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No se pretende ampliar en esta parte sino presentar algunas. 23 Gary Collins, Consejería cristiana efectiva (Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 1992): ...
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CAPÍTULO 4

UNA RESPUESTA EVANGÉLICA AL MOVIMIENTO DEL G-12

Introducción El G-12 se distingue por dos cosas que ya hemos tratado anteriormente como es el postulado de los 12 alrededor de su líder como lo nuevo en la administración de la iglesia. La segunda es la práctica de los retiros llamados “encuentros” para tratar con que los creyentes tengan una verdadera liberación de sus ataduras. Como antes se mencionó en otro capítulo de que el movimiento carismático ha nacido de una crisis pastoral. Lo que menciona Samuel Escobar respecto a los evangélicos hoy en día que “el movimiento latinoamericano enfrenta una crisis pastoral seria, que lo debe llevar a revisar su situación pastoral y la formación de sus dirigentes”.1 Durante los capítulos anteriores se ha descrito el movimiento, se ha analizado bíblico y teológicamente una serie de creencias y prácticas. Ahora, se intentará presentar algunas pautas prácticas para mejorar el liderazgo de las iglesias evangélicas latinoamericanas. El presente capítulo hará un intento de proponer algo ante estos dos postulados para el mundo evangélico que no está de acuerdo con este movimiento carismático. Quizás algunas de las cosas propuestas ya son conocidas pero muchas de ellas se han descuidado. Son lineamientos para pastores que quieren mejorar en su pastoral en el siglo XXI. Es de aclarar que puede haber más de lo mencionado.

Optimizar el ministerio de ancianos-pastores El G-12 presenta el modelo de los doce como una revelación que Dios le dio a César Castellanos. Él presenta que la iglesia que lo implemente recibirá o experimentará el avivamiento 1

Robert Priest, et. al., Poder y misión (Costa Rica: Publicaciones IINDEF, 1997): 110.

72 como nunca en la historia lo ha tenido. Ya anteriormente se ha analizado este postulado y se ha respondido bíblica y teológicamente. También hay que reconocer que en cierta forma esto está respondiendo porque hay crisis de liderazgo en el día de hoy. César Castellanos ha venido exponiendo que los consistorios y directivas ya pasaron de moda y ve a los doce como estar arreglando el altar de Dios. Esta estrategia de los doce no necesariamente es mala. Aunque lo que se trata de presentar en este capítulo es más bien mejorar el ministerio del liderazgo de ancianos pastores en el día de hoy. Es de aclarar que no es por ser doce ni por ser llamados ancianos pastores u otro nombre que se le dé, experimentará avivamiento en su iglesia porque no es una varita mágica para el crecimiento. Porque en la Biblia hay funciones o tareas que ella asigna para todos aquellos que pretenden o han sido elegidos para administrar la iglesia del Señor, quien la compró con sangre. Hay que optimizar este ministerio administrativo para la iglesia de hoy. Se presentarán algunas cosas que a juicio del que está escribiendo considera que se deben mejorar para hacer más efectivo su ejecución entre los pastores de oficio con los ancianos que forman una directiva o consistorio de la iglesia. Se presentarán directrices de ciertas áreas ministeriales que se deben mejorar para prevenir que los miembros de las iglesias conservadoras puedan ir con los movimientos carismáticos. No solo se debe atacar este movimiento sino trabajar en nuestro ministerio pastoral para prevenir.

Los ancianos-pastores deben ser hombres de visión Muchos líderes de hoy no tienen una gran visión para la iglesia que tienen a cargo. Por falta de este motivo se ha caído en un estancamiento crítico. Y luego miran que otras iglesias están creciendo enormemente. Y esto es aprovechado por el G-12 a decir que las iglesias no crecen y mientras las que han adoptado su estrategia si lo están creciendo. Porque su supuesta

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73 visión ha sido revelada por Dios y que son multitudes las que sueñan alcanzar. Algo hay de bueno lo que nos plantean aunque no hay visiones que sean tan divinas porque ya están escritas en la Biblia, pero el liderazgo sí tiene que tener la visión más grande para estos tiempos, no quedándose haciendo lo mismo y no mejorando su forma de ver el ministerio. John Haggai nos dice que “una visión es una imagen muy clara de lo que el dirigente espera que haga o sea su grupo”.2 Claro que no basta solo tener la idea clara de lo que se espera lograr sino debe haber una entrega y el deseo de poner por obra esa visión. A esto se le llama misión, que será necesario ciertos pasos necesarios para hace posible la realización de la misión. Es necesario poner metas, porque ellas diseñan el programa para llevar a cabo la misión y de ese modo cumplir con la visión. Se requiere que las metas se escriban con los pasos que se necesitan para la visión. Es necesario que los ancianos-pastores tengan visión para su iglesia. También que los ancianos-pastores puedan formular su visión si es que no la tienen, usando algunas preguntas, ¿Quienes somos? ¿Donde vivimos? ¿Cuál es el llamado de Dios? Es necesario que se inicie por un auto examen sobre lo que se está haciendo ahora. No solo tenga en cuenta las necesidades de la gente donde se vive para tomar acción y su iglesia tenga una visión más real y específica. Sino se tiene una visión formulada hay que darla a conocer diseñando ministerios según lo que se persigue y no solamente porque así ha sido siempre por tradición. Es necesario evaluar si los ministerios que existen actualmente están logrando los propósitos para lo cual nacieron. O dinamizar los ministerios en relación con la visión del liderazgo de la iglesia. Debemos describir el futuro y cómo llegar allí. Se debe planificar de una manera participativa para que sea posible. Las discusiones acerca de aquí son hacia donde vamos. Se puede formular las siguientes

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John Haggai, El Liderazgo que perdura en un mundo que cambia (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 1986): 24.

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74 preguntas: ¿Qué características tiene este ministerio en este momento? ¿Cómo deberá ser este ministerio en el futuro? ¿Qué tendrá que cambiar para que este ministerio llegue a ser lo que debe ser? Los líderes de la iglesia deberán tener clara la imagen de cómo quieren ver su iglesia en tres años, en diez años, etc. Cuando esto lo implementemos en los ancianos-pastores entonces su iglesia sabrá hacia donde va y los creyentes se sentirán bien conducidos y por naturalidad su iglesia crecerá. El G12 nos desafía con su estrategia de los doce y que cada uno busque sus doce en ese afán de la multiplicación de multitudes. Se habla también de los 144 y de los mil de los diez mil. Muchos líderes tienen una vista muy corta en su alcance y se conforman con los pocos que hay congregados en su templo. Pensemos, tengamos una visión y demos pasos de fe porque al final el crecimiento lo da Dios. ¿Cuál es la visión de su equipo de ancianos-pastores? Si no se encuentra esto su organización va a la deriva. Es necesario que tengamos una visión clara de nuestra iglesia. ¿Cuál es la visión de los ancianos-pastores de su iglesia?

Capacitar a los líderes potenciales No sé si ha escuchado en alguna parte que hay escasez de líderes cuando se necesita nombrar personas para que tomen el privilegio y la responsabilidad de liderar en la iglesia. Aunque haya muchos que están sentados cada domingo, no quieren un compromiso serio. Y muchos de los que llegan a ser ancianos-pastores no han sido capacitados previamente y desconocen de los roles y se limitan a seguir haciendo lo que otros hicieron. Es evidente que se necesitan líderes capacitados para administrar la iglesia. John C. Maxwell dice que “los líderes que guían líderes potenciales multiplican su eficacia”.3 El pastor debe tener esta visión de 3

John C. Maxwell, Desarrolle los líderes que están alrededor de usted (Nashville: Editorial Betania, 1995):

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75 capacitar a líderes potenciales porque de esta manera se multiplicará su quehacer en la iglesia. Ken Hemphill dice que “ningún líder puede edificar una iglesia o una clase de escuela dominical por sí solo. Los líderes tienen que multiplicarse por medio de equipar a otros para ser líderes”.4 El pastor debe entender que la tarea primaria del ministerio pastoral es el desarrollar en otro para que colaboren con él o el día que salga de esta iglesia pueda dejar personal capacitado que continúe la obra. ¿Ya tiene su Timoteo, pastor? Y si no, pídale a Dios que le guíe a capacitar a un discípulo. Cuando los pastores de hoy estén conscientes de esto tendrá que revalorarse que el tiempo del pastor debe ser no muy corto para ver un buen semillero de líderes potenciales. La capacitación de los líderes potenciales es un entrenamiento. Maxwell dice que “equipar a un líder potencial es como preparar a una persona no calificada para escalar el pico de una montaña alta. Su preparación es todo un proceso.”5 Para poder revitalizar el ministerio de anciano-pastor se debe dar mucho énfasis a la preparación de nuevos líderes potenciales porque eso traerá frescura a la administración de la iglesia. Muchas iglesias consideran que el pastor es el llamado a hacer casi todo por la sencilla razón que se le paga. Por tal razón, se debe predicar una serie de sermones sobre el papel del pastor, el ministerio de los colegas ancianos conocidos comúnmente como laicos, también sobre la misión de la iglesia. Es muy bueno que los ancianos acompañen a los pastores a visitar a los hermanos y de poder animarles a descubrir el gozo de servir. Ken Hemphill dice: Para poder comisionar a otros, usted tiene que estar dispuesto a pasar tiempo con ellos y ser un modelo. El pastor y el liderazgo laico deben tener una visión compartida. Se tiene que orar porque Dios levante líderes en la iglesia, ofrecer oportunidades para que los miembros aprendan las técnicas de ministerio. Se tiene que dar a otros la autoridad y permiso para llevar a cabo el ministerio. Como pastor o líder tiene que instruir a sus 16. 4 5

Ken Hemphill, El modelo de Antioquia (El Paso, Tx: Casa Bautista de Publicaciones, 1996): 86. Maxwell, Desarrolle los líderes: 87.

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76 colaboradores acerca de sus recursos espirituales y al mismo tiempo proveerles los recursos de ministerio. No deben dejarlos solos sino supervisarlos para ver lo que necesitan de corrección.6 El proceso de capacitar a los líderes potenciales requiere mucho tiempo porque se debe pasar tiempo con ellos. Esto implica que el pastor debe ser modelo para ellos. Por tal razón se debe trabajar con una sola visión de trabajo. Y a la iglesia se le debe poner a orar porque Dios levante líderes. Se debe pensar en qué oportunidades para que los candidatos a líderes vayan aprendiendo a servir en la iglesia. Proveerles los recursos necesarios para hacer un mejor ministerio como un espacio de práctica. Una iglesia preocupada por el futuro y por la calidad de sus representantes elaborará un programa de formación. En cuanto a este programa, Alfred Kuen dice: Enseñanza sistemática de todos los miembros en cuanto a las principales verdades bíblicas por medio de una predicación diversificada, estudios bíblicos, cursos de formación para recién convertidos, enseñanza de niños y jóvenes. Encuentros particulares, cursos y sesiones de formación de ancianos para examinar cuestiones bíblicas y prácticas relacionadas con su ministerio, y con la predicación de predicaciones en común. Animar a los jóvenes a reservar uno o más años para formarse en un instituto bíblico. No solo de animarlos sino de apoyarlos económicamente. Los cursos teológicos descentralizados ofrecen la posibilidad de una formación parecida pero sin dejar el puesto de trabajo. Se puede asociar varias iglesias para organizar cursos y sesiones de formación con la ayuda de profesores de institutos bíblicos o seminarios.7 Estas ideas presentadas por Kuen pueden ayudar a que se haga un programa de capacitación para líderes que contengan muchos de estos y puede haber más. Por obviar esto, las iglesias tienen líderes que no saben qué hacer o terminan conduciendo a la iglesia a un legalismo que llega a desesperar a los miembros. Es claro que este programa no solo tiene que tener conocimiento, sino también práctica para poder tener un equilibrio sano. ¿Tiene el pastor un programa de capacitación de líderes potenciales en su iglesia? Y si no, que busque la ayuda para poder establecerla y entonces tendrá nuevos líderes con la visión. Si no se tiene, entonces los 6

Hemphill, El modelo de Antioquía: 89-90.

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77 líderes que lleguen al consistorio solo harán lo que los antecesores han hecho. Es necesario llevar liderazgo fresco y capacitado a la iglesia.

Tomar en cuenta el perfil bíblico para los ancianos-pastores No todos los creyentes de una iglesia pueden llegar a ser parte del liderazgo local. A la hora de tener liderazgo de la iglesia se debe tomar en cuenta el perfil escrito en la Biblia. Muchas veces algunas personas llegan a ser líderes porque al pastor le cae muy bien o al contrario no está allí porque el pastor no le da la oportunidad porque no está de acuerdo a la visión del pastor. Entonces sucede como lo que cuenta César Castellanos en que Dios le reveló que tenía uno de los doce que le iba a ser problema en el ministerio. Él lo llama “piedra en el camino” y que tuvo que mandarlo a otro ministerio y terminó llevándole un grupo de hermanos para fundar otra iglesia. En el caso de lo que el G-12 hace para elegir a los doce es que éstos tienen que estar de acuerdo a la visión de Castellanos, luego entregarse al proceso de liberación que ya tiene y si no está de acuerdo entonces es sacado de este grupo privilegiado. En cuanto a esto, a juicio del que está escribiendo lo que se necesita para mejorar el ministerio de ancianos-pastores es que a la hora de seleccionarlos se debe hacer en base al perfil bíblico. No hay que inventar perfiles porque ya están escritos en por lo menos tres textos bíblicos como son: 1a Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9 y 1a Pedro 5:1-4. En este perfil se clasificará en diferentes aspectos. En la Biblia no hay una sola forma de elegir a los ancianos-pastores. Lo más importante es que tengan las cualidades bíblicas exigidas por Dios. Esto se relaciona con la capacitación de líderes potenciales de donde se tendrá muchos varones que pueden optar por este ministerio. Bajo el perfil bíblico que se ha presentando se clasifica en varias áreas que a continuación se expondrán. 7

Alfred Kuen, Ministerios en la iglesia (Terrasa, Barcelona: Editorial CLIE, 1995), 4: 173-174

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Cualidades espirituales Para todo aquel que anhela servir en el ministerio pastoral de la iglesia, tiene que tener cualidades espirituales. Kuen dice que “el anciano debe ser santo, debe ser un modelo para todos. Debe poseer una cierta madurez espiritual pidiendo que no sea un neófito”.8 Para pensar en mejorar el ministerio de ancianos-pastores se debe ver si los candidatos evidencian las cualidades espirituales. En gran parte los problemas del liderazgo tienen que ver con la madurez espiritual. Lo que sobresale aquí no son sus dones sino su madurez. Porque los dones sin madurez no sirven de mucho. Y será importante porque los dirigentes deben actuar entre el pueblo de Dios y ser ejemplos por medio de su servicio. J. Oswald Sanders dice que “se debería tener sumo cuidado al seleccionar a las personas para asumir las responsabilidades y garantizar que son estables en carácter, espirituales en perspectiva y no ambiciosos de categoría”.9 No debe entonces solo escogerse las personas sin pasar por alto la madurez mostrada por las personas seleccionadas.

Cualidades personales Para tener mejor liderazgo se tiene que tomar en cuenta que las personas tengan cualidades personales que sobresalen y le dan autoridad. Alfred Kuen dice que “el anciano debe ser sobrio (templado), no dado al vino, moderado, modesto, no debe tener amor al dinero, debe tener dominio propio, no violento sino pacífico, indulgente (condescendiente, ecuánime)”.10 A la hora de pensar en hacer una lista de posibles candidatos para este ministerio tenemos que ver el perfil bíblico y enseñarlo a la iglesia porque en muchos casos la congregación no tiene esta percepción bíblica. A veces se elige por lo que se ve y no por estas cualidades que son importantes porque le harán mucha falta en el ministerio como ancianos-pastores. Tal vez se pregunta de por qué los 8 9

Ibid., 138 J. Oswald Sanders, Liderazgo espiritual (Grand Rapids: Outreach Publications 1994): 46.

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79 requisitos bíblicos en la Biblia a lo que Alexander Strauch responde: Los requisitos bíblicos protegen a la iglesia de los líderes incompetentes o moralmente inadecuados. Algunas personas se abren camino hacia posiciones de liderazgo en la iglesia para satisfacer sus egos impíos. Otros están lamentablemente engañados acerca de su propia capacidad o carácter. La iglesia de hoy necesita mayormente personas que se parezcan a Cristo en el liderazgo espiritual.11 Para mejorar o restaurar el liderazgo bíblico en las iglesias evangélicas es de tomar en cuenta estas características que deben ser visibles en todo aquel que quiere servir en el liderazgo. No se deben dejar por un lado porque entonces se abaratará el liderazgo bíblico. Necesitamos líderes espirituales urgentemente.

Cualidades familiares Se debe pensar que la persona va a administrar o gobernar una iglesia lo que significa es que debe ser ejemplo en su casa, ya que esto le dará autoridad y credibilidad. Porque muchos consistorios o juntas de las iglesias han fracasado en su administración eclesiástica porque en sus hogares han tenido el mayor problema. Aun es un llamado para los que están en el liderazgo porque ninguno está exento de esta problemática. Al tener ésta deficiencia nos hace no irreprensibles para ministrar en este ministerio tan importante para Dios y su pueblo. Los requisitos bajo este aspecto son: que debe ser marido de una sola mujer, debe gobernar bien su casa, tener sus hijos en sujeción y debe ser hospitalario. No ahondaremos sobre estos temas porque hay mucho material escrito hoy en día. Hablando sobre este aspecto familiar, Alexander Strauch dice: El manejo de la administración de la iglesia local más se parece a administrar una familia que administrar una empresa o un país. Un hombre puede ser un exitoso empresario, un competente funcionario público o un alto rango militar y ser un anciano de iglesia o padre desastroso. Por eso, la capacidad de un hombre para supervisar bien su

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Kuen, Ministerios en la Iglesia, 4: 139. Alexander Strauch, Liderazgo bíblico de ancianos (Cupertino, California: DIME, 2001): 81-82.

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80 hogar es un prerrequisito para supervisar la casa de Dios.12 En nuestros días no se le da mucha importancia a los requisitos familiares para establecer ancianos-pastores porque tiene más influencia el humanismo, creyendo que por los títulos vendrá el crecimiento de la iglesia. Aún cuando algunas iglesias buscan a su pastor tienen un perfil tan secularizado que lo que quieren oír es un profesional pero no enfocan su vista a lo que está escrito en Biblia. No se está rechazando los estudios seculares o teológicos sino más bien valorar sobre todo los aspectos familiares. Porque tendrán que guiar a personas que son padres con hijos y los hogares de los líderes tendrán que ser modelos no significa perfectos. Lo que le dará autoridad no será necesariamente los títulos, sino su integridad en todas sus áreas. Se debe valorar los estándares que se tiene para elegir los líderes de la iglesia.

Cualidades sociales Cuando el liderazgo está en crisis entonces ante el mundo no se tiene la credibilidad porque hay un mal testimonio de lo que es ser cristiano en el lugar donde se vive, se estudia, o se labora. Alfred Kuen opina diciendo que “debe tener una buena reputación entre los no creyentes para no ser expuesto al escándalo y atrapado en las trampas del diablo. Por tal razón la primera característica es intachable”.13 A esto se le agrega que debe ser justo, debe de dar a cada uno lo que es debido, debe ser imparcial, capaz de juzgar objetivamente. Porque si un hombre es el centro de un escándalo público el descrito seguramente caerá a la iglesia. En el mundo no se habla del hombre de mal testimonio sino de los evangélicos. Cuando se oye algo de los candidatos a ser ancianos se debe averiguar por qué la gente habla tan mal y de por qué su mala reputación. Los líderes de una iglesia llegan a ser personajes públicos de la iglesia y del lugar donde 12

Ibid., 88.

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81 están ubicados. John MacArthur dice “indudablemente, quienes van a ocupar este u otra clase de liderazgo en la iglesia, tienen que reunir ciertas cualidades morales y espirituales”.14 Pueden haber muchos más requisitos bíblicos pero no es la idea profundizar sino más bien que para optimizar el ministerio de ancianos en el día de hoy. Una cosa clara es que se tiene que seleccionar en base al perfil bíblico plasmado en los versículos ya citados. Lo que la iglesia pronto verá es el cambio y hasta el entorno no cristiano también lo verá. Para seleccionar los candidatos de los ancianos-pastores es necesario evaluar a la luz de los perfiles bíblicos. En algunos casos hay mucho conflicto si el pastor debe elegirlos o la iglesia los debe nombrar. En la Biblia no hay parámetros únicos, pero lo que debe determinar es si la persona llena en su mayoría este perfil, luego debe ser causa de oración. Es necesario que las personas que van a entrar también estén capacitadas para el ministerio que entrará a servir. Es también sano que la iglesia forme parte en la aprobación de los futuros ancianos. El equipo ministerial debe establecer cómo será la metodología para elegir los líderes, pero no debe pasar por alto el perfil ya indicado en la Palabra de Dios.

Reorientar las funciones de los ancianos-pastores Muchos líderes hoy han caído en el error de creer que el ministerio que ellos deben realizar es casi solo reunirse para tomar decisiones como disciplinas para hermanos, pintar el baño, darle permiso al pastor, comprar algo, etc. Luego se cree que ya se hizo todo y que se cumplió con su ministerio que Dios le ha dado. Es de reconocer que una limitante actual en este ministerio es que muchos de ellos trabajan secularmente. Y que tal si se tuvieran ancianos-pastores capacitados a tiempo completo, considero que eso daría un salto al crecimiento espiritual de la iglesia, logrando que no solo los pastores de oficio estén, sino también los ancianos-pastores 13

Kuen, Ministerios en la Iglesia: 141

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82 trabajen más de mano a mano. Gene Getz nos presenta las funciones que deben realizar los ancianos-pastores diciendo: 1. Debe ayudar a pastorear el rebaño de Dios (1a Pedro 5:2; Hechos 20:28) es decir que deben cuidar de la iglesia. Deben conocer sus necesidades y ayudarles en la manera que puedan. 2. No deben comportarse como teniendo señorío sobre los que están a su cuidado, sino siendo ejemplo de la grey (1a Pedro 5:3), es decir no usar su posición para una ganancia egoísta o para demostrar las actitudes dictatoriales. 3. Deben enseñar y exhortar (1a Timoteo 3:2; Tito 1:9) es decir, instruir y advertir a los cristianos. 4. Convencer a los que contradicen (Tito 1:9) es decir hacer frente a los que enseñan falsas doctrinas. 5. Deben cuidar de la iglesia de Dios (1a Timoteo 3:5) es decir, supervisar y administrar los asuntos de la iglesia. 6. Orar por los enfermos (Santiago 5:14-15) es decir, junto con los demás ancianos de la iglesia deben ir a donde están los enfermos y orar por su recuperación espiritual y física.15 Estas son directrices claras que la Biblia le encomienda al que está al frente del rebaño del Señor. Para mejorar el ministerio de ancianos-pastores en la iglesia de hoy se tendrá que reorientarle en sus funciones, haciéndole conciencia de lo que Dios espera que haga de tal manera que pueda invertir mucho de su tiempo para cumplir la tarea. Lo que se debe hacer es organizarse para llevar adelante las tareas ya asignadas. Es claro que una de las limitantes actualmente es que los ancianos-pastores son empleados con patronos que tienen que trabajar arduamente para llevar el sustento a su casa. Pero a la hora trabajar en relación a su ministerio eclesiástico no le queda mucho tiempo y es donde se ve dicho ministerio muy lejano de la gente. Ante esto pudiera ser que se asignarán grupos pequeños para cada anciano-pastor ejerciera su ministerio en su vecindario y luego cuando todos los grupos se reúnan sea el culto gigante.

Los ancianos-pastores como un equipo de trabajo Para poder mejorar los equipos ministeriales en cada iglesia es necesario que se trabaje como equipo juntamente con su pastor a tiempo completo. No se pretende en este apartado profundizar en este tema porque hay muchos libros que se han escrito al respecto. Ser equipo no 14

John MacArthur, Doce hombres comunes y corrientes (Nashville: Editorial Caribe, 2004): 10.

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83 es solo ser un grupo ni solo tener una meta en común. John C. Maxwell dice: Los miembros del equipo se protegen entre sí, saben lo que es importante, se comunican entre sí, crecen juntos, colocan sus derechos individuales por debajo de los intereses del equipo, cada miembro del equipo desempeña un papel especial, tiene una buena reserva, sabe en qué situación se encuentra el equipo y está dispuesto a pagar el precio.16 Estas son características que todo equipo debe mostrar para ser eficaz. Es excelente que los miembros del equipo pastoral fomenten relaciones a través de actividades como retiros de compañerismo y que puedan romper esas argollas no armoniosas. El equipo debe sufrir cuando a uno de sus miembros le importa más él mismo que el grupo. También los miembros del equipo deben saber qué es lo más importante para el equipo y no en lo personal. Es tan importante mejorar la comunicación de los miembros del equipo. Es necesario que usted evalúe a su equipo si se maneja una excelente comunicación entre el pastor y los ancianos o viceversa. Durante la práctica de ser equipo y cuando se desarrolle, vendrá el crecimiento para sus vidas como también la iglesia experimentará crecimiento. Para tener un buen equipo se debe tener un buen entrenador. En este caso tendrá que ser el que tiene el liderazgo del equipo, en el caso que haya pastor será él. Dependerá si el pastor tiene esta visión para verse como entrenador del equipo de ancianos-pastores. Ante las características del entrenador, Maxwell dice: El entrenador del equipo ideal escoge bien a los jugadores, comunica constantemente el plan de acción, saca tiempo para tener breves reuniones con su gente durante el partido, sabe lo que prefieren sus jugadores, resuelve los problemas de manera excelente, proporciona el apoyo necesario para el éxito, exige respeto de los jugadores, no trata a todo el mundo de la misma manera, delegar...17 Estos principios se aplican bien en los pastores que dirigen un equipo juntamente con los ancianos en las iglesias locales. Para poder mejorar el ministerio pastoral en estos tiempos es 15

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Gene Getz, Refinemos la perspectiva de la iglesia (Miami: Editorial Caribe, 1982): 131. Maxwell, Desarrolle los líderes: 135-147.

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84 necesario implementar el concepto de equipo. Los pastores deben tener la visión de ser como los entrenadores que dirigen un equipo y la responsabilidad que funcione como tal. No debe hacerlo todo en la iglesia sino delegar para que funcionen como equipo. Los pastores no son jefes, ni son dueños del equipo, sino que dirigen el equipo para que todos se muevan con una misma meta. Si se triunfa, será del equipo, si se pierde no es solo del pastor sino del equipo completo. Algo que todos los equipos ministeriales en las iglesias deben implementar para poder optimizar su ministerio. Hay muchas cosas más que el ministerio de ancianos-pastores deben tomar en cuenta para poder mejorar el ministerio en la iglesia de hoy. No es necesario cambiar el nombre o perfil de la forma de administración eclesiástica hoy en día, sino mejorar lo que se ha venido desarrollando. No debe mantenerse por legalismo, sino porque se está convencido que es lo sigue vigente y que nunca ha sido una moda. Para cerrar esta parte, se quiere indicar que no se pretendía profundizar sino abrir el pensamiento de que hay muchas cosas que mejorar y que al leer estas líneas pueda evaluar el ejercicio de sus líderes. Pudiendo agregar más cosas que puedan traer la optimización del equipo ministerial de su iglesia. Evalúe si verdaderamente su equipo ministerial en la iglesia funciona como un equipo.

Los ancianos-pastores deben ser hombres de oración Uno de los descuidos más grandes que ocurre en el liderazgo es ser hombres de oración y por ende sus iglesia tampoco lo son. Cuando se observa la práctica de los G-12 se encuentra con el extremo de una vida mística de oración. En cierta manera es algo positivo que los evangélicos conservadores tenemos que practicar más. No se pretende decir que se debe imitar a los carismáticos en sus estratégicas. Pero si la iglesia pretende tener éxito en la misión que Dios le 17

Ibid., 150-169.

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85 ha encomendado, debe darse cuenta de que una de sus mayores necesidades es la oración. Si las reuniones de liderazgo dieran más tiempo a la oración que a la planificación, los líderes hallarían cambios rápidamente en actitud, en perspectiva sobre el ministerio y en resultados. Hoy muchos se pelean por cambiar el día de oración y lo más importante es que la iglesia practique la oración comunitaria y también la personal. Algunos quitan la oración comunitaria a la oración grupal por la crisis que se encuentran en su asistencia a dicho culto. John MacArthur Jr, opina al respecto diciendo: La oración en grupos pequeños definitivamente tiene un lugar. No es una propuesta de lo uno o lo otro en comparación con la oración colectiva. Los grupos pequeños son a menudo un escenario donde la gente siente a menudo un sentido mayor de seguridad y confianza. Se siente libre de compartir algunas cosas que no compartiría en otras circunstancias. El compartir en grupos pequeños puede llevar a los participantes a compartir en grupos grandes.18 Los líderes no deben descuidar la vida de oración de la iglesia sobre todo no olvidar la vida de oración personal. Se debe cultivar la oración no solo personal sino también en la vida familiar, en las reuniones diarias, en las reuniones de liderazgo. Sí las iglesias carismáticas son extremadamente místicas en la oración pero también existe las muy frías a la oración. Es magnifico que los líderes en sus reuniones tengan un tiempo de oración porque allí se toman las decisiones y luego son un gobierno en la iglesia. Las reuniones de oración de la iglesia deben ser evaluadas si realmente están alcanzando sus propósitos, no para quitarlas sino para optimizar este tipo de reunión que es muy fundamental en el crecimiento espiritual y numérico de la iglesia. Necesitamos una iglesia más espiritual en un mundo de tantas corrientes, donde cuyo liderazgo espiritual hará la diferencia. Se debe reevaluar si realmente la iglesia tiene una vida de oración iniciando por su liderazgo. Porque cuando una iglesia ora, será poderosa.

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John MacArthur Jr., El ministerio pastoral (Terrasa, Barcelona: Editorial CLIE, 2005): 228.

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Una mejor pastoral: más cerca de la gente Cuando se ven las prácticas del movimiento G-12 como son sus retiros llamados encuentros, ellos nacen porque hay crisis en la ministración pastoral. Muchos pastores están lejos del contacto con la gente encerrados en su oficina detrás de un escritorio. Su contacto radica en sus predicaciones pero que están muy lejos de la realidad de la situación de la gente. En muchos casos es por la formación teológica que se arrastra y los modelos vistos y por lo general terminan fuera del ministerio pastoral. A los miembros les es muy grato que su pastor los acompañe aún en tiempos difíciles como también en sus triunfos. Necesitamos pastores que se interesen sinceramente en la gente. Y que la gente sienta que hay un interés genuino departe de los pastores.

El pastor como consejero Un ministerio que se ha dejado de hacer o no se le ha dado importancia es el ministerio de consejería pastoral. El ministerio pastoral no es solo predicar ni realizar la administración de la iglesia. El pastor no podrá realizar este ministerio. En la medida que crece la iglesia tendrá que delegar en su equipo ministerial o sea a los ancianos-pastores. Solamente deberá tratar asuntos especiales que su equipo de consejeros no pueda resolver. Esto es necesario porque los miembros de la iglesia esperan atención de sus pastores. Esto es lo que el G-12 trata de vender a través de su programa. Esto sucede porque muchas veces los pastores han sido indiferentes a la problemática de sus ovejas dando lugar a que estos movimientos le lleven la gente.

Las oportunidades del pastor como consejero Cuando el pastor tiene el deseo de entrar en contacto con los miembros de su iglesia y de querer ayudarles en sus problemas y sus necesidades, su pastoral será más optima que solo

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87 predicar detrás de un pulpito. Tocante a la ministración de los miembros, Emilio Antonio Nuñez dice: Hoy se habla mucho de la función terapéutica de la congregación local, con lo que se sugiere que los miembros debieran encontrar en la iglesia por lo menos el intento de ofrecer salud al hombre total. La influencia ejercida por la sicología pastoral en nuestro medio latinoamericano ha contribuido a este nuevo énfasis en lo que respecta a la salud mental y emocional.19 Muchos creyentes son atraídos y seducidos por estos movimientos carismáticos porque por lo general le prometen que tendrán una verdadera libertad que no la han recibido en sus iglesias. En cierta manera los pastores se han descuidado de este objetivo que es muy importante para los que llegan a los templos. Están pasando una diversidad de problemas que esperan ser ayudados u orientados. Cuando se piensa en este ministerio es para todas las edades representadas en la iglesia.

Entrevistas del pastor consejero Para optimizar el ministerio pastoral y ser cercano a sus ovejas es necesario que implemente diferentes clases de entrevistas con la gente. La diversidad de entrevistas van desde asuntos prematrimoniales, matrimoniales, personas deprimidas, personas esclavas de algún vicio o adicción, o que están apunto de fracasar en la vida matrimonial, etc. Cuando el pastor tiene esta visión se encontrará que hay mucho trabajo y no lo podrá hacer solo por lo que debe pensar en un equipo de consejeros que él debe capacitar y ser un consejero de consejeros. Emilio A. Nuñez nos comenta sobre algunas clases de entrevistas, dice: Entrevistas casuales. Estas son las que pueden surgir en cualquier lugar. Las personas abordan al pastor antes o después de cada reunión en la iglesia o en otro lugar. El pastor debe aprovechar al máximo estos tipos de encuentros casuales y no subestimar la influencia que él puede hacer sobre aquellos que le hacen una consulta de paso. Las consultas concertadas. Estas son arregladas con alguna anticipación es la oportunidad del consejero como el que busca consejo tienen que prepararse para el diálogo. Entrevistas en 19

Emilio Antonio Núñez, Desafíos pastorales (Grand Rapids: Editorial Portavoz, 1998): 92.

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88 el estudio del pastor. El pastor urbano tiene o debe tener, un lugar para entrevistarse en privado con las personas que desean hacerle una consulta de carácter personal.20 Muchas veces se descuida a las ovejas y no se trata la problemática de la gente que asiste a la iglesia y luego estos movimientos sí ofrecen ayudarle. Los pastores que quieren mejorar su pastoral deberán mostrar interés por la gente no solo mostrando que su ministerio es únicamente la predicación atrás del pulpito. Es cierto que Cristo ya obró en su vida espiritual, pero no olvidemos que también hay un proceso llamado santificación de la persona y la tarea pastoral será lidiar con esta problemática.

Es necesario que el pastor tenga conocimientos psicológicos El pastor no necesariamente debe ser un orientador profesional, pero sí debe tener los conocimientos básicos porque trata con personas. Emilio A. Nuñez dice que “se ve envuelto en la vida de aquellos que agobiados por un problema personal acuden a él en busca de ayuda”.21 Esto es algo real en la vida de las personas y el pastor no solo debe usar los recursos bíblicos sino también los principios psicológicos. El pastor evangélico debe buscar orientarse con estas herramientas para poder tratar mejor los asuntos pastorales. Es de aclarar que el ministerio de la consejería no depende de la psicología sino de la Palabra de Dios y pedir la sabiduría de él. Y el conocimiento psicológico es una herramienta que ayuda al pastor en su ministración pastoral.

La importancia de tratar asuntos que afectan la vida de la gente Una de las cosas sobresalientes del movimiento G-12 es el intento de tratar con los problemas de la gente prometiéndole su liberación, algo que el mundo busca hoy en día. Es claro que no se está de acuerdo cómo lo hace pero no el fin que se persigue. Se debe partir que el creyente ya ha sido declarado libre por Cristo aunque lidia con problemas que debe ir superando. 20

Ibid., 103-105.

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89 Los pastores debemos tener conciencia de esto y darle importancia como es debida a través de la consejería. Howard Rice dice: La tarea pastoral primaria es la de cuidar del alma de las personas con el fin de que ellas descubran su propia curación como un don de Dios. Para cuidar de las almas los pastores necesitan estar bien fundamentados en la fe, y, al mismo tiempo, tener aprecio por la mente humana y por las formas en que pueden expresar la enfermedad y salud en asuntos como la transferencia y la proyección.22 El cuidado del alma de las personas que asisten a la iglesia es una tarea importante y no tan fácil de realizarla. Esto es algo bien importante donde radica la debilidad ante el programa carismático del G-12 que ministra los traumas de sus seguidores. Por lo que los pastores deben recibir una orientación adecuada para poder practicar una pastoral más pertinente en la gente. Las predicaciones deben darle un toque sobre esta temática.

Se debe ministrar a la gente Hoy se oye mucho sobre ministrar a la gente en ámbitos evangélicos aunque tal vez no se entienda mucho en que es lo significa. Es también un llamado para todos los que tienen el privilegio de liderar en alguna iglesia es de ministrar a la gente. Gary Collins dice: El ministrar a los demás quiere decir demostrar un profundo interés por las demás personas así como amar a alguien de la misma forma que nos amamos a nosotros mismos. Ministrar implica un interés que nos lleva a amar y a hacer cosas que lo demuestren, es tratar de entender a la otra persona. Ministrar significa demostrar respeto por la otra persona. Ministrar a otros significa que uno está dispuesto a tomar riesgos. El ministrar a los demás nos obliga a estar dispuestos a aceptar ayuda.23 Ministrar es algo que la gente que lo percibe en su pastor. Sentirá amor, aprecio y una buena ayuda para poder superar su problemática. Claro que esto implicará invertir tiempo en la gente en reuniones en la oficina y fuera de ella acompañando a la gente para que por sí mismo supere su situación. Los pastores no deben limitar su ministerio a su prédica sino también la 21 22

Ibid., 100. Howard Rice, El pastor como guía espiritual (Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 2004): 75.

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90 ministración de la gente. Gary Collins nos habla de las características de la iglesia que ministra a la gente, dice: La iglesia que ministra a sus miembros debe estar integrada por creyentes en Jesucristo, quienes se someten al señorío de Cristo y buscan vivir y adorar de acuerdo a los principios bíblicos. Los líderes de una iglesia que ministran a sus miembros incluyendo al pastor, deben estar formados por personas que quieren crecer como hombres y mujeres de Dios y quienes demuestren un amor e interés genuino por los demás. Los servicios de adoración en estas iglesias deben desarrollarse en una atmósfera Cristo-céntrica e interesada en las necesidades de sus miembros. También brindará oportunidades que permitan a los miembros del cuerpo de Cristo sobrellevar los unos las cargas de los otros, así como ministrarse entre sí. Dentro de la iglesia que ministra a sus miembros, se reunirán grupos para orar, tener estudios bíblicos o para compartir problemas personales y sentimientos, en una atmósfera de aceptación y de amor cristiano. Los maestros en estas iglesias deberán conocer tanto la Biblia, como lo relacionado con educación cristiana. Tendrá sincero interés por las misiones cristianas y un deseo por llevar el evangelio, tanto a las personas en la comunidad local, como a otras partes del mundo. Presentará oportunidades para la mayordomía y el servicio y así las personas podrán expresar su compromiso cristiano en forma tangible. Colocará en las posiciones de liderazgo a personas cuyas vidas y palabras demuestren que son discípulos de Cristo en proceso de maduración y que estén interesados en ministrar a otros.24 Es bueno evaluar si el ministerio pastoral que realiza en la iglesia donde Dios te ha llevado tiene estas características. Pero es cierto que la mayoría de iglesias no están estructuradas a que ministre la gente y eso es un grave error. Lo que el movimiento G-12 nos hace ver es que a los evangélicos conservadores casi nos ha importado la problemática de la gente. La meta de todo líder es que su iglesia sea la que se enseñe a ministrarnos unos con otros. Nadie querrá irse y desearán ser parte de esa comunidad donde se importan el uno al otro donde su estructura responde a ayudar a su prójimo. Lo que se trata de hacer ver que se tiene que mejorar la orientación pastoral en el área de principios psicológicos como una herramienta a usarla en la consejería pastoral. El pastor debe apartar parte de su tiempo a este campo para no dar lugar a que sus miembros busquen en otro lado lo que su pastor no les ofrece. No se pretende ampliar en esta parte sino presentar algunas 23

Gary Collins, Consejería cristiana efectiva (Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 1992): 103-104.

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91 líneas gruesas que los pastores en esta época posmoderna se necesita. Es necesario evaluar nuestro ministerio y poder implementar lo necesario para pastorear las ovejas que Dios ha puesto en el rebaño.

El pastor como un predicador La predicación es un campo fundamental en el ministerio pastoral que no se debe descuidar aunque en el movimiento carismático lo ha dejado atrás. In Sik Hong dice “para el movimiento carismático, el sermón ya no ocupa un lugar central en el culto, sino la alabanza a Dios y la expresión de fe”.25 Esto es visto en muchas actividades de esta corriente donde lo que más expresan es que lo que se necesita ahora son milagros, señales porque creen que ya han recibido mucha palabra de Dios. Ante todo esto lo que urge no es necesariamente ir en pos de esta corriente sino ver que cosas son necesarias para que la predicación sea más pertinente en el día de hoy. No necesariamente tenemos que cambiar de enfoque sino mejorar porque nuestra predicación pueda ministrar a la gente que llega cada domingo a escuchar el sermón. Porque la predicación es fundamental en la vida de la iglesia, Ralph W. Neighbour dice que “es el elemento que conserva la llama ardiendo bajo cualquier circunstancia, el elemento que mantiene a nuestra iglesia ferviente y volcándose hacia el mundo que nos rodea”.26 Los pastores que quieren contrarrestar a los movimientos carismáticos tendrán que evaluar su predicación porque a través de ella puede educarse la iglesia. Lo que se debe hacer es reorientar sobre el propósito de la predicación, a lo que Neighbour dice: 24

Ibid., 107-108. In Sik Hong, ¿Una iglesia posmoderna? En búsqueda de un modelo de iglesia y misión en la era posmoderna (Buenos Aires: Ediciones Kairos, 2001): 35. 25

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92 La predicación está para ayudar a la gente a comprender qué es lo que anda mal en el mundo, en sus vidas, hogares, matrimonios, negocios y en la vida económica de nuestros países. La predicación está para explicar por qué las naciones están siempre envueltas en terribles y sangrientos conflictos internacionales y por qué no pueden resolver sus problemas.27 Algunos líderes hoy tambalean ante la influencia del carismatismo y quisiera cambiar la predicación por otras prácticas peculiares de estos porque olvidan cuáles son los propósitos de la predicación. Lo que se tendrá que hacer es hacer que la predicación sea más pertinente en los oyentes y no un método sistematizado. Es necesario revisar nuestra metodología homilética en la cual solo damos información, pero si una práctica real para los oyentes. Debemos hacer pertinente la palabra especialmente para nuestro contexto latinoamericano.

La necesidad de pasión Muchas veces los predicadores al pararse frente a su congregación solamente comunican sus sermones y no la Palabra de Dios. Muchos discursos son grandes exégesis y no necesariamente la voz de Dios, bosquejos bien elaborados homiléticamente y muy bien escritos. No se quiere decir que esto sea malo, pero se puede caer en una cuestión mecánica donde los oyentes no sientan que Dios le está hablando a su vida espiritual. Se necesita hablar tanto con el corazón como con el intelecto. Alex Montoya dice que “las iglesias vacías se deben no tanto a una falta de habilidad o a una ausencia de deseo de oír la verdad, sino más bien a un absoluto aburrimiento provocado por una predicación carente de pasión”.28 Es claro que tenemos gente que es buena oradora que ha seguido toda la metodología al pie de la letra pero el predicador no le pone el corazón a lo que predica. Con lo anterior no se pretende decir que lo que se necesita hoy no son conocimientos

26 27 28

Ralph W. Neighbour, La iglesia del futuro (El Paso, Tx: Casa Bautista de Publicaciones, 1983): 109. Ibid., 114. Alex Montoya, Predicando con pasión (Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 2003) : 13.

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93 homiléticos para los pastores. ¿Por qué los predicadores han perdido la pasión en sus sermones? Alex Montoya dice que las causas son “imitar conferencias recibidas en el seminario, intelectualismo, inexperiencia, personalidad inhibida, desconocimiento de la audiencia”.29 Es claro que lo que hacen la mayoría de los recién graduados del seminario o instituto es imitar a sus maestros que son estudiosos en diversas disciplinas como lenguas, teología, etc. Y luego los que están en un salón de clases tienen bastante en común, han llegado con un llamado a servir y el nivel académico es bastante similar. En cambio en la iglesia tenemos una disparidad grande desde gente que no sabe leer ni escribir o solo terminó sus estudios primarios hasta gente que estudió en la universidad. Aquí se necesita una comunicación de la Palabra con pasión. Una de las causas por la falta de pasión en la predicación es el intelectualismo. Cuando leemos los predicadores de finales del siglo XIX y principios del siglo XX encontramos gente con experiencia de la vida. Enfatizaban el cambio de vida, rescatar las almas del infierno, y un avivamiento religioso del alma. Ante esto Montoya dice “nosotros por otra parte, estamos entrenados en lo universitario, donde el énfasis está puesto en la erudición, no en la santificación. Se nos enseña a cuestionar, a argumentar, a dudar, a debatir y a subrayar la parte cerebral del cristianismo”.30 La mayoría de los graduados de una institución teológica se identificará ante lo dicho pero no se dice que el conocimiento sea malo. El error del intelectualismo es promocionar el conocimiento propio, para impresionar a la audiencia. La verdadera predicación intelectual hace que la verdad se entienda con sencillez, comunica verdades profundas eficazmente. También es necesario que el predicador o ministro madure y su pasión incrementará. Porque al vivir más y con ese compromiso con Dios podrá vivir más la verdad que predica. Claro

29 30

Ibid., 17. Ibid., 18-19.

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94 que hay casos aislados que no ocurre lo anteriormente dicho. Otro factor mostrado por Montoya es la personalidad inhibida. Esto se refiere al temperamento de la persona en que son tímidos. O sencillamente se quiere ocultar las emociones para no caer en un emotivo, también se puede ocultar el intelectualismo. No por ser personas tímidas no pueden llegar a ser predicadores con pasión. La última causa que presenta Montoya es el desconocimiento de la audiencia. Algunos predican como carteros que solo entregan la correspondencia sin preocuparse si los oyentes están entendiendo el mensaje.

La predicación para la cura emocional y espiritual La mayoría de pastores que han pasado por una escuela bíblica-teológica tienen la orientación para hacer un bosquejo homilético pero rara vez se habla que estas predicaciones traten esta problemática. No es mala esta orientación pero se debe mejorar en tratar asuntos que son problemas de los seres humanos. D. A. Seamands dice: La tarea de este tipo de predicación consiste en: dar al que sufre el valor para disminuir las defensas que le han impedido la curación. Capacitarle para sacar a la superficie sus temores, ansiedades, conflictos y vergüenza enterrados dentro; ayudarle a exteriorizar sus recuerdos internalizados y escondidos en la presencia de la cruz; crear lo que es, quizá, para esta persona una nueva imagen de Dios completamente nueva, un Padre que se hace cargo de nosotros y se pone en nuestro lugar.31 Ante todo esto el predicador debe conocer el estado de sus ovejas y su problemática y que su predicación sea relevante para los que lo escuchan. No solo es la predicación sino el ambiente de gente afectuosa que ayuda para la curación de los recuerdos de la gente. Es claro que la predicación y el ambiente ayudan en el proceso de cambio de la persona que ha aceptado al Señor. Quizás algunos que están leyendo esto digan que ya Cristo cambió la vida de las personas y que son libres pero se olvidan que los efectos siguen aunque ya Cristo lo haya perdonado. El concepto que se tenga de Dios al predicar trascenderá en el corazón de los creyentes que están

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95 afectados por diversos traumas. Cuando hablamos de la prédica que lleva como propósito curar u orientar con la Palabra la problemática de la gente no debe pasar por alto las muchas reuniones que hay en las iglesias. Esto no es muy saludable para la vida de la gente porque las reuniones deben tener ese enfoque como también la predicación que es parte del programa tratar de ayudar a los asistentes. No se debe hacer algo solo por rutina, sino preguntase: ¿se necesita en verdad esta reunión? Entonces se debe tomar decisiones que ayuden a la gente.

El pastor debe hacer siempre un llamado a una verdadera conversión Una de las críticas que hace el G-12 a la iglesia evangélica es que las personas que asisten a una iglesia no han tenido una conversión genuina. Por lo que es necesario que tengan un encuentro con Dios a través de un quebrantamiento. Mark E. Dever dice que “la conversión ciertamente incluye nuestra acción: debemos hacer un compromiso sincero, una decisión consciente”.32 Muchos creyentes hoy en día no muestran un compromiso sincero con el Señor Jesucristo. Y se tiene que predicar haciendo un llamado al compromiso con el Señor si en verdad ha conocido a Dios. Aunque la conversión es más que esto. Dever dice: Como necesitando un cambio de nuestros corazones, una transformación de nuestras mentes y que nuestros espíritus reciban vida. Uno de los resultados de mal entender la enseñanza bíblica de la conversión bien puede ser que las iglesias evangélicas estén llenas de personas que han hecho compromisos sinceros en un momento dado de sus vidas, pero que evidentemente no han experimentado el cambio radical que la Biblia presenta como conversión.33 Es necesario que se revise lo que se predica o se enseña tocante a la conversión porque lo que este movimiento nos hace ver es que se ha descuidado el asegurarnos que la gente sea verdaderamente convertida. Hay personas que en ciertas circunstancias en la vida se

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D. A. Seamands, La curación de los recuerdos (Terrasa, Barcelona: Editorial CLIE,1986): 43. Mark E. Dever, Nueve características de una iglesia saludable (Graham, North Carolina: Publicaciones Faro de Gracia, 2001): 18. 33 Ibid. 32

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96 comprometen con el Señor y luego que pasa la adversidad, se enfría. Es claro que no se necesita que la conversión sea una experiencia ardientemente emocional, pero debe evidenciarse por sus frutos para que sea lo que la Biblia considera como la verdadera conversión. Los pastores en este tiempo tenemos que enfocarnos en prédicas que hagan un llamado a la conversión genuina para los que ya están dentro de la iglesia. Y luego, ver aquellos casos que no muestran frutos de un cristiano para animarle a buscar a Dios de corazón. Haciendo esto no daremos lugar a estos llamados encuentros que lo que hacen es tratar de que el creyente tenga un encuentro personal con Cristo, aún ya habiendo hecho una decisión anterior. A veces las predicaciones evangelísticas solo van para la gente de afuera de la iglesia pero también tenemos que enfocar en aquellos que están adentro. Las predicaciones sí deben fundamentarse en la Palabra de Dios sin olvidar la problemática de los oyentes. Debe buscarse un equilibrio, un buen estudio y una buena aplicación pertinente. Muchos de los predicadores hoy en día usan mucha psicología en sus predicaciones sin poco contenido bíblico y otros con mucha información bíblica y muy superficial en la vida de los oyentes. Es necesario revisar la metodología que se está usando para comunicar la Palabra. Las instituciones bíblicas teológicas deberían de revisar sus clases de homilética para poder ampliar el concepto de la problemática de la gente indagando diligente como lo hace con el texto.

El pastor planeando actividades de ministración Hay algo que es muy atractivo o más bien dicho trae curiosidad son sus famosos retiros llamados encuentros. En el capítulo anterior se le dio respuesta bíblicamente analizando los componentes que conlleva esta actividad. Es claro que las prácticas que allí suceden no son correctas, a pesar de que algunos quieren adaptar el material para no tener problemas con la denominación a que pertenece. Lo que se pretende en este capítulo es retomar este punto y tratar

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97 de hacer algo que sea creativo para nuestros miembros de la iglesia. Antes de pensar en una serie de actividades se debe ver qué es lo que se persigue con estas actividades. No pueden ser para liberar a las personas que van porque si ya son cristianos, ya lo son. Y si se duda, los pastores pueden trabajar personalmente con la persona para hacer un llamado a un arrepentimiento genuino. Muchas personas van a estos retiros y vienen diciendo que ahora son verdaderamente libres y que esto no se lo habían enseñado en la iglesia. Ante la gran influencia que tiene el movimiento carismático y que cada día está dividiendo las iglesias, los pastores deben hacer algo, porque estos movimientos nacen debido a la crisis eclesiástica. A continuación se presentará una serie de actividades que se pueden hacer en las iglesias y algunas de ellas ya las practican. Se pueden hacer retiros de matrimonios con una temática familiar, orientándoles en este tema, con actividades relacionadas y en un lugar especial. Al finalizar este evento pueda haber un nuevo voto como lo fue el día que se casaron. Se puede hacer para jóvenes con una temática de las tentaciones que asechan a los jóvenes de hoy y cómo triunfar sobre la tentación. Con tiempos de oración, con una fogata de compromiso y poder darles un recuerdo de su compromiso. Otra actividad, pudiera ser para mujeres solteras que están en las iglesias que tienen problemas, tratando en esta actividad su problemática y siempre tener un llamado a la santidad. Que tal, un retiro solo para adolescentes que tanto sufren en su etapa y están en nuestra iglesia. Podemos seguir hablando de muchas clases de retiros o charlas para diferentes tipos de personas que se congregan en nuestra iglesia. No es recomendable hacer las mismas prácticas del G-12 sino elaborar las nuestras que estemos conscientes que no se inclinan a lo místico o una regresión psicológica, ni que manipule a la gente. Claro que hay una variedad de ideas que no se pretenden ampliar sino hacer ver que sí hay muchas ideas y usted puede tener mejores. Las

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98 actividades deben servir para ayudar a que el creyente cada día sea más consagrado al Señor y vaya madurando al dejar aquellas cosas que son un obstáculo para su crecimiento espiritual. Y cuando una iglesia es saludable la iglesia crecerá naturalmente. Es necesario que se planifique las actividades que más se adecuen en su iglesia, lo que al final se le quiere hacer es un llamado de atención para que analicemos qué actividades se deben hacer bajo este objetivo.

El pastor como discipulador Muchas veces las iglesias se miden por los números olvidando también que está el crecimiento espiritual. Muchas personas dentro de la iglesia son niños espirituales y tienen mucho tiempo de estar en esta condición. Todo pastor debe pensar en discipular a cierto grupo de personas que podrán ellos discipular a otros. Es muy tentador para los pastores reducir sus iglesias a simples estadísticas de asistencia, bautismos, ofrendas y membresías, a través de las cuales el crecimiento es tangible; no obstante, tales estadísticas se quedan muy lejos del verdadero crecimiento. Los pastores deben seleccionar a la gente y poder transmitir vida discipular en ellos. En cuanto al discipular, MacArthur opina que hay que “meditar en oración, seleccionar cuidadosamente, tener una asociación significativa y una proclamación poderosa”.34 Estos principios que nos da MacArthur nos ayudarán para poder tener un discipulado más efectivo. Si algo hace César Castellanos es esto con la gente de su confianza y se han reproducido hoy en día muchos Castellanos más. Es necesario orar por las personas que se van a elegir para estar en su grupo de discipulado. No se debe olvidar que el método del Señor no son los programas sino la gente. Luego el tener una asociación significativa, es pasar tiempo con los discípulos. Los pastores deben agendar tiempo para su grupo de discipulado porque si algo 34

MacArthur, Jr., El ministerio pastoral: 386-393.

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99 influirá será esto en las vidas de las personas. Al final de esto, la meta del discipulado es que salgan y hagan a otros discípulos. El discipulado no es una opción; es un mandato en la Biblia. Al implementar esto se optimizará el ministerio pastoral en la iglesia de hoy. Y que esta visión de discipulado se vaya multiplicando en los líderes que usted está discipulando en otros hermanos. Esto dinamizará el ministerio pastoral y traerá multiplicación a la iglesia.

Conclusión No sólo se ha analizado este movimiento sino se está proponiendo una serie de medidas que a criterio del autor se deben implementar o mejorar para contrarrestar esta influencia que está atrayendo a muchos. Es un error que los líderes de hoy implanten el modelo que según Castellanos le ha funcionado sin analizarlo profundamente antes. Por lo que este capítulo le ha venido mostrando áreas que se necesitan mejorar para una administración eficaz y una pastoral más cerca de la gente, y de esta manera tener una iglesia saludable que camina en los propósitos de Dios. Lo primero que se propuso es la optimización del ministerio de ancianos-pastores. Para mejorar esta área se consideraron ciertas áreas que se tiene que optimizar. El hecho es que se necesita que los ancianos-pastores sean hombres de visión. También se debe capacitar a los líderes potenciales para tener una renovación del liderazgo actual; tomar en cuenta el perfil bíblico para los ancianos-pastores a la hora de seleccionar a los líderes de la iglesia; reorientar las funciones de los ancianos-pastores porque en muchos casos no se está cumpliendo dichas responsabilidades o se han perdido estos objetivos. También los ancianos-pastores deben ser vistos como un equipo de trabajo y no como los patronos del pastor. Los ancianos-pastores deben ser hombres de oración, porque esto hará que ellos sean grandes líderes que inspiran a la gente que los sigue en la congregación.

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100 La segunda propuesta es una pastoral más cercana de la gente. Para ello hay varios aspectos que se señalan que deben tomarse en cuenta para no dar lugar a que las ovejas busquen otra cobertura. El área que no se debe menospreciar es la consejería y para ello hay algunas observaciones. Las oportunidades del pastor como consejero, entrevistas del pastor consejero, es necesario que el pastor tenga conocimientos psicológicos; la importancia de tratar asuntos que afectan la vida de la gente y de ministrar a la gente. Otra observación es el pastor como un predicador, donde se mostró la necesidad de pasión a la hora de exponer la Palabra. También se presentó la predicación para la cura emocional y espiritual. El pastor debe hacer siempre un llamado a una verdadera conversión. Luego se presentó la necesidad de que los líderes planeen actividades que ministren a las personas con sus problemas; y por último la necesidad de que el pastor discipule un grupo, y luego sus discípulos se multipliquen. Es cierto que los pastores de hoy tendrán que esforzarse en el trabajo pastoral y contar con que sea Dios quien bendiga su ministerio. No olvide, colega pastor que nuestro ministerio debe evaluarse y entonces mejorar para atender mejor al rebaño donde el Señor nos tiene para su gloria.

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