Distintas miradas sobre una tierra de sueños al sur del Sur

4 nov. 2014 - José Manuel Lucía Megías. “Quijote es un ... La visita anual de Lucía Megías se es- pera con ... en las islas Bridges, donde guarda mapas con ...
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cultura | 19

| Martes 4 de novieMbre de 2014

CULTURA

Edición de hoy a cargo de Constanza Bertolini www.lanacion.com/seccion | @LNcultura | Facebook.com/lanacion [email protected]

El efecto de lo breve y de lo inesperado De fe y fanatismo, pintura contemporánea y recorte de fondos

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Salman Rashdie Escritor

“Cuando no hay evidenCia de la existenCia de una deidad sobrenatural, la Carga de la prueba reCae sobre sus defensores”

2.300.000 No tan distintos Pinturas de Alejandra Abrutin, Daniel Mochon, Ángel Nuperi, Guadalupe Santa Cruz (foto) e Ignacio Saralegui, desde el viernes, en Rodríguez Peña 80

Distintas miradas sobre una tierra de sueños al sur del Sur universo visual. Qué se siente vivir en el fin del mundo, según artistas de todo el país que eligieron

Tierra del Fuego, donde el bosque, la nieve, el mar y, sobre todo, el viento son pura inspiración Texto María Paula Zacharías para la naCion

S

er artista en el Fin del Mundo. De eso se tratan estas historias de nacidos, criados o recién llegados a Tierra del Fuego con una misión: hacer obras de arte para entender el territorio, y para comunicarlo. Performances, instalaciones, fotografía, escultura, dibujo y grabado, diferentes expresiones para contar la vida en la isla más austral. Un espacio de memoria ancestral, territorio íntimo, destino de inmigrantes; un mismo rincón de sueños, más allá de las postales de montañas, mares y bosques. Para ver la obra más reciente de Mónica Alvarado, por ejemplo, hay que navegar el Beagle durante una hora y media, hasta una isla desolada. USI –tal el nombre de su performance– es una instalación o acción poética en una casilla de pescadores en las islas Bridges, donde guarda mapas con toponimia originaria, cestería milenaria y algas. “Todo mi trabajo tiene que ver con el color del canal y esta sensación de ausencia, de silencio eterno de una cultura”, señala la fueguina. “Un día dejé de transitar con una paleta y una caja de óleos, y ahora camino con lanas y tejidos metidos en una bolsa de aguayo”, cuenta ella, nacida en Ushuaia en 1967, y ahí vive. Sólo

Mes del Arte Fueguino ^b^b^ La obra de estos artistas integra la III Bienal MAF, que se puede ver hasta el 30 de noviembre en Ushuaia, Tierra del Fuego, en la galería de Arte del Museo Marítimo, Espacio Renacer, Casa Beban, Casa de la Cultura y espacios públicos. En Facebook: MAF Bienal Regional de Arte Contemporáneo.

dejó la isla para estudiar Bellas Artes en Buenos Aires. Los profesores le decían que cambiara de tema, pero no, Alvarado siempre con la América ancestral y las tradiciones indígenas. “Desde chica me apasionó. A través de la pintura me contacté con la comunidad yagán y las abuelas que hablaban la lengua, que sabían sacar la corteza de los árboles para hacer una canoa y tejían como hace 10.000 años.” Cuando se dedicaba a pintar vendía todo lo que hacía, pero sintió otro llamado. Docente y gestora de proyectos educativos, unió el camino artístico con el espiritual. “Me conecto con lo sagrado. Es otra manera de mirar el universo, en comunión con la naturaleza”, dice. “Lo que no arranca, lo arraiga” En el caso de la obra de Maximiliano López la mirada es hacia adentro. El otro interior / Territorio es un catálogo de flora y fauna de un lugar desconocido dentro de sí mismo. Una exploración con apariencia cientificista, que tiene origen introspectivo, para apropiarse de un nuevo lugar: Tierra del Fuego. Como en un museo de ciencias, presenta grabados de flores y moluscos, y dibuja montañas tormentosas. “Este nuevo territorio me confunde primero, pero me da otras posibilidades que no me imaginaba… El bosque, la nieve, el mar y, sobre todo, el viento me convencen de que no tengo otro lugar mejor que éste para estar”, cuenta. López nació en Quilmes hace 29 años, hizo la Escuela Municipal de Bellas Artes y reside en Ushuaia desde hace cinco. Andaba de viaje, y no pensaba quedarse, pero algo lo atrapó: “Acá es muy fuerte el viento. Se dice que lo que no arranca, lo arraiga.” Fernanda Rivera Luque, en cambio, se mueve en el plano documental. “Soy la que habla de la otra postal”, se define lejos de la fotografía turística. En su último ensayo, construye un catálogo con analogías entre la piel de los habitantes de Ushuaia y texturas de la naturaleza.

Una vieja casilla de pescadores que Mónica Alvarado interviene en su performance

Rosana Rojas Ramoa nació en Salta, la otra punta del mapa; trabaja en cerámica y papel maché

El catedrático español habla de los valores de la obra de Cervantes, su comicidad y el mito alrededor del gran autor

José Manuel Lucía Megías. “Quijote es un incomprendido” Texto Laura Ventura para la naCion | Foto Santiago Hafford

H

AZUL

ace una década, José Manuel Lucía Megías, presidente de la Asociación de Cervantistas, revisó en su casa madrileña su cuenta de mail antes de ir a dormir. Entre los correos pendientes, uno capturó la atención del catedrático de la Universidad Complutense, gran conocedor de la obra de Rubén Darío. El colorido asunto del mensaje se leía en mayúsculas: “AZUL”. Nada tenía que ver con el poeta nicaragüense, sino con un grupo de vecinos bonaerenses que querían su opinión de experto. Así como la historia cambió –o comenzó– cuando un personaje llamado Cervantes descubrió el manuscrito de un tal Cide Hamete Benengeli, los azuleños habían dado con un artículo de un diario local de

1932 que anunciaba una exposición de libros antiguos, pertenecientes a Bartolomé J. Ronco, aficionado del Quijote. Lucía Megías solicitó de inmediato el catálogo de la biblioteca para poder emitir su evaluación. Y así lo hicieron. Horas después, mientras desayunaba junto a su computadora, quedó impactado. Se acababa de descubrir un tesoro único. Los vecinos emprendieron un minucioso rastreo que dio con el paradero de esos tomos, donde hoy funciona la Casa Ronco. La visita anual de Lucía Megías se espera con entusiasmo en esta ciudad cervantina –hay otras dos: Alcalá de Henares y Guanajuato–, designada así por la Unesco en 2007. Desde entonces se realiza un festival que suma a la comunidad en distintas expresiones con el lema Soy Quijote.

–¿Cómo explica la vigencia del Quijote en el siglo XXI? –Si Cervantes no hubiese escrito la segunda parte del Quijote [1615], no estaríamos hablando de él como el gran autor que es. Estos capítulos configuraron el modelo de novela moderna a partir de las lecturas inglesas y alemanas del siglo XVII y XVIII. Estas interpretaciones han tenido una gran influencia en cómo hoy leemos y escribimos una novela. En la época de Cervantes estaba la necesidad de un nuevo modelo literario, que él ofrece sin proponérselo. Lo que hace universal su obra son los valores caballerescos, que no son de superhéroe. Quijote es un incomprendido. Nos pasan las mismas cosas que a él. –El Quijote trasciende el tiempo y también el espacio. –En el siglo XVII los ingleses hacen su

versión, y Sancho, por ejemplo, habla como si fuese una persona de los barrios bajos de Londres, porque lo que importa de la novela son los valores. Tampoco interesa la iconografía. Se puede situar en los escenarios en la campiña inglesa o en los patios de Versalles sin ningún inconveniente. –¿Dónde encuentra al Quijote en la cultura popular? –En la maravillosa capacidad que tiene el hombre de poder superarse. Quijote es una palabra muy utilizada y a su vez amplia.

–¿Es la comicidad de la novela lo que la hace inmortal? –La gente de la época leía el Quijote muriendo de risa. Ése era el mecanismo para llegar a un máximo de personas, pero otras obras cómicas de la época jamás alcanzaron este éxito. –El misterio en torno a la biografía de Cervantes alimenta el mito. –Ese misterio es lo que hizo posible que confundamos al Quijote con Cervantes, de quien no tenemos ninguna imagen y, al mismo tiempo, todos tenemos una imagen de él. Existe una iconografía del Quijote del siglo XIX [de Gustave Doré] y lo identificamos con el autor. Cervantes no dejó ningún resto documental, porque no era un noble, como Quevedo, ni famoso, como Lope de Vega. Se da por auténtico lo que dice su obra de él en torno a cosas que él pudo haber vivido. Ciudadano ilustre de Azul, Lucía Megías habla de la educación en esta región bonaerense. Además de la creación de una cátedra en la Universidad del Centro dedicada al autor, la mirada del catedrático está depositada en escuelas rurales de la zona. Recuerda un concurso de disfraces y una serie de representaciones donde un chico fue designado para interpretar al Quijote: “Había dejado de hablar luego de presenciar cómo su padre se suicidaba tras asesinar a su madre. Esta actividad lo reinsertó en la sociedad. El Quijote le devolvió la vida”.ß

De euros Fue el recorte que sufrió la Real Academia Española (RAE) desde 2008. El Estado español redujo la subvención de casi 4 millones de euros a 1,618 millones de euros, argumentando problemas económicos. El director de la RAE, José Manuel Blecua, advirtió que la situación de la institución “es dramática”

Traza mapas, recorridos, siempre preocupada por lo social. Desde 2009 se dedica a retratar la problemática habitacional: “Documento lugares que me llevan a pensar en ese hábitat como única posibilidad. Estudio migraciones y políticas de estado para poder entender y construir mejor mi obra”, señala. Nacida en Buenos Aires, lleva quince años como residente en Ushuaia. Dicta talleres de fotografía experimental, ensayo documental, es coordinadora y docente de la Escuela Argentina de Fotografía y coordinadora del Festival de la Luz en Tierra del Fuego y Santa Cruz. Emigró en 2001, dejando atrás la gran crisis, buscando anidar en un bosque idealizado. Llevaba su oficio. “La Patagonia siempre fue para mí un lugar donde podía ir a esconderme de los males de la jungla urbana. Y así fue. Amo lo que hago y a mi existir en este lugar, aunque cueste. Es parte de la vida también.” En la otra punta del mapa, hace 35 años nació la salteña Rosana Rojas Ramoa, grabadora, que hace tiempo la cautiva la cerámica. Se recibió en 2007 como profesora nacional de Artes Plásticas en Río Negro, y desde entonces vive y ejerce en la ciudad más austral. En la primera edición del Mes del Arte Fueguino, llenó la Ushuaia de pequeñas figuras de cerámica que encarnaban espíritus huérfanos. Su nueva obra, Naufragio, es una instalación helicoidal de dos texturas: papel cerámico y papel maché. “Me inspiré en los restos de palitos y caracoles que trae la bahía. Es un coral bastante frágil en donde te podés meter y se va desgranando. Cuando llegamos a un lugar sin querer lo modificamos y se va destruyendo”, compara la artista, cuyos trabajos se han expuesto en lugares tan lejanos entre sí como General Roca y San Salvador de Jujuy o Koeflach, en Austria. “El viaje es una bisagra en la vida. Yo llevo siete años en la isla. Todos sabemos lo que es venir acá”, advierte Rosalía Jofré, sanjuanina, de 33 años, que se radicó hace siete en Río Grande. Para contar qué se siente emigrar al fin del mundo construyó bitácoras orales y visuales, donde junta los relatos de experiencias migratorias con mapas, calendarios, boletos, pinturas, dibujos. La instalación narra las experiencias de un mecánico, un bancario, un docente, una empleada fabril... Las voces hablan del viento, la ruta, la lejanía, lo que se deja atrás, esa aventura hacia lo desconocido. Y algo más: la esperanza que los lleva a mudarse de planeta y lo que encuentran al llegar. Como a los artistas, que algo los hace quedarse en ese lejano confín, echar raíces y dar frutos. Tierra del Fuego, una isla, es también, un imaginario lleno de promesas.ß

literatura

Premian a Inés Fernández Moreno La narradora argentina Inés Fernández Moreno fue distinguida con el premio Sor Juana Inés de la Cruz por su novela El cielo no existe. La cuentista recibirá el galardón el 3 del mes próximo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El jurado destacó la capacidad de la autora de “construir personajes, tejer con destreza reflexiones y manejar con solvencia los planos narrativos”.ß

esperÁ y leÉ

Bibliotecas en peluquerías A partir del próximo sábado, unas 50 peluquerías y salones de belleza porteños tendrán bibliotecas móviles para que los clientes disfruten de la lectura mientras aguardan ser atendidos. La iniciativa de Bibliotecas para Armar, del Ministerio de Cultura de la Ciudad, incluye juegos y animaciones. Más información: bibliotecaspara [email protected]