CUANDO ES MÁS IMPORTANTE EL “YO” Por Gladys Sastré de Piza La crisis en los matrimonios cristianos cada día se incrementa. Las parejas olvidaron cuál era el fin de su unión, las frases de “quiero hacerlo (a) feliz…” “lo más importante para mí es cómo se sienta él (ella)…” han terminado en el baúl de los recuerdos. Es muy desalentador ver a matrimonios comportándose como enemigos, sin poder articular dos frases entre ellos, recriminándose, olvidando el por qué en algún momento decidieron unir sus vidas. Todo tiene que ver con el egoísmo, cuando nos parece más importante lo que siento, lo que sé y lo que me hace feliz. Según el diccionario el egoísmo es el afecto excesivo de alguien para consigo mismo. Ya no caben en este punto, la opinión, bienestar, consideración, etc., de la otra persona, que en este caso es el prójimo más cercano y es nuestro esposo(a). Es el pecado de Satanás cuando dijo: “subiré al cielo...levantaré mi trono…me sentaré…seré semejante al Altísimo” Is 14:13-14. Si se dan cuenta todo está en primera persona, que es lo que utilizamos cuando decidimos ocuparnos sólo de nuestro bienestar. Nuestro deber es regresar a una comunión plena y franca con el Señor. Cuando descuidamos esta parte, sutilmente nos vamos deslizando. Y aunque parezca que no supimos cómo empezó todo, dejamos la puerta abierta para que el “yo” empiece a ocupar el lugar de nuestro Dios y salvador. También aprovechando la oportunidad, el demonio hace la parte que le corresponde y le ayudamos a tomar espacios en nuestra vida. Como dice en Efesios 4:22-26, debemos renovar nuestra mente y ser semejante al Señor en justicia y santidad y no darle el lugar al diablo. La Biblia es muy práctica y nos pone la atención a lo prioritario. Hay que voltear la mirada al Señor. La lectura de su Palabra, la meditación en ella y la oración volverán a ponernos en el camino correcto. A veces creemos que para componer una situación tan caótica en nuestro matrimonio requerimos de cosas extraordinarias, pero realmente es regresar a lo básico, a lo aprendido desde un inicio. Quizá el buscar a alguien en quien confiemos, maduro y que pueda dar seguimiento a nuestro nuevo empiezo, sería darle un plus a este intento para comprometernos y tener éxito. “Porque Dios es el que en vosotros produce el querer como el hacer, por su buena voluntad” Fil 2:13 Seamos fieles destronando al “yo” y dándole ese lugar a Jesucristo. Cambiará nuestro matrimonio,
ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.