital y las netbooks. La proyección de crecimiento para 2013 es del 15% para el país, y del 20% en la región. La digitalización del Estado y el gobierno electrónico han sido caballitos de batalla de Martinangeli, desde 1999. “Hoy, el sector que más tecnología necesita es el Estado. No tecnología en abstracto, todavía falta instalar más tecnología que mejore la calidad de vida de los ciudadanos”, dice. ¿Algunos ejemplos? “La digitalización tiene que llegar a los sistemas de salud y educativo.
Martinangeli, en Cariló; “los hombres de negocios no somos tontos”, dice
Al truco con Aníbal Fernández ^b^b^ Martinangeli tiene
49 años y pasa enero en Cariló desde hace 18. Desde 2005, Nec tiene un VIP en el balneario Hemingway. Desde allí, en sus vacaciones sigue conectado con las oficinas de Buenos Aires, San Pablo y Miami. “Esto no es trabajar. Es estar online en forma inteligente”, dice. También aquí suele jugar al truco con el senador Aníbal Fernández. “Los dos somos de Quilmes. Lo conozco hace mucho. Además compartimos la presidencia y la vicepresidencia segunda del Club Quilmes”, detalla.
Tener una historia clínica digital o mecanismos de educación a distancia pueden ser un salto cualitativo”, consideró el CEO de NEC. “En materia de informatización de la administración del Estado, la Argentina se encuentra hoy al nivel de los países más desarrollados. La digitalización de las huellas del Registro Nacional de las Personas, la base de datos que maneja la AFIP, es de las más actualizadas”, dice. —A la gente le genera bastante temor la existencia de una base de datos unificada. —Eso es un mito. ¿Si uno no tiene nada que esconder, de qué va a tener miedo? —De cómo se usen esos datos, por ejemplo, con fines políticos... —Tiene que existir una administración rigurosa y transparente de esos datos para que funcione. Pero el mundo tiende a eso: a identificar a toda la gente por un código, por
su huella digital o por sus ojos. Eso es inviolable. Además, a que la gente ande por la calle sin dinero encima. —¿No es una avance sobre la privacidad? —Más falta de privacidad que con Facebook no existe. La tecnología vino para quedarse. Nuestros hijos, que son cibernéticos, lo van a vivir de otra manera. Desde que nació Internet, estamos todos jugados. —¿Es posible digitalizar el Estado con tecnología Nac&Pop? —No. No se puede hacer al margen del mundo. Ni China podría fabricar computadoras sin los microprocesadores de Estados Unidos. Y la cadena sigue. Nadie puede ser totalmente independiente. Eso es una utopía. Cuando digo que este gobierno incentivó la industria tecnológica nacional, me refiero a que incentivó una industria que estaba muerta. Pero es imposible cerrarse completamente al mundo. Sería un gran error.ß