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Diario de Noticias – Lunes, 14 de julio de 2014
7º encierro | Heridos
CUARTO ENCIERRO SIN HERIDOS POR ASTA PERO 4 TRASLADOS ● Álvaro Itoiz, de 38 años, Carlos Martínez, de 30, Kayleigh McManus, de 28, e Íñigo Corcuera, de 22, sufrieron traumatismos y contusiones ● Los ingresados se elevan a 8 2 N. Pérez/ A. Rodríguez/
N. San Esteban/ S. Zabaleta
A Álvaro Itoiz Úriz le diagnosticaron un neumotórax traumático y quedó en observación
EN BREVE
f Oskar Montero
● 48 atenciones. Cruz Roja y
PAMPLONA – Los seis bureles de Adolfo Martín sumaron el cuarto encierro de estos Sanfermines sin heridos por asta. Era domingo, había más corredores que otros días y participaba una ganadería que no había protagonizado un encierro desde hace once años. Pero los toros se comportaron y solo hubo que lamentar cuatro traslados al Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), tres varones y una mujer, según fuentes del hospital. Álvaro Itoiz Úriz, de 38 años (Aranguren), con un neumotórax traumático; Carlos Martínez Miranda, de 30 años (Albacete), con una contusión abdominal; y Kayleigh McManus, de 28 años (Irlanda) e Íñigo Corcuera Díaz, de 22 años (Zizur Mayor), ambos con traumatismo craneal. El albaceteño, la irlandesa y el zizurtarra recibieron el alta médica ayer; pero Itoiz se quedó ingresados en observación de urgencias. Con él suman ocho las personas que se encuentran en el hospital a consecuencia de los encierros. Los siete ingresados de días pasados continúan evolucionando de forma favorable: Aitor González, de Deba (día 7); Tom
Vecino de Aranguren y corredor habitual
DYA atendieron ayer a 48 personas en el séptimo encierro. Tras la carrera, los voluntarios de Cruz Roja tuvieron que realizar 42 atenciones (28 curas, cinco atenciones médicas, tres traslados, un esguince, una luxación y otras cuatro que no se especificaron). DYA atendió a seis personas por diversos traumatismos y contusiones. ● Un varón se precipita desde la muralla de Santo Domingo. Una vez pasaron los toros, un varón se precipitó de la muralla de Santo Domingo y fue trasladado por DYA al CHN tras ser atendido en el Hospital Militar. ● Lesionado en las vaquillas. En la enfermería de la Plaza de Toros fueron atendidas por lesiones cinco personas durante las vaquillas, una de ellas fue al CHN por uretrorragia, indicó Efe. Un mozo, arrollado por un toro a la entrada del callejón. H., de Nottingham (día 8); los heridos por asta del día 9 (José Ruiz y Bill Hillmann); J.B.P. y el pamplonés Fernando Elzaburu (ambos del día 10); y
Vicente Ort (día 7), que espera el traslado a Valencia para ser intervenido quirúrgicamente. Por último, Sergio Juez (herido del día 10) está en la Clí-
nica San Miguel; y el joven estadounidense que sufrió una fractura cervical el día 6 en la fuente de Navarrería sigue estable dentro de la gravedad. ●
PAMPLONA – Álvaro Itoiz Úriz, de 38 años, tuvo que ser trasladado ayer al Complejo Hospitalario de Navarra después de que sufriera un percance en el tramo de Estafeta en el séptimo encierro, con los toros de Adolfo Martín. El vecino de Aranguren y corredor habitual de los encierros, junto a su hermano Aitor, presentaba un neumotórax traumático razón por la que quedó ingresado por la mañana en el antiguo Hospital de Navarra, en observación de urgencias, con pronóstico menos grave. Así se desprendía del parte médico de los heridos ingresados por el encierro de ayer a las 11.00 horas. En el primer parte de la mañana, los sanitarios indicaron que el mozo presentaba un traumatismo costal. CONTINUABA POR LA TARDE Ya por la tarde, Álvaro Itoiz seguía en observación para comprobar cómo evolucionaba su neumotórax traumático, es decir, la acumulación de aire dentro del tórax, entre el pulmón y la pared torácica interior. – N.P./A.R./N.S./S.Z.
“Es la tercera vez que corro, siempre lo he querido hacer; era como un sueño para mí” Kayleigh McManus, de 28 años y norirlandesa, fue llevada al CHN con un traumatismo craneal PAMPLONA – Kayleigh McManus corría ayer el encierro por la calle Mercaderes cuando notó un empujón de una persona y cayó al suelo. Lo siguiente que recordó fue una nube de sanitarios a su alrededor. Durante el tiempo que separa estos dos momentos, esta corredora de 28 años y natural de Portadown, una pequeña localidad de Irlanda del Norte, perdió la consciencia como consecuencia del traumatismo craneal por el que fue trasladada momentos más tarde al Complejo Hospitalario de Navarra (CHN). “Es la primera vez que vengo a Sanfermines y siempre he querido correr, era como un sueño para mí”,
explicó McManus, rodeada de dos amigas, Jessica Evans y Kelsey Hayenga, de Texas, Estados Unidos; y de Michael Harrison, de Australia. Este grupo, que se califica a sí mimo como “mejores amigos”, no se conocía hasta estos días. McManus repetía por tercera vez en estas fiestas el recorrido que parte de la cuesta de Santo Domingo y termina en la Plaza de Toros. En esta ocasión, no tuvo tanta suerte. “Es la tercera vez en lo que llevamos de fiestas que se lanza a la calle a ponerse delante del toro”, dijo su amiga Hayenga mientras aguardaba en la puerta de las urgencias del edificio A del CHN, donde la norirlandesa permaneció en observación y fue dada de alta hacia el mediodía. “Estamos esperando el escáner para ver cómo está, porque aún no sabemos nada, pero puede hablar, así que yo creo que ya está bien”, aseguró la estadounidense. “Segu-
Kayleigh McManus, trasladada en camilla por sanitarios de Cruz Roja. Foto: Mikel Saiz ramente se anime a venir y correr el próximo año, pero mañana –por hoy– estoy segura de que no”, observó entre risas. La afectada, McManus, llegó el 4 de
julio a Pamplona para vivir todos los días de San Fermín. Con el collarín puesto, tumbada en una camilla y a la espera de que le dieran los resultados de las pruebas que le habían
realizado, ratificó las palabras de su amiga: “Mañana –por hoy– no creo que pueda repetir, pero cuando regrese, volveré a correr”, sentenció Kayleigh McManus. – N.P./A.R./N.S./S.Z.
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7º encierro | Heridos
“La atención médica de los encierros en Sanfermines es espectacular” Carlos Martínez Miranda, de Albacete, sufrió ayer una contusión abdominal en el tramo de la Estafeta PAMPLONA – “He corrido muchos encierros, pero los de Sanfermines son espectaculares, la atención médica es impresionante y te trasladan al hospital con muchísima rapidez, así que corremos muy seguros. Si nos pasa algo, vamos a ser bien atendidos”. Así de satisfecho se mostraba el corredor albaceteño Carlos Martínez Miranda en la camilla tras ser atendido en las urgencias del hospital Virgen del Camino. De los cuatro corredores trasladados ayer al Complejo Hospitalario de Navarra, fue el único enviado a este hospital después de haber sufrido una contusión abdominal durante el encierro. “He corrido unos 15 o 20 metros por la calle Estafeta delante de dos toros, pero me han empujado y he caído rodando hasta el vallado. No sé si al saltar me ha empujado el mismo toro, pero sí que no he podido mantener el equilibrio”, señalaba sonriente Martínez porque su contu-
sión no fue “nada grave”. A sus 30 años, Martínez lleva casi media vida corriendo encierros por todo el país, pero no lo hace solo. Los dos amigos que le acompañaban ayer en el hospital señalaban que se conocieron a través de una página de Facebook, Amigos del Encierro, un punto de encuentro para los apasionados a correr delante de los toros que no se queda en la web, sino que se utiliza para organizar viajes grupales para acudir juntos a distintos lugares, contar novedades sobre los sitios, establecer relaciones con el resto de corredores... ¿Cómo supieron que Martínez estaba en el hospital? La cuestión es que esta cuadrilla de amigos queda para desayunar siempre en el mismo punto después de cada encierro. “Vimos que Martínez faltaba así que a fuimos
“Nos conocemos por Facebook y nuestra afición es correr los encierros juntos” CARLOS MARTÍNEZ Corredor
buscarle. Si uno no lo ha visto y el otro tampoco...”. Así, aunque son muchos los que acaban juntándose en estos eventos y a pesar del “cambio de caras constante en el piso en el que nos alojamos”, estos amigos saben bien de quiénes tienen que estar pendientes cada día. Amigos del Encierro nació en la web con el objetivo de unir a corredores de todas partes de España para acudir juntos a los diferentes lugares en los que “disfrutar de esta afición, que es lo que compartimos. Tenemos algunos pisos alquilados y vamos turnándonos para venir. Además, en Sanfermines es donde nos juntamos casi todos: buenas fechas y buenísimos encierros”, señaló uno de ellos. Para financiar su actividad, los Amigos del Encierro venden camisetas con su propio logo, y ya han adquirido, entre otras objetos, una cámara de fotos para subir a su web los mejores momentos de los encierros a los que acuden. Martínez, que fue dado de alta ayer a las pocas horas de ser atendido, tiene claro que volverá a Pamplona porque “estas cosas pasan. Nosotros nos juntamos solo para ir a correr encierros, los disfrutamos muchísimo”. – N.P./A.R./N.S./S.Z.
Carlos Martínez posa sonriente en la camilla de urgencias. Foto: N.S.
“Me he arrastrado con las piernas porque no sentía las manos” Íñigo Corcuera Díaz, de 22 años, sufrió un traumatismo craneal tras ser arrollado por un toro en Telefónica PAMPLONA – No era la primera vez que Íñigo Corcuera Díaz corría el encierro. Tampoco era el primer año. En cambio, sí era la primera vez que era trasladado al Hospital de Navarra después de sufrir un traumatismo craneal en la curva de Telefónica. El herido, de Zizur Mayor, que corría por quinta vez en estos Sanfermines fue trasladado de inmediato al Complejo Hospitalario debido a la caída que sufrió en el tramo en el que acostumbra correr. “Me han visto que estaba un poco jodido y me han sacado en seguida”, dijo el joven. Sus amigos fueron los primeros en enterarse de la caída, a quienes llamó el mismo Corcuera una vez recuperado. Ellos estaban disfrutando de la madrugada en la Plaza de Toros y, nada más conocer la noticia a través de una llamada telefónica del afectado, acudieron al Hospital de Navarra. Los primeros en llegar fueron Sergio Martínez y Virginia Tabar, esta última muy nerviosa. “Estábamos en la Plaza de Toros viendo las vaquillas y hemos recibido una llamada de repente. Nos ha llamado tranquilo, diciendo que le iban a trasladar pero que ya estaba bien”, decía
Íñigo Corcuera, llamando a sus amigos desde la ambulancia, a punto de ser trasladado al hospital. Foto: Edu Sanz Martínez. “Alguna otra vez se ha caído, pero nunca había venido al hospital. Aun así, todos sabemos que no le pasará nada, él es como una roca”, señalaba el amigo. Tabar, novia de Corcuera, apuntaba: “Yo no he podido hablar con él y sus amigos me han
dicho que le trasladaban por un golpe en la pierna, pero no me lo he creído, aunque me lo diría para que no me asustara”. Ya recuperado y acompañado de más amigos que llegaban conforme pasaban los minutos, Íñigo Corcue-
ra se encontraba consciente en una sala del hospital, donde decía, entre risas, que solo podía mirar al techo debido al collarín que le habían colocado por precaución. “Ha sido el toro el que me ha levantado”, apuntó sobre su caída. “Yo iba corriendo
delante de uno y al lado de otro; iba muy bien posicionado pero al final me he chocado con un toro y he perdido velocidad”, describía, y añadió: “El toro me ha pillado por detrás y me ha levantado con el cuerno; por eso tengo todo el pantalón desgarrado. Entonces, he caído de cabeza”. El golpe bastó para que le sacaran del recorrido del encierro y le atendieran, para posteriormente trasladarle al hospital y realizarle un reconocimiento médico para asegurarse de que no había lesiones de gravedad. “Me han puesto muchos titos, como este collarín, aunque no lo necesito”, dijo Íñigo Corcuera entre risas. Aunque fuera un herido leve, Corcuera dejó de sentir manos y brazos. “Me he asustado porque no sentía nada, pero he podido arrastrarme con las piernas hacia afuera y ahí ya me han ayudado”, dijo. Además, afirmó creer que el toro le había arrastrado unos metros, enganchado del pantalón en el cuerno del morlaco. “Sí que creo que me ha arrastrado el toro, pero ni lo he notado, aunque en seguida he vuelto a sentir las manos y me he tranquilizado”, contó. Aunque no era la primera vez que corría el encierro, tampoco será la última. “Era la quinta vez que corría, pero ya no más, aunque el año que viene repetiré”, aseguró el joven, ya rodeado de sus amigos. – N.P./A.R./N.S./S.Z.