Arte España regresa con repertorio ecléctico

8 feb. 2013 - introspección continental. El clima político con un ascendente radicalismo, sustentado en el “krausismo” español y próximo a llegar al poder ...
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22 | ADN CULTURA | Viernes 8 de febrero de 2013

El ex Banco de Boston, en Florida y Diagonal

El jardín hispano del Museo Larreta

Banco Popular Argentino, en Florida y Perón

El Jousten Hotel en la bajada de Corrientes

Arte España regresa con repertorio ecléctico La vieja Madre Patria. En una alquimia inédita, arquitectura y literatura se asocian para instalar una retrovanguardia cuyo ejemplo cumbre es Enrique Larreta con La Gloria de don Ramiro y su casa museo en el barrio de Belgrano. El estilo neocolonial que se difunde en Buenos Aires es un mezcla de mudéjar, renacimiento, barroco y plateresco sui generis Fabio Grementieri | para la nacion

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entro de las euforias ecuménicas del Centenario que celebraron tanto la independencia como el progreso nacional, la vieja Madre Patria reaparece en escena y se la reivindica como fuente de identidad. Buenos Aires es la ciudad de habla hispana –oficial– más grande del mundo; la Infanta Isabel –¡una integrante de la familia real por primera vez en América!– encabeza la representación peninsular; y los pabellones de España –una Plaza Mayor de estilo Sezession diseñada por Julián García Nuñez– son los más importantes que levanta cualquier Estado extranjero en la Exposición Internacional. Al mismo tiempo algunos miembros de la elite cultural argentina como Ricardo Rojas, Enrique Larreta, Manuel Gálvez o Leopoldo Lugones comienzan a mirar querenciosa y románEl autor es arquitecto graduado en la UBA, profesor de la Universidad Di Tella, especializado en patrimonio. Recibió el Driehaus Prize de la Notre Dame University, Chicago, Estados Unidos.

ticamente a la antigua España y sus dominios. Pero se fijan en su pasado esplendoroso, el del Siglo de Oro. Y lo hacen con lentes francesas, en sintonía con la actitud contemporánea de la intelectualidad gala encarnada en Maurice Barrès o Charles Maurras. Asimismo, el desbordante “Centenario” y los excesos de su cosmopolitismo incontrolable promueven un rétour á l’ordre argentino basado en la introspección continental. El clima político con un ascendente radicalismo, sustentado en el “krausismo” español y próximo a llegar al poder, contribuye a definir el zeitgeist. Será el período que retratan en un extremo Blasco Ibáñez con su álbum Argentina y sus grandezas y en el otro Ortega y Gasset con su frase “Argentinos, a las cosas” Dentro de una alquimia inédita, la literatura se asociará a la arquitectura para declamar una “retrovanguardia”. Así Larreta y Rojas publicarán La Gloria de Don Ramiro y La restauración nacionalista, respectivamente, en tiempos de revueltas radicales y luego, una

vez llegado Yrigoyen a la presidencia, construirán sus casas hispánicas en Belgrano y Palermo, entre mansiones francesas, villas italianas y chalets ingleses. Los otros dos paladines del expresionismo hispanoamericano serán los arquitectos-escritores Martín Noel y Ángel Guido. El primero se formó en Francia, y luego de visitar España, Bolivia y Perú, donde pareció encontrar las esencias de la arquitectura colonial, emprendió una campaña de difusión, en la teoría y en la práctica, de lo que llamaba “estética de la tradición” de lo hispanoamericano como fusión de la cultura nativa con la española. El segundo combinará hispanidad e indigenismo en sus libros y en sus obras encarnando la síntesis que pregonaba Rojas en Eurindia. Ya en la década de 1920 el “estilo neocolonial” se difunde por toda la Argentina como un conglomerado ecléctico de repertorios inspirados en el plateresco, el mudéjar, el renacimiento y el barroco tomados de diversas regiones y modelos de España y de Sudamé-

rica. Rara vez aparecen aportes o iconografía precolombinos que, en general, se modernizan al adquirir tintes art déco, el estilo que rivalizará con el neocolonial en el menú arquitectónico a partir de 1925. Las formas hispanas y coloniales se aplicarán a edificios públicos y privados de matriz academicista, donde el juego de masas y espacios se compone a partir de ejes, simetrías y proporciones. Aparecen entonces las obras monumentales como el Teatro Cervantes, ese santuario del drama y la comedia “amadrinado” por María Guerrero y diseñado por Aranda y Repetto. A la manera de un “templo votivo”, se realizó una “cruzada” que llevó a distintas regiones de España a ofrendar diversos materiales, componentes y equipamiento para construir y decorar este coliseo que emula en sus fachadas a la Universidad de Alcalá de Henares. En otros casos surgen palacios para las finanzas como el antiguo Banco de Boston, proyectado por arquitectos ingleses y norteamericanos que al mismo tiempo que diseña-