DONDE EL SEÑOR NOS QUIERE Contribución ... - ObreroFiel

Cuando formó a Eva de la costilla de Adán, su designio fue que ella fuera una ayudante para él. Una ayudante, no una esclava, una compañera amante pero ...
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DONDE EL SEÑOR NOS QUIERE Contribución Recuerdo una canción popular hace unos años. Fue una canción típica y romántica, pero tenía unas aplicaciones reales en una dimensión espiritual. La cantante cantaba, “Me tienes justamente donde quieres que esté, y yo quiero estar exactamente donde estoy”. ¿No es maravilloso estar justamente donde el Señor nos quiere y ser feliz en el centro de su voluntad? Enfoquemos por unos momentos en la felicidad matrimonial. En el pasado muchas mujeres eran abusadas por los hombres. Durante épocas los hombres han maltratado a las mujeres a un nivel espantoso. Ellas no eran valoradas sino usadas. Esto se debe a la depravación del pecado en el género humano, y supongo que si las mujeres hubieran sido más grandes y fuertes que los varones, la historia del mundo no hubiera sido menos fea. Y puede ser que los corazones de las mujeres sean amargos simplemente reflexionando sobre el pasado sufrimiento de su sexo. Esto explicaría mucha de la dificultad que las mujeres sienten al tener que someterse a sus esposos. Nos sería bueno recordar que la amargura es un artificio del diablo y que Dios es siempre bueno para con nosotros aun cuando no entendemos sus mandamientos. Miremos en la Escritura para aprender algo del corazón de Dios y sus gratos propósitos por nosotros. Sería necesario comenzar con el libro de Génesis. Nos conviene tener presente que Dios en su sabiduría eterna creó a Adán en su propia imagen con el propósito de glorificarse en él. Cuando formó a Eva de la costilla de Adán, su designio fue que ella fuera una ayudante para él. Una ayudante, no una esclava, una compañera amante pero aún una ayudante idónea para él. Yo he observado matrimonios en que el hombre tenía a su mujer elevada sobre un pedestal tan alto que resultó que él fue su ayudante mucho más que ella lo fue para él. Esto es extraño. El arreglo puede haber sido una sobre reacción a una corriente tendencia del pensamiento moderno de que la sociedad se hace muy consciente de los abusos pasados de un machismo desenfrenado. Al fin y al cabo, Dios quiere que la Eva de cualquier matrimonio sea un apoyo a su Adán. El varón había de estar en primer lugar (1 Ti. 2:13, I Co. 11:7-9) con la mujer secundaria. No hay nada malo en este plan. El mismo Jesús fue un siervo con mucha humildad; dedicó su vida por otros. Tomó en sí un papel funcionalmente subordinado aunque era siempre igual al Padre. Sabía tomar un puesto humilde y sobresalir en él.

Así que henos aquí las mujeres bajo el mandato de someterse a sus esposos. Sabemos que la voluntad divina para nosotros es perfecta y que siempre podemos confiar en él para tener una recompensa final y bendita si le servimos por respeto y en amor y fe. Esta doctrina de sumisión se ve en el Nuevo Testamento en no menos de cuatro libros y, por ende, es una doctrina bien establecida. La vemos en Efesios 5:22, 23, 33; Colosenses 3:18; I Pedro 3:1, 5, 6; y 1 Corintios 11:3. Aquí en los siguientes versículos 7-10 la iglesia está autorizada a requerir que las mujeres demuestren alguna clase de señal visible de sumisión a la autoridad del esposo. Esta posición secundaria también se ve en la iglesia con tal que ellas no habían de ocupar puestos de instrucción o autoridad sobre los hombres. (I Ti. 2:12) No es que Dios quiera defraudar a las mujeres de algo que deben tener. Esta fue la grande mentira de Satanás en Génesis 3:5. El Señor ha ordenado no solo sitio sino también propósito para los hombres y las mujeres. Sus recompensas celestiales serán tan grandes para las santas mujeres como para los hombres obedientes, porque no hace acepción de personas. Otro indicio de cómo Dios quiere obrar en un matrimonio es el hermoso pasaje en Proverbios 31. El ejemplo de una mujer virtuosa se nos presenta en la mujer que sirve a su marido de muchas maneras por su beneficio (v. 12). En cambio él la ama y la alaba. Y su ministerio a la familia puede ser de mucha influencia máxime con la siguiente generación. Muchas mujeres modernas han sido engañadas por el enemigo a tal punto que codician la posición y las ventajas de los hombres. De esta manera han olvidado ser femeninas. Se ve en su propia evaluación casi como hombres/ mujer, haciendo todas las cosas que hacen los hombres, aun hasta ser no sólo abogadas y policías y cabezas de negocios, sino también pilotos y soldados y senadores y presidentes. La confusión está arraigada en la presunción errónea de que porque la mujer puede, entonces debe. Pero Dios cree en lo masculino y cree en lo femenino. Demasiados hombres en nuestra sociedad están confundidos y demasiadas chicas modernas ni siquiera saben qué es la feminidad. Como un hombre y su compañera han de ser uno, cada uno debe complementar al otro para la armonía y el fruto que deben resultar de acuerdo con el diseño de Dios. El trabajo de un hombre es importante y el rol de la mujer también es esencial. Su intención es por las familias. Las esposas necesitan considerar en oración cómo invertir sus vidas en sus esposos para que por medio de su ayuda, Adán pueda hacerse toda la imagen de Dios que él propuso desde el comienzo de la creación. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.