BEST REGULAR COLU N S04 : S iritual Li e Cruz Teresa Rosero

Perpetua, de Cartago,. África, se había convertido al cristianismo a través de un diácono, llamado Sáturo. Con ella se convirtieron también sus esclavos, entre ...
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Nuestra Voz S04: BEST REGULAR COLU N S04 : S iritual Li e Cruz Teresa Rosero

Marzo de 2016 15

Santas Perpetua y Felícita

www.blogs.paxtv.org

Cruz-Teresa Rosero

L

as Actas de Martirio (D. Ruiz Bueno, 419-440, BAC), narran la detención y muerte de dos mujeres jóvenes, madre la una y embarazada la otra. “Fueron detenidos los adolescentes catecúmenos, Revocato y Felícita, ésta compañera suya de servidumbre, Saturnino y Secúndulo, y entre ellos también Vibia Perpetua, de noble nacimiento, instruida en las artes liberales, legítimamente casada, que tenía padre, madre y dos hermanos, uno de éstos catecúmeno como ella, y un niño pequeñito al que alimentaba ella misma. Contaba unos veintidós años”. Perpetua, de Cartago, África, se había convertido al cristianismo a través de un diácono, llamado Sáturo. Con ella se convirtieron también sus esclavos, entre ellos Felícita, que dio a luz en la prisión, y cuyo bebé fue entregado a otros cristianos para que lo criaran. La orden de apresarlos había sido dada por el emperador Severo con la sentencia de que debían morir quienes no adorasen a sus dioses. Una vez en la cárcel, la misma Perpetua escribió en su diario:

“Nos echaron a la cárcel y yo quedé consternada porque nunca había estado en un sitio tan oscuro. El calor era insoportable y estábamos demasiadas personas en un subterráneo muy estrecho. Me parecía morir de calor y de asfixia y sufría por no poder tener junto a mí al niño que era de tan pocos meses y que me necesitaba mucho. Yo lo que más le pedía a Dios era que nos concediera un gran valor para ser capaces de sufrir y luchar por nuestra santa religión”. Su padre, cuenta Perpetua en su diario, “fue el único de mi familia que no se alegraba porque nosotros íbamos a ser mártires por Cristo”. Él le rogó a su hija que volviera a la religión pagana para salvar su vida. Perpetua le respondió con una pregunta: “Padre, ¿cómo se llama esa vasija que está ahí en frente?” “Una bandeja”, respondió él. “Pues bien, a esa vasija hay que llamarla bandeja, y no taza ni cuchara, porque es una bandeja. Y yo que soy cristiana, no me puedo llamar pagana, ni de ninguna otra religión, porque soy cristiana y lo quiero ser para siempre”.

Misericordia y compasión Cruz-Teresa Rosero

A

sí se titula el capítulo VIII del libro El nombre de Dios es Misericordia, de nuestro papa Francisco. Nos aclara que la misericordia es divina, pues tiene que ver más con el juicio sobre nuestro pecado. En cambio, la compasión tiene un rostro más humano; significa sufrir con, sufrir juntos, no permanecer indiferentes al dolor y al sufrimiento ajeno. El verbo griego que denota esta compasión deriva de la palabra que nombra las vísceras o el útero materno. “Es un amor visceral, parecido al amor de un padre o madre que se conmueven en lo más hondo por su propio hijo”. Compasión como la que sentía Jesús. “Vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos, pues eran como ovejas sin pastor, y se puso

a enseñarles muchas cosas”. (Marcos 6,34). “Le sobrevino una gran compasión”, nos cuenta el Evangelio, ante las lágrimas de la madre, la viuda de Naím, que había perdido a su único hijo, y movido por esa compasión lo devuelve a la vida (Lucas 7,13). Esta es la compasión que necesitamos “para vencer la globalización de la indiferencia”. “La globalización de la indiferencia” es un término que el Papa ha generado debido a la actitud y manera de pensar del mundo de hoy. Analizando este concepto debemos admitir que tiene razón. Las malas noticias y las imágenes de dolor nos bombardean y sin darnos cuenta nos vamos acostumbrando a ellas, nos vamos anestesiando. En cambio, “Jesús no mira la

“Yo lo que más le pedía a Dios era que nos concediera un gran valor para ser capaces de sufrir y luchar por nuestra santa religión”. El 7 de marzo del año 203 las acompañaron en su martirio los esclavos que fueron apresados junto a ellas. Sáturo, el diácono catequista que las había instruido en la religión y las había preparado para el bautismo, se presentó voluntariamente. Afirma san Agustín que la historia de este martirio, muy popular en los siglos IV y V, se leía frecuentemente en las iglesias y reuniones, y era de gran provecho para

los creyentes. Se las veneró entonces y se las sigue venerando tanto en nuestra Iglesia como la Ortodoxa, las iglesias orientales y la Episcopal. Son patronas de las madres y mujeres embarazadas. Han inspirado dos novelas históricas recientes: Perpetua: Una novia, una mártir, una pasión escrita, de Amy Peterson, y La escalera de bronce, de Malcolm Lyon. ¿Cómo nos inspiran a nosotros?

“La Iglesia no está en el mundo para condenar, sino para permitir el encuentro con ese amor visceral que es la misericordia de Dios”. realidad desde fuera como si fuera una fotografía, él se deja implicar”. Reflexionando, nos damos cuenta de que implicarnos es difícil, quizás por el individualismo en que vivimos, quizás porque nos sentimos abrumados por nuestros propios problemas, o quizás porque es más fácil ignorar y evadir el sufrimiento. El Jubileo de la Misericordia nos debe llevar a reflexionar y a actuar. El Papa nos aconseja abrirnos a la misericordia de Dios e intentar ser misericordiosos con los demás, pues “ningún pecado humano, por muy grave que sea, puede prevalecer sobre la misericordia o limitarla”. Nos anima a aprender del Padre de la parábola del hijo pródigo que está allí

contemplando el horizonte, aguardando y esperando. Meditando en este tema presentado por el Papa, pienso en los condenados a muerte a los que la ley humana castiga quitándoles la vida. La ley divina, en cambio, rechazando el pecado, abraza al pecador, le ofrece una vida eterna si pide clemencia a su Creador. A la mujer que no ha permitido que el hijo de sus entrañas venga al mundo Dios la está buscando y esperando, porque como dice el Papa en el capítulo III de su libro: “Dios nos aguarda, espera que le concedamos tan sólo esa mínima grieta para poder actuar en nosotros, con su perdón, con su gracia”.

Cont. pág. 20

Cruz Teresa nació en Ecuador. Es maestra jubilada de las escuelas públicas de Nueva York. Enseña Teología en el Instituto de Formación Pastoral de la Escuela de Evangelización de la Diócesis de Brooklyn. Es miembro del Comité Nacional y Diocesano de la Renovación Carismática. Imparte charlas y talleres a nivel parroquial, diocesano y nacional. Coordina un ministerio de Intercesión en Facebook y grupos de oración en WhatsApp. En su parroquia, San Nicolás de Tolentino, en Jamaica, Queens, colabora con el Consejo Pastoral y con el Programa de RICA. Cruz fue columnista en el periódico católico “Nuevo Amanecer”. Actualmente escribe para The Tablet, Nuestra Voz y el portal oficial del Comité Nacional Carismático Hispano.

Para reportar cualquier forma de abuso sexual cometido por un miembro del clero, llame al número de asistencia y denuncia de la Diócesis de Brooklyn, una línea gratuita y confidencial: 888-634-4499

20 Marzo de 2016

Una oportunidad para compartir el Evangelio Continuación La Campaña Anual Católica 2016 también hace posible que la Iglesia tienda su mano y ayude a los recién llegados a través de los Servicios de Inmigración Católicos. Gracias a su compromiso con la Campaña, los Servicios de Inmigración Católicos, junto con las Caridades Católicas, ofrecen sus servicios a los que necesitan ayuda legal, alimentos, casa, relaciones sociales y cuidado de niños, por sólo nombrar algunos de sus programas. La vida de cada parroquia de la Diócesis de Brooklyn depende del trabajo y la dedicación de nuestros sacerdotes. Su apoyo a la Campaña Anual Católica 2016 es crucial para fomentar las vocaciones con programas encaminados a que muchos jóvenes puedan escuchar el llamado de Dios al sacerdocio y responder a él.

Nuestra Señora de Fátima, una parroquia multicultural con una sola voz Continuación

Dentro de los grupos parroquiales más sólidos está el Comité de la Virgen de Guadalupe, quienes trabajan planeando la celebración durante gran parte del año. Sin embargo, explica el padre Lozada, existe una dinámica participativa donde gente de otros grupos —como el del Divino Niño,

Misericordia y compasión Continuación “La Iglesia no está en el mundo para condenar, sino para permitir el encuentro con ese amor visceral que es la misericordia de Dios”, nos expresa el Papa en el capítulo V de su libro. Él nos insta, nos empuja “a salir e ir a buscar a las personas allí donde viven, donde esperan”. Nos dice que

@NuestraVozDOB

Cuando llegué a la Diócesis de Brooklyn in 2003, teníamos 27 seminaristas preparándose para el sacerdocio. Con los programas vocacionales que hemos podido implementar gracias a sus donaciones a la Campaña Anual Católica 2016, en los últimos 11 años hemos tenido 45 ordenaciones sacerdotales en Brooklyn y Queens. En este momento, otros 51 hombres están en el seminario y, con la ayuda de Dios, serán ordenados como sacerdotes. La Oficina de Formación en la Fe también se beneficia de

La campaña Generaciones de Fe nos está ayudando a fortalecer nuestras parroquias.

los de la Virgen de Fátima y de Chiquinquirá, etc.—, se ayudan entre sí. Es un sentimiento de colaboración presente desde siempre en esta comunidad de hermanos. Dentro del ministerio de servicio litúrgico se encuentran los ministros de la Eucaristía, los lectores y los acólitos. Así mismo, la educación religiosa o catequesis, tanto para adultos como para niños, también constituye una prioridad. El grupo de oración es también uno de los ministerios más fuertes, liderado por el diácono Marco López. El grupo del Rosario de

la Campaña Anual Católica 2016. Este departamento se encarga de diseñar la preparación que ofrecemos a nuestros jóvenes y adultos para recibir los sacramentos. La Escuela de Evangelización, que forma parte de la Oficina de Formación en la Fe, permite a la Diócesis de Brooklyn ofrecer a nuestros laicos la oportunidad de recibir la formación y las destrezas necesarias para llevar a otros a Cristo a través de la Iglesia. La Campaña Anual Católica 2016 nos permite apoyar a nuestros capellanes católicos en colleges y universidades, hospitales, hogares de ancianos y otras instituciones no católicas en Brooklyn y Queens. El trabajo del capellán es importante para garantizar que a ningún fiel de Brooklyn y Queens le sea negado el acceso a los sacramentos. Nuestros sacerdotes jubilados también reciben ayuda de la Campaña Anual Católica 2016. En el Immaculate Conception Center de Douglaston, tenemos 45 habitaciones dedicadas a nuestros sacerdotes ancianos que viven en la

Residencia Bishop Mugavero. Este hogar home ofrece una vida digna a los sacerdotes ancianos que necesitan ayuda para realizar las actividades de su vida diaria. Finalmente, no todas nuestras parroquias son capaces de cubrir los gastos financieros que su labor demanda. En los últimos años hemos logrado grandes progresos con el programa Christ Jesus Our Hope, que consistió en hacer un análisis de todas las parroquias de la Diócesis para determinar cuáles deberían ser fusionadas con otras para que cada comunidad fuera sostenible y pujante. La ayuda a las parroquias que su donación a la Campaña Anual Católica 2016 hace posible será calve para ayudar a parroquias que enfrentan grandes labores pastorales en comunidades de bajos recursos o que se hallan en circunstancias especiales. Su aporte a la Campaña Anual Católica 2016, no importa cuán grande o pequeño, contribuirá al éxito de la Diócesis de Brooklyn en su misión de anunciar el Evangelio. Juntos podremos

“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. echar las redes y remar mar adentro para hacernos pescadores de hombres y mujeres. Ustedes también pueden responder a la alegría que nos ha dado el Evangelio ayudando a que otros se encuentren con el Señor a través de nuestros ministerios diocesanos. Les pido su ayuda y colaboración para compartir la alegría del Evangelio con todos los necesitados comprometiéndose a hacer una donación a la Campaña Anual Católica 2016.

Nuestra Señora de Fátima, que tiene poco más de doce años, se reúne los lunes a las 7:30 La mayoría de sus feligreses p.m. durante la exposición del Santísimo Sacramento para rezar son colombianos, le sigue un la novena y el Santo Rosario. La pastoral juvenil es un grupo también significativo grupo en formación que cuenta con un ministro y regularmente de ecuatorianos, mexicanos tienen encuentros y realizan actividades como talleres y peruanos, y para terminar bíblicos abiertos a toda la comunidad. un nutrido grupo de La fiesta de la Virgen de Fátima es una celebración centroamericanos. mayor de la parroquia. Cada 13 de mayo convoca a todos en esta iglesia y en la celebración parroquial rinden homenaje a Virgen que se veneran en la algunas niñas de la escuela las diferentes advocaciones de la iglesia.

no debemos quedarnos en la estructura sólida, en el edificio de la Iglesia, sino que por el contrario, seamos una Iglesia ¿Quién es la “emergente”, una estructura móvil, de primeros auxilios, de Iglesia? “Tú eres emergencia, para evitar que los combatientes mueran”. Iglesia, yo soy ¿Quién es la Iglesia? “Tú eres Iglesia, yo soy Iglesia”, dice Iglesia”. un corito que nos despierta a la realidad bíblica y teológica que nos recuerda que cada uno debe hacer eco en nuestros de nosotros somos Iglesia. El corazones. Es su esperanza mensaje del papa Francisco y su deseo que “el Jubileo

extraordinario haga emerger aún más el rostro de una Iglesia que descubre las vísceras maternas de la misericordia y que sale al encuentro de los muchos heridos que necesitan atención, comprensión, perdón y amor”. Como medida objetiva nos propone poner en práctica las obras de misericordia: Instruir, aconsejar, consolar, corregir, perdonar, soportar con paciencia a las personas que nos molestan, rezar por los vivos y los muertos (obras espirituales);

dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos (obras corporales). Que el peregrinaje cuaresmal nos entrene en el ejercicio de la compasión y la misericordia hacia los demás, para que todos juntos experimentemos la resurrección de Cristo, aquí, en esta vida, y en la otra.

Octubre de 2016 15 wikimedia.org//commons

Santo del mes

Santa Faustina, Apóstol de la Misericordia (1905-1938) Cruz-Teresa Rosero

“L

as llamas de mi compasión me consumen, deseo derramarlas sobre las almas de los hombres”. (Diario, #1190) Así le habló el Señor Jesús a esta mujer sencilla y sin mayores estudios, en una de las tantas ocasiones que le reveló su plan para la humanidad. Helena Kowalska, conocida como Santa María Faustina, nació en Polonia un 25 de agosto de 1905, de padres muy pobres, pero llenos de fe. En 1925 entró a la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia. Su Diario de más de 600 páginas es un testimonio de la relación íntima que tuvo con Jesús. El 22 de octubre de 1931 tuvo la primera visión de lo que hoy se ha convertido en la devoción

a la Coronilla de la Divina Misericordia. Relata en su Diario: “Vi al Señor Jesús vestido de blanco. Una mano estaba levantada en ademán de bendecir y, con la otra mano, se tocaba el vestido, que aparecía un poco abierto en el pecho, brillaban dos rayos largos: uno era rojo y el otro blanco. Los dos rayos significan sangre y agua — el rayo pálido representa el agua que justifica a las almas ; el rayo rojo simboliza la sangre, que es la vida de las almas”. Jesús le dijo: “Pinta una imagen de acuerdo a esta visión, con las palabras «Jesús, en Ti confío»”. (Diario, #47) Esta devoción empezó a difundirse aún antes de su muerte en el año 1938; pero fue durante los trágicos años de la Segunda Guerra

El Santo Rosario, más allá de la memoria Cruz-Teresa Rosero

M

i amiga del alma, y madre espiritual en los Estados Unidos, se llama Lydia Caro. Ya tiene más de 80 años y ha sido diagnosticada con demencia senil. Cada vez que la visito ahora temo que no me reconozca. Sé que ya no podemos hablar como antes, que ya no le puedo abrir mi corazón y pedirle consejos; pero al menos espero que me recuerde. En mis últimas visitas he leído en su mirada la confusión de su mente. Me mira tratando de buscar en su cerebro mi imagen y mi nombre. La ayudo hablándole, y mi voz la hace reconocerme. Emocionada, la abrazo mientras escucho lo que

mi corazón ansía: ¡Teresa, que alegría verte! Durante toda su vida rezó el Santo Rosario diariamente con su esposo de más de 50 años. Cuando él murió, ella siguió rezándolo sola. Hoy, un rosario reposa en la mesita junto a su sillón, donde pasa gran parte del día. Su hija pertenece a otra religión, pero respeta la fe de sus padres, y sus devociones. Su plan del cable incluye la estación católica EWTN, que la acompaña todo el día. En una de mis visitas, EWTN estaba transmitiendo la peregrinación del Santuario de Lourdes, donde se reza el Rosario en varias lenguas. Ella, adormilada, se unió al canto del

Mundial (1939-1945) que la gente la necesitó y propagó suplicando clemencia. “Te envío a toda la humanidad con mi misericordia”, (Diario, 1588), le había dicho Jesús. “La humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Divina Misericordia”. (Diario, 300) Sor Faustina murió de tuberculosis, en 1938, en Cracovia. Sus restos mortales yacen en la capilla del convento bajo la milagrosa imagen de la Divina Misericordia. Celebramos su fiesta el 5 de octubre, día de su fallecimiento. San Juan Pablo II, también polaco, la beatificó el 18 de abril de 1993 y la canonizó el 30 de abril del año 2000, el Segundo Domingo de Pascua, domingo designado también como la fiesta de la Divina Misericordia. En su homilía expresó: “Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, Cristo le confió su mensaje de misericordia. Quienes recuerdan, quienes fueron testigos y participaron en los hechos de aquellos años y en los horribles sufrimientos que produjeron a millones de hombres, saben bien cuán necesario era el mensaje de la misericordia. ¿Qué nos depararán los próximos años? ¿Cómo será el futuro avemaría. Recordé a mis amigos Lydia y Raúl cantando en nuestra querida parroquia de San Jerónimo, años atrás. Los ojos se me llenaron de lágrimas. En otra ocasión, la encontré dormida. Tras unos minutos, le dije: “Lydia, aquí estoy. ¿Quieres que recemos el Santo Rosario?” Un poco asustada, abrió sus ojitos lentamente, me identificó y preguntó: “Teresa, ¿dónde está mi rosario?” Se lo puse en sus manos, y saqué también el mío de mi cartera. Pensando que ella no podría conducirlo yo me preparé a hacerlo. ¡Oh, sorpresa! De pronto escucho su voz santiguándose y haciendo la oración al Espíritu Santo, con la cual siempre iniciaba el Santo Rosario. No recordó los misterios, pero después del primer Padre Nuestro, continuó con cada avemaría sin perder una vocal. Mi corazón palpitaba de alegría. La Presencia de Dios nos inundaba a las dos. Ella no tenía que entender lo que estaba repitiendo: eran suficientes el amor y la unción de su corazón. Pensé en los bebés que lloran y no

del hombre en la tierra? No podemos saberlo. Sin embargo, es cierto que, además de los nuevos progresos, no faltarán, por desgracia, experiencias dolorosas. Pero la luz de la misericordia divina, que el Señor quiso volver a entregar al mundo mediante el carisma de sor Faustina, iluminará el camino de los hombres del tercer milenio”. Nuestro Santo Padre Francisco ha declarado este el Año de la Misericordia. Confiados, recitemos, en el mundo de incertidumbre que vivimos hoy: “Jesús, en Ti confío”, mientras practicamos y difundimos la devoción de la Coronilla de la Divina Misericordia. saben por qué. Sin embargo, la madre identifica el por qué de su llanto. Así también, la Madre del Cielo entiende en cada avemaría el clamor de sus hijos, más allá de sus mentes perdidas. Me despedí de ella con un beso y le dije al oído: “Gracias amiga, hoy Dios me enseñó que aunque el cerebro se pierda en el espacio y el tiempo, la oración repetida se graba en él y surge para clamar su bendición y reclamar a la Madre su amor y sus cuidados”.

No tenía que entender lo que estaba repitiendo: eran suficientes el amor y la unción de su corazón.

Cruz Teresa nació en Ecuador. Es maestra jubilada de las escuelas públicas de Nueva York. Enseña Teología en el Instituto de Formación Pastoral de la Escuela de Evangelización de la Diócesis de Brooklyn. Es miembro del Comité Nacional y Diocesano de la Renovación Carismática. Imparte charlas y talleres a nivel parroquial, diocesano y nacional. Coordina un ministerio de Intercesión en Facebook y grupos de oración en WhatsApp. En su parroquia, San Nicolás de Tolentino, en Jamaica, Queens, colabora con el Consejo Pastoral y con el Programa de RICA. Cruz fue columnista en el periódico católico “Nuevo Amanecer”. Actualmente escribe para The Tablet, Nuestra Voz y el portal oficial del Comité Nacional Carismático Hispano.

Para reportar cualquier forma de abuso sexual cometido por un miembro del clero, llame al número de asistencia y denuncia de la Diócesis de Brooklyn, una línea gratuita y confidencial: 888-634-4499

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NUESTRA VOZ

Diciembre de 2016

COLUMNISTAS

Foto: commons.wikimedia.org

Mirar el pesebre sana el alma C

ADA NAVIDAD EL PESEBRE de mi madre ha sido uno de los más visitados y nombrados en la ciudad donde vive. Después de la muerte de dos de sus once hijos, con el alma herida y con un cuerpo debilitado por sus 96 años, ya no tiene la misma energía para hacerlo como antes. Ah, pero tampoco permite que nadie se lo haga; pues ella disfruta profundamente la preparación y celebración del Niño de Belén. Cada día, durante esta época, llega a su cuna caminando lentamente con su andador, y se sienta por horas a contemplarlo. No le pregunto nada para no interrumpir su oración, pero puedo leer en su rostro que su alma cargada de memorias pasadas, dolores del presente y preocupaciones del futuro se va llenando de paz mientras fija su mirada en el pesebre. En el mundo de hoy, muchas veces perdemos la dirección y el enfoque de nuestras vidas. Las recientes elecciones nos han dejado divididos, heridos y preocupados. Las amenazas del terrorismo nos oprimen. Los desastres naturales nos asustan. La violencia del Medio Oriente nos deja sin palabras. Los problemas nuestros y de nuestras familias nos abruman. ¿Cómo cargar con tanto peso? Solos no podemos. La Navidad nos da la oportunidad de volver la mirada hacia Aquél que es nuestra esperanza. Las cuatro semanas de Adviento nos invitan a hacer una pausa en medio de la prisa y meditar en aquello que nos impide mirar fijamente a Jesús Niño; de reflexionar en el llamado de San Juan Bautista: “Conviértanse porque está cerca el reino de los cielos”. El Adviento nos invita a ser pacientes, a poner en práctica el consejo de San Pablo en la Carta a los Romanos 15,7; “Acójanse mutuamente, como Cristo los acogió”; y clamando diariamente el estribillo del Salmo 146: “Ven, Señor, a salvarnos”. (Lecturas del Tercer Domingo de Adviento.) El papa emérito Benedicto XVI en el

“En el mundo de hoy, muchas veces perdemos la dirección y el enfoque de nuestras vidas”.

SANTO DEL MES

@NuestraVozDOB Foto: commons.wikimedia.org

Santo Tomás Becket (1118-1170) A

“El Salvador del mundo viene a compartir nuestra naturaleza humana, la luz nos señala el camino hacia Belén”.

L LEER LA VIDA de este santo recordé la vida de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, porque los dos fueron arzobispos y los dos fueron asesinados en el Santuario del Altar. Becket es del siglo XII, de Inglaterra, y Romero del siglo XX, de El Salvador. A los dos, nuestra Iglesia los ha declarado mártires por morir en defensa de la fe y sus valores. Tomás Becket nació de una familia pudiente, y aprendió las artes y deportes de su tiempo y de su clase social, como cazar y montar a caballo. Sus primeros estudios los realizó en una abadía con monjes, luego en Londres, y más tarde en París y Bolonia, donde estudió Teología. Al término de sus estudios regresó a Inglaterra. Impresionado por su capacidad, el arzobispo Teobaldo de Canterbury, la autoridad religiosa máxima de la Iglesia de Inglaterra, lo llamó a su servicio. Trabajando y viajando con él se ganó la confianza no sólo del arzobispo sino también del Rey. Fue ordenado diácono y nombrado Archidiácono de Canterbury, y luego Canciller de Inglaterra. Se le encargó mediar entre los asuntos de la Iglesia y la corona. A la muerte de Teobaldo, Enrique II, pensando que su amigo Tomás lo ayudaría a conseguir la primacía del rey sobre la Iglesia, lo nombró sucesor de Teobaldo, es decir, Azobispo de Canterbury.

Adviento del 2010 nos dio un sabio consejo para fortalecer nuestros corazones, “que ya de por sí son frágiles y que resultan todavía más inestables a causa de la cultura en la que estamos sumergidos. La ayuda no nos falta”, nos dijo. “Es la Palabra de Dios. «Fortalezcan sus corazones» (Santiago 5,8). De hecho, mientras todo pasa y cambia, la Palabra del Señor no pasa. Si las vicisitudes de la vida hacen que nos sintamos perdidos y parece que se derrumba toda certeza, contamos con una brújula para encontrar la orientación, tenemos un ancla para no ir a la deriva”. En la noche de Navidad del 2014, el papa Francisco nos dijo que todo lo que tenemos que hacer es acogernos a la ternura de Dios: “El Salvador del mundo viene a compartir Ya ordenado sacerdote, y luego nuestra naturaleza humana, no estamos ya consagrado como arzobispo, tuvo su solos ni abandonados… Ahora tienen que conversión definitiva. Renunció a su cesar el miedo y el temor, porque la luz nos puesto en la Corte y, como él mismo dijo, señala el camino hacia Belén. Todo lo que “pasó de ser un seguidor de sabuesos a un tenemos que hacer es suplicarle: “Señor, pastor de almas”. Se negó a reconocer las ayúdame a ser como tú, dame la gracia de la “Constituciones de Clarendon”, ordenanzas ternura en las circunstancias más duras de la que estipulaban vida, concédeme la la sumisión de los gracia de la cercanía Historias Obispos a Enrique en las necesidades Cruz-Teresa Rosero II. Esto le trajo de los demás, de Discípula de Cristo dificultades e inclusive la humildad en @TechitaZ amenazas contra su cualquier conflicto”. vida.

“Yo también moriré por Él cuando llegue el momento”.

“Aquí estoy”, dijo Tomás, “no un traidor, sino un sacerdote de Dios”. “Tú eres de los míos, yo te elevé de la nada y ahora me retas”, le dijo el Rey. Tomás le respondió: “Señor, Pedro fue elevado de la nada y sin embargo gobernó la Iglesia”. “Sí”, contestó el Rey, “pero Pedro murió por su Señor”. “Yo también moriré por Él cuando llegue el momento”. Acusado de traición se exilió en Francia en un monasterio cisterciense por seis años, al cabo de los cuales Tomás y Enrique hicieron las paces por intervención del papa Alejandro III. Regresó a Inglaterra, pero las dificultades y desacuerdos comenzaron nuevamente, pues Tomás continuaba defendiendo los derechos de la Iglesia. En medio de una alta tensión, el Rey dijo con ira: “¿No habrá nadie capaz de librarme de este cura turbulento? Es conveniente que Becket desaparezca”. Cuatro caballeros del Rey tomaron su deseo como una orden y acompañados de una tropa de soldados aparecieron en la Catedral buscando al Arzobispo. “¿Dónde está el traidor, dónde está el Arzobispo?”, indagaron. “Aquí estoy”, dijo Tomás, “no un traidor, sino un sacerdote de Dios”. Exasperados, blandieron sus espadas y lo asesinaron en los peldaños de su santuario. Era el año de 1170, un 29 de diciembre, fecha en la que se celebra su fiesta. El crimen causó conmoción en toda la cristiandad. Su veneración empezó inmediatamente y muchos milagros ocurrieron después de su muerte. Tan sólo tres años después, el papa Alejandro III lo canonizó y lo proclamó “Mártir de los derechos y libertades de la Iglesia”.