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Como en el súper: el precio dejó de ser un tabú para el

9 sept. 2013 - puente entre EGGO y varias institu- ciones ... olimpíadas. La capital de Japón pone en marcha una completa remodelación de su bahía.
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SOCIEDAD | 13

| Lunes 9 de septiembre de 2013

SOCIEDAD Edición de hoy a cargo de José Crettaz | www.lanacion.com/sociedad

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Como en el súper: el precio dejó de ser un tabú para el mundo del arte

feria eggo. Gran convocatoria de la muestra que reunió a

300 artistas argentinos y se animó a exhibir los valores económicos debajo de cada obra. Ya es un récord de ventas Viene de tapa

Esta decisión, la de colocar el precio junto a la obra, en vez de incomodarlos, colocó a los artistas en un lugar más cercano a los visitantes y compradores. “Comprobamos que no nos hemos equivocado. Incluir el precio de la obra significó, contra lo que muchos temían, que se vendiera más”, agregó Castagnino. El año pasado, la feria –que durante once años se llamó Expotrastienda– pasó a ser EGGO y vendió obras por tres millones de pesos. Según Castagnino, este año la cifra sería aún superior. Todavía no tiene números definitivos, ya que la feria cerrará esta noche y hoy se podrá visitar con entrada gratuita. Llegar a la decisión de colocar los precios en lugares visibles no fue sencilla. Ya el año pasado los organizadores habían impulsado esta iniciativa. Sin embargo, la mayoría de las galerías se había resistido a incluir ese dato en la ficha técnica de cada obra. Este año, sin embargo, la aceptación fue completa. También se establecieron rangos de valores. Se les pidió a los galeristas que el 70 por ciento de lo que exhibieran estuviera entre los 1000 y los 25.000 pesos. Un precio capaz de tentar a quienes no son los tradicionales consumidores de arte. “Se ha cumplido. Y la franja que mejor se ha vendido es aquella que está entre los 1000 y los 3000 pesos”, contó Castagnino. El fin del tabú del precio en el arte significó un incremento en la cantidad de ventas. Y eso se notó ayer en los pasillos del Centro Cultural Recoleta, donde el desfile de visitantes que se iban con algún cuadro bajo el brazo era constante. “Me encanta la propuesta. El precio no tiene por qué ser un impedimento. No desmerece la obra, por el contrario, la jerarquiza dentro del orden de lo cotidiano, de lo

cercano, de lo accesible. Decir arte y decir precio no tiene que ser incompatible”, dijo Micaela Dell Olivastro, de 28 años y arquitecta, que ayer llegó a la feria con una amiga. “No vinimos sólo a ver. Trajimos la plata y yo si encuentro algo que me guste, lo voy a comprar. No será la obra más cara, pero sí es una que me gusta y que puedo colgar en mi casa. Y eso me encanta”, dijo Florencia Frattolillo, de 27 años. En la entrada de la feria hay una mesa en la que dos mujeres embalan las obras que los visitantes acaban de comprar. Por momentos, no daban abasto. “Que el arte se venda en una feria con los precios exhibidos a la vista de todo el mundo como si fuera un supermercado es genial y nos posiciona a la altura de lo que está pasando en Berlín, Miami y Londres”, asegura desde su stand Milo Lockett. “Esto no sólo es bueno porque amplía el mercado, sino porque, superado el tabú del precio del arte, se puede producir un encuentro directo entre el artista y la gente. Eso es genial”, afirmó. Regalo para un nieto Lockett se quedó allí durante casi toda la feria para dialogar con los visitantes. Incluso accedió a escribirles dedicatorias personalizadas detrás de las obras y hasta se emocionó cuando una abuela le compró una pintura para el cuarto de su nieto de cinco años. “Es un regalo que tal vez uno no hubiera imaginado. Pero es una gran idea, porque es darle la posibilidad a un chico de abrir en su cuarto una ventana al mundo del arte y transitar ese mundo todos los días de su infancia”, dice. Las nuevas formas de consumir arte a partir de precios accesibles plantean todo un desafío. Se estima que en la Argentina son unos 10.000 los compradores habituales de arte. El desconocimiento de la materia, el temor a no saber ele-

gir o a tener que pagar una fortuna han sido los mayores enemigos de la ampliación del mercado. Sin embargo, en los últimos tiempos, la devaluación y las restricciones cambiarias han acercado a muchos nuevos compradores al mundo de las galerías, las ferias y las subastas. Se estima que el 60 por ciento de las personas que compraron arte durante el último año estaban adquiriendo su primera obra. Emilio Fatuzzo tiene 32 años, es pintor y decidió estar presente en EGGO en el stand que expone sus obras. “Lo bueno de que el precio esté visible es que baja la tensión. Hay gente que es tímida y no se anima a preguntar cuánto cuesta. En cambio, superada esa información, se acerca al artista a preguntarle acerca de la obra. Y eso es muy gratificante. En estos días me han preguntado tanto por la técnica utilizada como si pinto de noche o de día, si tomo vino o Coca-Cola. Y está buenísimo. Es una manera de que los artistas conozcamos lo que piensa la gente cuando está del otro lado de la obra”, dijo. Fernanda Piamonti tiene una técnica que la distingue del resto. Ella usa pintura asfáltica y pinta imágenes urbanas sobre PVC. Mientras exhibe sus obras en el stand de la galería de Marcial Sarrías, no se incomoda en hablar del precio de sus obras con los visitantes y disfruta de las conversaciones que surgen. “No es sencillo explicar la técnica. Uso desde tierra de Misiones hasta carbón. Y la gente siente curiosidad. Pero también valoran el trabajo. Por suerte hay una noción de que el arte joven también puede valer. Nadie me dijo: «Qué divino esto, pero qué caro». Eso ya es una satisfacción”, apuntó. La feria puede visitarse hasta esta tarde. Hoy, a diferencia de los días anteriores, la entrada es libre y gratuita.ß

En EGGO, el precio es parte activa de la obra que se exhibe

fernando massobrio

La satisfacción de la misión cumplida opinión Solange Guez LA NACION

U

no de los principales objetivos planteados inicialmente por quienes hacemos EGGO fue despertar el interés de sectores sociales no vinculados con el arte y, de esa manera, ir ampliando los límites del mercado de las artes visuales con la incorporación de nuevos coleccionistas. Y, en esta segunda edición, seguimos consolidando el concepto EGGO: ofrecer una oportunidad real de comprar obras de calidad a valores accesibles a los coleccionistas tradicionales e interesar a los recién llegados al mundo del coleccionismo. No se equivoca el director del Centro Cultural Recoleta, Claudio Massetti, cuando afirma: “La feria EGGO tiene como objetivo acercar el arte a la verdadera demanda…”. El objetivo principal de una feria es que los galeristas vendan. Sin compra-

dores, ninguna feria tiene sentido. Otro concepto que nos propusimos transmitir fue que la obra de arte puede ser apreciada no sólo desde la experiencia de verla en un museo o en una galería, sino que está abierta la alternativa de poseerla, de disfrutar de ella todos los días, instalando la idea –real, por otra parte– de que adquirir arte es sencillo. Frases como “me lo llevo ya” o “no sé nada de arte, pero compré lo que me gustaba” cumplen la función de dinamizar y abrir mercado a nuevos jugadores en este panorama de oferta y demanda. Al éxito de esta política han contribuido la estrategia de precios a la vista, al derribar mitos y barreras que ubican al arte en una altura casi inalcanzable o reservada para pocos entendidos, y la convicción de que los expositores de EGGO garantizan la calidad de las obras que exhiben. Los prestigiosos coleccionistas norteamericanos Nicholas Pardon y Sammy Sayago avalan esta última afirmación: “La excelente calidad de

la producción artística argentina está en un buen momento para lograr mayor visibilidad y posicionamiento en la escena internacional. (…) Es por ello que creemos en invertir, coleccionar, investigar y promover a los muchos artistas interesantes que hoy en día exploran de forma multifacética la abstracción en la Argentina, en diálogo tanto con su propio contexto como con la arena global del arte contemporáneo”. Y confirman este elogio con su presencia en EGGO, a través de la exposición “Pinturas donde estoy”, de la artista Mariela Scafati, con la curaduría de Claudio Iglesias. El desembarco en el país de la colección Sayago & Pardon, que se especializa en el coleccionismo de abstracción geométrica, ha sido puente entre EGGO y varias instituciones, curadores y coleccionistas locales y del exterior. Como conclusión de estas breves palabras, podemos decir: ¡misión cumplida!ß Coordinadora general de EGGO

Islas artificiales y estadios futuristas, las promesas de Tokio para los juegos de 2020

Encontraron vivo a un uruguayo perdido

olimpíadas. La capital de Japón pone en marcha una completa remodelación de su bahía

en la cordillera. Estaba desaparecido desde

TOKIO (EFE).– Tras hacerse con los Juegos de 2020, Tokio tiene por delante el reto de levantar varios estadios y una villa olímpica, y el de reforzar su red de transportes, especialmente en torno de la zona de su bahía, donde busca crear un ambiente futurista que incluye varias islas artificiales. Cuando aún se escuchan las repercusiones de su elección como sede de la competencia olímpica, la capital de Japón se pone manos a la obra para levantar las 22 instalaciones (el 59% del total) que aún no existen y para las cuales cuenta con un fondo de reserva de US$ 4500 millones. Los renders del nuevo estadio nacional Kasumigaoka, una de las dos megaobras que están fuera de la bahía donde se concentrará la actividad olímpica (la otra es el circuito de ciclismo en ruta que estará frente al Palacio Imperial), ya causan impresión. El proyecto de la arquitecta angloiraquí Zaha Hadid prevé crear sobre la base del estadio olímpico de 1964 una estructura grandilocuente y dinámica en color blanco con cubierta retráctil y capacidad para 80.000 personas. No obstante, el resultado final podría variar respecto del diseño original ya que el Consejo de Deportes japonés, propietario del estadio, podría revisar la selección de materiales debido a que la obra podría superar fácilmente los US$ 2000 millones, en vez de los US$ 1300 millones presupuestados. De cualquier modo, el estadio deberá estar a punto para recibir el Mundial de Rugby de 2019, probablemente el acontecimiento de ma-

El nuevo estadio nacional, diseño de la arquitecta Zaha Hadid yor entidad en la capital de Japón antes de los Juegos y el que pondrá más a prueba buena parte de lo prometido por la candidatura. Ya en la zona de la bahía, la ciudad tendrá que construir un velódromo, un estadio de vóleibol para 15.000 espectadores, y un coliseo con pistas para disputar partidos de badminton o basket en la isla artificial de Ariake, donde se va a concentrar buena parte de la acción en los Juegos de 2020. En el otro extremo del estuario, en Yashio, se debe construir también un parque con varias canchas que deben sentar a 10.000 espectadores para los partidos de hockey sobre césped. Para vincular mejor estos emplazamientos entre sí y con la lla-

mada zona patrimonial, que se corresponde con la porción donde se celebraron los juegos olímpicos de 1964, es previsible que se hagan nuevas estaciones, y se conecten y amplíen al menos la línea Rinkai de tren y la Yurikamome (que funciona con un monorriel sin conductor). Tokio se comprometió a que el público asistente no realizaría desplazamientos superiores a los 30 minutos entre ninguna de las sedes que compondrán el núcleo central de estos juegos, por lo que el comité organizador estudiará muy de cerca cómo optimizar la ya de por sí eficiente red de transporte de la ciudad. El área residencial que acogerá a unos 17.000 atletas se levantará en

la isla de Harumi en un espacio de 44 hectáreas que contará con edificios de diseño futurista y amplias zonas verdes que costarán unos US$ 1050 millones. Aunque más de la mitad de las sedes queden por levantar, los plazos no preocupan en un país donde el sector de la construcción es uno de los más activos y avanzados del mundo. Los grandes descampados de las múltiples islas ganadas al mar que pueblan la bahía de Tokio han permanecido años intactos a la espera de que el Comité Olímpico Internacional (COI) eligiera a la capital japonesa como sede para 2020, cosa que finalmente se dio en Buenos Aires.ß

el 11 de mayo; buscó protección en un refugio Un motociclista uruguayo desaparecido hace cuatro meses mientras intentaba atravesar a pie la cordillera de los Andes fue rescatado el domingo por técnicos que realizaban mediciones de nieve. Raúl Fernando Gómez Cincunegui, de 58 años, fue hallado en el interior de un refugio que suelen usar los expedicionarios que participan en los cruces de los Andes. El hombre decidió quedarse en el refugio para protegerse de las bajas temperaturas del invierno austral cuando se dio cuenta de que se había extraviado tras una tormenta de nieve. “Lo mejor que pudo hacer fue quedarse en el refugio. En la Cordillera a la intemperie es imposible sobrevivir”, dijo a un canal de televisión Walter Gallardo, piloto del helicóptero que rescató a Gómez. El piloto, junto con dos técnicos de hidráulica del gobierno de San Juan, descubrieron a Gómez cuando llegaron al lugar en helicóptero para realizar las mediciones de acumulación de nieve, necesarias para los cálculos hídricos de la provincia. Pese a que estaba muy debilitado por la falta de alimentos, Gómez logró llegar hasta la puerta y abrirla, lo que alertó a los técnicos que trabajaban en el lugar, quienes se dirigieron al refugio. “Lo único que pudimos

hacer nosotros fue brindarle unas pasas de uva, porque estaba muy débil, a tal punto que no se podía parar”, contó Gallardo. Gómez fue trasladado a un hospital de la zona, donde permanece internado. “Él habló conmigo unas palabras, pero estaba deshidratado y aparte adelgazó como 20 kilos”, dijo la madre, Teresa Cincunegui, a un canal de televisión. Los familiares de Gómez habían perdido contacto con él en mayo, cuando les avisó que atravesaría a pie la Cordillera desde Chile hacia la provincia argentina de San Juan. Según medios locales, Gómez es empleado público en la ciudad uruguaya de Bella Unión y había viajado a la provincia argentina de Mendoza para asistir a un encuentro de motociclistas en abril, pero luego se dirigió a Chile a visitar a familiares de su esposa. En su regreso a la Argentina, su motocicleta se averió y decidió regresar a pie. “No sé cómo se largó a cruzar la Cordillera caminando solo sin ningún tipo de apoyo, nada, fue realmente una locura. Pero gracias a Dios se salvó”, concluyó el piloto. Medios chilenos informaron que el uruguayo tenía una denuncia por supuesto abuso sexual, ocurrido en ese país. ß

Culto católico San Pedro Claver. Fue sacerdote jesuita. Enviado a Cartagena, defendió a los esclavos.

SantoRal:

lituRgia: hoy se leen pasajes de Co-

losenses (1,24-2,3) y del Evangelio de San Lucas (6,6-11).