Cuando la mascota es (casi) como un hijo

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SÁBADO

| Sábado 26 de julio de 2014

Hábitos

Cuando la mascota es (casi) como un hijo Crecen las parejas que retrasan la paternidad, pero entablan vínculos cada vez más humanizados con sus animales domésticos; el emergente negocio de ropa, comida, estética y servicios para gatos y perros forma parte del fenómeno Viene de tapa

En la misma dirección, Santiago Maciel (31) y Valeria Cecco (35) aseguran que aún no tienen planes de hijos, pero que ese lugar, por ahora, lo ocupa (otro) Simón: un golden retriever de 7 años de quien se ocupan con dedicación paternal. “Baño, controles, vacunas, paseos, juegos, todo eso nos ocupa el tiempo y, en parte, lo asemeja a un hijo”, asegura la pareja que, además, tiene un pet shop llamado Pet Maison. “Lo malcriamos mucho, sabe nuestros horarios y hace sus monadas cuando llegamos”, agrega Santiago. “Queda en evidencia la cuestión de probar y ensayar, que antes no estaba tan presente –señala Vetere–. Se da en varios sentidos, postergan el matrimonio, se van a vivir juntos, prueban si funciona la convivencia y ahí deciden casarse, lo mismo ocurre en algunos casos con los hijos y las mascotas.” “Los dos gatos eran míos”, dice Eliana, publicista de 25 años que convive hace seis meses con Gabriel, un productor de teatro de 39. “Me encanta ver el amor que les da Gabriel. Ya los adoptó y no para de darles mimos, incluso más que yo. Si hay que llevarlos al veterinario por algo más grave, después los premiamos con alguna comida especial o con atún”, completa. agustín Ventura, un abogado de 32 años que convive hace tres años con Viviana Celano Gómez, psicóloga y docente también de 32 años, cuenta que aún no es momento de hijos. “Teníamos otras prioridades, tener un hogar en común, encontrar una estabilidad laboral y económica. Dimos prioridad a la pareja, viajamos, compartimos momentos con familia y amigos”, indica. La labradora té con leche de agustín, Juana, convive con ellos desde el principio. “Le genera un plus a nuestra pareja, la cuidamos juntos, compartimos

Los viajes, para muchas parejas, no se hacen a destinos que no sean pet friendly. Constanza de la Cruz, general manager de la central de reservas de alquileres temporarios SegundoHogar.com comenta que cuentan con más de 1300 propiedades que aceptan parejas de viajeros con sus mascotas. Karen reichardt, dueña de la boutique canina amores Perros cuenta que “es común que vengan parejas jóvenes a probar prendas a sus perros, hay ropa que hasta parece de bebé. Les enseño cómo tienen que hacer para secarlos y ponerles la bata después del baño”. La marca –que agotó su colección de remeras y bandanas para el Mundial– cuenta con colecciones que se renuevan cada temporada. De hecho, en los casi nueve años que Fernanda Kaspin lleva al frente de su tienda de indumentaria para mascotas Kaspet, se ha dado cuenta de que los clientes son cada vez más exigentes: “Quieren diseño y variedad, tuvimos que renovar la colección dos veces al año”, aclara y agrega que ofrecen suéteres, camperas, vestidos y musculosas, pero también arneses y bombachas con volados para las épocas de celo. Para la estética, también hay un lugar central. Según Gabriel abbondanza, del spa para mascotas Koketitos, los clientes pueden optar el servicio clásico de peluquería o un servicio especial: “El circuito de spa ofrece hidroterapia, ozonoterapia, baño de luz, masajes, baño, corte y peinado. Contamos además con más de 500 productos para las mascotas y un equipo de estilistas y veterinarios de primera clase”, aclara. De acuerdo con romina Matorras, veterinaria y directora de asuntos Corporativos de royal Canin, la conciencia que han tomado las personas en las grandes ciudades acerca de cuidar la nutrición y

momentos entre nosotros y con ella; no podría pensar en vivir sin Juana, ya es parte de la familia”, agrega Viviana. agustín llegó a hacerle un perfil de Twitter a Juana, que se suma a la presencia virtual que tiene la mascota a través de las redes sociales. De hecho, las mascotas copan la Web. Un informe de la agencia de medios Quiroga señala que los sitios de mascotas en el país logran alrededor de 17.000 ingresos diarios y en el mes se llevan más de medio millón de visitas mensuales. La cuestión de la humanización del animal incluso se convierte en una opción de vida: “Existe un fenómeno análogo entre las parejas DiNK (double income no kids), parejas que deciden no tener hijos y sumar sus ingresos con la idea de destinarlos a un estilo de vida determinado. En esos casos la mascota puede servir para canalizar una necesidad afectiva”, resume Vetere. Una industria en ascenso Pero cuando la mascota pasa a ser un integrante de la familia, crece un enorme negocio de servicios similar al de las personas: “incluye indumentaria, accesorios, servicios de todo tipo, estética, gastronomía, todo tipo de juguetes y experiencias”, explica Moreno. Las novedades incluyen, por ejemplo Club Can, empresa de paseadores profesionales de perros que permite tener un perfil online de la mascota, seguimiento por GPS y seguro médico entre otros servicios premium. “Nosotros le damos todos los gustos como si fuera un chico, le compramos torta para perro en su cumpleaños, tiene su ropa, lo llevamos de vacaciones y los fines de semana va al parque a jugar con otros perros”, detalla Patricia roccatagliata (28), que, junto a su pareja, Gonzalo Magiory (31), dedica todo su caudal amoroso a Edy, un bulldog francés de 2 años.

Valeria Cecco y Santiago Maciel en el festejo del cumple de su perro

La humanización de los animales y el riesgo de llegar a un extremo opinión Agustín P. Orozcol Para La NaCioN

“M

artín, ¡portate bien!” Cuando lo escuché, rápidamente pensé en un chico que hizo algo malo recibiendo el reto materno, pero de repente descubrí que Martín era un can con rulos, vestido con pulóver, collar de brillantes, gorrito y botas que impedían sutilmente que caminara con comodidad. Las razones de la “humanización” de los animales responden a un antropomorfismo (es decir, ubicar condiciones humanas donde no las hay). En algunas personas, esta humanización es llevada al extremo cuando se trata de sus mascotas, y las razones son múltiples: soledad, necesidad de afecto, proyectos comunes en parejas, etcétera. Siempre los animales nos han acompañado y su valor es indiscutible, venerados, perseguidos, entrenados, modificados genéticamente,

han sido fuente de inspiración para expresiones artísticas, etcétera. Estos seres están en nuestras familias como una parte integral, en muchos casos son generadores de conflictos, depositarios indebidos de deseos frustrados o catalizadores de alegrías familiares. Quizá tiempo atrás no se exploraba suficientemente la vinculación de las personas con las mascotas, si bien existía, tal vez, estaba más solapado. Hoy en día, se pone más de manifiesto; la relación que se establece con la mascota tiene otro estatus social y se puede decir más abiertamente qué lugar ocupa en la vida: “un vínculo afectivo”, “compañía”, “una etapa mientras llega el momento para la paternidad”. En el caso específico de las parejas, también ayuda a palear problemas, o largos procesos en los que tener un hijo resulta dificultoso y donde el cariño de una mascota ocupa un lugar importante. El valor terapéutico de las terapias con animales es muy útil en estimulación o trastornos en el desarrollo por-

que está demostrado que aumentan nuestro caudal de emocionalidad, en el caso de muchas personas, sirve para canalizar una relación afectiva que está replegada y hacerla más patente. En todas las personas, las mascotas disparan afecto, nos emocionan y ahí nuestras respuestas son diversas, desde el déficit hacia el exceso. Es ahí justamente, en los extremos, donde estaría el problema. El mercado colabora con alimentos especiales, juguetes, ropa y otras opciones que completan la paleta. En una sociedad acelerada en la que escucharse es cada vez más difícil, en la que los vínculos profundos escasean, ellos parecen brindar todo eso que necesitamos sin saberlo. Pero cuidado: “humanizar” en extremo es someter, es hacer primar nuestro deseo por sobre las posibilidades reales de una mascota –que, por cierto, son muchas–. “Humanizar”, en este sentido, también es cosificar por encima de lo que el animal está preparado para recibir.ß El autor es Lic. en Psicología

el ejercicio físico la aplican con sus mascotas. “Si es un integrante de la familia también puede llevar ese estilo de vida”, afirma. La popularidad de los productos de alta gama para mascotas va en alza en la argentina y cuidan aspectos como su piel, el aparato digestivo, el envejecimiento, el aparato inmunológico o la obesidad. “Estos productos son aun los más caros y se venden en canales especializados, pero representan ya el 20% del consumo total de alimentos para mascotas”, resalta San Pietro. Leandro Marino y su mujer son dueños de Delicias y Ladridos “pastelería perruna”, que fabrica galletas caseras, premios y pastelería para mascotas con ingredientes 100% naturales. La idea nació luego de advertir que Thao, la mascota del matri-

Los sitios de mascotas en el país logran cerca de 17.000 ingresos diarios monio, era alérgica a los productos del mercado. La cocina casera para mascotas, según Marino, es otra práctica en alza: “Hacer una torta es una buena manera de mimarlos en forma esporádica. Hay que considerar que las mascotas no pueden comer cualquier cosa, hay que consultar al veterinario”, advierte. La preocupación por la conducta y la salud emocional es otro emergente de la humanización de las mascotas. Fernando Catrina, veterinario que dirige un Centro de Prevención, Diagnóstico y Tratamiento de Problemas de Comportamiento en Caninos y Felinos, asegura que las preocupaciones “vienen del interés que genera en

las personas la mascota y porque es parte de la convivencia”. “al más grande lo ponen nervioso las tormentas, mientras que el más chico tiene una suerte de fobia social. además, cuando sumamos al más chiquito a la familia el más grande se estresó y le hicimos un tratamiento homeopático”, cuenta alejandra respecto de sus gatos. En conflicto Pero la humanización también trae conflictos. “El 90% de los perros que vienen a PetVille están humanizados”, sostiene Marisa Huber, dueña de este animal resort que se propone que lejos de la vida de la ciudad, el perro vuelva a sus orígenes: “Queremos que hagan vida de perro y no de hombre, que puedan correr siguiendo un rastro, que hagan pozos, que jueguen con sus pares. Hay dueños que deciden tener un segundo hijo de 4 patas y es ahí, muchas veces, cuando empieza a complicarse la relación”, afirman y relatan cantidad de casos en los que han logrado perfecta armonía luego de un tratamiento. Vetere entiende que si bien la humanización de las mascotas puede ser un ensayo de responsabilidades, las diferencias con tener un hijo son enormes: “a un animal no se lo educa en valores, no tiene el sentido de la trascendencia que brinda un hijo”. Biglieri considera finalmente que hay que tener en claro que la paternidad implica un reajuste respecto de lo que alguien puede creer en virtud de tener mascotas: “Tiene que haber una readaptación de la pareja. La humanización no favorece en este sentido porque con el animal hay que tener otros códigos. No necesariamente tener un buen desempeño como dueños de una mascota implica que vayan a ser buenos padres”, concluye.ß Producción de Lila Bendersky

Cecilia Membrado, Ignacio Basaldúa y, su boyero de Berna, Simón

Exponentes de un mercado en ascenso Club Can Empresa de paseadores con seguimiento por GPS de la ubicación del grupo de paseo, seguro médico, perfil online de la mascota, proveeduría de alimentos, turnos en veterinaria y estética. Más datos: club-can.com.ar Amores Perros Boutique canina que ofrece indumentaria de diseño, en diversos tamaños, con prendas y accesorios exclusivos para invierno y verano. Más datos: amoresperrosweb.com.ar Delicias y ladridos Galletas caseras, premios y pastelería para mascotas con ingredientes ciento por ciento naturales. Más datos: deliciasyladridos.com Koketitos Peluquería y boutique para mascotas con circuito de spa que ofrece hidroterapia, ozonoterapia, baño de luz, masajes, baño, corte y peinado. Más datos: koketitos.com Petville Animal resort en Pilar. Disponen de amplias instalaciones al aire libre para que puedan “vivir su animalidad”, además de baños, veterinaria y comida. Más datos: petville.com.ar

fotos de IgnacIo coló

Del patio a la cama, o las formas de relacionarnos con los animales opinión María Agustina Vidal Para La NaCioN

A

lo largo del tiempo, la mascota ha tenido una evolución en el hogar, del patio o el exterior de la casa a la cocina y, finalmente, al interior de ese hogar, como uno más de la familia. En el caso de algunas parejas, con un lugar similar al que ocuparía un hijo. De todas maneras, trasciende a las parejas: personas solas, viudas o solteras también se rodean de mascotas en busca de compañía. Hoy, se prefieren razas de talla pequeña como caniche, bull dog francés, Boston terrier o Yorkshire terrier, ya que son ideales para llevar de acá para allá, desde una reunión entre amigos hasta las fiestas de fin de año. Diez años atrás, por ejemplo, los hombres elegían las razas y preferían un rottweiler, doberman u ovejero alemán identificándose con su virilidad, como una prolongación de su ego.

Vale aclarar que en el caso de estas razas los costos son elevados, suelen tener valores que rondan los 5000 pesos más el mantenimiento y el gasto en accesorios y cuestiones periféricas, que cada vez ocupan más lugar en el presupuesto. El problema de humanizar a estos animales es que muchas veces terminan durmiendo en la cama, se les compra ropa, comen en la mesa y hasta se organizan las vacaciones en función de dónde se pueda ir con ellas. Eso sí, lo que no hay que perder de vista es que la necesidad de consumo o de tanta atención es del dueño, no del animal. También hay que considerar que, sobre todo, las razas más grandes en tamaño necesitan hacer vida de animal, es decir, necesitan salir, correr, quemar energías porque de lo contrario se estresan. Lo que necesitan es experimentar más su animalidad, lo que a veces se pierde en la vida de ciudad. Como profesional, en las consultas, me cuesta atender a estas mascotas cuando el vínculo con

sus dueños es tan fuerte. Me han llegado a decir “tiene mi carácter”, o “salió a mí”... Muchas veces hay que explicar muy bien situaciones difíciles como enfermedades crónicas y terminales, y ponderar la calidad de vida y la calidad de muerte, porque los animales tienen una vida media y muchas veces estos dueños quieren que vivan toda la vida cuando la realidad es otra. La vida de una mascota no excede los 15 años, mientras que la ley de la vida indica que los hijos nos trascienden, con lo cual hay que tener clara esa diferencia. En definitiva, existen tantas formas de relacionarnos con nuestros amigos animales, como personas hay en el mundo, cada uno los siente, los ama, los cuida o los descuida a su manera. Nuestra misión se mezcla con cada uno de esos sentimientos, imponiendo el criterio profesional para sanarlos cuando es posible y acompañarlos en momentos de adversidad.ß La autora es veterinaria