26 | ADN CULTURA | Viernes 25 de abril de 2014
zoom Dolores Zinny y Juan Maidagan, pareja de rosarinos residentes en Berlín, estarán representados en el espacio U-Turn de arteBA 2014. En el campus de la Universidad de Fulda, a veinte minutos de Kassel, acaban de instalar gracias a un premio Curva del olvido, una escultura de bronce de cinco metros de alto.
Arte muestras
Belleza por mano propia Beto De Volder e Inés Raiteri presentan en Mock versiones de sus ya consolidadas obras y tensan el espacio circundante con bucles escultóricos y puntadas hábiles
Por Daniel Gigena | la nacion
E La Colección Ludwing desembarcará en Río con obras de Roy Lichtenstein y otros artistas
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presidente del MAM, Carlos Alberto Gouvêa Chateaubriand. Una postura totalmente distinta es la de Isabella Rosado Nunes, directora de la Casa Daros, que prepara varias muestras para seducir a todo tipo de visitantes en su sede de Botafogo. “Buscamos tener el público más diverso posible, involucrarnos en la vida de la ciudad, de los cariocas y de los turistas, y la Copa es una oportunidad fundamental para acercar a la gente y a la prensa internacional a la producción artística contemporánea latinoamericana”, resaltó la encargada de esta colección de origen suizo, instalada en Río hace apenas un año. Para empezar, durante el Mundial los visitantes serán recibidos en el lobby por la obra Pelota de tetillas masculinas, de la argentina Nicola Costantino. Y el patio central de este antiguo colegio y asilo se convertirá en una pequeña cancha de fútbol con montículos, una instalación de la costarricense Priscilla Monge, donde la gente podrá incluso patear pelotas al arco. En sus amplias salas, la Casa Daros exhibirá además obras de otros dos argentinos, Fabián Marcaccio (hasta el 10 de agosto) y Guillermo Kuitca (del 30 de mayo al 29 de junio), junto con las de los brasileños Eduardo Berliner y Vania Mignone y el cubano René Francisco (del 4 de julio al 10 de agosto). En el otro extremo de la ciudad, casi en medio del parque de la Floresta da Tijuca, el Instituto Moreira Salles (IMS) presentará desde el 29 de mayo hasta el 28 de septiem-
bre una singular exposición de dibujos de Richard Serra, un aspecto poco conocido en la obra de este escultor estadounidense. “Cuando lo invitamos, quedó fascinado con nuestra sede, que originalmente fue la residencia de la familia Moreira Salles, una de las primeras casas modernistas. Serra pensó que sería complicado colocar aquí sus grandes esculturas, así que propuso una muestra de dibujos, elemento esencial de su proceso creativo”, contó a adn Heloisa Espada, coordinadora de artes visuales del IMS. La muestra de Serra estará acompañada por una exposición de fotografías del brasileño Mauro Restiffe inspirada en los espacios urbanos de la ciudad de San Pablo, y por una galería multimedia sobre el contexto sociocultural del golpe militar de 1964, del que se acaban de cumplir 50 años. “El Mundial es una ocasión para que la gente que venga a Río descubra un Brasil más complejo y rico, que aquí no todo es carnaval, playas y fútbol”, subrayó Espada, con la esperanza de que los visitantes mundialistas se adentren a explorar la cada vez más variada oferta cultural de la Cidade Maravilhosa.C Ficha. Principales muestras durante el Mundial de Fútbol Brasil 2014, del 12 de junio al 13 de julio, en Centro Cultural Banco de Brasil de Río de Janeiro (culturabancodobrasil.com.br); Museo de Arte de Río (museudeartedorio.org. br); Museo Nacional de Bellas Artes (mnba.gov. br); Museo de Arte Moderno (mamrio.com.br); Casa Daros (casadaros.net) e Instituto Moreira Salles (ims.uol.com.br).
xpuestas con cuidado y cierta mesura, las obras de dos artistas confluyen en el barrio de Retiro. De gran calidad la mayoría, aunque resultan algo escasas, condensan trabajos concentrados y desarrollados a lo largo del tiempo. Sobre Beto De Volder (Pompeya, 1962) mucho fue dicho en la edición a cargo de Isabel Plante, Santiago García Navarro y Alberto Pasolini en el libro editado por Adriana Hidalgo. Artista esquivo para las definiciones –se podría decir que todas le cuadran y a la vez le quedan chicas–, logró que sus obras pacientes y esforzadas, de significados múltiples y belleza sucinta, se comunicaran con lo más preciado del arte abstracto contemporáneo nacional y extranjero: Juan del Prete, Sol LeWitt, Sergio Avello, Lidy Prati, Lygia Clark… Sus cuatro obras en Variaciones –muestra al cuidado de Máximo Jacoby– sintetizan un procedimiento e inauguran nuevas búsquedas. Distribuidas en pares entre la planta baja y el subsuelo de la galería, dos esculturas en MDF esmaltado (una clásica, en negro, llamada Caligrafía; la otra, Relieve, pequeña como una coma que sobresale de la pared y con colores poco habituales en la paleta de De Volder) ejemplifican el dominio del espacio y la hábil tensión creada para que la mirada recaiga en los garabatos ondulantes, en los símbolos mudos, en las formas retráctiles que alteran el entorno. En una vitrina, cuatro esculturas idénticas hechas con impresión 3D, dispuestas de manera diversa como joyas exóticas, replican la escultura en MDF del subsuelo, especie de nave nodriza fabricada con esmero milímetro a milímetro. Inés Raiteri (Mar del Plata, 1963) ha dejado de lado sus acrílicos monumentales y sus series geométricas para intentar una traducción de esas indagaciones ópticas (y también espaciales) a otro formato y otra técnica. Varios bordados de diferentes tamaños y en distintos soportes parecen continuar, de un mo-
do artesanal, sus vistas arquitectónicas de escalas mixtas. Treinta días, treinta noches, el amplio bordado multicolor sobre lienzo, muestra un engranaje de figuras geométricas hilvanadas que construyen un laberinto, una ciudad, un organismo multicelular (si es que la célula resulta la unidad mínima que la artista eligió para la vibración orgánica de sus trabajos). Dos series de bordados de formato reducido –Vestiditos, siete modelos de prendas orientales y occidentales en los que el blanco de la batista da forma a un cuerpo ausente, y MSG, cuatro pañuelos previamente ya bordados con motivos clásicos a los que Raiteri añadió circuitos de hilos de seda– se incluyen no sin tensiones en una práctica adscripta al universo femenino para zurcir nuevos significados de la relación entre las artes decorativas y el arte conceptual. Ficha. Variaciones, obras de Beto De Volder e Inés Raiteri en Mock (Suipacha 1217), hasta el 2 de mayo. Lunes a viernes de 13 a 20
Contigo, bordado sobre batista de Raiteri. Debajo, una de las esculturas de De Volder. gentileza mock