JOY KIRKLAND Asia del Sur
JOY KIRKLAND Asia del Sur
JOY KIRKLAND Asia del Sur
Joy Kirkland* sirve en una nación en Asia del Sur donde ser misionera es peligroso. Al vivir en un país predominantemente musulmán, las mujeres están muy restringidas en lo que se les permite vestir. Joy notó que una manera como las mujeres se “arreglan” es haciendo diseños de “henna” o “alheña” en sus manos. Por eso, Joy aprendió cómo hacer y usar diseños de henna para compartir historias bíblicas.
Respondiendo a una invitación de Joy, Miriam comenzó a dirigir otros grupos de estudio bíblico, usando los diseños de henna para compartir las historias bíblicas y llevar a otras mujeres a seguir a Jesús. Nuestra iglesia sostiene a misioneras como Joy a través de nuestras ofrendas al Programa Cooperativo. Hoy, demos gracias a Dios por la delidad de Joy al servir en Asia del Sur. Oremos porque Dios bendiga a Miriam, su fe y su ministerio y porque, un día, el esposo de Miriam también llegue a depositar su fe en Cristo.
Un día, Joy conoció a Miriam* en la guardería local. Joy compartió historias bíblicas con ella usando la técnica de pintar con henna. Más tarde, cuando el esposo de Miriam la encontró leyendo la Biblia, la abofeteó y abandonó el hogar. Mientras estuvo afuera del hogar, Miriam oró y le entregó su *Nombre cambiado corazón a Cristo. Cuando su esposo regresó, Miriam le dijo que continuaría siguiendo a Cristo sin importar el precio.
JOY KIRKLAND Asia del Sur
Joy Kirkland* sirve en una nación en Asia del Sur donde ser misionera es peligroso. Al vivir en un país predominantemente musulmán, las mujeres están muy restringidas en lo que se les permite vestir. Joy notó que una manera como las mujeres se “arreglan” es haciendo diseños de “henna” o “alheña” en sus manos. Por eso, Joy aprendió cómo hacer y usar diseños de henna para compartir historias bíblicas.
Respondiendo a una invitación de Joy, Miriam comenzó a dirigir otros grupos de estudio bíblico, usando los diseños de henna para compartir las historias bíblicas y llevar a otras mujeres a seguir a Jesús. Nuestra iglesia sostiene a misioneras como Joy a través de nuestras ofrendas al Programa Cooperativo. Hoy, demos gracias a Dios por la delidad de Joy al servir en Asia del Sur. Oremos porque Dios bendiga a Miriam, su fe y su ministerio y porque, un día, el esposo de Miriam también llegue a depositar su fe en Cristo.
Un día, Joy conoció a Miriam* en la guardería local. Joy compartió historias bíblicas con ella usando la técnica de pintar con henna. Más tarde, cuando el esposo de Miriam la encontró leyendo la Biblia, la abofeteó y abandonó el hogar. Mientras estuvo afuera del hogar, Miriam oró y le entregó su *Nombre cambiado corazón a Cristo. Cuando su esposo regresó, Miriam le dijo que continuaría siguiendo a Cristo sin importar el precio.