Cuando la familia se agranda... demasiado

16 feb. 2009 - enero pasado en Pablo Podesta. AYUDENOS A ENCONTRARLOS. Si sabe algo de estos chicos, comuníquese con Missing Children por.
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INFORMACION GENERAL

Lunes 16 de febrero de 2009

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FAMILIAS MULTIPLES Y UN DEBATE TRAS EL NACIMIENTO DE OCTILLIZOS EN ESTADOS UNIDOS

Cuando la familia se agranda... demasiado Cuatrillizos, quintillizos y sextillizos transforman la vida de sus padres en 70 hogares de la Argentina; cómo son las experiencias

“El sueño del equipo de fútbol propio”

EVANGELINA HIMITIAN LA NACION Todos recuerdan la primera ecografía como el día en el que les cambió radicalmente la vida. Ese día, dejaron de ser “una pareja con ganas de ampliarse”, para convertirse en un familión; pasaron de ser dos profesionales exitosos e independientes a una prole que se desplaza en un vehículo con tres filas de asientos, que recambia 1000 pañales al mes, que por día toma cinco litros de leche y que, en la preadolescencia, no se sacia con menos de tres kilos de milanesas. Son familias que, como la de los octillizos que nacieron el mes último en California, se ampliaron de golpe por un embarazo múltiple. Cuatrillizos, quintillizos y hasta sextillizos que transformaron la vida de sus padres. En el país hay unas 70 familias de este tipo. LA NACION entrevistó a cinco de ellas para saber cómo es la vida de una familia a la que llegaron más de cuatro hijos de golpe: los Garbini, de La Plata; los Caballero, de San Miguel; los Armetta García Herrera, de Martínez; los Colombo, de Carapachay, y los Diligenti, de Belgrano. En el país, también hay otros 6930 hogares en los que nacieron trillizos o mellizos. Más del 70 por ciento de las familias múltiples se formaron por tratamientos de fertilización asistida o estimulación ovárica, según informó Laura Pérgola, directora de la Fundación Multifamilias. En el país hay dos familias de sextillizos, cinco de quintillizos y 60 de cuatrillizos. “Los quintillizos más chicos tienen 12 años, porque desde hace algunos años se regularon los tratamientos. En cambio sí volvieron a darse casos de cuatrillizos”, explicó Pérgola, que es madre de mellizos. “Para el Indec, los nacimientos múltiples son aquellos partos en los que más de un chico llega al mundo. Desde 2000 comenzamos a hacer un registro y en total unas 7000 familias múltiples nos contactaron. Nosotros llevamos estadísticas y les ofrecemos una tarjeta con descuentos en más de 200 locales, además de cursos para padres”, relató Pérgola. Una vez por año organizan un encuentro de familias múltiples. Además, impulsan varios proyectos de ley para que el Estado promueva una política que contemple las situaciones específicas de estas familias: “Hoy, las licencias por maternidad son de tres meses, hayas tenido un hijo o seis. Además, no hay subsidios específicos para familias de bajos recursos. La llegada de tantos hijos juntos es todo un desequilibrio emocional y económico”, apuntó la profesional. Las familias entrevistadas lo detallaron: sólo para volver a casa después del parto hubo que vender el auto y comprar uno con tres filas de asientos, remodelar la casa y comprar carri-

Así viven los Armetta la llegada de cuatrillizos, pero admiten las dificultades por ser tantos

SANTIAGO HAFFORD

Retrato familiar: los quintillizos Garbini posan para la foto junto a su madre, Adriana, en La Plata

MIGUEL ACEVEDO RIU

RICARDO PRISTUPLUK

Los cuatrillizos Colombo

Los cuatrillizos Armetta García Herrera juegan y disfrutan de la tarde

tos, butacas, mamaderas y pañales por mayor. Además, acostumbrarse a convivir con abuelas, tías y niñeras, o cualquiera que se ofreciera a colaborar. “De un día para el otro, pasamos de ser una pareja joven e independiente a ser once viviendo en casa”, dice Adriana Camiña, la madre de los quintillizos Garbini, que hoy tienen 12 años. Por seis años, Adriana y Diego habían buscado un hijo. Decidieron someterse a un tratamiento de inseminación artificial. “Al mes me hice el test y le avisé a mi médico que estaba embarazada. Me dijo que fuera a verlo, que quería saber cuántos eran. Yo pensé: «Mientras no sean siete». ¡Pero al final eran cinco!”, cuenta. Lara, Ezequiel, Franco, Octavio y Augusto llegaron en medio de la alegría y el pánico de la familia. Las

abuelas tuvieron que instalarse en la casa de día y de noche. Además, hubo que contratar varias personas para ayudarlos. “Cuando lloraba uno, lloraban todos y necesitábamos cinco manos”, cuenta. En un año, gastaron la herencia (equivalente a media casa) que había recibido Diego, entre pañales, ayuda, leche, ropa y otras cosas. Ahora que los chicos tienen 12 años, la vida en la casa de los Garbini no es más tranquila, aunque sí menos demandante. Adriana y Diego se divorciaron hace algunos años y él se mudó a Perú. Hace pocos días, “los quinti” volvieron de vacaciones. Dos semanas a Mar del Tuyú con la madre. “Yo disfruté de cada etapa. Y sé que me volví loca, pero volvería a tener cinco hijos. Es mucho esfuerzo, y a veces es difícil para la pareja volver a encontrar

momentos propios”, confiesa. Los cuatrillizos Caballero atraviesan, según cuenta Valeria, la mamá, su mejor etapa. Francisco es el sociable; Agustín, el sensible; Pedro, el comediante, y Milagros, la damita. Los cuatro acaban de dejar los pañales y se sienten independientes. Hablan, juegan y ya no requieren tanto estar en upa. Van a cumplir tres años en marzo y Valeria y Néstor piensan mandarlos al jardín pronto. La independencia alcanzada por los vástagos se siente como todo un triunfo familiar. “La primera etapa es la más difícil. Yo los amamanté para que todos sintieran el calor, pero terminamos usando mamaderas, porque se quedaban con hambre –cuenta Valeria–. Cuando cumplieron seis meses, fue la primera vez que dormimos dos horas seguidas, no lo podíamos creer.”

Felicitas García Herrero asegura que su familia cumple con el sueño de tener el equipo de fútbol propio. “Hasta tenemos nuestra propia banda de música, los Danger Four”, bromea José Luis Armetta, el padre de Mía, Julia, Fermín y Jerónimo, todos de tres años. José Luis es músico, y sus hijos no tardaron en demostrar que habían heredado la misma pasión. En el entrepiso de la casa que tienen en Martínez, los “Danger Four” ejecutan una zapada: Julia en el teclado, Fermín en el bajo, Jerónimo en la batería y Mía, “la rubia”, en la voz. Felicitas es abogada y vivía con su esposo, José Luis, desde hacía seis años en Barcelona. Vino al país para hacerse un tratamiento y nunca más pudo volver: “Me quedé recontraembarazada. Tuvimos que mudarnos para acá, donde teníamos familia y amigos, porque si no, era imposible”, contó. Durante los meses siguientes, subió unos 20 kilos y tuvo que hacer reposo para que sus hijos crecieran dentro de ella la mayor cantidad de semanas posible. Así y todo, a la semana 33, Felicitas llegó a su límite y se programó la cesárea. “Las mujeres de la familia vinieron todas a ayudar. Lo mismo que mis amigas. Pero a los hombres les da como una especie de fobia, a ver si es contagioso”, bromea Felicitas, que desde el año pasado volvió a trabajar. Ingresó en una fiscalía de instrucción en Tribunales. “Económicamente lo necesitás, somos muchos. Cada día tomamos cinco litros de leche”, explica.

Cada uno es especial Felicitas y José Luis se turnan para quedarse con los chicos. El los lleva al jardín y ella los va a buscar. “Te tenés que organizar, todo es en serie. Pero a la vez hay que conseguir que cada uno se sienta especial, único y mimado por sus papás”, cuenta ella mientras prepara la merienda para todos. Todo el barrio los conoce. Viven muy cerca de Unicenter, pero saben que si van al shopping es una pregunta cada cuatro pasos. “¿Son todos tuyos? ¿Cómo hacés? ¿Son parecidos?” La batería de preguntas es tan poco original que Felicitas hasta pensó en armar un folleto explicativo para entregarlo a la gente que la cruza por la calle.

RESULTADOS

HISTORIAS SOLIDARIAS Y EN EL HOSPITAL DE SAN ISIDRO

Loto

Un lugar para los chicos con leucemia

Para dar una mano

La Fundación María Cecilia creó un área de oncología con siete profesionales y 25 voluntarios BELEN QUELLET FUNDACION LA NACION “Mamá, esto lo tenemos que continuar”, le dijo María Cecilia a María Ester Rodríguez. A su hija, de entonces sólo doce años, le habían diagnosticado leucemia en 1991 y falleció mientras esperaba poder viajar a Israel, donde había un donante compatible de médula ósea para intentar un trasplante. La comunidad de Beccar vivió, según María Ester, una “psicosis de ayuda” y recaudó casi 80.000 dólares, que, mediante un plebiscito, decidieron destinar a cumplir su deseo. La Fundación María Cecilia comenzó a funcionar en 1995 dentro del Hospital Materno Infantil de San Isidro. Crearon el área de Onco-Hematología y se hicieron cargo de los honorarios de los siete profesionales con los que cuentan, entre médicos especializados, psicólogas y nutricionistas. El equipo se completa con 25 voluntarios que atienden a los casi 300 chicos que hoy se tratan allí. Hasta su creación, la zona norte del Gran Buenos Aires no contaba con un lugar de atención gratuita donde los chicos con enfermedades oncológicas pudieran tratarse. Brindan, además, la medicación para su tratamiento, el desayuno a padres y chicos, y ayudan con ropa o cosas materiales, según sus necesidades. Inés, la voluntaria más joven, con 22 años y estudiante de medicina, hace ya dos años que comenzó a ir todos los martes a la sala de juegos o a la sala de internación a visitar

a los chicos. “Rescato el sentido de pertenencia de estar aquí, aunque es difícil permanecer cuando uno de los chicos ya no está; pero están todos los demás, que nos esperan y reclaman si no venimos”, cuenta. En La Casita, un local que funciona en la esquina del hospital, reciben donaciones para las familias; allí también, a través de la venta de muebles y ropa en una feria americana, obtienen parte de sus fondos. Otra forma de colaborar con ellos es haciéndose miembro del Club del Dulce de Leche, donde el compromiso consiste en donar un litro de leche por mes, o del Programa Padrinazgo, donde con una cuota periódica de dinero en efectivo se ayuda a la familia de cada chico con sus traslados y los costos del tratamiento. “Nos sostenemos con donaciones de particulares, empresas y colegios de la zona que se comprometen todos los años, y si bien el presupuesto de este año está garantizado, nuestros médicos han estado, a veces, hasta seis meses sin cobrar”, dijo Carmen, voluntaria abocada a la logística de recursos materiales y monetarios, quien invita a visitar la página www.fmc.org. ar o ponerse en contacto llamando al (011) 4747-1096, 4742-4905 o por e-mail: [email protected]. La doctora Angélica Barbieri, jefa del servicio, ha abierto una causa en Facebook para sumar más contribuciones, tanto del país como del exterior. Cada quince días organizan, fuera del hospital, el Taller de Duelo, abierto a todos los padres que han perdido un hijo por esta enfermedad.

“La gente tiene buena onda, lo que pasa es que le llama la atención”, resume José Luis. “Te comunicaste con la casa de Tomás, Joaquina, Nina, Lola, Carlos y Gisella”, repite una y otra vez el contestador de la casa de Carapachay. Ocurre que para comunicarse con Gisela Raffaele, madre de cuatro bebes de siete meses, hay que darle tiempo para que llegue al teléfono. Cuando Gisela se enteró de que estaba “tan embarazada”, no pudo dormir por una semana. Ella y Carlos Colombo habían iniciado un tratamiento para tener un bebe. “Uno siempre piensa en uno”, dice. Pero gracias a la estimulación ovárica, en su útero fecundaron cuatro. “El test de sangre me había dado tan alto que el médico me dijo que no podía ser. Empecé a buscar en Internet y me enteré de que ese valor significaba embarazo múltiple, y yo estaba al tope. No pude dormir hasta que me hice la eco, y efectivamente eran cuatro”, cuenta Gisela, que tiene 32 años. Fue todo un shock. “Mirás el monitor y decís: «No puede ser»”, aporta Carlos. Como era un embarazo de alto riesgo, a los tres meses le prohibieron a Gisela desde caminar y viajar en auto hasta tocarse la panza, que ya era enorme, porque eso provoca contracciones. El movimiento que sentía ahí adentro era imparable. “Sentía que los tenía por los costados”, dice. Un mes después del nacimiento, cuando todos salieron de la clínica, el dúplex de los Colombo se convirtió en una nursery. La casa tenía que estar entre los 23 y 24 grados. Y era impensable salir. De hecho, los bebes nacieron el 4 de julio y la primera vez que Gisela dejó su casa fue a fines de octubre. Hace un mes, los bebes comenzaron con comidas sólidas, lo que obliga a los padres a organizarse en serie con las papillas. Hasta hace poquito compartían las cunas de a dos, y al principio dormían todos juntos. Ocurre que están tan acostumbrados a estar juntos que necesitan el contacto y la proximidad física de sus hermanos. Tomás ya se sienta solo y las bebas rolan. Eso sí: basta que uno empiece a gritar para que el mismo sonido corra como reguero de pólvora en boca de los hermanitos.

El intendente Posse recibe una donación de la Fundación María Cecilia

AYUDENOS A ENCONTRARLOS

Ludmila Garaban

Gabriel Guarnieri

Nicolas Domine

8 años. Falta desde el 1° de enero último. Vive en la Capital.

6 años. Falta desde el 14 de noviembre de 2008. Reside en Escobar.

2 años. Falta desde el 7 de julio pasado. Vive en Marcos Paz.

Si sabe algo de estos chicos, comuníquese con Missing Children por el 4797-9006 o escriba a [email protected]

Ramón Alberto Otazo 23 años. Padece epilepsia y retraso mental. Fue visto por última vez 27 de enero pasado en Pablo Podesta.

Clasificados solidarios, un espacio para transformar las ganas de ayudar en acciones concretas. Se puede colaborar por medio de donaciones o de trabajo voluntario. Todos los días en el suplemento clasificados y en http://clasificados.lanacion.com.ar/solidarios

Cursos de microcrédito. La Fundación Cláritas, a través de su Escuela de Emprendedores Sociales, abre la inscripción de sus cursos de “Microcrédito en organizaciones sociales”, “Claves para su comprensión y aplicación” y “Recaudación de fondos en organizaciones sociales, herramientas para empezar o mejorar”. El curso de microcrédito para organizaciones sociales, que se dictará desde el 16 de marzo, está destinado a miembros de organizaciones de la sociedad civil de la Argentina y América latina interesados en conocer en profundidad este instrumento y en evaluar las posibilidades de implementar un programa de microfinanzas. Consultas en www.claritas.org Capacitación gratuita. La Fundación Juan Gastón Vignes es una institución sin fines de lucro que, desde 1965, se dedica a la capacitación de docentes, jóvenes y adultos para el trabajo voluntario, de manera absolutamente gratuita. En abril se inicia su nuevo curso de “Formación de líderes voluntarios”, especializados en recreación, campamentos educativos y proyectos comunitarios. Informes a partir de marzo, los martes y jueves, de 18 a 22, al teléfono 4941-2459.

Sorteo tradicional: vacante Monto: $ 1.790.106,60 Números: 32, 13, 12, 7, 30 y 28 Sorteo desquite: vacante Monto: $ 2.700.204,28 Números: 34, 17, 21, 39, 15 y 8 Sorteo sale o sale: Cinco aciertos: 52 ganadores Cobra: $ 3.467,51 c/uno Números: 19, 10, 22, 17, 15 y 8 La Yapa: Con seis aciertos: 124 ganadores Cobra: $806,45 c/uno

Brinco Seis aciertos: vacante Monto: $ 1.000.000 Números: 22, 24, 36, 37, 38 y 39 Cinco aciertos: 3 ganadores Monto: $ 8.033,53 c/u

Quini seis Sorteo tradicional: vacante Monto: $ 1.500.000 Números: 2, 3, 4, 20, 27 y 45 Sorteo segunda vuelta: vacante Monto: $ 1.500.000 Números: 12, 16, 23, 27, 29 y 35 Sorteo revancha: vacante Monto: $ 1.548.168,47 Números: 0, 9, 15, 16, 31 y 41

Pozo extra

776 ganadores Monto: $ 386,60 c/uno Sorteo siempre sale Cinco aciertos: 27 ganadores Cobra: $ 12.571,18 c/uno Números: 16, 18, 19, 22, 30 y 32

Telekino Quince aciertos: vacante. Monto: $ 592.113 Números: 2, 3, 4, 5, 6, 7, 9, 10, 11, 13, 14, 19, 21, 23 y 25 Catorce aciertos: 26 ganadores Monto: $ 1.326 c/uno Trece aciertos: 1.238 ganadores Monto: $ 48 c/uno Doce aciertos: 14.504 ganadores Monto: $ 5 c/uno Once aciertos: 76.155 ganadores Monto: $ 3 c/uno

Re Kino Quince aciertos: vacante Monto: $ 246.395 Números: 1, 2, 4, 6, 8, 10, 12, 13, 14, 15, 16, 18, 19, 20 y 22